81. Agotado

—Noah retrocedió apresuradamente enviando a Assea delante de él para bloquear el asalto de las bestias.

Para entonces, estaba acostumbrado a luchar mientras resistía el dolor que Assea sufría.

El cuerpo de su compañero de sangre fue destrozado pero se recomponía al instante y atrapaba a uno de los enemigos en una pelea feroz.

Noah podía derrotar a una bestia de rango pico 3 solo, así que simplemente eligió dividir la atención de los dos topos rabiosos entre él y Assea.

El cuerpo de Assea continuó siendo herido y roto, no había forma de comparar su fuerza con la de la bestia.

Sin embargo, uno de los puntos fuertes del compañero era su recuperación.

Assea continuó perdiendo cada choque con el topo pero nunca permitió que su oponente atacara a Noah.

Por otro lado, Noah estaba liberando torrentes de hojas de viento sobre su enemigo.

El dolor que sentía debido a su compañero no era nada que no pudiera soportar.

La batalla se prolongó durante más de veinte minutos.

A pesar de que Noah tuvo la ventaja todo el tiempo, su oponente seguía siendo un rey entre las bestias de rango 3.

Su resistencia era inmensa y resistía herida tras herida que él lograba infligir.

Noah no dejó que descansara ni un instante mientras continuaba golpeando intentando asestar un golpe fatal.

Inevitablemente, ese momento llegó.

El topo estaba cubierto con decenas de cortes, ninguna sangre salía de sus heridas pero los efectos de las lesiones todavía se mostraban en él.

Sus patas llegaban con un segundo de retraso y la cuchilla de Noah pasó a través de sus defensas.

—FFFFFFF

El suave sonido de su cuerpo convirtiéndose en humo llegó a los oídos de Noah y no dudó en volverse y cargar hacia la bestia restante.

Assea sólo estaba actuando como un muñeco de entrenamiento mientras seguía cargando desinteresadamente contra el topo.

Cuando Noah dio la orden, se enroscó alrededor de la bestia sin importarle que su cuerpo se rompiera continuamente.

Noah aprovechó la restricción de la bestia y cortó su cuerpo por la mitad con un doble golpe de sus sables.

La ronda había terminado y Noah se sentó en el suelo para meditar.

Aunque logró salir ileso, se había agotado una gran cantidad de su "Aliento".

Durante la batalla anterior, tuvo que alimentar el cuerpo de Assea con "Aliento" líquido porque el gaseoso de su cuerpo no podía mantener el ritmo de la intensidad de su pelea.

—¿Por cuánto tiempo seguirá esto? Estoy bastante seguro de que incluso Lena podría haber ganado la última ronda sólo gracias a sus pociones.

Los estándares de esta prueba debían establecerse teniendo en cuenta las edades de los candidatos.

Noah sabía que su mayor ventaja en la prueba era que podía desviar la atención de algunos enemigos a su compañero de sangre, la dificultad numérica de la prueba se reducía a la mitad para él.

Si no hubiera sido por la presencia de Assea, la batalla anterior muy probablemente habría sido la última.

—No puedo seguir mucho más tiempo, ¿qué tipo de requisitos tenía este cultivador cuando configuró la dimensión?

Cuando los diez minutos terminaron, tenía menos de ciento cincuenta ataques disponibles.

Sintió algo cargando contra él y abrió los ojos mientras saltaba en retirada.

—Esta será mi última ronda. No pudo evitar pensar en eso al ver cuatro topillos rabiosos de rango pico 3."

—Noah tomó una profunda respiración —su figura en el mar de conciencia sujetaba la runa con fuerza—, lista para romperla en cualquier momento.

Las bestias mágicas avanzaron a alta velocidad y en cuanto llegaron a él, estiraron sus uñas para asestar un golpe poderoso.

Treinta y dos cuchillas grises atravesaron el aire hacia su posición, una por cada dedo de las bestias.

Noah esperó hasta que las puntas de las garras estuvieran a unos centímetros de su cabeza para llamar a Assea.

Entonces, el enorme cuerpo de una serpiente apareció en su posición.

Su cuerpo fue perforado y cortado en muchos puntos por los ataques hasta que no pudo soportarse más y se destrozó, sin embargo, no había nadie en la ahora vacía zona donde Assea estaba anteriormente.

En cambio, apareció debajo de uno de los topos, listo para blandir sus armas.

Las bestias reaccionaron e inclinaron sus garras para reducir a pedazos al humano que había debajo de ellas.

Se dejaron marcas profundas en el suelo ya que los topillos no tuvieron tiempo de retraer sus uñas, pero antes de que pudieran golpear al joven, el cuerpo de la serpiente reapareció ralentizando los golpes.

El cuerpo de Assea se destrozó de nuevo pero de su figura desaparecida, dos sombras salieron volando.

Una de ellas era Noah, que se estaba retirando con una ligera herida en su espalda.

La otra era un corte de viento que golpeó uno de los dedos de los topillos y lo cortó directamente!

«Quedan treinta y uno» —pensó Noah.

Las bestias tipo topo eran generalmente más débiles que las tipo serpiente, sus cuerpos no eran tan fuertes y su único método de ataque era a través de sus garras extensibles.

Noah no podía ganar en una batalla frontal así que decidió destruir sus armas para disminuir su peligrosidad.

Sin embargo, para lograr esa hazaña tuvo que sacrificar continuamente el cuerpo de Assea alimentado con "Aliento" líquido y todavía no podía evitar ser golpeado de vez en cuando.

Noah sonrió inconscientemente, un aura fría radiaba de él mientras su concentración alcanzaba su punto máximo.

«Un error y pierdo. Si me quedo sin "Aliento" pierdo. ¡Así es como debería ser una verdadera batalla!» —pensó Noah.

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Casi una hora después.

En la habitación subterránea, un joven y cuatro topos se miraban mutuamente.

Los cuatro topillos tenían todos sus dedos cortados de sus patas y asumieron una postura de cuatro patas para cargar contra el humano frente a ellos.

Por otro lado, Noah respiraba pesadamente, su tez estaba más pálida que nunca y las incontables heridas en su cuerpo goteaban sangre en el suelo.

Dentro de su mar de conciencia, la figura de Assea estaba agrietada y necesitaba recuperarse —ese día su cuerpo había sido destruido tantas veces que los daños se habían extendido hasta la esfera mental de Noah.

Las bestias ya no tenían sus garras, así que optaron por atacarlo con sus cuerpos desnudos.

Comenzaron a cargar y abrieron sus bocas listas para morder al pequeño humano.

Noah seguía sonriendo y miraba a las bestias que se acercaban con una mirada tranquila.

Cuando los topillos saltaron sobre él, sus sables se movieron y liberaron los últimos ocho ataques que su dantian era capaz de proporcionar.

Los cuatro fueron golpeados por dos golpes cada uno mientras estaban todavía en el aire y sus cuerpos fueron cortados de arriba abajo por los golpes finales de Noah.

Lo que golpeó a Noah fue solo el humo de las bestias disolviéndose.

Se dejó caer de rodillas completamente drenado de cada pedazo de energía, no vio que el halo generado por las runas se estaba volviendo más intenso."