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Este capítulo será muy descriptivo con temas como la violación y canibalismo. Si eres sensible ante los temas tratados te pido que te saltes la escena donde suceden.

Si lo lees es bajo tu responsabilidad.

Es mi primera vez escribiendo cosas así, tal vez no sea tan "bueno o descriptivo" pero no quisiera que alguien salga afectado después de haber leído sin ser avisado.

También justo en esa escena los diálogos y puntos de vista estarán marcados así :

Hola

"""Hola"""

Y por último la señal será ♪ ♪ tanto para dar inicio como final a la escena.

Hace 3 días

El americano después de poner al día al canadiense sobre su situación con el mexicano regresaba a casa cansado pero feliz.

Saco su celular minutos antes de entrar a la vecindad para así avisar al mexicano por mensaje de su llegada. Espero allí, unos minutos más, emocionado con ver lo que Sussy tenía para ellos y por la charla que tendría con México. Vió su celular marcando las dos y cuarto.

— Allá vamos. — Se dijo dándose ánimos tratando de aparentar tranquilidad pero la pequeña sonrisa de emoción en su cara no lo ayudaba.

Tocó la puerta de Sussy. Volvió a tocar al no recibir respuesta. Ya había esperado un buen tiempo y miro extrañado este suceso.

¿Acaso Sussy ya dormía? Bueno, ella solía dormir en la tarde pero era demasiado temprano para esto. Así que fue a casa del mexicano donde un Paquito ladrando y una nota le dieron la bienvenida.

Estaré en casa de Sussy. No te demores gringo.

USA ahora estaba preocupado. Un mal presentimiento con millones de ideas empezaron a inundar su cabeza, sacando la llave que había recibido hace unas semanas por parte de Sussy, abrió la puerta de aquella casa.

Vaya sorpresa la que se llevó.

La casa estaba con las luces apagadas, toda esta olía a gas y estaba en silencio. Al prender las luces, los cuartos fueron bañados de aquella luz blanca dando paso así a la escena del crimen.

Sussy aparentaba dormir, su posición lo simulaba pero se notaba la falta de respiración por parte del cuerpo. Sussy solía roncar, eso él lo sabía. La escena parecía tan perfecta para engañar a cualquiera. Pero no a él. No a él.

No supo el momento en que se acercó, pero él yacía enfrente y arrodillado de la mujer muerta. Su tez pálida junto con los ojos abiertos y aterrados le dieron la bienvenida. Al sacar la manta que cubría el cuerpo de esta, divisó el orificio de la bala. Solo necesitaron un disparo. Dio un vistazo a la habitación, no había nada raro, no se llevaron nada de valor, ellos sabían lo que querían. Fue a la cocina donde la calentadora fría lo saludaba y justo en la hornilla donde se encontraba es de donde salía el gas. Apagó la cocina y no volviendo a ver a la mujer se retiró de allí para llamar a Canadá y reportar lo sucedido.

Esto era una advertencia. Lo habían reconocido y este era su castigo.

Sussy muerta y México desaparecido.

Cuando los policías llegaron con los forenses, fue que toda la vecindad supo de lo sucedido. Todos lloraron por la muerte de la mujer, Don Federico era el más afectado de todos. Se le notaba, su cara demacrada al enterarse fue la prueba de esto.

USA no se quedó allí, apenas vio llegar a los policías, se fue, no estaba para llorar, no cuando México estaba desaparecido. No cuando aún tenía a alguien para salvar. Su boca le dolía, había estado apretando su mandíbula desde que había visto la escena, no había lágrimas, solo impotencia e ira.

Su última acción antes de irse fue dejar a Paquito al cuidado de doña María. Paquito aún no lo sabría pero al no ver a su dueño regresar durante los siguiente meses no podría con la tristeza y moriría.

— No serás comprado, Perú. Ya eligieron a alguien más.

Esas fueron las palabras, frías y serias, que Alemania le dió cuando fue a preguntar el por qué no lo habían ido a recoger.

Así que Perú yacía en su cuarto, llorando de impotencia en brazos del argentino mientras que un chileno enfurecido le echaba en cara lo iluso que había sido.

— ¡¿Dinero?! ¡Weon nos mantienen aquí dándonos todo! ¿Creíste que te darían un centavo por ser el elegido?! ¡No culiao, no lo harán nunca! ¿Acaso nos pagan por nuestros servicios? ¿Te creíste esa mierda de la deuda? — Gritaba el chileno enfurecido.

— Ya Chile, dejarlo. — Trato de calmar la situación el argentino.

— ¡No Argentina! Tiene que saberlo o seguirá creyendo las estupideces que nos dicen.

—… escapar.— Fue lo susurrado por el peruano.

— … ¡Jajaja! ¿¡Crees poder escapar de aquí weon?! ¿¡De aquí?!

