Capítulo 90: Arreglando todo

Después de mirar a la joven que había aparecido junto a la ventana como un fantasma, Xiao Yan susurró con sorpresa: "¿Qué hace ella aquí?"

"He he. Por su mirada, parece que ella tiene las mismas intenciones que tú." Yao Lao suavemente dijo con una sonrisa.

Frunciendo el ceño ligeramente, Xiao Yan escondió todo su cuerpo dentro de las sombras. De inmediato, pero con una vacilación preguntó en su corazón de nuevo: "La fuerza de Xun Er... ¿por qué es tan abrumadora? Mirando la velocidad a la que había aparecido, parecía comparable a la de un Da Dou Shi."

"Su verdadera fuerza es realmente lo que usualmente ves. Por ahora, está usando claramente una técnica secreta que le permite aumentar temporalmente sus fuerzas durante un período de tiempo. Teniendo en cuenta sus antecedentes, estar en posesión de una técnica secreta tan mística no es algo sorprendente." Yao Lao indistintamente dijo.

Al oír esto, Xiao Yan se sorprendió un poco y rió amargamente. Una vez más, su curiosidad interior sobre el fondo misterioso de Xun Er lo llevó a suspirar impotente. Sacudiendo la cabeza, dejó de pensar. Su mirada pasó por la cortina del lado opuesto y observó cómo se desarrollaba la extraña situación

Dentro de la habitación, el repentino fantasma con aspecto de Xun Er todavía tenía que atrapar la atención de Liu Xi. Por el momento, él estaba completamente sobrecogido por la lujuria y tenía su par de ojos mirando a la hermosa mujer en la cama. Sus manos estaban tirando de su ropa en una loca prisa.

En algún momento, la mano de Liu Xi, que estaba tirando de su ropa, se congeló. Como seis estrellas Dou Zhe, finalmente había sentido que había algo mal. Después de una breve vacilación, él lentamente giró su cuello y su mirada se dirigió a la ventana ampliamente abierta.

En la parte superior de la ventana había una joven dama con un vestido dorado perezosamente apoyada en el marco de la ventana. Un par de ojos llenos de una llama de color dorado observaban indiferentemente al hombre parcialmente vestido en la habitación. Flotando por encima de su mano blanca habia una llama de oro que orbitaba de una manera activa y encantadora, como un espíritu.

Liu Xi miró fijamente a la joven que estaba bañada bajo la luz de la luna. Él lentamente cambió su mirada hasta que aterrizó en su indiferente y exquisita pequeña cara. Dentro de sus ojos, surgió un sentimiento borracho. A pesar de la atmósfera errónea, Liu Xi no pudo evitar sentirse aturdido ante la cara perfecta y la disposición extraordinaria.

Después de estar en un aturdimiento, sin embargo, Liu Xi abruptamente dio la vuelta. Golpeando sus pies en el suelo, su cuerpo se disparó locamente hacia la entrada principal como una flecha suelta. En esta atmósfera extraña y con una fría sensación de estar cerca de la muerte, sabía que la repentina aparición de la joven no era una buena señal.

La habitación podría haber sido espaciosa, pero con la velocidad de Liu Xi, sólo necesitaba unos pocos segundos para moverse de la cama a la puerta principal. Al ver que la puerta de madera estaba al alcance, la felicidad brilló a través de los ojos de Liu Xi. Una vez que saliera de la habitación, podría llamar en voz alta para pedir ayuda. Una vez que Jia Lie Bi oyera sus llamados de auxilio, inmediatamente vendría a rescatarlo.

Por desgracia, justo cuando estaba a punto de tocar la puerta de madera, sintió un repentino dolor en sus piernas. Su cuerpo, que estaba corriendo a una velocidad extrema, se inclinó y se estrelló contra el suelo y Liu Xi tosió algunos de sus dientes rotos junto con la sangre que lo acompañaba.

Bajando la cabeza con terror, vio que dos agujeros ensangrentados de tamaño de puño habían aparecido inconscientemente en ambas piernas. El borde del agujero ensangrentado era completamente negro mientras emitía un tenue olor carbonizado.

"¡Alguien! ¡Hay alguien que quiere asesinarme!"

