Las puntas de sus pies atravesaron el adoquinado tan fácilmente que parecía estar hecho de gelatina. La dirección de la munición que liberó sólo podía ser rastreada por el sonido, destruyendo aleatoriamente el área cerca del escondite de Subaru.
Mucho antes de que las balas lo atravesaran, Subaru, que había previsto los movimientos de Regulus, huyó de la pared. Durante su huida, también derribó los pilares de piedra que estaban en los extremos de la calle.
Y así, la cuerda atada al pilar de piedra se desató, y una serie de leves sonidos resonaron.
Sobre la cabeza de Regulus, que había mirado hacia arriba para ver lo que ocurría, incontables fragmentos de hielo cayeron hacia él. Con la ayuda de Emilia, la calle se había convertido en un campo minado de trampas cuidadosamente colocadas.
Claramente, el lugar donde Regulus había sido golpeado directamente estaba indemne, pero…
_Regulus: ¡Este tipo de cosas—! ¡Esto no es más que el desesperado agotamiento de una capacidad limitada!
Regulus, sin intentar esquivar el hielo que caía, extendió sus brazos para aceptarlo con todo su cuerpo.
Obviamente, sin esperanza de perforar su "invencibilidad", los fragmentos de hielo se rompieron en pedazos, dispersándose en partículas de maná. Regulus pisoteó todos los pedazos de hielo dispersos, incluyendo aquellos que no habían tocado su cuerpo, como para lucirse, destruyéndolos completamente.
_Regulus: ¿Qué se supone que es esto? Si tu larga teoría de hace un momento fuera correcta, ¿no podrías pensar en lo insignificante que es este ataque? Viéndolo de esta manera, los ataques de esa chica son mucho más efectivos, ¿cierto? ¡¿Qué es lo que pretendes hacer huyendo de un lado para otro?!
_Subaru: Si tú respondes mi pregunta, no me importaría responder a la tuya sobre qué pretendo al ir y venir así. Así estaremos en igualdad de condiciones, ¿verdad?
_Regulus: Decir que estaremos en igualdad de condiciones… ¡No te lo tengas tan creído!
Subaru retrocedió rápidamente con un gran salto, alejándose de Regulus.
Negándose a dejarlo ir, Regulus persiguió a Subaru persistentemente, doblando suavemente sus rodillas y saltando en un solo movimiento. Avanzando con esa propulsión explosiva, en un instante la distancia entre ambos se redujo.
Así fue como las puntas de los dedos de La Muerte alcanzaron a Subaru——o lo habrían alcanzado de no ser porque, justo antes, el suelo debajo de Regulus desapareció.
_Regulus: ¿Qu—?
_Subaru: No me lo esperaba en absoluto, pero… cuando combates mano a mano, estás plagado de puntos muy débiles, ¿no?
La clásica trampa del agujero: usando la magia de Emilia para cavar en la tierra, y luego cubrir el agujero con una capa de hielo muy delgada cubierta de tierra.
Sin embargo, un veterano de cientos de batallas habría visto a través de una trampa tan simple, pero Regulus de hecho cayó completamente en ella. Irónicamente, esto también sirvió como evidencia de que Regulus no podía hacer nada más que imponer victorias con fuerza bruta.
Apropiadamente y con rectitud, usando su habilidad trampa para aplastar directamente a su oponente con fuerza bruta.
Al ser incapaz de nada más que esto, obviamente él no consideraría ninguna otra táctica de batalla.
_Subaru: Aparte de la manera de deshacerme de tu Autoridad, se me ocurren un millón de maneras de deshacerme de ti, ¿sabes? Pero si sigo repitiendo algo como esto, podrían pensar que el villano soy yo.
Tomando un atajo para llegar primero a la catedral, luchando hasta el último segundo para convertir esta zona en un campo de minas de trampas.
Aunque Emilia se había negado a alejarse de Subaru hasta el último segundo, con su naturaleza inocente, ella nunca podría usar estas sucias tácticas. Ésta fue una distribución de trabajo basada en la idoneidad de cada uno.
_Subaru: …
En el tiempo en que Regulus aún no había salido del agujero, Subaru le dio un vistazo a su pie derecho. Incluso después del agotador parkour de su escape, su pie todavía estaba en excelentes condiciones. Era fácil olvidar que casi fue desgarrado y ahora estaba cubierto de un patrón negro desconocido.
Tal vez ésta era la influencia de la Sangre del Dragón, que se sentía casi como si la sangre le hablara a Subaru.
Muéstrale el prestigio del Reino del Dragón a este falso e insolente «Rey» que es tu enemigo.
_Subaru: En este caso, confiaré más en ti. Aunque te deberé mucho.
_Regulus: ¡Tu murmullo me irrita hasta la muerte!
El suelo estalló con fragmentos de adoquines y terrones de tierra dispersándose con fuerza.
Cubiertos por la Autoridad de Regulus, causaron además un feroz daño en las calles. A pesar de esta devastación, Subaru no estaba en su alcance destructivo.
Habiendo vuelto a poner sus pies en el suelo, Regulus, con los ojos abiertos por el odio, miró a Subaru, que había puesto distancia entre ellos de nuevo. Muy deliberadamente, Subaru levantó su dedo al corazón a Regulus.
_Subaru: Antes dijiste "el desesperado agotamiento de una capacidad limitada", pero ¿quién de los dos está haciendo eso ahora? Se dice que "antes de dar un buen consejo, hay que predicar con el ejemplo", así que ¿no sería mejor que te miraras largo y tendido en el espejo antes de hablar?
_Regulus: ¡Qu-que te burles de mí hasta tal punto es…!
Después de que Subaru educadamente señalará sus defectos, Regulus reveló una mirada de ferocidad.
Lo más probable era que sus ansias homicidas hacia Subaru ya hubieran alcanzado fácilmente el límite, y que las llamas del odio hubieran consumido el cuerpo inalterable del villano.
Regulus aparentemente no se había dado cuenta en absoluto de que todo esto estaba más o menos dentro de las expectativas de Subaru.
Porque Regulus no tenía ni idea de que, aun con su intención asesina, sus ataques sueltos y desordenados eran ineficaces.
_Subaru: Aun así, no puedo permitirme tomar esto a la ligera.
Limpiándose el sudor del cuello, Subaru, con una sonrisa frívola, se preparó para la muerte.
Debía evitar a toda costa que Regulus se diera cuenta de que su intención era sólo ganar tiempo. Y en caso de que se diera cuenta de eso, impedir que él se diera cuenta del motivo detrás de ello.
Habiendo enviado a Emilia lejos, Subaru tenía que cumplir esta tarea necesaria para alzarse victorioso en esta batalla.
Subaru y Emilia se habían jurado el uno al otro que cumplirían sus respectivos deberes a toda costa.
Y por eso…
_Subaru: Te lo dejo a ti, Emilia. —Asegúrate de sacar a relucir los verdaderos sentimientos de las esposas.