Xue Xi apretó su agarre sobre el ratón.
Observaba fijamente la pantalla del ordenador. ¡Juraba que esta era la escena más extraña que había visto en su vida!
—Hermana Xi, ¿qué pasa? —A su lado, Xie Yingying sentía que algo no estaba bien. Al preguntar, se acercó para mirar la pantalla del ordenador de ella.
En el momento en que miró, Xue Xi cerró rápidamente la ventana y el ordenador.
Se levantó. —Nada.
Xue Xi bajó la mirada y respiró profundamente.
Finalmente entendió por qué Jing Fei había dicho que Liu Zhao se había suicidado.
Xue Xi primero fue al balcón y se lavó la cara con agua fría. Después de calmarse, se dio cuenta de que había un mensaje de WeChat en su teléfono. Era de ese número desconocido: "Presidenta, el club se reunirá mañana. ¿Podrá venir y conocer a todos?"
Xue Xi miró este mensaje.
Un escalofrío recorrió su espina dorsal.
Sentía que si realmente iba a ese lugar, probablemente abriría otra puerta en el mundo.
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