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Rey No Muerto (Español)

Considerado un simple busca pleitos, Oliver ha decidido cambiar su vida para bien. Ahora en su último año de preparatoria desea ser un "Buen chico" para lograr acercarse a la chica cual quiere. Pero un día con sus compañeros y profesora de clases, se encuentran con algo extraño y todo fue oscuridad. Al despertar se encuentra en un lugar oscuro. Al poco tiempo se da cuenta que no tiene piel, órganos, ¡¡NADA!! Sólo huesos. Pues ahora Oliver a reencarnado como un No Muerto dando comienzo a sus aventuras en este extraño mundo de magia, espadas y caballeros. Un viaje que lo llevara a conocer los misterios de este nuevo mundo, y tomando un papel central donde él y sus amigos jugaran con el destino del mundo. Aclaraciones: 1. La imagen utilizada en el fondo de la portada no me pertenece, es propiedad de su respectivo creador o creadores. Su uso sólo fue con fines ilustrativos. 2. Está prohibido copiar, transcribir o alterar el contenido de la novela sin permiso escrito del autor (Chito-sensei/MatParkman17). 3. Está permitida la lectura de la novela y compartirla por redes sociales o algún otro medio de comunicación, siempre y cuando dejen los créditos correspondientes.

MatParkman17 · Fantasi
Peringkat tidak cukup
14 Chs

Reunidos

Lo que ocurrió fue muy extraño. Después de que Oliver tocase aquella cosa extraña, una luz los había cegado. Y cuando Hannah abrió los ojos estaba en brazos de una mujer. Aun sin saber por aquel entonces, ella había vuelto a nacer, y pronto se enteraría de que había reencarnado en un mundo diferente.

«¿Acaso habré muerto en mi anterior mundo?— pensó — Recuerdo que me llamaba Hannah, recuerdo perfectamente toda mi vida pasada. Aunque ahora tengo una nueva. Nuevos padres, nueva casa, nuevos amigos, un nuevo mundo.»

Al principio todo extraño y difícil para ella. Incluso le pareció muy extraño tener que comer mediante el pecho de su nueva madre. Mientras crecía se dio cuenta de que, físicamente, era exactamente igual que en su mundo anterior, sólo que ahora es rubia, igual que su nuevo padre. ­

«Ahora mi nombre es Eliza» ­­­­Cuando finalmente pudo caminar, confirmó sus sospechas, ahora podía ver toda la casa, ¡no! ¡No era una casa, es una mansión! Tal parece que sus nuevos padres son ricos. También hay varios sirvientes hombres o mujeres, pero hubo algo que la impresionó.

Un día que estaba caminando a sus cuatro años, vio algo que la dejó con la boca abierta. Se trataba de algunos sirvientes con grandes orejas de animales. Eso fue lo que terminó de confirmar todas sus sospechas.

—Buenos días, Lady Eliza— Dijo una sirvienta con grandes orejas de conejo.

—¡Bue dia! — Dijo Eliza mientras caminaba a toda prisa.

Aún tengo mis ciertos problemas para hablar. Ese día me había escapado de mi niñera, lo que me daba mayor oportunidad de ver toda esta mansión. Miraba por las ventanas los largos y hermosos jardines a los cuales algunas a veces mi madre me sacaba.

Mirando la ropa de los sirvientes y la ropa de mis padres, me recuerdan un poco a esa ropa que usaban los sirvientes y nobles durante la edad media.

Por lo que pude ver en las salidas familiares, vivimos en una ciudad, y lo que más llamaba la atención era ese gigantesco, NO, ¡COLOSAL! Palacio a lo lejos.

Ese Palacio Real podría ser visto desde cualquier parte, hasta a kilómetros. En la ciudad las personas se movían a caballo, carretas o simplemente caminando. Sin duda, estaba en un mundo que parecía ser algo a la edad media.

Un dia, corriendo en el interior de la mansión, llegué hasta lo que parecen ser las habitaciones designadas para los sirvientes, para aquellos que no tuvieran casa en la ciudad, algunas familias enteras incluso vivían aquí.

