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Capitulo II

¡¡AHHHHHHHH AHHHHHH!!! ¡¿YO MORI?! ¡¿PERO COMO?!

Uf! Ah! Uf Ah!

Desperté asustado.

¡Siento que mi corazón bombeara a mil revoluciones por segundo!

Uf! Ah! Uf Ah!

¿Qué fue lo que paso? 

"! mi cabeza! ¡duele mucho! ¿Qué fue lo que paso?" me queje, mientras trataba de calmar mi palpitante cabeza.

*silencio*

Luego de que el dolor menguara, me incorpore enseguida y mire con sumo detenimiento donde estaba. Mis ojos no podían creer que lo que estaba viendo, estaba devuelta en aquel lúgubre cementerio.

"¡¿Otra vez aquí?!" exclamé a todo pulmón. "¿Pero si yo... morí?" declaré mientras mi voz quebraba. "Esto es extraño, ¿cómo es posible que haya vuelto a la vida? ¿Será que esto es una especie de purgatorio? ¿Eso quiere decir que antes de venir aquí... yo... morí?" concluí con total desánimo.

Me incorporé lentamente y me aproximé a la lápida que se alzaba a mis espaldas anteriormente. Con cada paso, una sensación de inquietud recorría mi cuerpo. 

Al llegar, con temor y asombro, acaricié la fría superficie de la lápida. Mis dedos sintieron cada inscripción y relieve tallado en la piedra sepulcral. Un escalofrío me recorrió cuando mis yemas rozaron mi propio lapida con mi grabado en ella. La fecha de mi supuesto fallecimiento estaba claramente marcada, y no había duda de que todo estaba exactamente igual que lo recordaba, todo se repite.

*GARG GARG* *GARG GARG*

Súbitamente un cuervo se posó por encima de la lápida y grazno con tan estridente canto. Me aleje, obviamente, no queriendo saber nada de lo que esta emplumada criatura estaba augurando con su canto.

Si morí, entonces quiere decir que tengo la facultad para poder volver de entre los muertos, tal como lázaro hizo, ¿tal como subaru? ¡Espera!... ¿eso quiere decir que estoy en otro mundo? Pero si es así, ¿Por qué luce tan diferente a lo esperado? ¿No se supone que seria colorido y jovial y no tan lúgubre y deprimente? 

"el cielo se va tan distinto, más opaco" dije mientras paseaba por el sitio.

Entonces mientras seguía alcance ver a lo lejos, a la misma anciana que hacia un tiempo atrás seguí para poder salir de este lugar.

Todo tan igual, tan aterradoramente igual. Ahora bien, si tengo la capacidad para hacer dicha cosa, eso significa que ha de haber un límite ¿no?

Hay historias en donde vuelves al mismo punto de partida como si de un juego se tratase, pero ¿Cuál sería, entonces, el punto de guardado? ¿cambiaria? Si es así ¿Qué debería de hacer? ¿será todo esto obra de un demonio? ¿tengo la habilidad, pero, por cuánto tiempo?

Muchas preguntas, pero cero respuestas. Si es que llego a encontrar las respuestas, espero y no sean tan desalentadoras. Si me entero que las vidas son limitadas no sabría qué hacer.

Tal parece que la gente de aquí son muy barbáricas en su actuar, aquellos asesinos…

¡buagh! *jadeo *jadeo

Recordé.

Recordé como murieron aquellos niños, de una forma cruenta y fría; "malditos desalmados" muiste con impotencia, sin embargo, no pude hace nada más que correr por mi vida.

Si he vuelto al mismo punto de partida, será posible poder salvarlos. No obstante, ¿Qué puedo hacer yo, si ni siquiera se blandir una espada? No parece ser que además de revivir y reaparecer, tenga mas habilidad útil. 

Además, ¿en verdad debería salvar a unos extraños, que incluso me trataron de la peor manera? No soy un héroe para dar mi vida y mi ignorancia con respecto a esta habilidad y a este mundo me genera incertidumbre ¿que si doy la vida por el extraño ingrato que no conozco, ni su nombre se y no consigo ganancia alguna?

Decidí explorar la zona más a profundidad.

