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Muerte absoluta

Al escuchar sus palabras Tuoba Heixian apretó con fuerza sus puños.

"Este par de bastardos quieren enviar a mi hermano menor a su propia muerte... ¿Qué no me ponen a mí, Tuoba Heixian, en sus ojos?" Resopló Tuoba Heixian para sus adentros.

Al mismo tiempo que su hermano pensaba en qué debía de hacer, Tuoba Baixian tenía una expresión oscura.

Simplemente no estaba dispuesto... antes de hacerlo, estaba más dispuesto a intentar matar a Feng Yang y Yang Ying Feng y echar a perder la misión.

"No creo que esa sea la acción correcta, Baixian al igual que yo, esta en el noveno orden y es la fuerza principal del grupo. Por lo tanto, su fuerza será extremadamente esencial en caso de que exista una existencia capaz de controlar a todos esos demonios. Si alguien debe de hacer de distracción debería ser alguno de ustedes." Respondió Tuoba Heixian con frialdad.

"Heh... así es como es el corazón humano... siempre que sus ganancias y prioridades estén en peligro, no dudara en lo más mínimo en sacrificar a otros para evitar este resultado... sin embargo, eso es lo que realmente vuelve interesante las cosas." Se burló interiormente Feng Yang.

Sin embargo mientras pensaba esto Feng Yang al igual que Yang Ying Feng respondieron con arrogancia: "¿Estás diciendo que soy inferior a ustedes par de hermanos? ¿¡Por qué no luchamos y vemos quien es más débil y quien es más fuerte si estan tan confiados?!"

Aunque ambos parecían furiosos estaban extremadamente tranquilos por dentro. Naturalmente no querían hacer de carnada para beneficio de otros, por lo que si querían evitar tal cosa debían de mostrar su posición y fuerza.

Sin embargo, tal como pensaban, al ver sus actitudes tanto Tuoba Baixian como Tuoba Heixian se dieron cuenta que ninguno estaba dispuesto a hacer de carnada y sería demasiado problemático el hacerlos cambiar de opinión...

Sin otra opción...

Los cuatro miraron a los veinticuatro cultivadores de los Tres Continentes como si hubieran tomado una decisión en sus corazones.

Al se observados y ver como uno de ellos daba un paso al frente, los cultivadores de los Tres Continentes se sintieron extremadamente mal, sabían que nada bueno les esperaba...

"Como todos pueden ver, la situación ha cambiado y aunque los demonios son como estatuas inofensivas mientras estemos cubiertos por su esencia y sangre, esto podría no siempre ser así..."

"Siempre que uno no sea demasiado estúpido, podrá deducir rápidamente que si estalla una batalla contra un posible Titiritero, los demonios actualmente inofensivos nos atacarán sin duda alguna... lo que hará imposible completar nuestra misión."

"Por lo tanto luego de muchas consideraciones... nosotros como los cuatro líderes del equipo, hemos tomado una decisión bastante difícil... sin otra alternativa, no tuvimos más opción que tomar esta decisión..."

"Como tal... Hemos decidido que la mitad de ustedes tendrá la misión de alejar a los demonios de aquí... yo... nosotros, como los más fuertes y lideres de esta misión, queríamos hacerlo personalmente pero al considerar que esa entidad a la cual decidimos nombrar el Titiritero, muy posiblemente tenga una fuerza descomunal y anormal, nosotros como el principal poder de batalla..."

"¡No tenemos más opción que quedarnos y luchar en el frente enfrentando el peligro y la muerte de frente con todas nuestras fuerzas para cuidar de los débiles y derrotar a los fuertes para completar nuestra misión y regresar a nuestros verdaderos cuerpos!". Feng Yang frunció el ceño mientras miraba a todos los cultivadores de los Tres Continentes presentes en la habitación en ruinas.

Al escuchar sus palabras, todos tenían diversas emociones en sus corazones.

Yang Ying Feng, Tuoba Baixian y Tuoba Heixian miraban a Feng Yang con algo de sorpresa e incluso incredulidad...

