Capítulo 33 – A la princesa le gusta el voyeurismo parte 2 (R-18)

A mi mente llegó un anuncio que nunca esperé ver en este momento. Al parecer tengo una invitada muy descortés. Ya que le gusta oír a escondidas hay que darle un buen concierto para que no se sienta desatendida.

Olivia cayó inconsciente sobre el pecho de Merlín después de haber se corrido. Haciéndola a un lado Merlín vio a Camila sacando su enorme polla de su garganta.

*COF *COF

Camila tosió botando un poco de semen de su nariz. Merlín no perdió el tiempo y se abalanzó sobre ella.

-  Veo que eres una criada muy desobediente. ¿Cómo te atreves a codiciar el pene de tu señor?

La avergonzada Camila escondió su rostro volteándose levemente.

-  Yo… ¡Castígueme como la sucia sirviente que soy! ¡No puedo parar de pensar en su pene mi señor!

La palma de mi mano se dirigió a su lindo rostro. Sus ojos amatistas estaban llorosos y borrosos aun así no perdió su hermoso brillo. Sin darme cuenta nuestros labios se superpusieron los unos a los otros. Solo ahora noté que Camila fue mi primera mujer en dos vidas. 

Al principio solo era yo imponiéndome a ella con un beso, pero ahora en este momento Camila dejó de rechazarme e introdujo su lengua en mi boca. El beso pasó de ser pasional a lujurioso y carnal en menos de un segundo. Cuando nos separamos un puente plateado de saliva nos unía. 

-  Ya… No… aguanto… Mi… ¡Ah! ~

Sin dejarla terminar la volteé y puse su trasero hacia mí. Esta mujer estaba a punto de suplicarme una vez más. Sus bragas moradas quedaron expuestas a mí. Su enorme trasero sobre salía de sus bragas mostrándome sus nalgas perfectas. Esta mañana devoraría este trasero. 

Lleno de una sensación de anticipación bajé sus bragas solo para encontrarme un completo desastre. Camila había empapado sus bragas con sus jugos que ahora había una red que conectaban su coño con las bragas. 

Sentía que era un desperdicio por lo que empecé a devorar cada gota de sus jugos de amor. 

-  ¡Ah! ¡Hya! ¡No! ¡Ahí no! ¡Yo! ¡Ah! ¡Me vengoooooooo! ~

Camila no paraba de venirse. Su vagina era extremadamente sensible y su entrada ya había comenzado a realizar pequeños espasmos anticipándose a lo que venía. Mi verga también estaba lista para complacerla y llevarla a un nuevo pico de placer. 

La punta de mi pene rozo sus pétalos manchándose de su néctar que escurría y goteaba hasta las sábanas. Usándolo como lubricante mi pene se introdujo lentamente sintiendo su calor abrasador. 

-  ¡UGH! ¡Yo! ¡No puedo! ¡Aguantar! ¡Ah! ~

Los gemidos de Camila no se detenían. Mi pene continuó avanzando en su interior. Mi pene la embistió repetidamente empujando su útero una y otra vez. Cada vez que mi polla la asaltaba su rostro cambiaba completamente. 

Esta posición fue más cómoda para mí y también me permitió ir más profundo. La sensación también aumentó mucho. Ahora sentía que tenía el control sobre Camila haciendo que mis sentidos explotaran. 

-  ¡Ah! ¡Voy… voy a… morir! ¡Yo!... ¡AHHHHHHHH! ¡No puedo! ¡Más! ¡Más! ~

Mi velocidad aumentó levemente y me preparaba para liberar mi carga en su interior. Quería marcarla como mía una vez más. Sintiendo que llegaba a mi limité ví la expresión de Camila que tampoco podía aguantar más.

-  ¡Yo! ¡Me… Voy a…!~

Antes que siquiera pudiera terminar sus frases solté mi semen en su interior mientras ella lanzaba un chorro de sus jugos de amor que me empaparon por completo junto a la cama y hasta la pared. 

Mi semen llenó su cuarto de bebés una vez más mientras sus ojos se volteaban hacia arriba. Sin más fuerzas en sus manos y piernas Camila colapsó por completo dejando su enorme trasero al aire libre. Mi pene que estaba contenido en su interior se salió y con ello mi semen que continuaba saliendo cubrió su espalda. Simultáneamente de su coño salían mis semillas.

En el pasillo. La princesa yacía acostada en pared con un charco que manchó la alfombra completamente dormida. 

-  La tasa de corrupción ha alcanzado un 50%

Devuelta en la habitación Olivia ya estaba despierta llena de completa envidia al ver como Camila recibía la semilla de Merlín mientras ella se vino únicamente con sus senos. Queriendo sentir lo mismo se lanzó nuevamente sobre Merlín mientras sus mejillas estaban infladas realizando un puchero.

-  ¡No es justo!

Viendo a la tierna Olivia no pude resistirme más. Aún tenía ganas por lo que lo hice con ella hasta que también cayó desmallada. 

Finalmente, me separé de ellas y las dejé dormir en mi cama. Tuve que usar limpiar nuevamente ya que estaba empapado en los jugos de Camila y Olivia. 

Al salir de la habitación noté a la princesa completamente inconsciente. Sintiendo que no era el lugar adecuado para que durmiera. La levanté y la costé en mi cama junto a las desnudas Camila y Olivia.