Así que decidí aventurarme más allá de los confines del cementerio. Observé con detenimiento y finalmente noté que este lugar se encontraba enclavado en una llanura, rodeada por un denso bosque que creaba una especie de frontera natural. Los barrotes que limitaban mi paso impedían cualquier avance hacia el interior del bosque, pero, con un poco de paciencia y de tanto caminar, logré identificar un pequeño hueco en la pared. Con cuidado, me deslicé por ese estrecho pasaje, ansioso por descubrir lo que yacía más allá.

Seguí avanzando para tener una mejor vista, pero a medida que avanzaba el suelo se hacía más resbaladizo e inclinado. 

Sin dudarlo, me retuve y pensé en otra forma de ver más allá de la gran arboleda; así que, escalé el rojizo árbol otoñal más cercano y fui hasta la parte más arriba de esta. 

Esto me trae muchos recuerdos a mi tierra. 

Finalmente, arriba.

"woah…" solté con asombro "así que si es otro mundo" declaré boquiabierto mientras miraba el paisaje.

Era un lugar de exuberante vegetación, donde una pendiente descendía cubierta de árboles frondosos. La primera fila de abedules y cerezos estaba teñida de un vibrante rojo, mientras que las dos filas posteriores, más distantes, exhibían un tono amarillento que contrastaba maravillosamente con el rojo. 

En el centro, se extendía un amplio pastizal sin la presencia de ningún árbol, como si fuera un agujero en medio de un tapiz.

Sin embargo, lo que más capturó mi atención fueron las imponentes faldas montañosas que se alzaban con picos afilados, creando un marcado contraste con la planicie del terreno. Estas formaciones naturales actuaban como una barrera natural, añadiendo un toque majestuoso pero singular al paisaje.

Luego, volví mi mirada hacia la derecha y divisé a lo lejos una serie de muros de piedra caliza que se alzaban, apretujados entre sí, como guardianes que resguardaban la ciudad por la que había caminado previamente. Esta ciudad se extendía ante mis ojos y de ella se erigía, un objeto puntiagudo que sobresalía, brillando con una misteriosa luz azulada.

Al observar con detenimiento, quedó claro que el cementerio y la ciudad estaban enlazados por un estrecho corredor de terreno montañoso que, de manera estratégica, se asentaba sobre una gran loma. Esta loma estaba rodeada por una densa arboleda, creando una especie de vínculo natural entre ambos.

"entonces si este es otro mundo y puedo volver de entre los muertos, entonces tomar otro camino puede cambiar el curso de las cosas, la cosa es porque a mí? De entre todos… viendo que aún no anochece, tendré que hacer algo" dije mientras bajaba de aquel árbol. En seguida me dirigí hacia la ciudad, siguiendo nuevamente a la anciana. Entonces, luego de un lapso siguiendo tan cerca a la veterana llegue a ver como esta se adentraba camino abajo entre la arboleda.

"ahora entiendo como es que desapareció" concluí aliviado sabiendo que no era un fantasma o algo parecido y que solamente era una anciana cualquiera, aunque un poco espeluznante.

Ahora bien, avance hasta estar finalmente en la salida, proseguí y me encontré nuevamente con las paredes y edificios junco con cada calleja respectivamente, decidí omitir el camino principal que tome, aquel que tenía un pasaje más ancho y me decante por los otros.

"aunque igual y todos se parecen" bromee un poco mientras vigilaba mis pasos con cautela, puesto que este pasaje estaba abachado y escabroso, llegando finalmente a un callejón sin salida, de nuevo.

"es en serio?" exclame con pesadez. "probemos otro entonces" continúe.

Fui e hice exactamente así, pero parecía que la mayoría tenían callejones sin salida o algunos pasadizos si tenían un portón por donde pasar, pero resultaba estar sellada

"con este ya van tres" dije mientras descansaba un poco las piernas en el suelo. "tal parece que el sol se ha ido por un rato… será que poder salvarlos?" pensé por un momento mientras miraba el descapotado cielo.

GRRR…BRRR… GRRR…

"tengo hambre, no he comido nada desde que llegue aquí" exprese mientras me incorporaba del suelo y reanudaba mi cometido.

