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Pequeña señorita diablita: la esposa traviesa del presidente

—No me llevarás a la cama. Nunca. —¿Quién dijo que tenía que ser en la cama? —¿¡Qué!? No te atreverías a sacarme de la cama, ¡y no la compartiré contigo! —La única razón por la que te forzaría a salir es para poseerte en el piso. Apretó los dientes y fulminó con la mirada a su sonriente marido. —¡Que te den por culo! —refunfuñó. Luego de que los tabloides publican un artículo afirmando que el magnate de negocios Shen Yi es homosexual, su familia lo fuerza a tener citas y entablar una relación para desmentir las falsas acusaciones. Después de varios encuentros fallidos, Shen Yi conoce a Lu Xinyi, una huérfana que no tiene hogar luego de que su novio le traiciona con su mejor amiga. Con todo perdido Lu Xinyi aborda un crucero donde conoce a Shen Yi y hacen un pacto: ella fingirá ser su esposa a cambio él le cumplirá todos sus anhelos. Al convertirse en la joven señora de la poderosa familia Shen, Lu Xinyi se transforma en una mejor versión de sí misma. No solo para vengarse de aquellos que la lastimaron, sino también para intentar cumplir con el sueño frustrado de su padre: asistir a la escuela culinaria más prestigiosa del país, la Academia Silver Leaf. A través del amor y apoyo de Shen Yi, soñaba con salir victoriosa en cada batalla que le propusiese la familia que había abandonado tiempo atrás. Oh, ¡pero el amor por la comida puede ser, sin duda, peligroso! Mientras que Lu Xinyi y sus amigos luchan por sobrevivir a la competencia y los programas, más y mayores desafíos le esperan, poniendo su amor (por la comida y por Shen Yi) a prueba.

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Reapertura de Savory Alley (1)

Editor: Nyoi-Bo Studio

La visita no anunciada de su hermano y sus primos calmó un poco a Shen Lingqing. Con su presencia, pudo disfrutar de una comida con alguien cercano a ella. Los platos servidos hoy fueron asignados específicamente a los tres chefs, por lo que no necesitaba adivinar quién preparó la comida que iban a almorzar. 

Los platos llegaron cuando el personal trató a los invitados como clientes habituales. Solo necesitaban ser más conscientes de lo que estaban haciendo, asegurándose de verificar dos veces, tres veces, todo antes de sacar los platos de la cocina. 

Qiao Lian permaneció de pie junto a su jefe y observó todo. Se alegró de haber podido aliviar las preocupaciones de Shen Lingqing al invitar a su joven maestro aquí. 

Mientras tanto, aunque era obvio que todos estaban nerviosos, estaban haciendo un buen trabajo al realizar las tareas asignadas. No hubo problemas en el camino, ya que sirvieron los platos que los tres chefs prepararon en la cocina.