— ¿¡Entonces qué quieres que haga?! ¿¡Qué me quedé aquí abriendo las piernas como tú lo haces al alemán?! ¿¡Crees que quiero eso?! ¡Tengo una hija maldita sea, una hija a la que quiero ver una última vez antes de vivir en este infierno!

— ¡Pues yo también tengo una puta vida! ¡Argentina tiene una vida, no eres la única víctima aquí!

Tanto el peruano como el chileno se miraban enfurecidos. Pequeñas lágrimas recorrían sus mejillas, pero no apartaban la mirada ya que al hacerlo aceptarían su derrota. Argentina solo jalo a ambos jóvenes a sus brazos para así darles el apoyo emocional que necesitaban. Los sollozos y el llanto no se hicieron esperar.

— ¿A dónde vas boludo? — Cuestionó el argentino al ver a Perú alistando una mochila pequeña.

— Me voy. — Fue la respuesta dada.— No me digas nada Argentina. No tú. Solo déjame irme. Solo quiero verla una última vez. Es lo único que pido. Una última vez.— Rogó el peruano.

Argentina lo dej�� ir. No lo detuvo. Perú se fue lo más rápido y silencioso posible. Logró salir por una puerta trasera justo en el cambio de guardia, y corrió, corrió lo más rápido que pudieron sus piernas. Sabía que lo buscarían, así que tenía el tiempo contado para ir a casa de su madre y verla, a su hija.

— No mentiste.

— Tch. Espero cumplas la parte de tu trato.— Contestó el chileno viendo la pantalla de la cámara por donde el peruano se había movido. — Prometiste no hacerle nada, él solo quiere ver a su hija. Luego puedes mandar a tus hombres a buscarlo, no pondrá resistencia para regresar.

— Tranquilo, Chile. Yo siempre cumplo mis promesas. — Dijo el alemán abrazando al chileno. Chile solo siguió mirando aquella pantalla. Eso era todo lo que podía hacer por el peruano.

— Aquí el escuadrón 670, reportamos movimiento por parte del objetivo. Hemos identificado al individuo como Perú ¿Lo seguimos?

— ¡Tell me your location, now/ Díganme su ubicación, ahora! — Gritó el americano al oír noticias por parte de uno de los grupos. Al recibir la ubicación del peruano, el de estrellas se alistó para irse.

— USA ¿Estás seguro de esto? — Preguntó Canadá preocupado.

— Es mi única oportunidad para salvarlo, Canadá. No puedo quedarme aquí. No cuando él está en peligro. Necesito salvarlo. — Contestó USA sin siquiera mirar al canadiense. Y sin más que decir se retiró.

Eran alrededor de las ocho y media cuando Estados Unidos llegó a la ubicación del peruano.

Era un hotel simple y descuidado. El peruano se hallaba en la habitación 19.

Cuando tocó la puerta, un golpe junto con maldiciones fueron escuchadas al otro lado de esta y Perú con mucho miedo a que lo hubieran encontrado ya, abrió.

— Señor Perú, necesito hablar con usted. Soy un agente del FBI. — Dijo con seriedad el americano mostrando su placa en el proceso.

Perú no dijo nada y lo dejó pasar. El cuarto estaba sucio, la pequeña ventana de esta ni vidrios tenía habiendo una pequeña brisa en aquella habitación.

— Usted fue el elegido ¿Sabe acaso al lugar al que lo llevarían? ¿Alguna pista sobre Хякуки?

— ¿Cómo es que usted sabe sobre lo del elegido?

— Lo estuvimos buscando. Su madre e hija están muy preocupadas por usted. Pero ahora no estoy para contestar sus preguntas, necesito que me responda ¿Sabe a dónde lo llevarían o algo sobre Хякуки ?

Volvió a preguntar el americano. Perú se tomó su tiempo y eso exasperó al de estrellas.

— No conozco a Xяк lo que sea, lo único que sé es que el viaje sería largo, 8 horas exactamente. Desde el burdel hasta el destino. Es todo lo que puedo decirte.

— Gracias por la información. Ahora mismo me contactaré con mis compañeros para que lo vengan a recoger. No habrá a nadie más. Ellos usarán un código con usted el cual es 670. Recuerde 670.

Perú agradeció muy aliviado de que quizás hubiera una oportunidad para escapar. El americano se retiró del lugar e informó al canadiense lo sucedido, además de pedir información sobre el lugar más cercano en el transcurso de ocho horas al burdel.

Perú miró desde la ventana la retirada de aquel hombre. Le deseaba suerte. Era evidente que estaba en busca de alguien y que tenía el tiempo contado. También se notaba que no había dormido, ojeras enormes debajo de ojos cansados resaltaban en aquel rostro. Pero eso a él no le incumbe. Solo debía de pensar en volver con su hija y madre.