Viendo las habitaciones llegué hasta una donde me topé con un niño y una niña, parecía tener mi edad y los dos eran gemelos. Ambos tenían el cabello de un ligero tono marrón claro. Pero había algo muy familiar en ellos.

—¿Hannag? — Dijo la niña.

Eso me sorprendió. Después de aquello, hablando con esos dos niños, me di cuenta de que se trataban de Nicola y Alex, los hermanos gemelos con los cuales convivía en mi antigua vida, aunque ahora se llamaban Deliz y Marco.

Los tres hablamos, con algunos problemas, y ninguno podía saber que ocurrió. Aunque la teoría de Alex era justo la misma que la mía.

Que esa cosa que tocó Oliver nos hizo reencarnar en un mundo diferente al nuestro, y muy posiblemente los demás también lo hicieron. Y una cosa que más nos sorprendió, los tres nacimos el mismo día, sólo con diferencia de algunas horas. Lo cual significa que posiblemente los demás también están aquí.

***

16 años después, ahora me encontraba en mi habitación. Nuevamente era la viva imagen de mi anterior vida, salvo por mi cabello. Atrás de mí estaba Deliz (Nicola en su antigua vida). Comenzamos a usar nuestros nuevos nombres desde hace años. Ella traía el traje de sirvienta mientras me cepillaba el cabello, cuando terminó, yo le cepille el suyo.

Llevamos una extraña relación de amigas, pero también ella cumpliendo el rol de sirvienta de mi familia. Los cuales efectivamente resultan ser nobles, y de gran influencia en este Reino.

—Estoy algo nerviosa— Dije.

—Yo también— Dijo Deliz —, ¿crees que funcionará?

—Eso espero— Dije —. ¿Dónde esta Marco (Alex)?

—¿Dónde más? — Dijo —, en la biblioteca de tus padres. Sabes que en su descanso se la pasa leyendo.

Fue entonces cuando tocaron a la puerta. Rápidamente Deliz y yo nos separamos y fingimos que era ella quien aún me seguía cepillando el cabello.

—Adelante— Dije.

Quién entró se trataba de Marco. Miró que sólo estuviéramos nosotras, después entró con un gran libro en su entre sus manos.

—¿Que traes ahí, Marco? — Dije con un ligero tono juguetón.

—¿Esto Eliza? — Dijo Marco —, la respuesta de que fue lo que nos pasó.

Ahora las dos estamos interesadas. Marco abrió la página del libro...

—"Después de la Guerra"— Dijo Deliz leyendo el nombre del capítulo.

—Sí— Dijo Marco —, como sabemos, hace 17 años ocurrió una Guerra donde todos los reinos se unieron para combatir contra el Rey Demonio.

—Sí— Dijo Deliz —, sabemos que ganamos gracias al Héroe, ¿y?

—Escuchen— Dijo Marco comenzó a leer el libro— "Tras mi larga investigación, resulta que los daños de la batalla final entre el Héroe y el Rey Demonio no sólo fueron destructivas en el plano físico de nuestro mundo. En múltiples reinos se manifestaron "Rupturas" en la realidad. Investigando me di cuenta de que la inmensa cantidad de magia utilizada en su enfrentamiento provoco que los muros que separan las realidades se debilitaron..." ¿Lo ven? ¡Esto explica como llegamos aquí, además miren!

Marco nos mostró una ilustración de esa "Ruptura" y era la misma que vimos en nuestro antiguo mundo. Vaya, no me había dado cuenta de que ahora considero a este mi nuevo mundo. Al principio extrañaba a mis padres, de mi otro mundo, pero... Sólo ruego a Dios que estén bien.

—Así que estamos aquí por culpa del Héroe y el Rey Demonio— Dijo Deliz.

—¡Además! — Dijo Marco —, los tres nacimos el mismo día, miren cuando la fue batalla final entre el Héroe y el Rey Demonio.

Las dos vimos la fecha, la fecha era un día antes de nuestro nacimiento. Bueno, parece que logramos averiguar cómo es que llegamos a este mundo.

