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Legado del Angel: Norte oscuro

En los años 20 del nuevo milenio, el mundo no podía estar prosperando más. Nuevas tecnologías y descubrimientos que dejaron a todos atónitos. Todo apuntaba a una época de cada vez mayor prosperidad y grandes expectativas. Entonces, los demonios invadieron... Todo lo construido con fuerza se derrumbó en unos pocos días, y la humanidad cayó en su hora más oscura. Entre guerras y conflictos, se perdió la hipocresía, y los humanos cayeron en una espiral desenfrenada. La gente buena se extinguió... Entonces los ángeles eligieron a los más dignos de entre los humanos. Aquellos recibieron su legado, y un poder inimaginable empezaba a nacer en ellos. Depende de ellos salvar a la humanidad, oh, déjarlo ... ¿Salvarán a los humanos? Oh, ¿se salvarán a sí mismos?

Samyasa · Seram
Peringkat tidak cukup
28 Chs

Capítulo 3: Una mala decisión.

¡¡CORRE!! ¡¡CORRE!! ¡¡CORRE!!

Eso era lo único que pasaba por la mente de Klaus cuando vio ese monstruo.

Tenía forma humana, pero su piel era pálida y grisácea. Sus ojos eran dos agujeros negros, de hecho, de no ser por el brillo de la luz en sus ojos, Klaus pensaría que no tenía ojos en absoluto. 

El extraño monstruo corría a cuatro patas con sus largas extremidades. Aunque tenía una pistola, Klaus no se sentía a salvó.

Cuando el monstruo estuvo a 20 metros de él, Klaus finalmente reacciono y se echó a correr. Corrió toda la calle hasta llegar a una esquina, y dobló rápidamente. Tomo rutas difíciles y se metía entre los edificios, y doblaba esquinas cada que podía. 

Cuando lo hizo, pensó que lo había perdido. Pero solo volteó un momento y lo vio a solo 5 metros de él. Ni hablar de perderlo, lo tenía casi encima. 

Al ver esto, se desesperó. Saco la pistola y le apuntó al monstruo antes de apretar el gatillo. Luego de escuchar un clic, su expresión cambio por completo. 

¡Mierda!

La maldita pistola tenía el seguro puesto. Klaus se apresuró a quitarle el seguro, pero cuando apuntó hacia él, se aterró al ver que lo tenía casi encima. 

Sin poder apuntar correctamente, Klaus termino disparándole en la garganta...

Pero eso no fue suficiente para detenerlo, el monstruo chocó contra él, y ambos fueron enviados a volar. En la caída, Klaus recibió un fuerte golpe en la cabeza, al final, ambos terminaron rodando por la calle.

Cuando pararon, el monstruo termino encima de Klaus.

Luego de un ligero aturdimiento, el monstruo atacó a Klaus nuevamente.

Pero en qué las garras rozaron su rostro, Klaus logró dispararle en la cabeza, dándole una muerte instantánea.

"suspiró" Luego de matar al monstruo, la fuerza se drena del cuerpo de Klaus, y termina perdiendo la conciencia.

. . . . . . . . . . . . . . . . . .

Después de empezar su camino hacia la estación de policía, el grupo de Bruce estaba muy inquieto por lo que pasaba.

Algunos querían separarse para ir con sus familias, pero la mayoría se había acobardado al ver la situación en las calles. Así que en vez de disminuir, el número de personas aumento.

No habían caminado dos calles antes de encontrarse con algunas de esas cosas. Por suerte, el grupo estaba preparado y logró acabar con ellos, pero una persona resultó gravemente herida.

– ¡Vamos! ¡Tomás! ¡Vamos, resiste!–

– ¡No! ¡No! ¡Esto no está bien! ¡No está respirando–

– ¿Se murió?–

–Eso creo– Escuchando las palabras de Bruce, los nervios ya sensibles de los chicos estallaron.

