— Garfiel no apareció en la cena de esa noche.
_Anastasia: ¿Por qué decidieron eso por su cuenta y nos escondieron argo ta' interesante?
Anastasia miró fijamente a los hombres mientras expresaba sus amargas quejas.
En lugar de vestirse con su habitual vestido blanco, usaba un yukata de baño, y su pelo morado aún goteaba levemente. Su piel blanca destacaba, y su silueta contra el yukata remarcaba su encanto infantil todavía evidente.
_Julius: Creo que fue distinto de cómo lo está expresando, Anastasia-sama, pero no la invité específicamente ya que parecía estar teniendo conversaciones privadas con las demás candidatas.
Julius se dirigió directamente a ella con una sonrisa forzada y una reverencia. Los hombres habían terminado de limpiar el patio después de la contienda y acababan de regresar.
Al escuchar ese comentario, una sonrisa traviesa apareció en el hermoso rostro de Anastasia.
_Anastasia: Ahh. Mi caballero parece estar diciendo un sofisma bastante sofistica'o. No podemo' relacionar to'o con er dinero, ¿no crees? Pero mi espíritu de Kararagi, ar que le gusta la diversión y la agitación, todavía está un poco molesto.
_Subaru: El espíritu de nuestro escudo más fuerte está aún más herido, así que no lo volvamos a mencionar. Ah, no se preocupen, estará bien después de una noche de lamentarse y reflexionar, pero hasta entonces, por favor, dejemos que se recupere en paz.
Después de lo que dijo Anastasia, Subaru hizo esta petición en preocupación por su emocionalmente problemático hermano menor honorario. Todos los presentes asintieron con la cabeza. Sin embargo,
_Felt: De todos modos, ¿eso fue lo que pasó? Este despiadado caballero no sabe cómo ser amable con los oponentes y demás. Lo siento, nii-chan.
Después de escuchar acerca del incidente, Felt le mostró a Subaru una amplia sonrisa retorcida mientras golpeaba ferozmente los hombros de Reinhard, el caballero pelirrojo sentado a su lado mostraba una sonrisa forzada.
_Reinhard: Felt-sama, hablar así conducirá a malentendidos. No ejercí ninguna presión indebida en la batalla que acaba de ocurrir, y yo mismo he estado en peligro varias veces. Tanto mi cuerpo como mi mente se enriquecieron con esa experiencia.
_Felt: Eso no es nada convincente considerando lo asustados que están Rachins y los demás por tu culpa. ¿Tenías que asustarlos tanto cuando los conociste?
_Reinhard: Independientemente de a quién me enfrente, no puedo permitirme ser arrogante. Confiar demasiado en mi habilidad resultará en mi fracaso.
Ante la firme determinación de Reinhard, Felt suspiró desinteresadamente.
Aunque su diálogo reflejaba la naturaleza de su transición a un trato apropiado entre ama y subordinado, las palabras de Reinhard eran de gran interés para Subaru.
Habiendo presenciado la batalla en el patio, vio claramente la raíz de la preocupación de Garfiel. En una breve epifanía, se dio cuenta de que las palabras de Reinhard no contenían ironía ni hipocresía.
Reinhard simplemente estaba diciendo lo que él creía que era verdad. La autenticidad de sus palabras parecía impedir que la gente pensara que lo que él decía era desagradable.
Quizás esa era su habilidad más peligrosa.
_Reinhard: Por cierto, Felt-sama. Sobre ese atuendo…
_Felt: ¿Qué pasa? ¿Te estás quejando? Me estaba bañando con las demás, y todas se vistieron con esto, así que yo también lo hice. ¿Quieres decir que es vergonzoso y decepcionante?
_Reinhard: En absoluto, sólo quería decirle que le queda bien.
_Felt: ¡Qué molesto!
Dulces palabras del más respetado, venerado y poderoso caballero.
Innumerables mujeres envidiarían increíblemente el hermoso ramo de palabras que Felt había aplastado con una expresión de frustración. Su manera de vestir su yukata de baño también sugería que era alguien con una personalidad un poco áspera.
— Como Anastasia había dicho antes, las mujeres estuvieron en los baños termales mientras afuera sucedía la contienda entre Garfiel y Reinhard.
Por esa razón, todas las mujeres que asistieron a la cena vestían yukatas.
No sólo Anastasia y Felt, sino también Mimi, Crusch, Emilia e incluso Beatrice estaban vestidas con yukatas.
_Subaru: Beako, inesperadamente te bañaste con las demás...
_Beatrice: Después de que Subaru dejara a Betty sola en el hotel, fui capturada por Emilia, de hecho. Ella obligó a Betty a ir, supongo.
Usando inesperadamente un yukata azul pálido, la hermosa Beatrice parecía tener dificultades para descubrir cómo ponerse el yukata correctamente. Extrañamente, el cabello húmedo de Beatrice mantuvo su peinado habitual consistente en dos tirabuzones. Si él jalara aquellos tirabuzones, probablemente rebotarían más fuerte de lo normal.
_Subaru: Eso es lo que dice Beako, pero ¿cuál es la verdad?