Finalmente, luego de deambular por un buen tiempo, di con un pasaje cuyo portón estaba entre abierto y decidí entrar, no antes, asegurarme que no haya realmente algún ocupante en este sitio.

"Con su permiso…"

Sandra la cabellara casta

El traqueteo del piso y el golpecito que doña Marita da, perturban mi sueño.

 TOC TOC!! TOC TOC!! "a levantarse!! ya es hora jovencitas! ¡Fuera de las camas!" grita Marti "ya vamos vieja Marti" replica mi compañera Sonia "no se puede creer" se queja doña Marti mientras abre la puerta y despeja la colgadura de la ventana en donde toda su luz pega directamente a mi vista. "nana Marti dijimos que ya iríamos" me queje toda soñolienta "siendo ustedes caballeros de la cofradía debería darles vergüenza que yo las tenga que levantar, ya no son niñas!" refunfuño doña Marti mientras recogía la canasta de arrapos sucios y salía de la habitación dando una última advertencia "os digo ya, que don Abraham se enterara de esto"

Después del estruendoso portazo que doña Marti dio, me incorporé de la cama. Mientras me preparaba para el día, me acerqué a la palangana de agua situada en la cómoda y lavé mi rostro. Mientras me vestía, llamé a Sonia para que se despertara: "Vamos, Nía, tenemos que irnos ya. Hoy es nuestro turno de trabajar".

Sonia, aún envuelta en la cálida cobija, respondió con un tono somnoliento: "¿Por qué tenemos que trabajar hoy, justo en un día festivo? Hace frío y es muy temprano".

Luego volteo y siguió, "Esto es injusto. Nuestra vida no debería ser así". Sus palabras me molestaron un poco, pero le dije: "¿Terminaste ya? Pues vístete rápido que te estaré esperando abajo". Luego, añadí con cierta urgencia: "Apúrate antes de que el desayuno se enfríe, si es que todavía nos queda comida. Doña Marti puede ser bastante fastidiosa, la verdad".

Sonia refunfuñó un poco más y luego aceptó resignada: "De acuerdo, me apresuraré".

Mientras bajaba las escaleras de la posada donde residía, la pequeña Noelia me recibió con un caluroso abrazo "hermana Sandi" "uy cuidado jovencito, ¡como así estas tan animada hoy!" dije mientras desprendía a Noelia de mí. "la peque acaba de empezar su primer día en la academia!" anuncio doña Marita "bien por ti gran hechicera!" le dije mientras le pellizcaba sus lindos cachetes. "bueno me tengo que ir, nos vemos hermana Sandra y abuela" dije Noe mientras abría la puerta "espera Noe, llévale el desayuno al joven Lio" pidió doña Marti mientras le extendía una bolsa a Noe "Aww es tierno que le lleves a tu novio su comida" vociferé, molestando a Noe. "el!! ¡¡No… es mi… aun me tengo que ir!!"

Y se fue.

"oh los niños… crecen tan rápido" musito doña Marti ", ya se levantó la haragana de Sonia?" pregunto mientras ponía los platos sobre la mesa. "quien sabe, quizás y anda por el quinto sueño" me reí al finalizar. "me pregunto qué haría por si sola" declaro consternada doña Marti. "vamos vieja Marti, tampoco soy un caso perdido" respondió Sonia cuando bajo las escaleras, "además si pudiera, me conseguiría a un hombre que me trate como a su reina" continuo. "ha si aun pudieras, dudo que el condenando ese sea tan tonto para hacerte caso" bufo doña Marti mientras nos servía nuestra respectiva taza de café. "mmm… no hay nada como una buena dosis de cafeína" resolvió Sonia.

Bueno no esta mal, aunque seamos hermana de la castidad, se puede aun vivir una vida tranquila y despreocupada. "aj por cierto, ya je fue Noe viea Marti?" consulto Sonia mientras tenía la boca llena. "se fue mucho antes de que pusieras un pie fuera de la cama señorita" contestó Marti muy cortante, "aw que mal, tenía que darle algo" menciono con cara apenada, "en fin sea lo que querías darle, puedes hacerlo una vez regrese de la academia" exprese mientras terminaba de desayunar, "además, los huevos y el tocino estuvieron delicioso como siempre doña Marita" finalice mientras dejaba la mesa. "pero lo que quería dar era un amuleto de madre" termino mientras sacaba de su bolsillo un colgante de jade.

