Todo lo contrario. Precisamente porque lo había pensado bien, se había juzgado indigna de ese papel.
_Anastasia: Soy capaz de engañar y seducir a la gente con palabras magníficas. Y 'toy segura de que, de ca'a diez, cinco serían engaña'os. Pero sería sólo un frágir y desespera'o intento que sólo lograría crear un momentáneo cambio en los sentimientos y que cedería ar má' mínimo soplo der viento.
_Subaru: E-Entonces... ¿qué tal Crusch-san? Ella tiene la experiencia militar y pertenece a una noble familia de Lugnica.
_Anastasia: …Es verdad; las palabras ciertamente tendrían peso si las dijera Crusch-san, pero sólo si se tratara de la antigua Crusch-san. La actuar Crusch-san no tiene esa clase de influencia sobre la gente. Ademá', ella actuarmente 'tá lushando por su vida. Ese es un problema que tiene que ser resuerto antes de pedirle que inspire a otras personas.
_Subaru: ¡¿Luchando por su vida?! ¡¿Acaso está tan mal?!
Al escuchar que Crusch estaba en un estado aún peor de lo que le habían dicho, Subaru dio un paso hacia Anastasia.
Con la diferencia de altura entre ellos, Anastasia levantó la mirada hacia Subaru y se mordió los labios. Subaru se giró rápidamente hacia Garfiel, pero él negó débilmente con la cabeza,
_Garfiel: La nee-chan con orejas de gato no la dejará morir, 'stoy seguro. Le ha inyectado mucha fuerza vital… pero yo también 'stoy en contra de dejarla hablar delante del dispositivo de transmisión. Demonios, ella apenas puede susurrar.
_Subaru: ¡Maldita sea! Entonces, ¿qué pasa con Julius? Julius podría—
_Anastasia: —Es cierto que Julius es un Caballero de la Guardia Real, uno de los má' grandes Caballeros der Reino, y mi orgullo. Pero, ¿cuánto significaría er nombre de Julius en esta ciudad? En er mejor de los casos, sus posibilida'es son casi las mismas que las mías. Y yo soy má' elocuente.
Crusch estaba fuera de discusión, y Julius también fue descartado.
De los rostros en el Ayuntamiento que podrían inspirar esperanza a otros, sólo quedaban Wilhelm y Ricardo. Pero Ricardo no tenía ni la influencia ni la popularidad.
¿Y cómo podía alguien preguntarle esto a Wilhelm ahora? Aunque estuviera de acuerdo, ¿qué ventaja traería el título de Wilhelm como antiguo jefe de la Guardia Real?
_Subaru: Entonces, ¿qué hacemos? ¿Quién más podría—?
_Al: —Bueno…
Justo cuando Subaru pensó que había encontrado una manera efectiva de contrarrestar a Ira, se quedó atascado sin nadie que la ejecutara.
Mientras Subaru se sumergía en estos pensamientos, Al levantó su mano con naturalidad,
_Al: Si alguien va a hacer la transmisión, ¿no deberías ser tú, colega?
_Subaru: …¿Qué?
Al oírle decir esto como si fuera algo natural, Subaru tardó un momento en reaccionar.
Dejándolo con la boca abierta, casi no había necesidad de pensar dos veces en lo que Al acababa de decir.
¿En qué está pensando Al, al hacer una broma tan poco graciosa en un momento como éste?
_Subaru: Oye, Al. Estamos en medio de una conversación seria. Del tipo en el que cada segundo cuenta. No puedo lidiar con tus chistes ahora mismo.
_Al: Ey ey, espera un momento. Soy consciente de que soy un tipo que Princesa-san contrató porque más de la mitad de mis comentarios son poco serios, pero no estaba bromeando en este momento.
_Subaru: Si no estabas bromeando, ¿entonces qué te hizo pensar que yo podría hacerlo? O tal vez estás tratando de ser gracioso, o estás enojado. No sé qué es peor.
_Al: ¿Tan extraño te parece? ¿Por qué no echas un vistazo?
Aunque Al tenía escrito "No soy nada serio" en todo su cuerpo, en ese momento, de repente bajó su voz y apuntó con su barbilla. Siguiendo su movimiento, Subaru dirigió su mirada a los otros dos que estaban a su lado: Anastasia y Garfiel. Aunque Subaru se había imaginado que debían estar igual de desconcertados por lo que habían oído,
_Subaru: …Ey, ¿ustedes también?
