Dándose cuenta de que Lujuria había adoptado una estrategia de rehenes muy efectiva si la emboscada fracasaba, Subaru se llenó de ira.
Enfocándose, Subaru instintivamente eligió moverse hacia adelante en vez de escapar.
La cola de la dragona pasó rozando la cabeza de Subaru cuando él se deslizó hacia la pequeña niña. Levantando el pequeño cuerpo temblante, golpeó con su látigo ferozmente la espalda de la dragona. No parecía haber infligido mucho daño, pero eso le permitió a Subaru expresar su ira.
Pero los golpes de Crusch no eran tan ineficaces.
_Dragona: ¡Espera! ¡Espera! ¡Esto no es—!
_Crusch: ¡No hace falta que respondas! ¡Esto es lo que mereces por el caos y desastre que has causado en la ciudad!
La incesante espada de Crusch se movía como si tuviera mente propia.
Con una fragilidad casi decepcionante, la dragona negra no opuso resistencia ante esa fuerza.
Crusch cortó el ala restante y pateó con su larga y delgada pierna a Capella, quien dio un llanto agudo. Aunque esto más bien no tenía nada que ver con Subaru, ese gran cuerpo era agitado por un sinnúmero de ataques, y ella retrocedió en dirección contraria a la ventana que Subaru había roto.
Las alas de la dragona negra aún no habían empezado a regenerarse.
Aunque Capella llamaba a su cuerpo inmortal, si ésta era su velocidad de regeneración, entonces no podría ser considerada una amenaza.
_Crusch: ¡Es tu fin!
_Dragona: ¡Espe—!
Sin permitirle terminar, Crusch soltó numerosos ataques sucesivos sobre el torso, cabeza y alas de la dragona negra. Su gran cuerpo golpeó la pared, atravesó el marco de la ventana y cayó fuera.
Mientras caía, la dragona negra hubiera querido expandir sus alas, pero el ala de un lado de la dragona estaba cortada de raíz, y el ala del otro lado era como una tela con huecos, incapaz de soportar el intento de vuelo.
_Dragona: ——hk
La dragona negra, sin oportunidad de regenerarse, no tuvo tiempo de decir nada, simplemente cayendo hacia el suelo.
Unos pocos segundos después, la dragona negra golpeó el suelo con el sonido de carne golpeando una pared o una toalla mojada cayendo al piso.
_Crusch: Iré a confirmar y vigilar. Subaru-sama, ¿puede encargarse de esta niña?
_Subaru: Cla-Claro, entendido.
Caminando hasta el marco de la ventana por donde cayó la dragona negra, Crusch se quedó ahí para vigilar. Con plena confianza en ella, Subaru también bajó a la niña que acababa de rescatar.
La niña aún estaba en un estado de pánico, y había confusión en sus temblorosos ojos mientras miraba a Subaru. Era inevitable. Después de semejante experiencia, cualquiera estaría asustado.
_Subaru: Ya ha pasado. La dragona mala de ahora acaba de ser asesinada por la señorita superheroína de ahí, aunque no fue fácil... ¿Y las demás personas?
_Niña: Ah... eh...
_Subaru: Quizás sea difícil de creer, pero soy un aliado. Hemos venido a salvarlos. Tenemos que terminar rápido, antes de que los tipos malos vuelvan. ¿Puedes ayudarme?
Él dobló sus rodillas para igualar la altura de los ojos de la niña, y habló calmadamente.
Ésta era la conducta inconsciente que Subaru usaba cuando hablaba con alguien más joven que él. Ella pareció calmarse un poco, respirando hondo como si se fortaleciera antes de responder.
_Niña: En esa habitación… todos, allí.
_Subaru: ¿Están encerrados? En esa habitación…
La niña apuntó a una pequeña habitación al fondo de la sala de transmisiones.
En realidad, esta habitación no es la sala de transmisiones, ¿verdad?
Aunque la sala era grande, no había ningún dispositivo mágico que pareciera un equipo de transmisión; lo que significaba que la sala a la que la niña apuntaba probablemente sí era la sala de transmisiones.
