La verdad!

Li Xuekai estaba tan enfurecido que todo su cuerpo temblaba. —¿Incluso consideras cosas que el Anciano Feng ni siquiera ha decidido por él? Li Xuelei, te aconsejo que te largues. De lo contrario, haré una solicitud a la Familia Li y te echaré fuera!

Li Xuelei soltó una carcajada sarcástica. —¿Hacer una solicitud? Sin Xue Xi, ¿quién crees que eres? Déjame decirte, el Anciano Feng ya no la quiere. ¿Por qué sigues protegiéndola? ¿Planeas ser expulsado de la Universidad Huaxia con ella?

Feng Xingshen todavía estaba en mal estado de salud y se veía desanimado. Si Zhou Hong no lo estuviera apoyando, Feng Xingshen se habría caído al suelo.

Temblando, caminó hacia adelante. Zhou Hong sostenía el certificado de premiación.

Justo cuando ambos llegaron a la entrada del laboratorio, escucharon las palabras de Li Xuelei. Feng Xingshen reprendió de inmediato, —¿¡Quién se atreve a sacar a la Hermana Xi de la Universidad Huaxia?!

Li Xuelei se quedó estupefacto y se dio la vuelta.