"Bueno entonces apresurémonos para terminar el día lo antes posible, así puedas entregarle ese pendiente después"

Las calles lucen muy vacías hoy, tal parece que la gente se resguardo en casa por la conmemoración, aunque eso sí, hay personas que tienen que trabajar o estudiar hoy, mujeres que llevan a sus hijos a la academia, despidiéndose de sus maridos y jóvenes que en grupos se dirigen a la academia Raule & Sacres.

"cuídense y pórtense bien" "esta bien mama, no tienes que hacer tanto drama tan temprano" "no te preocupes querida, un golpe u otro no les vendrían mal a los peques"

"bueno solo no te metas en problema" "adiós mis amores"

"wuacala… ahí está Moni presumiendo como siempre" se quejo Sonia mientras aceleraba la marcha para evitar tal empalagosa escena, "vamos no esta tan mal, nuestra vida también tiene cosas buenas, servirnos al reino y protegemos a la humanidad de los demonios" exprese con tal de animarla.

"no ha habido demonios desde la última expedición hace treinta años, hemos estado temiendo por más de mil años sobre demonios que quizás y estén ya muertos" replico Sonia en un tono exasperante, "además como si fuera poco, nos prohíben tener cualquier tipo de relación con cualquier chico" concluyo.

"así que eso es lo que en verdad te molesta?" le respondí un poco decepcionada por su falta de compromiso. "pero es que es injusto, yo no escogí nacer con la maldición" manifestó con pesadez mientras arrastraba sus pies con desgano.

"ya casi tenemos 30 Sae, no te molesta que nunca dejes un legado como las demás?" me pregunto con una afligida mirada , "no es que no lo haya deseado alguna vez" digo "lo vez!" ella interrumpe "pero… hay cosas que no podemos controlar y hay que aceptarlas tal como son, además las reglas son las reglas, o ¿prefieres que tu cabeza este sobre una canasta?" finalice mirándola fijamente, sé que ella hacía mucho que quería tener un niño. Pero se nos instruyo a nunca pensar en formar un vínculo afectivo con el sexo opuesto o siquiera tener una familia. 

Nosotras somos la hermanda de las Guerreas Castas, somos la espina dorsal del reino, la última esperanza.

O así dicen

"hubiese deseado ser una hechicera como Noe o un recolector como el tío Raule, incluso siendo una cazadora sería mucho mejor, pero no, al final una sanguisbellator"

"o vaya sorpresa pero si son Sandra Cortez y Sonia Alsasue, hacía mucho que no las veía!" una vos provenía a lo lejos " o no aquí viene Moni" murmuro fustigada Sonia. "ey Moni, años que no te vemos! ¿Cómo te ha ido en tu pequeño nido de amor?" "hola moni" "estamos bien, gracias por preguntar, me alegra que ustedes se vean tan bien, no han cambiado mucho" "si eso si es verdad" "y que hay de ti Sandra? ¿Como te ha ido últimamente en la cofradía? Oí que estabas pidiendo un cambio de mando a uno de los cuatro reinos del norte" husmeo Moni con una total falta respeto al espacio personal. "eh? "¡¿En serio, por qué no me lo dijiste?!" exclamó Sonia, visiblemente preocupada.

Le contesté con sinceridad: "Sí te lo dije, pero parece que nunca prestas atenciones cuando hablo". En ese momento, Moni, tratando de aliviar la tensión, sugirió: "¿Qué les parece si les robo un minuto de su tiempo y entran a tomar una taza de té?" 

"no lo creo, estamos de guardia y estamos demasiados ocupadas" le respondí "así es! No tenemos tiempo para algo tan trivial" continuo Sonia "tonterías, venga entren y siéntanse como en casa, solo va hacer por unos momentos" 

El lugar era pequeño pero acogedor, la cocina y el comedor estaban en una sola habitación mientras que la sala de estar era un pequeño rinconcito amueblado con viejos sofás y además de cachivaches y bártulos al costado de cada asiento.