_Emilia: ¿Eh? Como yo acababa de ser invitada a los baños termales, y Beatrice parecía tan solitaria cuando me dijo que Subaru la había dejado, la llevé conmigo. Pero pensaba que se veía feliz por ello...
_Beatrice: ¡E-Eso es mentira, de hecho! ¡No te inventes la verdad, supongo! ¡A Betty o Emilia, ¿a quién crees más, supongo?!
_Subaru: Yo diría que acabas de confesar.
Combinando el reclamo poco halagador de Beatrice con el juicio asertivo de Emilia, Subaru llegó a la conclusión natural.
Al ver que Beatrice no estaba dispuesta a ceder, Emilia sonrió alegremente.
Ella también vestía un yukata, su cabello plateado recién lavado estaba recogido. Subaru silenciosamente se deleitó al ver la blancura de su cuello.
_Emilia: Subaru, estás respirando con dificultad. ¿Tienes fiebre?
_Subaru: Es simplemente el calor del amor. Emilia-tan, ¿puedo trenzarte el pelo?
_Emilia: Claro, pero la comida se servirá pronto. ¿Después?
Emilia señaló hacia la mesa, y Subaru retrajo a regañadientes la mano que había estado acariciando el pelo de Emilia. La gente a su alrededor parecía estar mirándolos extrañamente.
Subaru ladeó su cabeza hacia la persona opuesta a él, que resultaba ser Felt.
_Subaru: ¿Qué es tan raro?
_Felt: No sé mucho de ti, nii-chan, o de ti, nee-chan, pero todavía siento distancia entre ustedes dos. Este tipo de interacción no tiene la más mínima atmósfera erótica. Parece que su relación no ha cambiado desde nuestra última reunión.
_Subaru: ¡Hoy en día no se estila ese tipo de flirteo! ¡Y no hay necesidad de sacar a relucir lo que pasó en la Capital, y me duele el pecho, así que detente por favor!
Subaru reaccionó de forma dolorosa ante las palabras de Felt. A lo largo del año pasado, sirviendo como caballero de Emilia, la autoconciencia de Subaru había aumentado lo suficiente como para ser consciente del estado de la relación entre ellos como hombre y mujer.
Probablemente, su relación era menos romántica que antes de que Subaru se convirtiese en su caballero.
Eso se debía en parte a la edad mental de Emilia. La madurez emocional de Emilia aún no había llegado a un punto en el que pudiera aceptar los avances románticos de Subaru. Así que el hecho de que ella se llevara bien con él no era nada significativo.
Su amor no se había desvanecido, pero la intención detrás de sus interacciones con ella había cambiado. Mientras no hubiera un cambio en lo que Emilia creyese que sentía por Subaru, su relación persistiría así, completamente intacta.
Al menos, Subaru comprendió que, aunque diese el primer paso, no lograría nada.
_Subaru: Digamos que este sentimiento podría ser algo parecido a lo que está pasando en la relación de Crusch-san.
_Crusch: ¿Mi relación?
Subaru suspiró distraídamente y apoyó la mandíbula contra su mano. Crusch le miró con una expresión de incredulidad.
Naturalmente, Crusch se había estado bañando con las demás mujeres, así que también estaba vestida con un yukata, el cual se puso obedeciendo las instrucciones de Ferris. El pecho que la antigua ropa de hombre había escondido era enfatizado ahora por la delgadez de su yukata. Sin su aura inspiradora, el rostro de Crusch era bello e inocente.
Crusch miró hacia un lado, mientras Subaru se frotaba la nariz con el dedo.
_Subaru: Sí. Aunque Ferris siempre se aferra a Crusch-san, se podría decir que no se ven como hombre y mujer, ¿verdad? Y el punto de partida entre ustedes dos está sólo un poco por delante de nosotros, así que tal vez tratamos a la gente que nos gusta de la misma manera.
_Crusch: Bueno, es un poco embarazoso cuando lo dices así. Jaja. ¿Verdad, Ferris?
_Ferris: Ferri-chan es devoto, aunque Crusch-sama rechace mi corazón.
_Crusch: …
Por un momento, la habitación quedó congelada por lo que dijo Ferris.
La sonrisa de Crusch se volvió rígida, y Ferris recibió su respuesta con una sonrisa.
Por cierto, Ferris también estaba vestido con un yukata, como si estuviera compitiendo con las chicas.
De todos modos, ahora no era el momento de pensar en eso.
_Subaru: Siento mucho haber revelado el secreto que descubrí. Bueno, supongo que es hora de comer.
_Crusch: ¡No huyas después de desenterrar una bomba como esa!
Subaru intentó redirigir el tema hacia la comida, una idea que fue inmediatamente rechazada por el grito de Crusch, quien tenía los ojos húmedos. Esto era realmente un problema, y Subaru no esperaba encontrárselo.
Y mientras Subaru miraba a su alrededor como pensando «Mmm, que debería hacer…»,
_Wilhelm: Ferris. Ten cuidado de no asustar a Crusch-sama. Tu lado más entusiasta y peligroso destaca más que antes.
