El magnate Jack
- ¡No puedo ver! ¡No! ¡Huumm!!
- ¡Tranquilo Jack! Solo te observaremos lo suficiente.
- No te esfuerces por hablar, tu lengua sabe amarga, y tus ojos padecen el espanto.
Las damas solo quieren lo que les pertenece.
La cabeza del obeso Jack se desprendió con cierta facilidad. Luego sus brazos, y piernas.
Dicen que el magnate de buena vida, era un cortesano opulente que disfrutaba el placer de inocentes mujeres que encerraba en una bóveda a oscuras. Dicen que el tiempo en esa suerte de cueva se paraliza. Dicen tantas leyendas entre ellas que aquél lugar no es como lo mencionan.
Un descuido en una puerta metal frio que quedo semiabierta. La luz generó una fuerte contusión mental; una exquisita enajenación del sentido visual, y un primordial deseo irracional por la carne de Jack, pero Jack no lo supo hasta que en su amada silla curul se encontraba confrontando a esos cuerpos en pena de unas señoritas que lo invitaron a un festín.
La casa del magnate se encuentra en soledad, y a oscuras, sin nadie que salga, e ingrese.
La cueva
Es tan oscuro que apenas puedo ver mi respiración que se agota con cada pensamiento del pánico que me invade. Al principio era una gran aventura hasta que la luz se desvaneció en éste profundo infierno. Debo serenarme. Puede que haya una salida ¡No! No la hay ¡Dios! no la hay! De inmediato oigo rumores. Son voces ¿Hay alguien aquí? ¿Hay alguien? ¡Ayúdenme!. Ayúdenme e- e- e (eco incesante).
¿Nadie está aquí? ¿Algo se mueve? Palpo la pared. Una viscosa baba es percibida por la yema de mis dedos. Eso me acaricia, y atrapa mi mano. ¡Ah! Siento la sangre. Parte de mí se ha desprendido. ¡Debo salir de aquí! Mi tenue luz alumbra lo peor. Es algo siniestro. Debo correr hacia donde sea. Tropiezo con un charco de agua estancada y detrás de mí se aproxima ¿Mi casco?
Una voz me invade ("no hay salida", "no la hay"). El mareo y el oxigeno me abrazan. Me incorporo, y comienzo a correr. ¿Es eso lo que pienso? Descubrí un camino, ¡si! Hay un brillo, debo ir allí. Ese brillo se hace más grande ¡Es la salida! Por fin soy libre. Estoy pasando al otro lado ¡Si lo estoy haciendo! Soy libre ¡Ah! el bello campo. El bello aroma. Jamás regresaré. Por fían he escapado. Ahora puedo recostarme. Si, recostarme, unos momentos ¿Qué es eso que se acerca? Mis ojos están en penumbras, y se acerca más ¡¡Auxilio!! Todo es tan oscuro. Tan oscuro.
Los reptiles
El planeta tierra es un misterio dentro de otro, y otro. Alan se introduce por un orificio de la cueva en donde con Jonás y Stef planearon el trabajo de extraer suficiente en Oro como para convertirse millonarios. Será un gran negocio comenta Alan, será una gran inversión. Las excavaciones perforaron lo que no debían. A la tribu del inframundo no le gusta que usurpen sus tierras, y el hombre es bastante negligente cuando de respeto se trata. Jonás fue el primero, al encontrar uno de los empleados mineros en partes, o eso piensa Alan. Jonás ahora es comida de los reptiles.
- ¡Vamos Stef!.
- No puedo entrar.
- ¡Vamos! ¡Debemos salir de aquí!
- ¡Ahh! ¡Auxilio! ¡Alannn!
Alan al voltearse desde el hoyo veía como la cosa devoraba la carne de su amigo. Luego otra especie humanoide se acercaba llevándose un brazo. En su mano la cabeza de Jonas con unos ojos brillantes que iluminaban el macabro destello de la muerte.