El dolor intenso de sus piernas casi provocó que Liu Xi se desmayara. Sin embargo, apretó los dientes y lo resistió. Luego abrió la boca y gritó lo más fuerte posible.

"Puedes dejar de gritar. La habitación está rodeada por mi aura. Nadie puede oírte." La jovencita, apoyada en el borde de la ventana, dijo con indiferencia. Una hoja de llama dorada se formó en la punta de su dedo mientras la levantaba. Parecía que la lesión en las piernas de Liu Xi fue causada por esta cuchilla llameante.

"Tú... ¿Qué piensas hacer? ¿Qué deseas? ¿Dinero? ¿Medicina? Te puedo dar cualquier cosa mientras me dejes ir." Mirando a la joven con terror, el rostro de Liu Xi estaba completamente blanco. Ante la muerte, su lujuria fue finalmente suprimida.

Mirando impasiblemente al lisiado Liu Xi que se retorcía en el suelo, la joven saltó ligeramente de la ventana. Con pasos lentos y continuos, caminó hacia Liu Xi.

Observando a la Xun Er que había saltado ligeramente de la ventana, Xiao Yan se dio cuenta de que su cabello, que normalmente terminaba en su cintura, se había alargado y extendido hasta el fondo. Al parecer, esto era otro efecto del método secreto.

En la espaciosa habitación, la joven que vestía el elegante vestido dorado siguió dirigiéndose hacia Liu Xi, que gimió en el suelo. Cuando ella estaba frente a él, detuvo sus pasos, bajó la cabeza y sonrió de repente. La sonrisa instantánea hizo que el corazón de Liu Xi saltara violentamente.

"¿No querías capturarme?" La voz ligera de Xun Er se llenó de frialdad mientras se bajaba.

Liu Xi tragó su saliva. Su rostro estaba lleno de sudor frío que provenía de su miedo.

"Realmente no me gusta matar..." Al ver el terror afligido de Liu Xi, Xun Er suspiró de repente.

Al oír esto, una débil esperanza apareció en los ojos de Liu Xi. Sin embargo, antes de que él pudiera pedir clemencia, la súbita frialdad que apareció en el rostro de la joven le envió a una desesperación aún mayor.

"No me molesta ni un poco su mirada inútil. ¿Pero por qué lo insultaste? ¿Qué derecho tienes para insultarlo? Puede que no tome en serio a la basura, como usted, dijo, pero no puedo permitirlo. ¡Realmente no puedo!" Mientras la voz de la joven se volvía abruptamente fría, la cuchilla de la llama dorada por encima de su dedo se soltó repentina y violentamente. Se transformó en un relámpago dorado y penetró en el pecho de Liu Xi. Al instante apareció un agujero sangriento.

Habiendo recibido un golpe fatal, el cuerpo de Liu Xi se contrajo repentinamente. Su rostro blanco se fue oscureciendo lentamente mientras sus ojos ligeramente sobresalientes parecían aterradores.

Después de mirar indiferentemente al cadáver sin vida, Xun Er se levantó y suspiró ligeramente. El frío rostro mostró un desamparo mientras susurraba en voz baja: "Si no estuviera preocupada de que Xiao Yan Ge-ge me acusara de ser una loca, el Clan Jia Lie habría desaparecido hace mucho tiempo de la Ciudad Wu Tang. Todas estas molestas cuestiones no habrían aparecido si eso hubiera sucedido... "

Sacudiendo la cabeza, la mirada de Xun Er barrió aleatoriamente la habitación antes de girar su cuerpo. Cuando volvió a aparecer, ya estaba junto a la ventana. Con un ligero salto, desapareció en la noche.

"Ze ze, pensar que esta chica que parecía ser tan gentil y suave es realmente decisiva cuando se trata de matar a la gente. Hehe, parece que has encontrado algo precioso." La voz burlona de Yao Lao sono desde el corazón de Xiao Yan poco después de que Xun Er se fuera.

Amargamente sonriendo mientras sacudía la cabeza, Xiao Yan suspiró una vez más. "Parece que he hecho un viaje inútil esta noche."

"Je je. Eso es difícil de decir. Aunque esa chica fue despiadada en su ataque, es demasiado joven y carece de experiencia." Yao Lao habló con una sonrisa.