Antes de que el silencio se volviera incómodo, Wilhelm interrumpió, y el estado de ánimo volvió a cambiar.
El anciano era el único hombre que vestía un yukata. Parecía que había estado en los baños termales justo después de que las mujeres se fueron. Tanto su postura como su yukata contribuyeron a restaurar la atmósfera armoniosa de la tensión anterior.
Si tuviera una espada a su lado, su imagen habría sido perfecta.
_Ferris: ¿Qué? ¿Por qué dices eso, viejo Will?
_Wilhelm: Un amor respetuoso, un amor atesorado, un amor romántico. El amor a menudo se da por sentado. Incurrir en confusión con el propósito de ocultar tus sentimientos es desagradable para los corazones inocentes. ¿No debería yo hablar con dureza sobre esto?
_Ferris: Hah, nyan. No lo digas tan severamente, cielos.
Al escuchar el fuerte sermón de Wilhelm, Ferris murmuró en voz baja y se acurrucó contra el hombro de Crusch.
_Ferris: Está bien. Obviamente era una broma, así que no se ponga tan nerviosa, nyan. Si Ferri-chan realmente fuese a molestar a Crusch-sama, sería un gran problema.
_Crusch: E-Exacto, ¿no? Uf. Estaba un poco asustada ya que no estoy acostumbrada, pero parece que he malinterpretado los pensamientos de Ferris.
_Ferris: —No, en absoluto.
Crusch suspiró aliviada, y una fugaz emoción pasó por los ojos de Ferris mientras la observaba, dejando a Subaru muy inseguro.
Esa compleja emoción era algo que no podía desvelar fácilmente.
Durante este año, Ferris fue quien tuvo que lidiar con la amnesia de su ama.
Durante ese tiempo, hizo todo lo que pudo, pero aun así se sentía preocupado y culpable, igual que Subaru. Aun así, su líder, que carecía de la base de sus recuerdos, necesitaba confiar en él, por lo que no podía mostrar ninguna confusión.
_Joshua: Los preparativos para la cena han terminado. Será servida ahora, ¿de acuerdo?
El personal del hotel acabó los preparativos en el momento perfecto: cuando la conversación llegó a su fin. Joshua, quien había estado sentado sin llamar la atención en un rincón hasta entonces, dio permiso para que el gerente trajera un flujo constante de comida.
Todos observaron cómo su comida estaba colocada en la larga mesa, sus miradas brillaban con asombro.
Sin embargo, Subaru tenía una razón diferente para sorprenderse.
Emilia y los demás se sorprendieron por la variedad de platos, muchos de los cuales nunca habían visto antes, mientras que Subaru se sorprendió por ver platos familiares.
Ya que no había mar en este mundo, habría sido casi imposible encontrar un plato así, pero Subaru inmediatamente fijó su atención en el plato de sashimi que tenía ante él.
_Subaru: Esto… ¿puedo comerlo tal cual?
_Anastasia: Supongo que no estás acostumbra'o, ya que nunca experimentarías este tipo de plato sin vivir cerca der agua. Er Pabellón Fluvial del Plumaje en realidad es famoso por esto.
El Sashimi no era lo único que reconocía Subaru. Había una variedad de platos japoneses colocados juntos en la mesa. En medio de toda la confusión, Anastasia empezó a llevar comida a su boca, y Subaru lo tomó como una señal para empezar.
Subaru inmediatamente fue a por el sashimi y la salsa de soja. Emilia y Beatrice, sentadas a su lado, exclamaron un «¡ah!».
Al tragar, Subaru se preocupó de que el pescado pudiera tener alguna clase de parásito; pero, teniendo en cuenta la clase de hotel y quién era la anfitriona, no era una preocupación plausible.
En vez de eso, Subaru simplemente se concentró en disfrutar de los sabores.
_Subaru: ¡Delicioso! ¡Ahh, ha pasado tanto tiempo desde que comí sashimi!
_Emilia: ¿E-Está delicioso?
_Subaru: Ni siquiera es una cuestión de si es delicioso o no, ya que se trata simplemente de un manjar. Tal vez se deba a su frescura, pero esto probablemente se convierta en mi favorito. Si aquí hubiera algo de vinagre de sushi y arroz, yo podría enseñarles cómo se hace el sushi.
_Emilia: Lo siento. No entiendo lo que dices. Pero, me alegro de que esté bueno.
Escuchando parcialmente el discurso a toda velocidad de Subaru, Emilia lo imitó y sumergió el sashimi en la salsa de soja. Mientras lo probaba, sus ojos color amatista se abrieron de par en par mientras cerraba sus manos emocionada, exclamando «¡Mmmm!».
Al ver la reacción de ama y sirviente, los demás también comenzaron a probar la comida.
Anastasia, quien se alejó decepcionada, relajó su mirada mientras observaba a Subaru y a Emilia, murmurando para sí misma «Qué remedio…».
A pesar de que algunas personas se perdieron la cena, los participantes pudieron divertirse en medio de su inquietud.
— Esta noche, con su luna brillante, el mundo compasivo e indulgente permitió esta paz.