Capítulo 31: Experimento

Kazuya cruzó los brazos mientras su mirada se deslizaba por el cuerpo desnudo de Mila Rose. "Eres una gatita exhibicionista aterradora."

Ella se burló y recogió su camisa del suelo antes de ponérsela. "No más que tú. ¿Cuándo vas a romper tu máscara?"

No podía imaginar enfrentarse a él si recibiera el mismo aumento de poder que ella al convertirse en Arrancar. Sin embargo, no importaba, ya que estaba decidida a perfeccionar sus habilidades y volverse aún más fuerte.

"Yo me pregunto lo mismo," dijo Cirucci mientras saltaba desde la colina. "Es el mayor aumento de poder que puedes obtener como Vasto Lorde. Yo lo hice. Ella lo hizo. Cuando necesitamos desesperadamente poder, ¿por qué te echas atrás?"

Habiendo recuperado una parte sustancial de su Reiryoku, Cirucci había utilizado algo de su energía recuperada para limpiarse y erradicar todos los rastros de sangre. Su melena plateada ahora brillaba con un atractivo cautivador, revelando el esfuerzo meticuloso que había invertido en su apariencia. Kazuya no pudo evitar observarla una vez más: una melena regia unida a dos alas caídas, y una elegante cola similar a un delfín que se arrastraba detrás de ella, todo resultado de su Zanpakutō dañada, dejándola en una forma peculiar, mitad liberada, mitad Arrancar.

"Vaya, has hecho todo este esfuerzo solo por mí. Estoy tan conmovido," bromeó con un guiño juguetón. "Aquí tienes un cumplido, Cirucci, nuestra chica gótica asesina: te ves menos jodida que antes. Bien hecho."

Su cumplido con doble filo le valió una mirada que podría haber matado a un dragón. "No cambies el tema. ¿Acaso tienes miedo de fracasar? ¿El gran idiota que venció a dos de los Espada más fuertes tiene miedo a la muerte?"

Kazuya se encogió de hombros. "Tengo más miedo de defraudarlos a todos. Por mucho que confíe en sus habilidades, no pueden sobrevivir a Baraggan sin mí."

Era solo una manera sofisticada de admitir que tenía miedo de morir en el proceso. Estaba viviendo bastante bien en Hueco Mundo. Sería casi trágico si muriera así. Conociendo su suerte, podría pasar.

No era un cobarde. Era cauteloso.

Mila Rose frunció el ceño. "Entonces no falles, Calavera. Aquí, romperé tu máscara con mi espada."

Kazuya atrapó su espada a medio golpe y levantó una ceja. "Cirucci, vámonos."

"Kazuya, no te eches atrás. Confía en ti mismo," instó Cirucci mientras cruzaba los brazos. "El proceso es fácil. Somete tu salvajismo y sella tus poderes en forma de objeto. Así es como Szayel se lo describió a los Espada."

Ella no tenía absolutamente ningún motivo oculto como presenciar sus gritos agonizantes.

"¿Szayel? ¿Ese científico loco? ¿Es un Espada?"

El corazón de Cirucci se saltó un latido al darse cuenta de su error al mencionar a Szayel. Confesaba ser un alma retorcida, a veces deleitándose en el sufrimiento de otros. Pero Szayel era una especie completamente diferente de sádico: un lunático trastornado sin reparos en traspasar los límites de sus experimentos. El terror puro que él invocaba era la única fuerza motriz detrás de su lealtad a Baraggan.

La vida no tenía un valor particular para ella, pero haría cualquier cosa para evitar convertirse en un espécimen en su laboratorio de horrores.

Cualquier cosa.

"Oye, ¿qué pasa?"

Cirucci se sintió un poco más tranquila después de escuchar su voz calmante. "Szayel es el Alquimista de la Corte de Baraggan. Espada Número Uno. ¿Cómo lo conoces?"

"Demonios. Dame el nombre del resto de los Espada, sus habilidades, sus fortalezas y sus debilidades."

Cirucci divulgó la información sin dudarlo un momento. Aunque los Espada eran camaradas en el sentido más laxo, su alianza nacía únicamente de la subyugación mutua a Baraggan. No había un verdadero vínculo de camaradería que los uniera como verdaderos soldados.

Kazuya se sorprendía cada vez más con la información que le daba. ¿Cómo no? Nunca esperó que los Espada bajo Baraggan fueran tan poderosos como lo serían bajo Aizen y su Hōgyoku. Pero la realidad era completamente diferente.

Baraggan tenía siete Espada sirviéndole, que se redujeron a cinco con la partida de Dordoni y Cirucci.

# 1 Szayelaporro

# 2 Luppi Antenor

# 3 Dordoni

# 4 Loly

# 5 Cirucci

# 6 Aaroniero

# 7 Gantenbainne

Kazuya se maravillaba ante la aparente debilidad de la actual alineación de Espada. Aparte de Szayelaporro y Baraggan, anticipaba poca dificultad en derrotar al resto de los Espada. Sus rangos no se basaban en la fuerza bruta o en su Aspecto de la Muerte como los Espada de Aizen; en cambio, se determinaban por su utilidad y lealtad a Baraggan. Después de luchar contra Dordoni y Cirucci, dos de los Espada más fuertes, Kazuya había sobrestimado la fuerza de las fuerzas de Baraggan.