Alan comienza a introducirse más y más en un agujero que se reducía, intentando escapar. Hizo unos metros y no pudo percibir que lo siguieran. Llegó a un punto en donde del otro lado se podía vislumbrar una salida. Generó el esfuerzo suficiente hasta llegar al final. Su cabeza se asomó, pero era tan estrecho aquel sitio que su cuerpo se había comprimido, atorándose. Con lento y sumiso andar una criatura tímida se acercó a él. Olfateó su adrenalina; el estudio del miedo era tan preciso. Alan cerró sus ojos para no ver lo peor. La transpiración se transportaba por todo su ser. La criatura titubea y se escapa. Se sintió a salvo. Movió un poco su cuerpo. Estaba a la mitad de poder salir del agujero. Respiró hondo, y consiguió abrirse de allí. Al salír volvió a respirar una bocanada de oxigeno. A unos metros la salida. Comenzó a arrastrarse cuando la verdad fue evidente. Parte de sus extremidades estaban aún en el orificio. Los reptiles no tardaron en consumir esa carne. El dolor apenas era perceptible. Y la figura de aquel animal que se acercó antes, ahora regresaba. Cerró los ojos una vez más, al abrirlos, la bestia masticaba su cabeza.
La cueva se selló de forma misteriosa con un cartel de precaución.
Las imágenes
Al encontrar a Estela colgada de una soga de pies a cabeza, Calvín intentó buscar una forma de bajarla de allí. Estaba amarrada al techo. Algo con ojos brillantes desde lo alto comenzó a subirla, y él quiso aferrarse a ella para evitar que se la llevarán, pero fue inútil. Ellos la tenían, y devoraban su carne. El jugo estomacal gástrico se diluía en el suelo.
- ¡Déjenla! ¡Malditos! - y arrojó un objeto solido a la imagen gris que se desvanecía. Calvín salió con prisa de la habitación y tropezó con una madera floja de un piso carcomido. Estaba allí cerca de la puerta de salida, aunque una de las imágenes la custodiaba. Se incorporó en cuando unas manos espectrales intentaron tomarlo desde su pecho. Visualizó la ventana abierta, e inmediatamente se dirigió al único lugar donde escapar del terror. Las imágenes lo perseguían entre risas. Las gotas de sangre de los muertos hicieron del suelo un charco de líquido. Aquél se lanzó al otro lado de la ventana en una fuga fatal. Parte de su cuerpo aún estaba dentro del otro lado, y la persiana de la ventana como una guillotina se cerró cortando parte de éste a la mitad. Logró huir con vida unos segundos gateando entre los pastos, mientras las imágenes se llevaban sus piernas y restos de intestinos en la oscuridad. Encontraron sus sobras siendo picados por unos cuervos.
- No ingresen a la casa de las imágenes - comentó un anciano. No entren, pues ya no podrán salir.
El inofensivo Biff
La ciclópea es una enfermedad característica que dio nombre a los ciclopes, y el inofensivo Biff que le gustaba jugar con insectos. Al ser un solitario se crean aventuras adyacentes. Lo criaron sin socializarlo. Para él, el mundo era un cuarto inmenso donde divertirse. Era mejor así. Quedarse allí. Como Polifemo en la cueva. El accidente se produjo con la entrada de unos vándalos adolescentes subyugando a unos padres ya ancianos.
- Vamos a ver si las leyendas urbanas son ciertas - se ríe uno. El pedante Matheu, en cuanto golpea el rostro aturdido de la madre que yace en el suelo.
Es en el cuarto grande - Confiesa Jinn, y la sigue Beth y Percy.
Al abrir la puerta todo era oscuridad. Todos ingresaron atrevidamente.
- ¿Biff? ¿Dónde te encuentras? Le dice Matheu. Vamos aparece.
La puerta se cerró dando lugar al mito cuando la mano deforme y gigante toma a Matheu, y arranca su cabeza de un mordisco. Parte de la carne se esparce en el suelo. Luego el cuerpo chorreando sangre, es masticado lanzando pedazos de tendones. Todos huyen, pero la puerta está cerrada. Ahora es el turno de Jinn. Éste parte su cuerpo en dos mitades. Una es tragada. La otra será para divertimento de sus compañeros. El espanto de la mutilación es una lúdica manera de entretener.
