Eres El Más Preciado

—Si viene buscando problemas, le daré problemas... ¿podemos seguir adelante ahora? Sra. Mo? —Mason aclaró su garganta—. En realidad, la decisión que había tomado entonces era la cosa más ridícula que había hecho en sus 32 años en la tierra. Afortunadamente, Lila había aparecido ese día. De lo contrario, ya se habría convertido en divorciado a estas alturas.

En realidad, Lila no estaba realmente molesta. Después de todo, su relación no tenía nada que ver con nadie más. No había ninguna razón para permitir que una persona sin importancia se interpusiera en su relación.

Sin embargo, mientras conducían, Mason de repente empezó a reírse para sí mismo. Lila arrugó la frente y, confundida, le preguntó:

—¿De qué te estás riendo?

—De repente pienso que eres increíble. Viniste y salvaste mi vida! —Mason la alabó.

Al oír esto, Lila tomó la mano derecha de Mason y respondió suavemente:

—Tú me has salvado aún más...

En realidad, la pareja se había salvado mutuamente.