La traqueteante escalera daba hacia las dos habitaciones de arriba ubicadas en paralelos entre sí. 

entonces, nos sentamos y esperamos a que Moni nos sirviera él te. Como era costumbre para nosotras, mas 12 años habíamos visitado a moni y su esposo, además el ya no pequeño Tobías, que al igual que Noe iniciaban hoy sus clases.

"que viejos recuerdos" declaro melancólica Moni, "recuerdo la vez que Sonia intentaba escapar de las clases del Profesor Daule" "pero fue pillada en el acto "continúe aguantándome la risa "ey porque se están burlando de mi" se quejó Sonia "éramos inseparables hasta que…" moni se detuvo con una mirada al vacío "está bien moni… fuimos escogidas para servir a un propósito mayor" le dije "si mujer, no es como si no hubiera otra opción, solo lo aceptamos y ya" replico Sonia en un tono seco y rendido intentado animarla, pese a que le disgustaba la idea, hacía mucho acepto su destino.

"pero que estoy haciendo, deprimiendo el ambiente de tal manera ejjeej que tonta de mi parte" dijo mientras se levantaba. "iré a preparar mas te" finalizo mientras se desvanecia por una de las puertas traseras de la casa.

"dios eso fue muy…de ella" bufo Soni mientras se reclinaba en la mesa, encima de sus brazos; "la verdad, siento que le afecta el hecho de que sus dos amigas ya no son mas que extrañas para ella" "llevamos cargas totalmente dispares entre sí" exprese mientras dejaba el te sobre la mesa.

Ambas nos quedamos esperando a que Moni apareciera, aunque se que ella esperase que nuestra estadía fuera mas prolongada, me temo que tendré que pedirle que no necesitamos más te.

"si se que demora" soltó Sonia, impaciente de esperar tanto.

"tienes razón, porque…"

KYAHHHHHHHH!!

"QUE SUCEDE?!" di un súbito salto y me encaminé a galope para ver si Moni estaba bien.

Al llegar donde ella, me la encuentro echada al suelo, inmóvil del miedo, como estatuilla de mármol, esforzándose por buscar la palabra que se le escapada; terminando de decir

¡¡UN DEMONIO!! ¡¡UN DEMONIO DE LA PLAGA!! HAY UN DEMONIO DE LA PLAGA

Cuando termino de pronunciar las palabras, fui y caí aterrorizada igual que moni, era la primera vez que veía a uno, después de tanto tiempo.

"¡Un Demonio de la Plaga! ¡Uno de verdad!" exclamé, asombrada por la visión ante mí.

Observé al demonio detenidamente. Aunque su comportamiento parecía pasivo, no cabía duda de que se trataba de un demonio de la Plaga. Su cuerpo putrefacto estaba cubierto de pústulas y protuberancias, sus cuernos afilados se alzaban amenazantes, y sus ojos brillaban en un tono azul fosforescente. Era extraño, ya que recordaba de mis lecciones que sus ojos solían ser rojos, pero eso parecía un detalle menor en ese momento. 

"ey Sandra porque tanto alboroto…"

AHHHHH UN DEMONIO DE LA PLAGA!!

Elias

Cuando entre por aquel portón semi abierto, me aparte súbitamente, pues alguien más había abierto la puerta, era una señora un poco rellenita, de mejillas muy rosadas y rizos en forma de espagueti, aunque no estaba tan mal, aquel atuendo tan hogareño con su clásico delantal le negaba su gran potencial, pero a quien les guste las milf le entra.

Entonces fue cuando aquella dama advirtió mi presencia y de forma imprevista grito

¡¡UN DEMONIO!! ¡¡UN DEMONIO DE LA PLAGA!! HAY UN DEMONIO DE LA PLAGA

Aunque no entendí lo que decía, si supe que mi presencia no era bien recibida, al igual que aquellos niños, estas personas me temían.

¡Demonios! ¡otra vez están aterrados al verme!, pero ¿por qué? ¿Qué les he hecho? ¿Dudo mucho que mi apariencia sea realmente el problema aquí, no soy tan feo o sí?