***

Unos días después me encontraba en un carruaje siendo acompañada por Deliz y Marco. Estábamos en la ciudad y nos dirigíamos al Gremio de Aventureros. Era la hora de poner nuestro plan en marcha.

Llegamos y el conductor del carruaje me abrió primero la puerta, y posteriormente bajaron mis amigos, teníamos que fingir, no había de otra. Al llegar a la puerta del Gremio fue Deliz quién la abrió dejándome pasar primero. Y me acerqué a un empleado del Gremio, estar en este lugar siempre es increíble.

Por todos lados veía hombres y mujeres increíbles. Algunos con armaduras increíbles, otros con espadas, algunos con báculos. Algunos eran humanos, otros eran semihumanos, incluso había pequeñas hadas volando, uno que otro enano y elfo.

—Me presentó, soy Eliza de la Casa Mandred, necesito un servicio— Dije.

—Sí, Mi lady— Dijo el empleado —, el Gremio estará más que encantado de prestar ayuda, ¿desea otorgar una misión?

—Sí— Dije, seguidamente Marco dio un paso adelante y abrió el maletín de cuero que traía consigo, de él saco múltiples pergaminos —. Deseo que todos estos sean pegados en las calles de la Ciudad.

El empleado miro uno de los pergaminos. Después me miró completamente confundido.

—Uhm...— Dijo el empleado — ¡por supuesto! Pero necesitará pagar. Debamos, serian unas 20 monedas de plata.

—Claro— Dije.

Sacando una bolsa llena de monedas de plata. Espero esto funcione, ahí está dinero que he ahorrado, incluso dinero de Deliz y Marco. El empleado miro el contenido. Mis padres serán nobles, pero ellos mantienen un cierta cantidad de dinero que puedo utilizar.

—Con esto será suficiente— Dijo el empleado.

—Por favor— Dije —, que todos estén pegamos para mañana en la mañana.

—Sí— Dijo —, una cosa más mi Lady, ¿qué idioma es este?

Él se refería a lo escrito en el pergamino.

—Español— Dije.

No esperé más preguntas y salí del Gremio. Sí, en este mundo se escribe con un código completamente diferente al de mi antiguo mundo.

Así que, para ellos, ver palabras en español es algo extraño, pero los demás lo entenderán.

Al día siguiente, Deliz me informó que los pergaminos estaban pegados por toda la ciudad, en casi todas las esquinas donde ella caminó, encontró uno de ellos

"Si puedes leer esto significa que, como yo, reencarnaste en este mundo extraño. No eres el único. Búscame en la Casa de la Familia Mandred, al sur de la Capital. Nicola y Alex están conmigo.

—Hannah"

Un par de días habían pasado. Como siempre en la mañana. Me reunía con Deliz para cepillarnos en cabello. Nuevamente tocaron a la puerta de mi habitación.

—Adelante— Dije.

Quién entró se trataba de una sirvienta mayor. Posiblemente sea la más antigua de esta mansión, y por eso mi familia le tiene un gran cariño.

—Mi lady— Dijo —, pidió que se le informara si alguien aparecía con uno de estos.

Entonces me mostró el pergamino. Deliz y yo nos miramos completamente impresionadas, y luego las dos sonreímos.

—Gracias, Marta— Dije saliendo de la habitación a toda velocidad con Deliz atrás de mí —. ¡Por favor! Dile a Marco que vaya a la sala de invitados.

Las dos bajamos las escaleras a toda prisa. Y seguimos hasta llegar a la puerta. Ahí estaba una chica, de cabello pelirrojo y algunas cuantas pecas en la cara. Yo no la reconocí, pero ella al vernos se sorprendió.

—¿Hannah? — Dijo al mirarme, luego miro a Deliz—, ¿Nicola?

Al principio pensé que sería Delana, pero no... No la reconocí.

—Soy Hirina— Dijo —, la Profesora Hirina.

Ahora las dos estábamos sorprendidas. En nuestro antiguo mundo la Profesora Hirina debería de tener unos 30 o 35 años, pero aquí se ve que tiene la misma edad que nosotros.