– ¡Esto no puede estar pasando!–

– ¿Vamos a morir todos aquí–

– ¡Tenemos que salir de aquí!–

–Yo me largo antes de que vengan más–

Al ver el pánico en las caras de todos, Bruce ya no pudo quedarse callado y tomo la palabra.

–Todos, tienen que calmarse, solo necesitamos llegar a la comisaria y dejar que la policía se encargue. Si quieren arriesgarse solos por las calles, no los detendré, y los que no, que recojan sus cosas y síganme, por favor–

Luego de escuchar sus palabras, las personas se calmaron en su mayoría, pero aun así se movieron con inquietud.

Mientras caminaban, Bryce notó que Bridge seguía mirándolo fijamente. Por lo que pregunto. – ¿Pasa algo?–

–Nada, es solo que me di cuenta de que mi novio es increíble–

En respuesta, Bruce la abraza desprevenida diciendo.

– ¿Que dices? ¿Desde cuándo no he sido genial?–

–Cállate–

Mientras ellos conversaban tranquilamente, se oyó un grito en las cercanías. Cuando voltearon a un lado, sus rostros palidecieron de terror.

Acercándose, un grupo de personas corrían desenfrenadas hacia ellos. Y persiguiéndolos, era un gigantesco grupo de más de cincuenta de esos anormales.

Después de verlos, Bruce grito con toda su fuerza.

–¡¡COORRAAAN!!–

Nadie quería quedarse a ver qué pasaría. Todos dejaron lo que tenían a mano y corrieron con todas sus fuerzas para escapar.

Bruce cogió las mano de Bridge y corrió en una dirección diferente que el resto. Abby y Ann, las amigas de Bridge, y Cooper lo siguieron.

. . . . . . . . . . . . . . .

Una masacre sucedió instantáneamente, había cuerpos en el suelo tirados. Algunos de esos monstruos se alimentaban de ellos, otros, sólo los aplastaban y cortaban continuamente en una locura sin fin.

La amistad y todas esas emociones innecesarias fueron tiradas a la basura. Todos solo pensaron salir con vida. 

Al ser un grupo pequeño, Bruce y su pandilla pudieron escapar de la muchedumbre sin mucha dificultad. Después de cruzar algunas calles, todos quedaron exhaustos.

Fue entonces Bruce los miro y dijo. –No podemos seguir así, necesitamos armas. Más adelante hay una tienda de armas, si tenemos suerte, y no hay nadie, tal vez podamos tomar algo de ahí–

Nadie se opuso a su sugerencia, al fin y al cabo, los únicos capaces de pelear eran Bruce y Cooper. Y así, todos siguieron caminando hasta llegar a la tienda de armas.

. . . 

–Ey, parece que no hay nadie–

Cuando entraron, encontraron armas en la pared detrás del mostrador, y una puerta a la parte de atrás que seguramente llevaba al Almacén. 

Algunas de las chicas no estaban convencidas todavía, y Ann fue la primera en quejarse.

–Esto no me gusta, hay cámaras, cuando se sepa, todos estaremos en problemas–

Bruce, que ya estaba por entrar a la puerta a la parte trasera, se volteó y los miro para decir.

–No sé preocupen, cómo están las cosas, nadie se preocu...–

Antes de que pudiera terminar, se detuvo al sentir algo que presionaba contra su nuca. Cuando trato de voltearse, sintió más presión en la nuca, y escuchó una voz.

–Tranquilo muchacho, si te mueves mucho, se me podría zafar un Tiro–

Al ver a ese hombre de mediana edad, sosteniendo un revólver contra la cabeza de Bruce, todos quedaron completamente aterrados.

Bridge fue la primera en reaccionar, miro al hombre con cara de súplica mientras decía.

–Señor, si lo deja ir, le prometo que nos iremos y no lo volveremos a...–

– ¡A ya cállate!–

El hombre no la dejo terminar cuando golpeo a Bruce en la cabeza, haciéndolo caer en el mostrador inconsciente.

– ¿Que lo deje ir? ¿Quién eres tú para decirme que lo deje ir?–

En ese momento, dos hombres más salieron por la puerta. Uno de ellos tenía unos nueve milímetros y el otro tenía una escopeta.