_Anastasia: …
_Garfiel: …
Sus miradas eran serias, ciertamente no estaban sorprendidos ni molestos en absoluto.
Ellos miraban fijamente a Subaru con una sincera afirmación en sus ojos.
Era casi como si dijeran que estaban de acuerdo con Al.
_Subaru: Están bromeando, ¿verdad? ¿Por qué parece que todos están de acuerdo aquí? Si Anastasia-san y Julius no pueden hacerlo, ¿qué les hace pensar que yo sí puedo?
_Al: Como dije cuando estábamos afuera, todos llegamos hasta aquí gracias a ti, colega. Que Garf te siga llamando "Capitán, Capitán" significa que está de acuerdo conmigo.
_Subaru: ¡¿Cómo es que están relacionadas esas dos cosas?!
_Al: ¡Es lo mismo! Debes haber hecho algo bien para que Garf te llame así, colega. Eso sólo demuestra lo mucho que confía en ti, ¿verdad? Parece que piensas que lo que hiciste no fue tan importante por alguna razón. Pero aparte de ti, ¿quién más en esta ciudad o en este mundo puede decir que ha vencido al Arzobispo de la Pereza del Culto de la Bruja?
_Subaru: …
Después de decir eso, Al acercó su cara hacia Subaru.
Su casco frío chocó con la frente de Subaru, y se pudo sentir un pequeño calor a través del metal duro y helado, que provenía de la frente de Al en el otro lado. Por un momento, sintiéndose atravesado por sus ojos ocultos, Subaru contuvo el aliento.
_Al: En una ciudad ocupada por el Culto de la Bruja, hay una persona que ha matado a un Arzobispo del Pecado del Culto de la Bruja. En tal situación, ¿quién mejor para inspirar esperanza en la gente? Yo diría que los únicos serían Reinhard y tú. Y tú eres el único aquí ahora mismo, colega.
_Subaru: …gh.
Al recibir un fuerte golpe en la frente, Subaru tropezó hacia atrás.
Viendo a Subaru en el suelo con las manos en la frente, Al se encogió de hombros.
_Anastasia: Opino lo mismo. Si arguien debería hacerlo, tendrías que ser tú, Natsuki-kun.
_Subaru: Anastasia-san…
Cuando Subaru miró hacia atrás, aún con las manos en la frente, vio a Anastasia mirándole hacia abajo.
Ella llevaba una expresión que parecía lamentar su propia impotencia, mientras confiaba esa esperanza a otra persona.
Al ver esa expresión, Subaru finalmente notó la gran expectativa que los demás depositaban en él.
_Subaru: Garfiel… ¿tú también piensas lo mismo?
_Garfiel: Mi asombroso ser desconoce los detalles de cómo mataste al Arzobispo del Pecado llamado Pereza. Pero sí, 'stoy pensando lo mismo.
Ante la pregunta musitada de Subaru, Garfiel se rascó la parte de atrás de su cabeza,
_Garfiel: Si hay una voz en 'sta ciudad que pueda convertirse en la 'speranza de la gente… yo digo que esa voz sería la tuya, Capitán. Si realmente lo das todo, tengo la sensación de que puedes hacerlo. Eso es lo que pienso.
_Subaru: …
Era una confianza sin fundamento y tremendamente pesada.
Sorprendido y conteniendo el aliento, Subaru comprendió claramente la magnitud de la fe depositada en él.
Mirando hacia atrás, vio a Anastasia. Ella asintió.
Luego miró hacia Al, quien se encogió de hombros.
Como antes, Garfiel seguía observando a Subaru. Cuando Subaru se giró para mirarle, él también asintió.
_Subaru: …
Al ver cada una de sus reacciones, Subaru levantó la cabeza.
Estrechando los ojos ante la luz de la débil lámpara de cristal, él exhaló un largo y profundo suspiro.
――Me están sobreestimando demasiado.
Subaru también había sentido lo mismo de Wilhelm, Julius y Reinhard.
Ellos se equivocaban con respecto a Subaru. Completamente.
Ellos mismos eran mucho mejores, habían trabajado mucho más duro, y eran mucho más nobles que él.
Pero, como si fuera algo natural, alababan a Subaru, le ofrecían su ayuda, y le saludaban con mucha calidez. Ese hecho siempre ha atormentado a Subaru.
Cuando una persona a la que respetas, una persona contra la cual no quieres perder, y una persona a la que nunca podrás alcanzar, te dan semejante reconocimiento, no es sólo una simple cuestión de estar feliz.