—¡Profesora! — Dijimos las dos y corrimos para darle un abrazo.

Las tres partimos en risas. Al verla mejor, me di cuenta de que la Profesora traía una falda pantalón, una pechera de cuero, botas que le llegaban hasta las rodillas y una espada colgando de su cintura.

—Profesora usted...— Dije.

—No— Dijo —, ya no soy Profesora. Ahora soy una aventurera y mi nombre ya no es Hirina, me nombraron Rebbeca cuando volví a nacer.

—Sí— Dije —, yo ya no me llamo Hannah, ahora soy Eliza de la Casa Mandred.

—Ahora mi nombre es Deliz.

—Y el mío es Marco.

Marco apareció de otra habitación. La Profeso... Rebbeca sonrió al verlo. Hablamos en el salón para invitados, algunos sirvientes trajeron té, cuando nos dejaron solos, Deliz y Marco también se sentaron.

—No la reconocí para nada— Dijo Marco.

—*Risa* Normal— Dijo Rebbeca —, en nuestro mundo me viste con un rostro de 33 años. Pero ahora mismo soy identifica a cuando tenía 17 años.

—Vaya— Dijo Deliz —, usted es muy bonita.

—Gracias— Dijo Rebbeca —, ustedes dos veo que siguen siendo hermanos por lo que veo. Tú, Hann... perdón, Eliza, ahora eres rubia.

—Sí— Dije —, y usted pelirroja.

—*Risa*— Comenzó Rebbeca —, ¿no han sabido nada de los demás?

—No— Dijo Marco —, usted es la primera en llegar.

—De hecho— Dijo Deliz —, puede que los demás estén en otros reinos o incluso al otro lado del mundo.

—No— Dijo Marco —, cuatro nacimos en el mismo reino y la misma ciudad, todo indica que los demás también...

Seguidamente Marco comenzó a explicar su teoría de cómo llegamos a este mundo. A la Profeso... Rebbeca le pareció una teoría muy posible. Hablamos durante horas, tal parece que Rebecca nació en uno de los barrios de la ciudad y que hace un año por fin decidió convertirse en una Aventurera, siendo así como se gana la vida.

***

Llegando la noche me encontraba sentada en el comedor con mis padres. Mi madre se llamaba Arianna, bajita, de cabello marrón y ojos verdes. Por otra parte, estaba mi padre, se llama Argus, es alto, de cabellera rubia y ojos azules, salí más parecida a papá.

Hablamos sobre mi visita. Aunque no fue una gran cosa, tuve que mentir un poco, pero nada más que eso, fue cuando...

—Ahora bien— Dijo mi padre —. Llegó una invitación.

—¿Invitación? — Dije.

—Sí— Dijo mi madre —, con el Sello de la Familia Real.

—¡¿Los Reyes?!— Dije algo impresionada.

—Tal parece que su hijo, el Príncipe Aragor Margkrez— Dijo mi madre —, ha decidido dar una fiesta invitando a todas las casas nobles de la ciudad, y algunas de diferentes parte del Reino.

—Algunos creen— Dijo mi padre —, que el Príncipe parece haber comenzado a buscar prometida.

—Oh...— Dije. Creo que ya se por dónde va todo esto.

—No queremos obligarte a nada— Dijo mi madre —, pero debes entender una cosa, la Casa Mandred y la Casa Margkrez han sido aliadas y amigas desde hace años.

—Así que— Dijo mi padre —, lo más posible es que la Reina y el Rey decidan escogerte para ser la prometida de su hijo.

***

Los días pasaron. Y ahora que se acercaba la noche, estábamos en un carruaje camino al enorme Palacio Real. Mi madre llevaba un hermoso vestido, mi padre portaba su uniforme militar, de cuando fue general en la Guerra del Héroe y el Rey Demonio, con sus muchas medallas.

Yo también iba hermosa, con el vestido, maquillada y lo que más me gustó fue el peinado. Llegamos y fuimos conducidos al interior del Palacio, y ahora que lo pienso, esta es la primera vez que voy a entrar.

