La noche llegó pronto y todos los marineros se fueron a sus redes, pero a diferencia de los otros días, hoy solo había sonrisas. Por algún motivo, la actitud de Ricardo estaba empezando a infectar con la esperanza al resto de tripulantes y también Dima había sido mucho más amable el día de hoy.
Si a eso le sumamos la gran comida que si bien no sabía bien, al menos le dio una gran anécdota a todos, y no olvidamos del viento favorable del día , entonces tenemos una combinación que resultó en el último empujón que necesitaban estos marineros para poder llegar a puerto.
Pero como siempre había un problema y era que únicamente a base de fe no se lograba lo imposible , Dima estaba por morir y si él moría la moral podría derrumbarse y el trabajo sobre cada hombro no haría más que crecer.
"En serio crees que vas a morir esta noche , eres un fiel seguidor de Tusha , porque no pedirle unos días más, así logras ser enterrado en una isla". Preguntó Ricardo algo molesto, su plan había fracasado, pero logró lo que buscaba, con la moral alta se podría intentarlo, tal vez fracasaran, pero al menos no se rendirán a medio camino.
"Chico, si me entierras en una playa y no dejas que me coman las gaviotas, te juro que vuelvo de los muertos como fantasma y te corto las pelotas mientras dormís …*coff* …*coff*". Comentó Dima, quiso reír, pero su garganta no estaba muy bien por lo cual tocio en su lugar.
"Hoy es mi día ,hoy comienzo otro viaje, no te preocupes van a lograrlo, los muchachos tienen a un bendito por el gran hermano, da igual que muera, nadie bajará los brazos hasta tocar puerto o morir en el intento …*coff* …*coff*". Dijo Dima, mirando con felicidad el rostro de preocupación de Ricardo.
"Te necesitamos Dima , las cosas se podrán complicar siendo solo cinco, además necesitamos alguien que haga el ritual de fin de viaje, no queda nadie a bordo que pueda hacerlo tan bien como vos…" Contestó Ricardo, tal vez hacer un ritual a la diosa, animará a Dima a sobrevivir una semana más.
"*coff* …*coff* … Es hoy chico … Me encantaría ver a las gaviotas una vez más, los pájaros siempre me recuerdan que buscaba de joven, la libertad de ser pirata y volar donde te lleve el viento… Pero … Hoy también, es una buena noche para partir …*coff* …*coff*" Dijo Dima tirado en su red mirando al resto de marineros cambiando sus vendas.
"Joven grumete, podrías ayudarme a cambiar las vendas, al menos quiero estar cómodo esta noche …*coff* …*coff*... "Dijo Dima entre tosidos.
Ricardo se acercó y ayudó a Dima a cambiarse las vendas como él hacía todas las noches. Pero la vendas de Dima estaban llenas de pus y no solo de sangre, al sacarle las vendas , Ricardo noto que varios dedos de su mano se habían caído y los que quedaban estaban a punto de hacerlo también.
A Ricardo no le dio asco, sino pena, Dima le puso las vendas a él cuándo se había lastimado y lo ayudó a conservar sus manos , hoy tenía que hacer lo mismo, pero como último favor a un amigo moribundo.
"Sabes Dima, fuiste el primer marinero en este barco en tratarme como un marinero de verdad el día después del incidente, te agradezco eso… Lo necesitaba" Dijo Ricardo con una sonrisa con pena
"*coff* …*coff*… Eres un tarado ,chico … Por eso necesitas que los demás te recuerden que no eres tarado …"*coff* …*coff* … El día que dejes de ser tarado … Va a ser el día que te deje de importar como te traten" contesto Dima de forma algo abrupta, mirando al grumete cambiándole las vendas.
"Cuando tenía tu edad, yo también era un tarado … Me costó caro darme cuenta de eso, pero el tiempo da buenos consejos y de los errores aprenderás a vivir como vos quieras y no como tus padres quisieron ,chico, escapaste de tu casa, pero solo tu cuerpo, tu mente sigue encerrada con tu familia … Debería buscar ser como un ave, libre y sin penas"
"Puede ser … Por desgracia ahora soy esclavo de mi orgullo … O de mi locura" Contestó Ricardo con algo de pena, porque el viejo Dima le había dicho algo que él ya estaba pensando hace mucho y la obsesión que le dejaron las sirenas no hizo más que recordarle este problema.
"Las aves también son orgullosas y cagan al aire libre arriba de los marineros … Míralo de otra manera, ser libre debería darte orgullo y ser un esclavo de tu apellido no debería dártelo …*coff* …*coff*…" Dijo Dima,con las vendas ya cambiadas y mirando al techo de la cubierta.
"Pásame mi último cuadro, chico, quiero firmarlo, sería una pena dejarlo sin padre… vacío , marginado del mundo …*coff* …*coff*" Dijo Dima, señalando el baúl debajo de su red.
Ricardo se anticipó y buscó en el baúl de Dima , varios cuadros se encontraban dispersos, no tenían marco, solo eran papeles enrollados, pero el viejo pirata pintaba realmente bien, ni en la casa de Ricardo había cuadros tan buenos.
Finalmente, Ricardo sacó el cuadro que Dima le señalaba, al abrirlo noto que el cuadro ilustraba un pájaro que nunca había visto, era bastante normal, no muy colorido y no destacaba tanto como el resto de cuadros que Dima había pintado.
"¿Qué pájaro es este?" Preguntó Ricardo mirando al cuadro, tal vez satisfacer la obsesión del viejo le ayudaría más que unas cuantas palabras de aliento.
"Lo llaman 'Tuca', es de mi isla natal, es completamente gris, salvo por su pico blanco, es bastante gordo casi como un pescado, no puede volar de lo gordo que es, pero le gusta cavar cuevas donde pone a sus pichones, únicamente las cava cerca de las aguas termales de mi isla". Dijo Dima con una sonrisa en su rostro,recordando la infancia, mientras tomaba la pintura, luego untó la punta de su vendaje con la sangre del vendaje anterior y empezó a firmar el cuadro.
"Recuerdo esa isla solitaria, que sin sentido de isla, vacía, inútil, marginada, aislada, la gente no tenía corazón y los que los tenían poco duraban, pero las aves no les importaba un carajo los habitantes de la isla y siempre me acompañaron …*coff* …*coff *"
"Estos 'Tucas' siempre nadaban en las aguas termales con sus pichones, no le temían a los humanos, nadie los cazaba, así que solían jugar con las personas que se metían en las aguas termales, aunque yo debía ser el único idiota que le prestaba atención a estos pájaros poco coloridos…." Dijo Dima pasándole el cuadro firmado a Ricardo y poniéndose a dormir, como si todo en esta vida estuviera completo.
Ricardo tomó el cuadro y lo guardó, pero mientras lo doblaba noto las iniciales grabadas en el cuadro D.I.M.A.
Se quedó un rato mirándolas iniciales, levantó la vista para ver al viejo moribundo lleno de tatuajes de aves marinas, con un cuerpo corrompido por el sol y el mar, mientras con cara aturdida murmuraba: "Eres un 'Abad'…"
Pero solo una frase corta provino del viejo acurrucado en su red, tratando de dormir: "Soy un pirata…"