'Baraggan es el único oponente problemático. Bueno, vamos a tener un tiempo relajante en Japón.'

Las damas Hollow apreciarían un cambio de escenario refrescante, particularmente Harribel, que no albergaba amor por la violencia.

Cirucci observó su expresión contemplativa. "¿En qué estás pensando ahora?"

"Cirucci, ¿puedes usar tu habilidad de la cola?"

"Sí. ¿Qué quieres hacer?"

"Hazlo por un segundo. Quiero cortar algo. Haz la lanza lo más pequeña posible."

Cirucci levantó su cola y conjuró una lanza rosa en la punta antes de que se encogiera hasta convertirse en un arma similar a una daga. Kazuya agarró su cola y acercó la daga a su rostro, sintiendo el Reiatsu vibrante que emanaba de cada borde de la hoja.

"Rose, toma esto y corta una pequeña parte de mi máscara. Hazlo lo más pequeño posible."

La lanza de Cirucci era el arma más afilada y precisa a su disposición.

"Ugh." Cirucci hizo una mueca al ver su cola pasar de mano en mano. Mila Rose agarró su cola con fuerza, lo suficiente como para hacerla gemir. "Sé gentil."

Mila Rose rió. "Aguanta, mujer."

Kazuya cerró los ojos, demostrando una confianza inquebrantable en Mila Rose. Ella le tomó el mentón y guió cuidadosamente la daga a lo largo del lado de su máscara. Un pequeño fragmento de la máscara blanca cayó al suelo.

Kazuya se estremeció al sentir un dolor agudo perforar su alma. En pocos momentos, la máscara se regeneró a su tamaño original, confirmando su hipótesis sobre su Máscara Hollow. Sus poderes de regeneración habían mejorado después de su batalla con Cirucci.

"Increíble," murmuró Cirucci, con asombro en su voz. "Nunca he visto a un Hollow regenerar su máscara, y mucho menos con una velocidad visible a los ojos. Tu poder regenerativo es tanto asombroso como aterrador."

Los elogios de Cirucci le recordaron a Kazuya al otro Arrancar que tenía poderes de regeneración similares: Ulquiorra Cifer. Sus alas y cuernos parecían diferentes, pero ambos se parecían mucho a un demonio típico.

'¿Estamos relacionados o qué?'

Entrecerró los ojos y llamó a Mila Rose. "Vuelve a tu forma de Resurrección y rompe mi máscara. Si no puedo controlarme, noqueame. Me recuperaré... eventualmente."

La dureza de una Máscara Hollow dependía de su nivel de Reiryoku. Con su gran Reiryoku, sería difícil romper su máscara sin un golpe fuerte.

La sonrisa de Mila Rose se ensanchó, revelando sus feroces colmillos de leona. "Te cortaré el pene si te vuelves loco. Nunca podrás aparearte."

Conociendo la obsesión de Kazuya con el acto de aparearse, ella amenazó con cortar su órgano más preciado que le permitía cumplir sus fantasías sexuales. La amenaza funcionó de maravilla, ya que Kazuya se estremeció visiblemente. Habiendo experimentado una lesión cerca de su pequeño hermano, estaba teniendo flashbacks traumáticos.

"¡Ni siquiera bromees sobre eso!"

"Jaja." Mila Rose se acercó y sostuvo su Zanpakutō. "¿Cómo quieres que golpee? ¿Horizontal, vertical o diagonal?"

"Golpea en el medio de mi cara. Solo no dejes marcas de corte."

Kazuya cerró los ojos, solo para sentir tres presencias acercándose a él.

"¡Espera!"

Mila Rose se detuvo y miró a Harribel y las demás. "Calavera, van a devorarte vivo."

Harribel cruzó los brazos sobre su pecho, dándole una mirada severa. "¿Cuántas veces tengo que decirte esto? No seas imprudente."

Apacci, por otro lado, parecía enfadada. "Me dice que espere, y luego hace algo como esto."

"Ara, estoy segura de que está tomando el riesgo para protegernos. Sin embargo," Sung-Sun agudizó sus ojos de reptil. "Al menos infórmanos si estás tomando una decisión de esta magnitud."

Parecían enfadadas por su elección de comenzar el proceso imprudentemente a sus espaldas; s u enojo mostraba su cuidado por él. También le recordaba a su anterior amante. Yumi se enfadaba fácilmente, pero siempre se preocupaba por su bienestar.

"No es imprudente, por Dios. Escuchen…"

Kazuya explicó el razonamiento detrás de su decisión impulsiva. A pesar de su voz dulce y habilidades persuasivas, le tomó un minuto completo aliviar los temores de Harribel, aunque todavía había un indicio de preocupación en sus ojos.

Indiferente a sus preocupaciones, Kazuya instó a Mila Rose a proceder.

"Devora, Liona!"

Desatando su estado liberado, ella blandió su Zanpakutō con una mano, partiendo su máscara en dos.

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