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Cortina De Humo.

— Diablos, tenemos que irnos de aquí ahora mismo, ¿Como fue que llegaron? —Preguntó la albina.— Fue en trenRespondia amelia comenzando a buscar algunas cosas en su bolsillo hasta sacar de ahí una de las inyecciones que les había dado Ayleen en el puerto, tras haber pulsado un botón la seguridad de la jeringa bajaba así que amelia se acercaba a lukta hasta meterle la jeringa en el brazo, dejar salir algo de líquido y dejar salir todo lo demás en otro pinchazo en el abdomen.— Podrías haber sido más sensible, ¿Lo sabes? —Dijo lukta frunciendo el ceño.— Tienes un brazo roto, pensaba que no te ibas a concentrar en el dolor de la aguja, podremos tomar un tren aunque el viaje es largo.. ¿Hmh?Las palabras de amelia se vieron detenidas cuando los fuertes sonidos de sirenas policiales se escuchaban, el agua se estaba moviendo gracias a varias lanchas que estaban llegando y fue así como habían llegado varios coches, lanchas, no solo de policía si no de todo tipo de gente de rescate, los policías no tardaban en sacar sus armas apuntando directamente hacia los jóvenes quienes levantaron sus manos ofreciendo nula resistencia, aunque todos estaban bastante jodidos, algunos policías se habían bajado de sus coches y se acercaban hacia ellos, la albina estaba por levantar uno de sus dedos aunque antes de poder algunos fuertes sonidos, de un bastón chocando repetidas veces contra el suelo se llevaban la atención de todos, joseph estaba despierto denuevo y se puso enfrente de los oficiales.— Por lo que pude ver tienes un manejo del agua excepcional, ¿No es así? —Dijo Joseph.La albina asintió con su cabeza— ¿Cuánto es la máxima velocidad que podrías alcanzar si te vas por todo el mar De Barrinza chica? —Preguntó Joseph.— La distancia entre Barrinza y Tlakzat no es demasiada larga, pero probablemente pueda llegar a donde está mi hermano en un par de horas —Respondió la albina.— Entonces hazlo, el mar de Barrinza conecta bastante cerca de la ciudad así que.. Puedes llegar, yo me encargare de estos problemas aquí —Respondió firme Joseph.—.. Señor, yo..Antes de que esta pudiera hablar joseph negó con la cabeza.— Podrás hablarme de eso después, ahora encargate de detener a tu hermano, lukta, amelia, confío en ustedes también muchachos.La herida de lukta debido a aquella inyección estaba comenzando a cerrar al igual que sus heridas comenzaban lentamente a curarse, amelia asintió con la cabeza junto a lukta y fue ahí cuando la albina se puso al borde del puerto, sus manos comenzaban a moverse de lado a lado generando que las lanchas que estaban en el agua comenzarán a moverse de lado a lado, amelia y lukta se posaban al lado de la albina hasta que esta finalmente golpeaba hacia el aire haciendo levantar un enorme ola, suficientemente rígida para permanecer en ella, amelia y lukta volteaban a ver por última vez a joseph antes de que esté solo sonriera, los tres frunciero el ceño y se lanzaron al agua, agua la cual dió un fuerte movimiento incluso dándole la vuelta a algunas lanchas de oficiales que habían repartidas por el agua, aquella enorme ola salió a tanta velocidad que a escasos segundos se perdió de la vista de todos, joseph puso sus manos encima de su bastón y volteó a ver a los oficiales.— Oficiales, ¿Gustan una taza de té?— ¿Crees que les esté yendo bien, Yakta? —Dijo Ayleen.— No tengo idea, aunque más les vale que sea asi, después de todo no estamos para problemas mayores, en fin ¿Tienes todas las cargas listas? —Respondió Yakta volteandole a ver.— Así es, tengo todas las agujas llenas de su energía corrupta así que tenemos todo par-Las palabras de Ayleen se vieron cortadas cuando una fuerte explosión llenaba todo el lugar, el humo comenzó rápidamente a correr por las instalaciones mientras el fuerte y desesperante ruido de las alarmas hacia que los trabajadores comenzarán a correr a un lugar más seguro, exactamente al subterráneo en donde estaba el bunker de seguridad, Ayleen y Yakta comenzaban a correr hasta llegar a la zona principal de las instalaciones, el humo apenas y dejaba ver lo que estaba enfrente pero poco a poco este mismo se fue discipando hasta dejar ver lo que escondía atrás suya, una enorme figura masculina apareció mientras las llamas estaban siendo cesadas gracias a los regaderos en el techo, figura la cual salia demostrando ser un hombre de tez morena bastante grande, aunque apenas y se podia ver su rostro pues habia una pequeña capa de color rojo la cual le cubria, aunque eso si, tenia su fornido pecho desnudo.