Capítulo 14: Conociendo a la Familia Real

Después de varios meses de arduo trabajo y misiones peligrosas, Los renefados recibieron una invitación especial: asistir a una cena en el palacio para conocer a la familia real de Altria.

Hiro y sus compañeros se sintieron honrados y emocionados por la oportunidad de conocer a los líderes del reino. Sabían que era un privilegio que pocas personas tenían y estaban decididos a causar una buena impresión.

Cuando llegaron al imponente palacio, fueron recibidos por los guardias reales, quienes les condujeron por pasillos decorados con obras de arte y escaleras adornadas con alfombras lujosas. Finalmente, llegaron al gran salón donde se celebraría la cena.

La sala estaba llena de nobles y cortesanos, todos vestidos con elegancia y hablando en susurros. En el centro de la sala, estaba la familia real: el rey, la reina y sus hijos, los príncipes y las princesas.

Hiro y sus compañeros se acercaron a ellos con respeto y reverencia. Fueron presentados uno por uno, y cada uno de los miembros de la familia real les dio la bienvenida cordialmente.

El rey, un hombre de cabellos plateados y ojos sabios, les agradeció por su valiosa contribución a la protección del reino. La reina, de belleza etérea y gracejo, expresó su gratitud por su valentía y sacrificio en defensa de Altria.

Los príncipes y las princesas también mostraron interés en Los Guardianes de la Magia. Los príncipes, jóvenes y llenos de energía, hicieron preguntas sobre sus habilidades mágicas y experiencias en batalla. Las princesas, elegantes y encantadoras, expresaron su admiración por su destreza y valentía.

A lo largo de la cena, Hiro y sus compañeros compartieron historias de sus misiones y aprendieron más sobre la vida en el palacio. Descubrieron que, detrás de la fachada de realeza, había una familia unida, preocupada por el bienestar de su reino y de su gente.

Después de la cena, el rey invitó a Hiro y a su equipo a su estudio privado. Fue allí donde Hiro notó un retrato de un hombre misterioso, con una mirada penetrante y una sonrisa enigmática.

El rey notó la mirada de Hiro y sonrió. "Ese hombre es mi padre", reveló. "Él fue el que me enseñó todo lo que sé sobre gobernar y proteger este reino. Sus enseñanzas y sabiduría han sido fundamentales para mí".

Hiro se sorprendió y quedó impresionado por la conexión entre el pasado y el presente. Ahora entendía por qué la familia real de Altria había sido tan fuerte y sabia durante generaciones.

Al final de la velada, Hiro y Los Renegados se retiraron del palacio con una sensación renovada de compromiso y orgullo. Ahora sabían que no solo estaban protegiendo un reino, sino también a una familia cuyo legado perduraría a través del tiempo.

A medida que continuaban con sus misiones, Hiro y sus compañeros recordaban la cena en el palacio y se sentían motivados por la confianza y el apoyo de la familia real de Altria. Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, tenían el respaldo de aquellos que dirigían y amaban a su país.