Han pasado horas, y los sobrevivientes piden que se abra la puerta. El niño duerme.
- ¡Abrán! - grita desesperada Beth.
- Es tarde - manifiesta del otro lado. La bestia toma Percy y lo huele. Primero un brazo que mastica como caramelo. Luego una pierna. Es rancio. Luego lo terminará. Beth tiene buen perfume. Y los gritos de dolor se mezclan con la adrenalina. El Auxilio es solo un vocablo perdido. El pie del cíclope aplasta lo que queda de Percy. La sangre se baña en el recinto ¿Beth a dónde irás? Se acerca y se burla como un bebe. ¿Tú no quieres hacer esto?. Cierra su ojo, lo abre tomando a la chica asustada. La lleva a su boca que pasa su lengua sobre el cuerpo. La mitad de Beth es devorada. Resta su cabeza que lo observa con miedo y a apenas respira, y un torso con algunas tripas huyendo.
El inofensivo Biff solo tenía hambre, y sus padres no pudieron avisar a tiempo a los chicos, pequeños vándalos de ello, ni tampoco de su gigantismo anormal. La próxima será mejor pedir permiso antes de ingresar a un cuarto.
El experimento de la familia Favers
El sonido de esa radio dando el mismo mensaje todo el día en la casa de los Favers. Se sometieron a una prueba de investigación en la cual se determinaba el nivel de tolerancia en las personas a los sonidos, y las palabras. Era una habitación en su totalidad como un living sellado con una cámara de respiración. No hay ventanas, y solo una puerta cerrada; no comunicación de tipo alguno. Tampoco relojes con los que manifestar el tiempo. Las palabras del mensaje dividido en tres eran las siguiente: Buenos días, Tenga un bello día. Buenas tardes, tengan un bello día, Buenas noches tengan un buen descanso.
El primer aviso determinó la primera forma de ellos, quienes entablan su conversación como todo ser humano.
- ¿No podemos saber, aunque sea qué hora es? – pregunta el hijo
- Ya sabes las reglas - manifiesta la madre
- No se preocupen. No importa el tiempo. Los mensajes se hacen detallar.
Pronto el alimento llegó por una abertura significativa. Les daban variados platos. Hoy eran pastas.
A la niña mayor no le gustaba.
- Debes comer, no hay otro alimento para ti – Le comenta la madre. –
- Estoy aburrido – confiesa el niño. –
Teniendo presente los muebles. No había otra actividad que realizar.
Pasado un momento. Se despliega el segundo mensaje, Buenas tardes, tengan un bello día,
- ¡Gracias! – expresa el padre –
A los niños nos les molestaba, en principio, ni a Jesica la esposa de Daniel.
De a instantes dormían plácidamente en sus camas. Luego despertaban de un sueño profundo.
- Buenas noches tengan un buen descanso – último mensaje del día.
Aparecer todo generaba una normalidad notoria. Luego de unos días comenzó a generarse la impaciencia de que las personas no podían realizar actividad alguna. Debían ingeniárselas para cada ciclo de los mensajes.
El padre estableció entonces un horario donde desarrollar las actividades. El primer mensaje lo delimitaría. Entonces a partir de allí, la actividad era desarrollada por la madre. Con movimientos que fueran precisos para el cuerpo humano. No tenía experiencia, así que utilizarían el método empírico. Realizar a prueba y error.
Los dolores no tardaron en venir en el cuerpo.
Para los casos de enfermedad, la habitación estaba totalmente sellada, por lo que no se produciría mayor desequilibrio.
El inconveniente fue con la comida, pues era desajustada a los tiempos de la actividad física. Sin tener un reloj que les exprese el horario, el padre tomo la botella de agua que le sobraba de los escasos víveres que se hacían llegar. Con un sistema básico de goteo milimétrico, calculo un tiempo determinado en que las gotas de agua caen en otra botella. Que está debajo. Era tan simple. Un agujero pequeño en la base de la primera botella.