No obstante, de manera seguida e impetuosa emergieron de aquel portón dos chicas que portaban una armadura, han de ser como una clase de guardias imperiales creo.

Decidí dar un paso cauteloso hacia adelante, buscando entablar una conversación civilizada con la guardia.

"¡Oh, por favor, escúchenme!" exclamé con voz apacible. "Vengo en son de paz, soy completamente inofensivo, se los aseguro". 

Cuando me acerqué un paso más, noté la presencia de una de las guardias, vestida con una pechera plateada que llevaba una imponente espada. Su mirada era penetrante y su cabello oscuro caía en cascada sobre sus hombros, recogido por un cintillo blanco que destacaba en contraste con su armadura. 

"Soni, ¡llama a los demás de inmediato! Tenemos uno aquí," balbuceó la mujer, dirigiéndose a su compañera. Esta última tenía una cabellera castaña oscura que caía en ondas hasta sus hombros. Su mentón era alargado y tenía bolsas bajo los ojos, como si no hubiera dormido en semanas.

"¿Qué es esa cosa?" balbuceo la mujer, "efectivamente es tal como lo describen Sonia, cadáveres andantes con cuernos, un demonio de la plaga!"

 "bueno, tal vez no sea de aquí y quizás no entiendan lo que digo, pero" exprese mientras avanzaba con cuidado

"¡NO TE ACERQUES MÁS!" gritó, cuando agito su espada hacia mi. De repente, una sensación punzante y pesada se sintio en mi brazo derecho, concentrándose especialmente en mi mano.

Cuando me atreví a mirar, descubrí que mi mano ya no estaba donde debía estar. En su lugar, yacía tirada en el suelo y mi sangre decoraba el piso con un rojo profundo y oscuro.

Mi mano, ya no está…

AHHHHA VERGA MI MANO!! ¡MI MANO NO ESTA! AHHHHHHH!! ¡¡LOCA DE MIERDA!!

Enseguida un agobiante dolor azoto todo mí brazo, intente lo más rápido cubrir mi mano con algo de prenda, pero no había nada es como si mi ropa se fundiera con mi cuerpo.

"le he dado!! Apúrate Sonia hay que llamar al comandante!" ordeno la mujer" si ya voy" replico su compañera.

La mujer que me rebano mi mano intento dar dos o tres sablazos más, pero yo me le escabullí, desesperado corrí todo lo que pude y me adentré en la arboleda, desapareciendo de su vista, aunque a lo lejos aún seguía escuchando sus gritos, como si me acecharan de cerca, tal como un sabueso ante su presa.

Corrí, escape lo más lejos que pude

A lo lejos creí escuchar unas campanadas, pero ignore aquel ruido, ahora lo que importa es curar la herida lo más rápido posible, demonios está empezando a entumecerse, casi como si cargara algo pesado en mi brazo derecho, además espero no morir desangrado.

Ahora bien, escucho fuertes ladridos emerge de las profundidades del bosque; tal parece que me están cazando,

 "estos enfermos". pensé

Tengo sed, mi boca esta seca y mi viscosa saliva no podía bañar mis labios y empezaba a faltarme el aire, así que decidí parar y descansar.

Me escondí detrás de un árbol y me recosté en un lecho formada por raíces y vegetación.

Se sentía muy cómodo, creo que servirá para pasar la noche aquí. Un rato después, el dolor ceso y la sangre dejo de salir, eso es extraño pues parecía como si nada hubiera pasado, no tenia mi mano, eso es verdad, pero el morir desangrado era lo peor que podía pasar y milagrosamente no paso.

Me escondi por unas horas y espere.

Espere y espere, hasta que …

GRRRH… BRRRR…

"tengo hambre"

Mis tripas empiezan a rugir y ya está atardeciendo, pronto estaré en completa oscuridad y será peligroso no tener una fogata encendida con algo de comer. Pero no sabía cazar, a lo mucho, con todo mi esfuerzo puede que fabrique una trampa para conejos, pero no sabía si saldría bien, tampoco se si hay conejos aquí cerca, así que mejor optare por comer cualquier cosa comestible de las vallas.