Fuimos llevados al gran salón, donde un sirviente anunció nuestra llegada. El lugar estaba lleno de familias nobles, y justo como mis padres decían, parece que había más chicas de mi edad. ¿De verdad busca prometida?

Otras familias se acercaron para hablar con nosotros. Todos elegantes y los sirvientes de chaqueta roja de un lado para el otro para atender a los Nobles. La Reina y Rey aparecieron, lo que provocó que fueran el centro de atención.

La Reina sin duda era una mujer hermosa, el Rey tal vez tendría la edad de mi padre. Parecía más serio y duro, con una gran cicatriz en que le cruzaba el ojo derecho. Me pareció que en ningún momento apareció el Príncipe. Este vestido era muy ajustado en la cintura y el pecho, lo que terminó por cansarme.

—Mamá— Dije al oído de mi madre —, saldré a tomar un poco de aire.

—Sí mi cielo— Dijo —, pero no tardes.

Salí. Había una gran escalera que llevaba a los jardines del Palacio. Un jardín más grande y hermoso que he visto en toda mi vida. Allá podía ver una gran fuente de agua en el centro.

Miré el cielo y me encontré con la gran luna, era una noche perfectamente fresca. Un gran murmullo comenzó entre los nobles, posiblemente por fin apareció el Príncipe. Lo cual significa que mi madre no tardará en llamarme, así que respiré, pronto escuché pasos a mi espalda.

—Sí— Dije pensando que sería mi madre quien venía a buscarme —, ya voy mam...

—¿Te diviertes?

Ahí lo vi, alto y de cabello marrón oscuro, ojos de un verde intenso, y su cara, era la viva imagen de...

—¿Ví-Víctor? — Dije algo sorprendida.

—Ya no Hannah— Dijo —, ahora mi nombre es Aragor Margkrez, Príncipe de Prizma.

Sonreí al verlo y él también sonrió. Bajamos juntos las escaleras dirigiéndonos al jardín. Sin darme cuenta de todas las miradas a mi espalda.

—No lo puedo creer— Dije — ¿Príncipe? ¡Wow!

—Y tú una Noble— Dijo Aragor.

—Déjame adivinar, naciste el día 25 del séptimo mes, en el año solar 243 de la Nueva Era.

—Sí. ¿Tú también Hannah? O debería llamarte Eliza.

—Sí, Eliza sería lo mejor. También nací exactamente el mismo día.

—Okey— Dijo Aragor —. Que loco. Quien lo creería. Ahora estamos en otro mundo. ¿Y? ¿Nicola y Alex están bien?

—¿Viste el pergamino? — Dije.

—Sí. ¿Como están ellos?

—Bien. Aunque ahora se llaman Deliz y Marco. También encontramos a la Profesora Hirina, pero ahora también se llama Rebbeca.

—Lo cual significa que Adam, Delana y Oliver también debieron de llegar a este mundo.

—Sí. O al menos eso queremos pensar. Ahora contigo aquí, confirma nuestras sospechas, todos volvimos a nacer en la Capital o en los alrededores.

—Mañana, por favor ven con los demás. Quiero verlos.

—Claro!

—Ahora mejor volvamos— dijo —. Mis padres querrán que baile con algunas chicas.

¡El resto de la noche fue un infierno de preguntas si es que el Príncipe y yo somos pareja y bla bla bla! Pero como Vic.. Como Aragor lo pidió, al día siguiente nos reunimos en el palacio. Aragor abrazó a Deliz y a Marco, con Rebbeca se sorprendió mucho, pues no esperaba verla tan joven.

—Han... Eliza me comentó— Dijo Aragor —, parece ser que todos nosotros nacimos al mismo tiempo, sólo con diferencias de unas horas.

—Sí— Dijeron todos.

—Así que— Dijo Aragor —, usando mi influencia como Príncipe. Moví algunos hilos para obtener copias de esto.

Aragor colocó varios pergaminos sobre la mesa.

—¿Qué son? — Dijo Marco.