Sentían que este tipo era simplemente demasiado bueno con las palabras... hizo que el acto de hacer de carnada para distraer al enemigo y facilitar las cosas para ellos, pareciera el menos peligroso e invirtió las cosas logrando que su situación de enfrentar al "Titiritero" pareciera la más peligrosa.

Tal vez así era, pero tal vez podría no serlo...

Después de todo ninguno sabía que fuerza tenía el llamado Titiritero o si siquiera tenía la capacidad de moverse o defenderse como tal...

Tal vez Feng Yang lo hacía ver como alguien extremadamente aterrador, pero posiblemente era del tipo manipulador sin poder de batalla...

Por otro lado.

Los cultivadores de los Tres Continentes tenían diversas emociones, miedo, admiración, desagradó, respeto... e incluso negación.

"Me pregunto como harán el hermano mayor Shi y los demás hermanos mayores para seleccionar a los que tendrán que alejar a los demonios de aquí...?" Pregunto uno de los cultivadores de los Tres Continentes con una expresión llena de seriedad.

Al escuchar su pregunta, todos guardaron silencio y miraron hacia Feng Yang y el resto, esperando ansiosamente su respuesta.

"Naturalmente no haré nada que beneficie a unos y desfavoresca a otros, por lo que todo será dejado a la suerte sin preferencias por unos u otros." Dijo Feng Yang mientras se acercaba hacia los cultivadores de los Tres Continentes con veinticuatro varitas similares a pequeñas varitas de incienso.

"Como pueden ver, en la parte superior todas estas pequeñas varitas son iguales, pero en su parte inferior doce tienen una punta verde mientras que las otras doce tienen una punta roja... cada uno de ustedes, tomará una y tiraran al mismo tiempo de su varita. A aquellos que les toquen las varitas con punta roja, se les asignara el asunto de alejar a los demonios." Aclaró Feng Yang mientras miraba como cada cultivador elegía una de las varitas en su mano derecha.

Luego de unos momentos, todos tiraron de sus varitas.

Algunos tenían expresiones amargas y otros alegres, pero todos y cada uno de ellos había aceptado de mala gana su destino.

Después de todo solo podían culpar a su propia suerte por jugarles una mala pasada...

Luego de agruparse y prepararse la mitad de los veinticuatro cultivadores de los Tres Continentes se marchó, listos para hacer de carnada y alejar a los demonios mientras el resto buscaba y acababa con el "Titiritero" en el interior de la Secta del Rey del Sol.

Luego de que llegarán a una distancia considerable, a varías decenas de metros de los demonios el grupo de doce cultivadores se despojaron de la piel muerta de los demonios. Como si fueran fetos que abrían a la fuerza el vientre de su madre para salir al exterior...

Al ver esta escena, todos los demonios dirigieron sus ojos completamente oscuros hacia ellos, pero solo hicieron eso...

"¿Por qué no vienen?" Pregunto uno de los cultivadores.

"Tal vez... ¿Porqué estamos todavía cubiertos por la sangre negra carmesí de los demonios?" Pregunto otro de los doce cultivadores.

Al recordar esto, todos limpiaron sus cuerpos y cambiaron sus vestimentas.

Instantáneamente después...

¡Tan pronto como volvieron a su estado normal la mayoría de los demonios presentes comenzaron a correr desenfrenadamente hacia ellos!

¡Como un montón de bestias hambrientas que habían visto un gran y delicioso trozo de carne!

Pero todavía se quedaron atrás casi la mitad de ellos...

Feng Yang y el resto se rindió ante este asunto.

Era simplemente irreal el volver a dividir sus fuerzas, sólo aumentarían la probabilidad de fracaso al hacerlo.

Poco después de que se fueran la mitad de los demonios... ¡El suelo en toda la Secta del Rey del Sol tembló levemente y una onda de Qi se extendió como una marea cubriendo toda la Secta del Rey del Sol!

"¡Allí!" Resopló Yang Ying Feng mientras miraba en cierta dirección hacia el interior del palacio principal en ruinas.

Sin que lo mencionara Yang Ying Feng, Feng Yang y los hermanos Tuoba que eran extremadamente sensibles al Qi y estaban extremadamente cerca del Reino Transformación de Qi, miraron en la misma dirección.