— ¿Quien diablos es.. Ese sujeto? —Preguntó aterrada Ayleen.— No tengo idea Ayleen, pero lo mejor es que te vayas de aquí, podría ser peligroso.. No, lo es.Ayleen estaba atrás de Yakta dejando sus manos encima de los hombros de este, la gente continuaba escapando de sus zonas de trabajo siendo ayudadas por los guardias, el enorme sujeto se estaba acercando lentamente entrando en las instalaciones hasta que este dejaba de caminar, de las escaleras había saltado ruy, al caer al suelo esta no tuvo que preguntar, el solo ambiente le decía que es lo que estaba sucediendo, Yakta llevaba una de sus manos hacia su cadera sacando su espada la cual dejaba ver el reflejo del humo, las puertas del laboratorio se habían abierto dejando ver a Alex el cual se encontraba torciendo incluso su bata estaba llena de humo negro, Mateo estaba a su lado con su cabello igual lleno en cenizas, ruy al verles daba un paso hacia al frente empuñando su sai, apretó este fuertemente y miró fijamente al gran hombre.— ¡Señor Mateo, detrás de usted! —Gritaba Yakta.— ¿Detrás de mi? ¡Cariño lo único que Estoy viendo detrás de mi son dos tetotas así!Mateo se dió la vuelta teniendo que levantar la mirada debido a la gran diferencia de alturas, una vez se dio la vuelta y dijo eso levantaba y abría estas en señal del tamaño de los pectorales de aquel sujeto, aunque ese comentario había durado poco, apenas este había terminado el enorme sujeto lanzaba uno de sus puños al suelo por lo que Mateo cerró sus ojos, este al abrirlos notaba qué estaba siendo cargado sobre los hombros de alguien, quien al bajar la mirada vió que era Yakta, Alex se encontraba en el suelo siendo tomado por ruy quien veía que su bata estaba prendida fuego, así que no tardó en quitarle esta misma y dejarla calcinarse en el suelo.— ¿Qué demonios, fuego? —Yakta entrecerró sus ojos., Un momento.. ¡Señorita ruy, hay algo que brilla debajo de la ropa que rodea su cuello!— Tiene que ser una de las gemas elementales, no hay duda alguna con eso.. —Respondió ruy.—.. ¿Está diciendo que el..?Yakta estaba sorprendido y al voltear a ver a aquel sujeto la hipótesis de ruy tomó aún más sentido, cuando las manos de aquel sujeto dejaban ver aquellas llamas creciendo, comenzaban en pequeñas chispas hasta acabar en estas incendiadas, aquel sujeto lanzaba un golpe hacia el aire generando una fuerte ráfaga de fuego la cual fue directa hacia los dos, Yakta se lanzaba tomando a los dos científicos mientras que ruy saltaba hacia uno de los lados, justo en ese lado fue cuando se encontraba a aquel enmascarado quien lanzaba un gancho hacia arriba, ruy quien ya estaba en el suelo se echaba hacia atrás logrando esquivar el gancho, aunque la habitación se iluminó debido a la fuerte llamarada que salió de ese mismo golpe, ruy después de haber esquivado lanzaba una fuerte patada hacia una de las piernas de este dándole en el centro de la canilla haciendo que el chico Retrocediera, ambos se quedaban viendo fijamente hasta que otra llamarada llegaba, ruy usaba sus brazos como protección atrapando con ella toda la llamarada, abrió sus brazos despejando aquella llamarada, aunque al apenas bajar la mirada se encontraba de lleno con el enorme puño del sujeto, el golpe iba directo a su abdomen por lo que ruy bajaba sus manos hasta atrapar aquel brazo comenzando a retroceder debido a la inminente diferencia de fuerza, sus manos continuaban apretando el golpe hasta que algo de humo comenzaba a salir de ellas por lo que tenia que soltarlas comiéndose de lleno una fuerte patada la cual le tiró al suelo, su cuerpo comenzó a rodar aunque no por mucho pues fue detenida clavando uno de sus sais en el suelo, fue ahí cuando Yakta había llegado desde arriba, y, empuñando su espada comenzó a caer hasta casi cortar al sujeto, aunque este había retrocedido lo suficiente para esquivarlo, lanzaba una llamada hacia abajo la cual Yakta cortaba a la mitad usando su espada y así dió un salto quedando al lado de ruy.