Eso si tendré mucho cuidado que estas mismas no sean para nada venenosas; entonces, a trabajar.

Me encamine y merodeo por el denso bosque rojizo que ya no era tan rojizo, pues el sol ya se estaba poniendo y dentro de poco no quedaría ya mas luz. Ahora bien, el suelo estaba repleto de raíces, piedras y terreno muy desnivelado, además de musgos que crecían en la pedrada, también había ciertos tipos de bayas que emanaban de estas pedradas y se ataban en los arboles cual chicle al zapato.

Me topé con una baya de aspecto tentador, de un rosa pastel y un aroma peculiarmente encantador. sin embargo, me retuve pues en este caso no sabía si era mortal tomar una, así que decidí esperar a que otro ser vivo comiera de dicha planta, y así fue como sucedió.

Un ratoncillo se posó sobre la planta y con su hocico y patas arranco dos frutos de esta, con sus dientes saco el jugo de dicho fruto y empezar a beber de él, luego de terminar emprendió se marchó inmediatamente dejando atrás los residuos

"pues si el pájaro lo tomo, no resulta para nada malo" me dije a mi mismo y me repose sobre el musgo verdoso y arranque unas ocho o siete bayas de las ramas. Su sabor era muy dulce, pero no empalagoso, además de que era muy adictivo asi que segui comiendo. Empezó ya tornarse opaco y casi no quedaba rastro de aquella campana, ni ladridos y ni de aquellos que me buscaban cual exótica presa.

"creo que es hora de buscar un refugio, aunque lo mejor sería regresar al cementerio…"

Concluí cuando intenté levantarme del suelo, sin embargo, no pude. "eh? ¿Que es esto? Mi cuerpo esta pegado al musgo" avizore con pánico e intente salir desesperadamente de ahí.

Mientras más forcejeaba, más pegajosa se volvía la sustancia que me atrapaba, como si fuera un pegamento especialmente diseñado para atrapar a sus presas. Me sentía atrapado como si fuera un chicle pegado a la suela de un zapato, y a medida que caía la noche, mi desesperación crecía. Comencé a arrancarme de la masa viscosa, y trozos de carne se desprendieron de mi cuerpo en el proceso. Sin embargo, lo peor aún estaba por venir.

 De repente, la mata torno sus frutos contra mí, empezando a escupir un viscoso y acido liquido en mí.

¡¡AHHHHH ARDEEE!! ¡¡AHHHHH, ESTO ARDE!!! ¡¡AHHHHH!

Empecé a retorcerme desesperadamente. AHHHHH ARDEEE!! AHHHHH ESTO ARDE!!! AHHHHH!

¡¡El ácido quemaba mi piel y la derretía como mantequilla, no sé qué hacer… AHHHHH ARDEEE!! Ahhhh ESTO ARDE!!! AJ AJ AJ AJ AHHHHH! Sniff sniff

Mori. Otra vez.

Me levanta de un respingón , jadeante contemplo que estoy devuelta nuevamente en el cementerio.

¡¡ AHHHH!!(tas) ¡Malditos! (tas) ¡Malditos todos! ¡Coman mierda!¡Arrrrgh! ¡Arrrrgh! ¡¡Cabezas de v#$#a!!

¡¡Te maldigo Dios, los maldigo a todos!!

¡Yo no les he hecho p#$%as nada!!

¡Yo no he hecho nada para mecer esto!

¡Yo no les he hecho nada!

Yo no he hecho nada…

Sniff… sniff… sniff

 "Mori… morí otra vez joder!!" me quejo mientras tocaba cada rincón de mi ser, solo para ver si no faltase nada.

"esta gente está loca, este mundo está loco!" "todo lo que me rodea me quiere matar, demonios! ¡¿Que les he hecho a estos malditos?!" grite con impotencia

"Se acabó... esto se ha terminado", manifesté. Pensaba en ayudarles, pero veo que es en vano, además de una pérdida valiosa de mi tiempo. No puedo ir más allá y aventurarme en el bosque, ya que es demasiado peligroso para mí, tampoco puedo siquiera entablar una amena conversación con los habitantes de aquí sin antes morir en el intento. Parece que tendré que vivir a partir de ahora en el cementerio.