—Hmm... eso es lo suficientemente bueno para que te folle, supongo —dijo Anon mientras agarraba la barbilla de Hillary y le daba un buen beso.
*Chuuu*
Hillary también empezó a besar a Anon mientras introducía su lengua en su boca.
Ella empezó a succionar la lengua de Anon.
—Hmm... estás impaciente esta vez, ¿eh? —dijo Anon mientras separaba sus labios de los de ella.
—Creo que me gusta estar impaciente a veces, maestro —dijo Hillary mientras se arrodillaba y empezaba a besar su pene.
Después de un rato, comenzó a succionarlo.
«Oh Dios mío... esta perra chupa tan bien. Es como una máquina de mamadas», pensó Anon mientras disfrutaba de su mamada.
Después de succionar su pene por un tiempo, Hillary se levantó y se inclinó frente a él.
Después se quitó las bragas de la manera más seductora, incluso movió su trasero adrede para seducir aún más a Anon.
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