A la mañana siguiente, Mandy llamó a Lila —Lila, ahora mismo estoy en la casa de la asistente de Rainy. Sin embargo, parece que su hija está enferma. Su esposa es bastante joven y simplemente se la pasa jugando juegos en su habitación».
—¿Qué tan enferma está? —Lila frunció el ceño—. ¿Qué tan importante era Rainy para este hombre como para cuidar tanto de ella?
—No deja de llorar y parece que tiene fiebre y escalofríos. Pobre niña.
Lila podía escuchar el llanto a través del teléfono. Si no hubieran tropezado con la niña, entonces no les habría preocupado, pero ya que Mandy estaba presenciando esta situación, le dijo —Llévala al hospital y paga las cuentas.
Mandy entendió, así que llamó rápidamente a la ambulancia para que llevaran a la niña a emergencias. Mientras se iban, la madre de la niña seguía viendo una película con auriculares puestos.
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