Sin darme cuenta había cazado por un par de horas hasta que me perdí en el bosque. No sabía dónde estaba, pero podía inferir la dirección ya que dejé marcas en los árboles. Solo tenía que seguir las marcas y encontraría el camino de regreso.
- GLOB GOBU GOBU
- ¡Gobu Gobu!
Mis oídos captaron lo que parecía ser una conversación entre goblins. Sintiendo curiosidad los seguí. Me pareció raro que no haya visto hasta el momento goblins. He cazado durante un par de horas sin ver ni uno solo.
El día anterior no fue difícil encontrarlos. Viendo que tenía dos frente a mi podía usarlos para encontrar su base. Los goblins eran famosos por capturar mujeres y riquezas. Tal vez haga una fortuna mientras aumenta mi reputación como aventurero y señor.
Seguí callado a los goblins quienes nunca notaron mi presencia. Estaba muy alejados de ellos y mis sentidos podían captar sus pasos a varios metros por delante de mí. Sin darse cuenta me condujeron a una especie de cueva en una ladera de la montaña.
La profundidad era desconocida y a juzgar por las huellas en la entrada por lo menos había una docena o dos de goblins. Desconocía si había una especie evolucionada por lo que tenía que ser cuidadoso.
Ahora era un mago de primer círculo por lo que tenía un repertorio de magia aplicable a estas situaciones. El combate dentro de una cueva me limitaba al no poder usar hechizos explosivos o potentes como lo era la bola de fuego. A lo mucho podría usar el refuerzo corporal, pero eso requería del estudio de mi anatomía actual y familiarizarme con mis nuevos caminos de energía.
Viendo que aun faltaba tiempo para la puesta del sol me trepé a un árbol y empecé a circular la energía dentro de mi cuerpo. Seguí el recorrido de la energía trazando un bosquejo aproximado de mis redes de energía elemental. Este proceso tomaría mucho tiempo para un principiante. En cambio, para mí se trataba de un juego de niños.
Dentro de una hora podía circular libremente mi energía. Este era un requisito para la magia de refuerzo corporal. Esta magia era muy especial ya que no requería de ningún circulo mágico. Únicamente se trataba de infundir la magia en los músculos y huesos del cuerpo. Sin embargo, eso era lo que la hacía extremadamente peligrosa.
Si una persona sin experiencia carga sus músculos con energía elemental corría el riesgo de hacer que explotaran si había algún desvió. También se requería una parte de tu concentración para mantener la magia activa durante el combate. Por otro lado, sus beneficios eran excelentes. Los magos no eran los únicos que aprendían este tipo de magia, los caballeros, monjes, druidas, asesinos e incluso sanadores lo usaban.
Suspirando intenté probar esta magia. La magia recorrió cada fibra de mi cuerpo fortaleciendo mis músculos y huesos. Midiendo la tasa de consumo podía mantener activa la magia durante un par de horas. Viendo que los preparativos estaban listos me bajé del árbol y caminé a la entrada.
Esta vez dejé enfundada la espada. Aunque el pasillo de la cueva era alto carecía del ancho suficiente para blandir una espada. Ahora únicamente dependía de mis garras y visión nocturna ya que la cueva carecía de iluminación.
Esto era normal en una base goblin. Los goblins eran criaturas con visión nocturna que les gusta vivir en grupo. Lo que me preocupaba era la entrada de la cueva. Si la cueva fue hecha naturalmente no había problemas, pero si la hicieron los goblins significaba que había una versión superior de su especie habitando este lugar.
Estos pensamientos no podían salir de mi cabeza por lo que era extremadamente cuidadoso al avanzar.
*TAP *TAP
Sonidos de pasos eran audibles cerca de mí. A lo lejos podía notar a dos goblins caminando hacia la salida. Tenía que pensar en algo para acabarlos rápidamente.
Sin pensarlo dos veces usé refuerzo corporal y corrí hacia los goblins antes de que siquiera pudieran notarme.
*SLASH
Con un solo balanceo de mis garras las dos cabezas de los goblins fueron cortadas. Sin esperar a que el olor a sangre se esparciera usé manipulación de sangre.
- El usuario ha obtenido 1 punto en fuerza y 1 punto en inteligencia.
Sin querer dejar evidencia guardé los cadáveres en mi inventario y continue avanzando. Cada vez que avanzaba los pasos se hacían más frecuentes. Esta vez eran tres pares de pasos.
Viendo las paredes de la cueva inmediatamente pensé en algo. Miré mis garras que aún se mantenían activas y empecé a escalar la pared rocosa. Una vez en el techo me quedé fijo esperando a que pasaran mis víctimas.
Los tres goblins caminaban y conversaban entre ellos sosteniendo cuchillos oxidados con sus manos. Apenas pasaron me solté del techo y me coloqué detrás de ellos. El sonido de mi caída los había alarmado, pero fueron muy lentos. Sus cabezas fueron desconectadas de sus cuerpos y lo último que vieron fue mi cuerpo borroso.
- El usuario ha obtenido 1 punto en agilidad, 1 punto en fuerza y 1 punto en defensa.
Viendo que esta era una táctica efectiva repetí el mismo proceso hasta que llegué a una especie de área abierta.
- ¡ah! ¡ah! ¡ah!
El sonido de gemidos y el mal olor asaltó mi nariz. Estaba seguro que este era el final de la cueva. Miré directo al interior y pude ver a mujeres sin ropas, atadas con cadenas de hierro y muchos goblins violándolas. Solo un grupo reducido de mujeres estaban encarceladas en una jaula de madera mientras eran vigiladas por goblins.
La vista era simplemente repugnante, incluso había una mujer dando a luz lo que parecía ser una criatura verdosa.