Al tercer mensaje, pergeñaron que era la noche por referirse al descanso. Hicieron conclusión de que debían esperar con el alimento, pues este llegaba antes de lo pensado.
De esta forma lograron sobrellevar los siguientes acontecimientos. Habían creado un sistema de juego con papeles, parecido a las cartas. Era una familia inteligente.
Con el tiempo se abrió la puerta, y fueron traslados a otro sector con tres familias más. Hicieron uso de sus métodos sociales para la cuestiones de convivencia.
Los Peels, eran bien desordenados, e imponían ciertas ideas por ser los primeros en llegar. Su educación era endeble comparada con las demás familias.
Los Mc Kee, eran de cierta estirpe. Dibujaban estatus, verificaban por su capacidad intelectualidad mayoría en pensamientos.
La trágica formación se produjo cuando. Se formó de parte de la familia Peels, una contraposición con relación a las actividades, luego con relación a los bienes la familia Mc kee pretendía ciertas posiciones en relación a los alimentos. Los Favers eran de otra estirpe. A ellos los movía otro sentimiento que no era tan usual, y estaba más escondido. Cuando el uso agresivo de algunos elementos produjo toxicidad, los favers asintieron la despiadada manía de liderar de los Peels.
Los mensajes se iban produciendo en el día como las discusiones. La amabilidad de la radio producía irritación. Una pelea por la actividad que genera Jesica, hizo uso desmedido de la agresión por parte de los Peels. Los Mc Kee, se abstenían de actuar. Le mensaje de buenas tardes los irritó, aún más, hasta las buenas noches.
Algo definitivamente no estaba acorde a los planes. Los Peels, fueron los primeros en recibir la comida, luego los Mc Kee. Con el pasar de los días, se gestó un clan entre las dos tribus, y los Favers estaban en desventaja. Recibían todas las sobras, y malos tratos. Limpieza de la gran habitación, como trabajo. Era pues una casta de ley del más fuerte. El golpe en la cabeza del niño Favers, produjo la actuación de Jesica, que recibió un balazo de parte de unos de los adolescentes de los Mc Kee. Intento apaciguar todo Daniel, hasta que comenzaron a golpearlo también.
Buenas días, buenas tardes, buenas noches.
El entumecimiento de Jesica le produjo un mareo. En uno de los muebles, una gaveta, sin querer lo abre, y un cuchillo. Todo estaba premeditado. Ella lo toma, y se acerca al adolecente que reía pateando a Daniel, con cierta delicadeza, lo pasa por su pescuezo. La sangre chorrea en el suelo. Daniel se corre, y ella con fuerza lo clava en el mayor de los Mc Kee. Lo aberrante comienza cuando Daniel con un respiro toma una silla y golpea hasta matar al líder de los Peels. Los niños toman lo que encuentran partiendo los platos de vidrio. La locura y el despotismo hicieron que la extraña maquinación de los Favers explotara. Los mensajes comenzaron a llegar desde la radio, una y otra vez.
- ¡¡Basta!! - Se enfurece – Uno de ellos, pero es tarde. La matanza de los Favers comienza.
La cabeza de los adolescentes se exhibe como trofeo, la mujer cercenada en sus piernas se arrastras, y un mueble cae encima de ella. Los menores cortan lo que pueden a su alrededor. La Familia Peels, se protege y contrarrestan. La mujer de Mc Kee se arroja sobre Daniel y comienza a morderlo hasta quitarle parte de la piel. Los mensajes continúan, y junto a ello el baño de sangre acumulado en la habitación. Uno de los niños Favers comienza a serruchar el vientre de uno de los Peels. El brazo de la niña Favers es desmembrado por la mujer de los Peels
El ultimo sonido de grito y horror acaba con todo allí dentro. Los mensajes de radio cesan. Todos están muertos. Jesica mal herida agoniza, hasta cerrar los ojos. La puerta se abre. El experimento había dado resultado como plan gubernamental para controlar mentes con los sonidos. Una familia líder, la otra, déspota, y la otra asesina. Todos los oscuros sentimientos fueron lanzados al exterior. El plan había dado resultado, y era un éxito.
