Capítulo 90 – Capturando el territorio del barón parte 2

Frederick que vio a los magos cansados los hizo retroceder. No tenían el lujo de gastar en pociones de reposición de mana. 

-     ¡Traigan los arietes!

Frederick le dio órdenes a un soldado y el salió corriendo a informar a las otras divisiones de mantener la posición actual. Si rompieran todas las puertas a la vez habría filtraciones de las personas. Esas puertas servirían de bloqueo. Ahora que estaban dañadas sería mucho más difícil abrirlas. 

Un tronco sostenido por una estructura apareció. Los guardias de la ciudad se alarmaron por completo.

-     ¡Disparen las flechas! ¡No dejes que llegan a la puerta!

Los pocos guardias que quedaban alzaron sus ballestas y lanzaron flechas. Los aventureros se movieron con el ariete protegiéndolo mientras los arqueros mataban a los atacantes terminándolos con flechas a la cabeza. 

Una guardia sin un líder capaz era lo mismo que un niño con un cuchillo. Sus órdenes solo harían que se lastimaran entre ellos mismos. 

*BOOM *CRACK *BOOM *CRACK *BOOM *CRACK

El ariete empezó a embestir contra las puertas destruyéndola en cuestión de minutos.

-     ¡Caballeros a la carga!

-     ¡WOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Todos gritaron al unisonó e invadieron la ciudad matando a quienes se resistieron.

-     ¡Señora la puerta sur ha cedido!

-     ¡Prepárate, vamos a evacuar la ciudad!

Melanie corrió junto al guardia a la habitación de su hija.

-     ¡Rosaline nos vamos!

-     ¿?

-     Madre, ¿sucedió algo?

-     No hay tiempo para explicarte.

El guardia levantó a Rosaline delicadamente. Los tres abandonaron la mansión y se treparon a un carruaje tirado por dos caballos.

Antes de que si quiera pudiera dar la orden de salir el carruaje fue rodeado.

-     ¡Bájense en este momento de este carruaje! ¡La ciudad ha sido tomada por el marqués Merlín Von Diluc!

Frederick habló y los arqueros apuntaron a los caballos y al cochero quien se limitó a alzar las manos.

Melanie quien estaba dentro del carruaje sacó una daga. Como esposa y señora su deber era morir. Lo único que lamentaba era que no pudo salvar su hija.

-     ¡Madre no!

*TRAP

La puerta del carruaje se abrió y Frederick atrapó la mano de Melanie. Al ver que nadie respondía decidió abrir el carruaje. Afortunadamente lo hizo y evitó una tragedia para él. Merlín lo mataría si hubiera perdido una belleza como esta.

En poco tiempo las dos mujeres fueron encarceladas en el calabozo de la ciudad hasta nuevo aviso.

En solo tres días Frederick logró tomar el control completo de un territorio pequeño. Aunque las reservas del territorio se redujeron a la mitad todavía valió la pena. Después de todo Merlín generaba oro a diario. Aunque eso no lo sabía Frederick. El dinero no era algo que le preocupara a Merlín.

En las afueras de la ciudad capital Thomas se apresuró a abandonar el lugar. Su madre y hermana todavía estaban en el territorio de su familia. Tenía que sacarlos lo más rápido posible antes de que sean capturadas. Lo que no sabía era que ya lo habían sido.

Durante los siguientes dos días Thomas corrió sin detenerse. No durmió o comió preocupado por lo que le sucedió a su familia.

Mientras tanto Merlín yacía en una cama mientras abrazaba a Doménica y Olivia. Después de la batalla Merlín no se apresuró en abandonar la ciudad y en su lugar se divirtió con sus chicas.

-     Señor. Ha recibido una carta.

-     Adelante.

Una de las criadas de la mansión entro a la habitación y vio a Merlín completamente desnudo y a las dos chicas dormidas a su lado. La criada estaba completamente celosa de la vista. Sobre todo, porque ellas dos podrían disfrutar de esa enorme vara que apuntaba al techo. Ella nunca había visto una tan grande en toda su vida. Tenía curiosidad de saber cómo se sentiría dentro de ella. Tristemente Merlín nunca hizo un movimiento con las criadas de la mansión.

Tragando saliva le entregó la carta a Merlín. Curioso abrió la carta y empezó a leer.

Durante la semana anterior Merlín se encargó de hipnotizar al hijo de la familia Gold que se atrevió a meterse con sus mujeres corrompiéndolo después de darle tres golpes. Ese gordo tenía una mente muy débil. Luego negoció con el conde llegando a un acuerdo para la liberación.

Ahora todos los comerciantes afiliados a la familia Gold debían de darle un 30% de descuento durante los próximos 10 años a los territorios afiliados al territorio de Merlín. Esta oportunidad de lucrar volvió al territorio de Merlín un pedazo de oro para todos los comerciantes y aventureros quienes migraron en abundancia.

Las finanzas del territorio se habían recuperado por completo permitiéndole contratar a Merlín más guardias e invertir en defensas.

Ahora su esclavo que puso a luchar por el control de la familia le envió su informe semanal.

-     Sus hermanos empezaron a mostrar resistencia. ¿Eh?

Viendo que todo iba según lo planeado Merlín quemó la carta.