En dicho lugar debajo de las columnas y ruinas, se encontraba "escondido" un pasillo que llevaba al salón principal del palacio y el responsable de liberar tal Qi estaba en dicho lugar... Al otro lado de esa entrada.

¡El pasillo llevaba al salón de reuniones en donde se sentaba y descansaba el Maestro de la Secta!

Instantáneamente todos los cultivadores de los Tres Continentes, con Feng Yang, Yang Ying Feng y los hermanos Tuoba a la cabeza destruyeron los escombros que tapaban la entrada del pasillo y se dirigieron corriendo a toda velocidad hacia el Salón de Reuniones de la Secta del Rey del Sol.

Tan pronto como vieron el final del pasillo y salieron de éste, ingresando al Salón de Reuniones, las expresiones de todos los cultivadores sin excepción, fue cubierta por conmoción...

¡Al ingresar al salón de reuniones pudieron ver en lo alto una silueta humanoide la cual yacía sentada en un majestuoso e imponente trono!

Dentro de la oscura habitación apenas iluminada por un rojizo enfermizo, un par de ojos verdes oscuros brillaban intensamente desprendiendo un aura incomparablemente siniestra.

En medio de su conmoción Feng Yang y el resto no pudieron notar que decenas de demonios se dispararon hacia ellos hasta que finalmente los tuvieron en frente.

Sin embargo, Feng Yang, Yang Ying Feng, los hermanos Tuoba al igual que el resto, reaccionaron extremadamente rápido y atacaron casi por instinto al enemigo que llegó frente a ellos.

La batalla fue extremadamente sangrienta y en tan solo el tiempo que toma beber media taza de té se decidió el resultado...

¡Masacre...!

Todos los demonios en el salón de reuniones habían sido aniquilados rápidamente... e incluso los disfraces de Feng Yang y el resto se habían destruido completamente...

Sin embargo...

Ocho de los cultivadores de los Tres Continentes habían muerto...

Además de Feng Yang, Yang Ying Feng y los hermanos Tuoba solo quedaban cuatro cultivadores en el Septimo Orden Pico del Reino Refinamiento de Qi.

Las expresiones de todos era extremadamente mala... todavía no habían enfrentado al principal culpable y ya habían sufrido pérdidas tan desastrosas...

Principal culpable...

Al pensar en eso todos dirigieron su mirada hacia lo alto, al final de las escaleras en las alturas en donde estaba el trono...

En este trono aparentemente inalcanzable, una silueta humanoide yacía sentada mientras sus turbios ojos verdes miraban hacia Feng Yang y el resto como si los despreciara desde lo más profundo de todo su ser.

Al mirar más atentamente a esta entidad en el trono, su apariencia era diferente de la de los demonios.

La apariencia de esta cosa parecía en casi todo el sentido de la palabra un títere de madera... pero no era un simple títere, él tenía vida y sus ojos desprendían un aura de superioridad y arrogancia sin límites por lo que estaba claro que tenía conciencia y emociones.

Al ser vistos por este ser similar a un títere de madera, Feng Yang y el resto sintieron que se les erizaban los bellos.

No solo eso, una gran sensación de crisis y peligro nunca antes sentida por los jóvenes cultivadores de los Tres Continentes, brotó en sus corazones.

Miedo...

Horror...

Un miedo y horror sin precedentes cubrió sus corazones.

Tenían el deseo de huir sin mirar atrás, pero sus cuerpos les decía instintivamente que ya era demasiado tarde.

Un sudor frío comenzó a caer por la frente de Feng Yang mientras su corazón latía con rapidez.

Él mejor que nadie sabía lo desagradable y espantoso que era el perder la vida de uno, esto era extremadamente horrible...

Muerte... una muerte absoluta, eso era extremadamente difícil de aceptar para cualquier ser vivo.

Más para personas como Feng Yang que habían experimentado la alegría de volver a la vida...

Estas eran la clase de personas que eran más sensibles a su propia muerte... al haberlo experimentado en el pasado, eran extremadamente sensibles a su posible último momento en el mundo de los vivos...

Feng Yang sentía que en este momento su vida realmente estaba a punto de llegar a su fin... Nuevamente.