La joven Sally
A la joven Sally le gusta la culinaria. El sabor del manjar horneado, o a la parrilla me hizo recordar que siempre fue una dama muy estricta y de carácter; como también, didáctica a la hora de elegir sus parejas. Su madre siempre le dijo que traía hombres a diestra y siniestra. Y es que ambas mantenían un vínculo familiar de sangre. Es la herencia hija. El último en saberlo estaba atado de pies y manos. Sallý tomó su libro de cocina de la abuela. Hay que cortar aquí, y allá. Quitar esto aquí, y acá. No debe eliminar, ni traumar la pieza, sino la carne se corroe. Como tampoco dar indicios alarmantes. Es por eso que ella vendaba a sus víctimas, aunque sabían lo que ocurriría. Todo era un plato místico. Los gritos son normales en la casa. La madre pone música alta y como buen vecino que fui, toqué la puerta para solicitar que bajasen el volumen. Fueron mis últimas palabras en cuanto la música sigue alta y el asador está listo.
Otros
Al aterrizar en el inhóspito planeta, fueron recibidos por una raza distinta de todo lo que se conoce. Los otros. Ellos los veían diferentes en sus aspectos morfológicos. Hombres y mujeres. Estudiaron sus formas y sentimientos los unos a los otros. El hombre de las barbas pidió explicar como es una sociedad de otros. Nada del otro universo. Se unen sin formas, ni deseos, pues no existen diferencias. Todos actúan como si el otro fuera único. Existen iguales ¿Y el pensamiento? ¡Ah! Aquí se piensa lo que el otro. Todos son uno. El hombre y su tripulación espacial desistió de entablar relaciones, e intentaron irse escapando.
- No, aquí se ingresa, pero no se sale.
- ¿Y cómo actuar en su sociedad? Somos diferentes
- Ustedes imperfectos, ya son parte de nuestra sociedad.
Inmediatamente los encerraron, e hicieron de ellos, otros más.
La dama de las esquinas
La seducción de un cuerpo era tan sagaz y maquiavélica. La dama de las esquinas que pernoctaba con su anatomía atractiva de lujuria a cualquiera que diera la vuelta en las noches en que la niebla se confronta con la oscuridad. Vengan a mis garras, les propuso a unos ilusos que salían de sus casas por aventuras. En la primera sensación fue tomada de rehén y la llevaron a un departamento en un octavo piso. Era una fiesta interesante cuando los hombres comenzaron a gozar su cuerpo. La penetración y el placer de los orgasmos sedientos no tardaron en transformar a la criatura en mujer al cortar el pene de uno de esos que lloraba pidiendo por favor la libertad. Intentaron escapar, pero no. Las telas sellaron todo el sitio, mientras se alimentaba de unas entrañas exquisitas del más fornido del grupo que era tan cobarde escondiéndose en su hombría. Vengan a mis garras y disfrutaba su cena quebrando los huesos de otro cuyas lágrimas se perdían en un lago de sangre, y pedazos de partes humanas. Hubo quien pudo escapar por una ventana abierta arrojándose desde las alturas, hasta partir su cabeza contra el asfalto del suelo. La luz de la ventana se iba apagando como los gritos de terror. Vecinos se acercaron a la escena del crimen. Varias muertes y lo que quedaba eran unas migajas diseminadas. No hay pruebas, ni culpables. Testigos aseguran datos inverosímiles.
- Ha sido la dama dicen sin creerle al don nadie; la madama de las esquinas. Se los come dijo ¡La he visto! En las noche donde nada se puede observar y ella te seduce ¡Créanme!
Son solo leyendas urbanas, y nada más.
Sin embargo ella aparece cuando la niebla oscurece las calles, y la muerte se viste de mujer.