—Actas— Dijo Rebbeca —, Actas de Nacimiento. Aquí está la mía.

—Aquí la mía— Dije.

—Y las nuestras— Dijo Deliz.

—Sí— Dijo Aragor —, también está la mía, y estas dos más. Todas tiene en común lo mismo... Todos nacimos en esa misma fecha, con diferencia de unas cuantas horas.

—"Rina y Héctor"— Dijo Rebbeca leyendo las dos actas más.

—¿Dos? — Dije —, pero... La chica debe ser la reencarnación de Delana, pero el chico...

—O bien— Dijo Aragor — es Adam o es Oliver.

—Eso no importa— Dijo Rebbeca —, nos faltaría uno. ¿Seguro que son todos los registros de ese día?

—Los únicos— Dijo Aragor —, hice que buscarán más veces, pero no encontraron nada. También, hice que rastrearan a sus padres. Rina es hija de un grupo de granjeros en una granja a dos horas. Y Héctor es hijo de un comerciante.

—¡Vamos! — Dijo Rebbeca.

—Espere Prof...— Dijo Aragor —, Rebecca. No puedo salir, así como así de la Ciudad. Y si lo hago mandaran a una escolta conmigo, eso llamaría mucho la atención. Además, ya me adelanté a esto. Mandé a traerlos con la mayor discreción posible.

—Espera— Dije —, te dije sobre nosotros sólo anoche. Y ahora... Ya tienes todo esto, incluso sus ubicaciones.

—Las ventajas de ser el príncipe heredero— Dijo Aragor con una sonrisa.

—¿Entonces? — Dijo Marco.

—No deberán tardar en llegar...— Dijo Aragor.

Fue cuando tocaron a la puerta, se trataba de un sirviente de chaqueta roja.

—Mi Príncipe— Dijo —, sus... Invitados han llegado.

—oh Perfecto— Dijo Aragor —, hazlos pasar.

El Sirviente se fue, y rápidamente volvió con dos personas, una chica y chico que hablan riendo. Luego ellos nos vieron. Eran los rostros de Delana y Adam.

—Bienvenidos— Dije.

Todos de nuevo nos dimos un gran abrazo. Adam ahora era también pelirrojo, llevaba ropa ligeramente elegante. Delana llevaba un lindo vestido.

—Un Príncipe— Dijo Héctor (Adam)—. *Risa* ¡Viejo! ¡Eso es increíble! Yo sólo soy un comerciante como mi padre, el de este mundo.

—Sí— Dijo Rina (Delana) —. Ambos son de la Nobleza. Que envidia, yo soy sólo hija de granjeros, aunque así los quiero. Ellos se sorprendieron cuando un sirviente apareció en la madrugada diciendo que lo había enviado el Príncipe Aragor. Debieron ver a mi madre.

Ninguno de ellos parecía haber cambiado nada.

—Ahora el problema— Dijo Rebbeca —. ¿Dónde está Oliver?

—¿Y es necesario tenerlo aquí? — Dijo Rina. Sí... Parecen ser iguales —, digo mis recuerdos de mi otra vida, son de un tipo muy…

—¡Por supuesto que es necesario! — Dijo Rebbeca —, no podemos dejarlo solo, posiblemente creyendo que es el único que logró llegar aquí.

—Es cierto— Dije —. Me gustaría volver a verlo.

—El problema es que no hay ni un acta de nacimiento con el mismo día de nacimiento... pudo haber nacido en otra parte del Reino Prizma, o en otro reino, o incluso al otro lado del mundo— Dijo Marco.

—Si es que llegó— Dijo Deliz —, recuerden, fue él quien tocó directamente aquella cosa. Tal vez incluso puedo haber llegado a otro mundo y no a este.

—Aun así— Dije —, hay que buscarlo.

Miré por la ventana, el palacio permitía una hermosa vista de la ciudad capital de Prizma. Vi al par de montañas lejanas del oeste. Por ahí afuera, en alguna parte, estas Oliver, y te voy a encontrar, no me dejaste sola… yo no te dejaré.