Al oír esto, el sorprendido Xiao Yan inmediatamente preguntó: "¿Qué quieres decir?"

"Solo mira..." Yao Lao sonrió misteriosamente antes de calmarse.

Al ver la actitud de Yao Lao, Xiao Yan sólo podía sacudir la cabeza y seguir escondiéndose en la oscuridad. Su mirada observó todo en la habitación.

La habitación oscura, con excepción de la respiración de la sirvienta, estaba completamente tranquila.

Xiao Yan esperó en silencio durante más de diez minutos. Justo cuando comenzaba a fruncir el ceño, los ojos del cadáver caído de Liu Xi se movieron.

Al lado de la puerta, las manos del originalmente sin vida Liu Xi habían comenzado a moverse ligeramente. Un momento después, los ojos cerrados se abrieron lentamente mientras el gris de su rostro también había desaparecido.

"Si..." Mirando el agujero sangriento en su pecho, Liu Xi tomó en una respiración fría y ligera. Sus ojos estaban llenos de odio. "Maldita mujer. Si no hubiera robado esa "Píldora de la Tortuga" al maestro cuando me fui, realmente habría perecido aquí.

Alargando la mano con gran dificultad, Liu Xi extrajo una botella de jade del bolsillo de su pecho. Se sirvió un poco de polvo blanco en su herida antes de tomar una píldora verde pálido y la tragó sin vacilar. Después de completar esta simple acción, el rostro de Liu Xi se volvió pálido.

"Probablemente tomará al menos medio año para recuperarse de esta seria lesión. Mañana, pediré al clan Jia Lie que me envíe de nuevo e invite a mi maestro. Con la ayuda del maestro, el Clan Xiao no tendrá buenos días. En ese momento, voy a torturar a esa mujer hasta que muera." Liu Xi apretó siniestramente los dientes. Su rostro estaba lleno de maldad.

"Siento interrumpir, pero tal vez no tengas la oportunidad de regresar..." Mientras Liu Xi estaba imaginando cómo proceder, una súbita voz con un toque de risa repentinamente estalló desde dentro de la habitación.

La repentina voz hizo que Liu Xi se congelara. Su rostro cambió cuando se volvió con gran dificultad.

Una figura que estaba enteramente cubierta con una capa negra emergía lentamente de las sombras.

"Qué despreocupada. Al final, todavía tengo que poner fin a todo esto. La voz de un joven escapó de debajo de la capa negra. Su palma estaba ligeramente estirada y una llama Celestial blanca emergió lentamente.

"¿Una llama celestial?" Al ver esta extraña llama blanca, los ojos de Liu Xi se estrecharon y él involuntariamente gritó horrorizado.

"Enhorabuena, tienes razón. Aquí tienes tu recompensa."

Con una sonrisa, el hombre encubierto negro hizo un gesto con la mano. La tenue llama blanca dejó instantáneamente su mano. Con la velocidad del rayo, cubrió a Liu Xi, quemándolo en un montón de cenizas en un abrir y cerrar de ojos; Liu Xi ni siquiera tuvo tiempo de gritar.

A partir de ese momento, el alquimista conocido como Liu Xi desapareció del continente.

Aplaudiendo fríamente sus manos, el hombre cubierto de negro agitó sus manos una vez más. Un viento arrastró las cenizas por el suelo, dejando un piso limpio. Luego, se alejó lentamente de la ventana, se elevó en el aire y aceleró.

Sin alertar a nadie, el hombre envuelto en negro abandonó rápidamente la casa del Clan Jia Lie. Sus pies tocaron ligeramente el techo de una casa y justo cuando saltó durante un par de docenas de metros, de repente se detuvo. Incesantemente suspirando, él alzó gradualmente la cabeza.

En el borde de una torre al lado había una joven dama con un vestido de oro que balanceaba al azar sus pies blancos como la nieve. Con los ojos puros que contenían una llama dorada, miraba perezosamente el hombre vestido de negro en el techo.

"¿Quién eres tú?"

El dedo de la joven tocó suavemente el cabello negro que la brisa de la noche levantó al levantar su delicada barbilla. Su voz ágil reverberó a través del pequeño espacio que los rodeaba.