— Es demasiado peligroso—Dijo Yakta, jadeando.— Lo es, y mucho, su fuego sale demasiado caliente.. De hecho mira, solo han sido unos cuantos golpes y la armadura está comenzando a desgastarse, aunque.. Creo que tengo una idea, ¿Crees poder seguirme el paso? —Ruy volteó a verle, levantando una de sus cejas.— Haré el intento.Tras decir eso el sujeto golpeaba hacia el aire, una patada la cual se fue envolviendo en una capa de fuego cubriendo todo su pantalón hasta que esta salió disparada, como si de una explosión se tratara, aquella ráfaga comenzaba a dirigirse rápidamente hacia los dos, ruy había salido corriendo por la derecha mientras que Yakta estaba corriendo de frente, la llamarada llegaba pero Yakta lograba saltarla, una vez enfrente de él lanzaba un espadazo hacia arriba, espadazo el cual fue desvíado por un golpe directo al filo, Yakta retrocedió aunque fue demasiado tarde, el sujeto golpeaba hacia el dándole un fuerte golpe en el pecho, que como si no fuese suficiente poco después fue envuelto en un manto de fuego, ruy estaba cayendo del aire hasta clavar uno de sus sais en el hombro de este, el sujeto llevaba sus manos hacia el aire y después las bajaba con tanta fuerza que al golpear al suelo terminó agrietando este, sus manos se habían inundado en un fuego, fuego que se extendió hasta llenar su propio cuerpo.— ¡Mngh.. Quema.. Argh, Yak-.. Ta..!El fuego envolvía el cuerpo de ruy quien rápidamente se estaba perdiendo entre las llamas, sus manos estaban aferrándose ante el mango de su sai el cual se estaba poniendo hirviendo, el metal comenzaba a tornarse de color rojo al igual que sus manos comenzaban a tomar ese pequeño color rojizo, la armadura estaba perdiendo su capacidad de aguantar, los jadeos de dolor debido a la afilada punta haciendo constantes cortes contra sus músculos hacían que el sujeto pudiera mantener sus manos contra el suelo, hasta que, finalmente ruy golpeaba el manto clavando las dos otras puntas de la sai haciendo que el sujeto levantara sus brazos, ruy se había lanzado de encima de este cayendo al suelo notando como es que su traje se estaba comenzando a prender en fuego, el calor dentro era insoportable y esta comenzaba a quemarse de no ser por Ayleen quien le echaba un enorme balde de agua encima, ya con sus brazos en el aire se revelaba a Yakta estando enfrente del hombre, sus ropas estaban chamuscadas, sus brazos estaban marcados gracias a las quemaduras pero este tenía una misión, sus manos empuñaban la espada con fuerza.— ¡AGHH!, ¡Me da igual el dolor que sienta mi cuerpo, no me iré de aquí hasta acabarte por completo, —Gritaba Yakta, justo lanzando un corte hacia abajo. Yakta lanzaba su espada con fuerza hacia adelante, esta misma se estaba acercando rápidamente hacia el hombre hasta que el filo fue agarrado por la mano de aquel hombre frenando el movimiento.— ¡Nghhghr!Ambos estaban ejerciendo su presión a la vez.— ¡Aghhghragagh..!La mano que estaba sosteniendo aquel filo comenzaba a envolverse en fuego, el fuego se puso en el filo comenzando a llenar de calor aquella espada, el filo comenzó a tornarse de color rojo mientras el mango estaba llenándose de ese insoportable calor el cual comenzaba a quemar las manos de Yakta, como tomar hierro fundido con las manos desnudas, las quemaduras en las manos de Yakta daban un dolor insoportable generando algunas lágrimas, lágrimas las cuales se evaporaban, las manos de Yakta dolían, su cuerpo quería ceder.. Pero..— ¡Yakta, tu puedes!— ¡NGHAAAH!El grito de Ayleen le había motivado, ese corte entre el dolor y su determinación, su mano totalmente quemada empujaba hacia adelante cortando las muñecas del sujeto, las manos se abrieron dejando todo el pecho descubierto, pecho el cual fue rasgado por el filo de la espada, una fila recta la cual de paso cortó aquel collar dejando caer la gema.