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Selotrop en Danmachi (spanish)

Liam se encuentra en Danmachi con un cuerpo diferente y lleno de dudas sobre su futuro, Pero tiene un objetivo claro. Explorar la mazmorra y sus grandes maravillas que tiene para ofrecer, junto con los peligros que abundan en cada piso.

ZackRPG · Komik
Peringkat tidak cukup
33 Chs

¿Diosas?

Estoy frente a una cabaña de madera. Tiene dos pisos con una pequeña terraza y tal vez también tenga un cobertizo. Es bastante agradable para la vista.

Se supone que esta es la ubicación que me indico Alya. Creí que al ser una diosa que descendió hace dos meses, ella estaría viviendo en un lugar que estuviera en malas condiciones o que se viera como la iglesia donde vivía Bell y Hestia antes de ganarle el juego de guerra a Apolo.

Deje de contemplar la casa y camine hasta la puerta doble de madera.

Toc… toc…

Toque la puerta varias veces hasta que escuche a alguien gritar "¡Ya voy!" desde adentro.

Después de escuchar ese grito, unos segundos después alguien abrió la puerta

Era una mujer con cabello largo de color negro. Tenia unos ojos de color café muy hermosos, un cuerpo esbelto, junto con su delicado rostro redondeado y su nariz que a pesar de ser pequeña era muy fina.

Me quedé en shock por unos segundos debido a lo hermosa que era, pero de inmediato recuperé la compostura.

"¿Es usted la Diosa Abeona?. Vine desde el gremio para ver si podía formar parte de su familia"

"Lo siento, pero no soy Abeona" Cuando ella dijo eso, me empezó a dar vergüenza. Me recordó a la vez que confundí a una chica con una amiga, al final la chica me terminó insultando y gritando 'machista' por saludarla como si nos conociéramos. Eso fue muy vergonzoso porque había muchas personas cerca. No queriendo recordar esa experiencia trato de calmar mi vergüenza y grite

"¡Perdón!. La confundí con alguien más" Me di la vuelta para irme, pero ella de repente dijo "¿A donde vas?, Abeona se fue para hacer las compras, puedes entrar y esperar a que llegue"

"¿Eh?" Por un momento sentí que mi mente hizo corto circuito

Ella al ver mi mirada de confusión se rio y dijo "Supongo que en el gremio no te informaron sobre mi"

Asentí con la cabeza, todavía confundido con este desenlace.

"En realidad soy la Diosa Adeona, Abeona es mi hermana. No tengo interés en formar una familia y solo descendí porque quería estar con mi hermana. Así que puedes esperarla dentro la casa y si quieres puedo prepararte algo de comida, pareces tener mucha hambre".

Con casi todas mis dudas despejadas, le dije "muchas gracias, y en cuanto a la comida. Si no fuera mucha molestia, le agradecería que me diera un poco de comida" pensaba en decirle que no tenía hambre. Pero creo que es mala idea y una muy mala primera impresión al tratar de mentirle a una Diosa al poco tiempo de conocernos.

"Puedes sentirte como en casa" Me dijo, mientras entrábamos a la casa. Había algunos muebles, pero las decoraciones eran muy simples, como algunos jarrones con flores y algunas figuras talladas en madera.

Ella fue a lo que parecía ser la cocina y empezó a cocinar. Trate de ayudarla, pero ella dijo "No te preocupes. Siéntate en alguno de los sofás, yo me encargo de cocinar".

Mis nervios no me permiten relajarme y sentarme en alguno de los sofás. Solo pude sentarme a regañadientes en la silla de madera.

Pasaron decenas de minutos hasta que finalmente terminó de cocinar.

"Lo siento por no poder cocinar más, pero ahora mismo solo tenemos espaguetis" Se sentó en una silla al otro lado de la mesa, después de haberme entregado un plato de espaguetis con salsa.

Al ver los espaguetis sentí que mi estómago empezaba a rugir, y empecé a comer, no sin antes haber dicho "¡Muchas gracias!" mientras comía ella solo se quedó mirándome con una sonrisa cálida.

"Pareces nuevo en Orario. ¿Qué te llevó a querer unirte a la familia de mi hermana?" Ella me preguntó mientras yo seguía comiendo.

Trague la comida que tenía en la boca y le respondí. "Quiero convertirme en un aventurero y elegí a la familia que más me llamó la atención" volví a comer, después de responderle y ella asintió con la cabeza.

"Por cierto, ¿No te estorba esa capucha que llevas puesta?"

Me sorprendió esa pregunta porque me tomó desprevenido, se me olvidó por completo que he llevado la sudadera con la capucha puesta y no me la he bajado desde que la tengo.

"No me estorba mucho" Dije una respuesta muy sencilla.

Ella levantó las comisuras de su boca y dijo, "¿puedes bajarte la capucha? Quiero verte sin que la lleves puesta" dude un momento, pero recordé que las personas que he visto no han tenido mucha reacción al ver mi cara, a pesar de lo extraño que se ven mis ojos y mi piel pálida.

"Esta bien, pero ¿puedes prometerme que no le dirás a nadie lo que vas a ver o al menos evitar que muchas personas lo sepan?" Le dije, mientras trataba de hacer que me viera lo más serio posible.

"Eso hace que quiera verte más. Pero esta bien, lo prometo".

Cuando la escuché, empecé a bajar la capucha y cuando termine de hacerlo. Vi que ella se quedó con la boca abierta. Tal vez sea muy extraño tener pequeñas alas en la cabeza.

Empezaba a tener mis dudas sobre si fue una buena idea mostrarle. Pero su siguiente reacción me sorprendió.

"Te ves tan lindo, ¿puedo acariciarte las alas que tienes en la cabeza?" Me empezó a dar algo de vergüenza. Muy pocas veces me han dado cumplidos por mi apariencia o cualquier otra cosa y esta es una nueva experiencia que no he tenido antes.

Solo pude responder "Está bien… pero no toques mucho" Dije la última parte con una voz un poco más baja.

Ella se levantó de la silla, se quedó de pie a mi lado y empezó a acariciarme la cabeza primero y luego las alitas. Esta sensación es algo reconfortante y no me importaría que continuará por bastante tiempo.

La sensación es muy agradable. Pero antes de que ella pudiera continuar, escuchamos la puerta abrirse y a alguien gritar "¡Abeona!, Ya terminamos las compras".

Luego de eso vimos entrar a dos niñas con ojos y cabello de color castaño claro. Una de las niñas tenía orejas de gato y la otra de lobo. Un niño de cabello marrón y ojos de color rojizo y por último a una mujer con una apariencia similar a la persona que estaba a mi lado, excepto que ella no tenia el pelo largo. También tenía algunas pequeñas diferencias faciales de la diosa que me estaba acariciando la cabeza.

"Compramos…" Hubo un incómodo silencio cuando una de las niñas que estaba a punto de decir algo, nos vio y todos ellos se dieron cuenta de mi presencia y la de la Diosa.