webnovel
#WEAKTOSTRONG
#SURVIVAL
#BETRAYAL
#CEO
#FASTPACED
#FIRSTLOVE
#ABANDONED
#PREGNANCY
#FAKEIDENTITY

Señor Presidente: Usted es el padre de mis trillizos

—M... ¡Marissa! ¿Son mis hijos? —Los ojos de Rafael no se apartaban del rostro adorable de los niños. —No, Rafael. No lo son —dijo Marissa con una sonrisa fingida—. No son tuyos. ¿Recuerdas? —pestañeó de manera bastante dramática—. ¡Nunca nos casamos! Valerie Aaron, la hermana mayor de Marissa Aaron, dejó plantado a su novio ciego el día de su boda y se fugó. Para salvar las apariencias, la familia de Merissa le rogó que se casara con Raphael Sinclair. ¿La ironía? No se le permitió decirle a su esposo ciego que ella no era Valerie sino Merissa Aaron. El día de la exitosa cirugía ocular de Raphael, Marissa se enteró de que Valerie había vuelto para tomar su legítimo lugar como nuera de Sinclaire. Marissa intentó explicarle a su esposo que ella era la que estaba casada con él, pero él no le creyó. En vez de seguir convenciéndolo, la desconsolada Merissa decidió dejar la ciudad sin contarle su secreto. Raphael Sinclair era la definición clásica de una belleza impactante y era el único heredero del grupo de industrias Sinclair. ¿Qué haría él cuando se enterara que todo este tiempo la mujer que le ofreció su amor y su cuerpo no era Valerie sino su hermana menor Marissa Aaron? ¿Cómo reaccionaría al saber que era el padre de los bebés que Marissa llevaba en su vientre? ¿Iría tras Marissa para recuperarla? ¡Y la pregunta del millón! ¿Podrá Marissa alguna vez perdonarlo y volver a amarlo?

JessicaKaye911 · Perkotaan
Peringkat tidak cukup
513 Chs
#WEAKTOSTRONG
#SURVIVAL
#BETRAYAL
#CEO
#FASTPACED
#FIRSTLOVE
#ABANDONED
#PREGNANCY
#FAKEIDENTITY

¡No pares!

—¿Por qué tus padres nunca estaban ahí? —le preguntó suavemente—, la pregunta que lo había estado molestando durante bastante tiempo—. Sabían todo. Sin embargo, favorecían a Valerie.

Ahora estaban disfrutando de unas palomitas de pollo con la salsa especial del hotel. También les sirvieron papas fritas como acompañamiento.

Cuando la vio sumida en sus pensamientos, le sostuvo el brazo, dándole un suave sacudón—. Está bien. No necesitas responder eso si no te sientes cómoda.

El hotel les había proporcionado unas mantas acogedoras. Rafael las encontró más íntimas en lugar de usar los sillones reclinables. Una manta estaba extendida debajo de ellos, y la otra los cubría. Estaban recostados contra unos enormes cojines cilíndricos. La bandeja de comida estaba colocada sobre la manta.

Antes de dar un bocado él mismo, se aseguró de alimentarla primero con sus manos. De lo contrario, ella estaba tan absorta hablando que apenas notaba la comida.