Sentía preocupación. Pensaba que algún día, cuando su verdadero ser fuera expuesto, seguramente se sentirán decepcionados.
Cuando ellos se dieran cuenta de que el verdadero Subaru era en realidad patético, débil y sin esperanza, seguramente se entristecerían, y se arrepentirían de la calidez que le habían mostrado.
Eso era lo que Subaru siempre ha temido. Y aun así.
Incluso Al, Garfiel y Anastasia tenían tales expectativas de Subaru.
A punto de ser aplastado por su peso, Subaru se había forzado hasta su límite, pero su esfuerzo no era ni de cerca suficiente mientras intentaba cumplir esas expectativas una y otra vez.
Éste era el camino que Natsuki Subaru eligió.
―― El camino que le había prometido a una chica que tomaría. El camino de ser su héroe.
Pero, de una forma u otra, ya no era sólo el héroe de ella. Lo que Subaru cargaba ahora, era――
_Al: Si haces esto, colega de ahora en adelante lo que cargarás en tu espalda serán sueños heroicos.
De repente, Al le dio esta advertencia a Subaru, quien guardaba silencio.
Viendo caer los ojos de Subaru, Al continuó con una voz apática.
_Al: No puedes perder. Sólo debes ganar. Tomarás sus esperanzas, cargarás sus expectativas y lucharás para mostrarles el futuro. Eso es lo que tendrás que hacer si tomas la decisión de hacer esto aquí.
_Subaru: …No puedo perder, ¿eh? Suena como si siempre hubiera sido así, ¿no?
_Al: El peso es diferente. Si pierdes aquí, colega, la derrota no sólo terminará contigo.
Subaru no entendía lo que Al estaba diciendo.
Las batallas de Subaru siempre habían sido así. Cuando Subaru perdía, no era el único que perdía. Todo aquello que Subaru quería proteger se perdía también con la derrota de Subaru.
Siempre había sido así. Nunca había sido de otra manera.
Si la derrota no le costara nada, no habría tenido motivos para luchar.
Subaru luchaba porque había cosas que no podían ser protegidas sin luchar.
Y después de hoy, la cantidad aumentaría muchísimo.
_Subaru: Vaya, entonces es lo mismo de siempre.
_Al: …
Exhalando un suspiro, Subaru se había decidido.
Los latidos de su corazón se calmaron a medida que su visión se aclaraba.
Aunque no podía ver la cara de Al, podía sentir que él estaba conteniendo el aliento, observándolo con una expresión de asombro desde detrás de su casco.
_Subaru: Lo haré, Anastasia-san. Si mi voz puede marcar la diferencia, entonces déjamelo a mí.
_Anastasia: …¿'Tás seguro? Una vez que asumas las esperanzas de la gente…
_Subaru: No será diferente de lo que siempre hago. "Héroe: no suena tan mal, ¿verdad? Aunque honestamente, es un poco vergonzoso llamarme así…
Al ver la expresión de preocupación de Anastasia, Subaru se frotó suavemente la punta de la nariz.
_Subaru: Si simplemente se trata de ser un héroe, ya decidí serlo hace un año. De lo contrario, avergonzaré a la chica que me observa, y a la chica que yo observo.
_Anastasia: …Ya veo. En ese caso, 'tá bien. A los shicos siempre les gusta presumir, después de to'o.
Como si dijera "Qué remedio", Anastasia sonrió y le dio a Subaru un ligero golpe en el pecho.
Subaru estaba un poco sorprendido por esa reacción, ya que ésta podría ser la primera vez que vio a Anastasia bajar la guardia y mostrar sus verdaderas emociones.
Con esa sensación fundiéndose rápidamente en su pecho donde le habían golpeado levemente, Subaru levantó la cara.
_Subaru: Gracias, Garfiel. Al. Por ayudarme a decidirme.
Diciendo esto a los dos que estaban a su espalda, Subaru siguió a Anastasia, quien había empezado a caminar.
Él se preguntaba a sí mismo: ¿Qué diré cuando esté parado frente al dispositivo mágico de transmisión?
Todavía no estaba seguro de qué decir o qué no.
Pero, extrañamente, no tenía ninguna confusión o preocupación.
Después de todo, es lo mismo de siempre, ¿verdad?
――Porque él sabía que, como siempre, no tenía más remedio que dárselas de genial de nuevo.