Renunciar al Descanso es la Decisión Correcta

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Mirando la caligrafía, aunque era delicada y bonita, era fuerte y firme. Obviamente no pertenecía a una mujer.

Entonces, ¿Su Bei fue a consultar a alguien sobre el negocio de la familia Tang?

Lu Heting pensó en silencio que no debería haberla llevado a descansar tan temprano anoche. En lugar de eso, debería haberla acompañado a resolver la propuesta primero.

Esa noche, después de cenar, Lu Heting tomó una pluma y un documento. Él dijo:

—Su Bei, veamos la propuesta primero.

—¿Quieres revisarla conmigo? —dudó Su Bei.

—¿Qué, no confías en mis habilidades? —Lu Heting levantó una ceja.

¿Cómo podría Su Bei no confiar en sus estándares?

Como chofer de Lu Weijian, las habilidades de Lu Heting superaban con creces a las de muchos asistentes. Sus habilidades de planificación y gestión eran de primera clase.

Ella se preguntaba cómo se sentiría Lu Weijian si descubriera que ella le había robado a Lu Heting.

«Lo siento, señor Weijian. ¡De verdad que no lo hice a propósito!»