Al ver a sus amigos salir, una sonrisa apareció en el rostro del hombre cuando los miró y dijo presuntuosamente.

–Ustedes entraron a mi establecimiento, y quisieron robarme, y cuando los detengo, vienen a exigirme, díganme, que debo hacer con ustedes–

Las lágrimas salían del rostro de las chicas mientras hablaba, pero Bridge aún era capaz de hablar. Aunque temblaba y con lágrimas saliendo de sus ojos, pudo responder.

–P-podemos pagarle con dinero–

El hombre la miro con una sonrisa mientras se acercaba a ella, y entonces dijo.

–Sí, pueden pagarme con efectivo, si me dan 5 mil dólares ahora mismo, puedo dejarlos irse–

–No...No tenemos esa cantidad–

Que locura, incluso si reunían entre todos, solo conseguirían 1 mil dólares a lo más, ni hablar de 5 mil. Él dijo una cifra que sabía que no podían pagar, eso era lo que asustaba a Bridge.

El hombre la miro y dijo con un tono de magnanimidad.

–Bueno, como soy un buen hombre, voy a darles una oportunidad para que me paguen, ¡ahora quiero que todos vallan allá atrás!–

Escuchándolo, el hombre que llevaba la pistola nueve milímetros, arrastró al todavía inconsciente Bruce hacia atrás.

– ¿que? ¿Porque tenemos que ir atrás?–

El miedo lleno a Bridge, de algún modo, sabía que esto iba a pasar. Lo que menos quería en el mundo era ir allá atrás.

Algunas de las chicas ya querían correr a la salida, pero cuando se voltearon, el hombre con la escopeta ya estaba ahí.

–Hey, Hey, ¿adónde creen que van?–

El hombre frente a Bridge la miro con ojos penetrantes y dijo fríamente.

–No pedí tu opinión, perra, si digo que entras, entonces lo haces–

–Que están esperando, entren o les vuelo la cabeza–

Entonces todos comenzaron a moverse hacia el mostrador, Bridge también quiso hacerlo, pero fue detenida por el hombre frente a ella.

–No, no, no, a ti no te di permiso para irte -

El cuerpo de Bridge empezó a temblar con más fuerza todavía.

Abby perdió el control, y trato de correr hacia su hermana, pero Ann la tomo por atrás y se lo impidió diciendo.

–No vallas, tiene un arma, te van a matar–

– ¡CAMINA!–

Entonces, el sujeto de los nueve milímetros vino, y arrastró a Abby por el cabello hacia la puerta. Entonces el hombre del revolver lo miro y dijo.

–Llévatela, pero no la toques–

Después se puso detrás de Bridge y le dijo.

– ¿Ella es tu hermana, verdad? Tienen un parecido– Entonces la abrazo mientras le susurraba al oído. –Cuando acabe contigo, la disfrutaré bien–

Mientras tanto, el hombre de la escopeta, un tipo gordo y de mirada perversa se acercó a Allison y el abrazo por detrás.

–Tú no vas a ninguna parte, te vas a quedar conmigo–

–No, por favor déjame ir–

–Te va a encantar preciosa, ya verás–

Entonces arrastró a Allison hacia el mostrador, mientras la tomaba por detrás. Le arranco la pequeña faldita que llevaba, y se lamió los labios de forma grotesca.

Cuando Allison sintió como la tocaba, se puso histérica, sin preocuparse por su propia vida.

– ¡NO! ¡NO ME TOQUES ENFERMO DE MIERDA! ¡¡SUÉLTAME!!–

–Quédate quieta, ¡maldita sea!– Después de azotarla contra el mostrador, presionó sobre ella.

Cuándo Bridge vio cómo hacia pequeños movimientos de cadera sobre la chica inmóvil, se derrumbó en el piso mientras lloraba. Esto...definitivamente no era lo que quería.

Fue entonces que sintió la pistola en su nuca, y oyó la voz del hombre detrás de ella.

–Quítate los pantalones–