Mientras dirigía su mirada hacia esa sala, Subaru vaciló. Quería indagar acerca de la vida o muerte de la gente dentro. Sin embargo, preguntarle a la niña sería algo muy cruel y desconsiderado.
Así pues, Subaru tocó la aún temblante cabeza de la niña y empezó a caminar hacia la sala lentamente.
_Subaru: …
Con latidos rápidos y fuertes, Subaru sintió sudor en su espalda.
No se había puesto tan nervioso ni siquiera cuando saltó antes con Crusch usando su látigo, a imagen y semejanza de Tarzán; pero misteriosamente ahora su garganta se sentía reseca de repente. Algo terrible iba a pasar; ese mal presentimiento se negaba a salir de su mente.
_Crusch: ¿Subaru-sama?
_Subaru: Todo está bien. Estoy a punto de empezar a investigar el lugar. ¿Y Lujuria?
_Crusch: …Por aquí también todo va bien. No sé por qué, pero se mantiene donde cayó.
Crusch respondió mientras miraba hacia abajo para vigilar a Lujuria. Al escuchar esa respuesta, Subaru tomó un profundo respiro frente a la puerta que daba a la habitación del fondo y extendió su mano hacia el picaporte.
Había una posibilidad de que hubiera otros cultistas escondiéndose en la sala de transmisiones.
Pudiendo ese ser el caso, que Subaru inspeccionara esa habitación no era la mejor opción.
Pero, por alguna razón, ese tipo de preocupación parecía sobrante. Y, de hecho, esta idea era correcta. Porque, en realidad, ningún ocultista ocupaba la habitación, sino—
"…"
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Una gran cantidad de esas criaturas observaron en silencio a Subaru, quien estaba totalmente desconcertado.
No, tal vez él sólo quería asumir que estaban mirando. Subaru no tenía forma de entender cómo esas criaturas observaban el mundo, y tampoco quería saberlo.
Simplemente sintió consternación. Su voz no funcionaba. Esta situación sólo podía describirse como sin palabras. Sus pensamientos se congelaron, y no pensó en nada. Sin embargo, finalmente comprendió una cosa: cuál era la fuente de ese sonido irritante que se oía de fondo en la transmisión que había escuchado en el refugio.
_Subaru: …¿Qué, es esto?
En respuesta a Subaru, ese sonido se escuchó.
Ese sonido le dio la bienvenida a Subaru, un sonido temible, un sonido desafiante, un sonido alegre, un sonido sin sentido—
El sonido de muchísimas alas batiéndose resonó por toda la habitación.
En la oscura habitación, innumerables ojos rojos compuestos y parpadeantes se movieron, como si estuviesen observando a Subaru.
La transmisión había sonado como si muchas moscas se hubieran amontonado en una habitación. Y todas las moscas eran del mismo tamaño de una persona.
_???: ¡¡AAAHH!!
_Subaru: ¡¿—Hk?!
Mientras estaba totalmente en blanco, Subaru oyó un repentino grito de dolor detrás de él.
Sorprendido por esa repentina respuesta, Subaru cerró la puerta, silenciándose junto a ella el sonido de un centenar de alas batiéndose. Y al mirar hacia atrás, vio…
_???: ¡Kyajajaja! ¡Estúpido, estúpido! Escoria, la carne en sus cabezas simplemente no es suficiente. ¿Realmente trataste de igualarme en una batalla de ingenio? ¡¿Quién puso el azúcar en tu cerebro y lo derritió~?! ¡Kyahjajajaja!
Crusch era aplastada bajo el talón de la chica que emitió esa risa aguda y estridente. No había duda de que se trataba de aquella risa venenosa y familiar.
_Capella: ¡Soy yo, Capella-chan! ¡Kyajajajaja!
Mientras Capella guiñaba el ojo y sacaba la lengua, Crusch vomitó mucha sangre, y el blanco de sus ojos apenas se veía.