¡Bang!

El cuerpo del peruano cayó como saco de papas al suelo. La pequeña perforación en su frente era la culpable. Un chorro de sangre salió de este orificio pero no más.

Cuando llegó el escuadrón del americano solo se toparon con el cuerpo. No había pistas ni huellas de alguien atacando lo. La última persona en entrar a la habitación había sido su líder. No les quedó de otra que retirar el cuerpo y reportar el suceso.

— Es demasiado arriesgado USA. Tú no sabes qué pasará si te diriges hacia allá.

— Tengo que hacerlo Canadá.

— Lo sé, pero ahora mismo tienes que pensar en la misión primero. Sabes el tiempo que nos costó reunir toda esta información, sabes lo que---

— Me ayudarás ¿Sí o no? No estoy para escucharte ahora. — Interrumpió al canadiense. USA esperaba la información que Canadá había investigado. Tenía dos opciones, ir y aventurarse o ir con la guía del bicolor.

Canadá suspiró y no habló por un tiempo. Comprendía el sufrimiento de USA, lo hacía, pero a la vez sabía que si la misión se hecha a perder, el estadounidense se culparía otra vez. Y quizás esta vez no lograría salir adelante.

— Tengo una ruta, demoras 9 horas en llegar allí, es lo único que puedo darte, está esquivara las posibles zonas de seguridad.

— Gracias.

— Confío en ti, USA. No lo arruines.

♪ ♪

Presente

"""México despertó con un ardor en su estómago. Este lo invitaba a vomitar aún si no había comido durante tres días. Tenía que abrir y cerrar su boca para evitar la acidez del estómago que subía y bajaba por su esófago.

Como de a poco iba despertando no vislumbro al inicio con claridad el lugar en donde se encontraba. Era muy diferente a sus últimos recuerdos eso podía llegar a comprender.

Poco a poco empezó a ganar claridad en su mente viendo que, el lugar misterioso, era su habitación. Él se encontraba acostado en su cama con solo un polo largo y grande que se notaba que no era de su talla. Lograba percibir unos sonidos melódicos, los cuales atribuyó que era música, además de que algo en su ser le decía que no se encontraba solo.

Logró confirmar aquel pensamiento cuando vio al americano. Este lo miraba con tranquilidad y seriedad. México se alegró al verlo, no supo el por qué, pero se sentía más seguro al tenerlo a su lado.

— ¡Gringo! ¡Por la Virgencita en verdad quería verte! — Gritó el mexicano sentándose con esfuerzo en su cama. Estados Unidos empezó acercarse a él para acariciar con cuidado el bello rostro del tricolor.— Yo… Yo tenía que decirte algo importante. Pero no recuerdo que era. Yo… ¿Qué era? Ugh… — Empezó a sentir una fuerte pulsación en su cabeza que no le permitía recordar aquello que debía de dar a conocer.

— No te preocupes. No era nada importante. — Le susurro el americano. Sus manos iban explorando un poco el cuerpo del mexicano.

— Espera, enserio tenía que decirte algo ¡Wey no me toques que me distraes! — Reprochó avergonzado el mexicano al sentir las manos frías del americano subiendo por su pecho. Esas sensaciones eran nuevas para su cuerpo, después de 4 años sin pareja, su cuerpo no estaba acostumbrado a este tacto.

— Te digo que no es importante. — Susurró el de estrellas. Su cara estaba recostada en la intercepción del cuello, dónde besaba suavemente aquella piel. Los besos subían al rostro del mexicano, besaba todo lo que podía de este y volvía a bajar ; repitió este accionar hasta que el mexicano se dejó hacer.

— Neta que yo creí ser el activo en nuestra primera noche. No te ves tan conocedor del tema gringo. —Comentó riendo el mexicano. Aquellos besos le hacían más cosquillas que otra cosa."""

—Я не ожидал такой реакции./No me esperaba este tipo de reacción. — Hablo el ruso al ver al tricolor tranquilo con la atención dada.

Rusia había esperado mucho para que este día llegara. La última víctima. El último órgano. Aquel cuarto rojo había sido testigo de su accionar desde que cumplió 10 años.

Necesito de 48 personas para poder superar la maldición. Para así demostrar que era digno de haber sido elegido como el heredero. Y con el honor de acabar con la vida de su padre.

Cuando había entrado en aquel cuarto, se encontró con la hasta ahora víctima más tranquila. Aquel tricolor no ocupó resistencia al sentir sus caricias o besos. Era diferente a las anteriores. Y eso creaba en él una curiosidad perjudicial. Quería ver hasta dónde podría aguantar aquel pequeño tricolor.

Inicio con el ritual memorizado, debes de besar y adorar cada parte del cuerpo de la víctima, porque así agradeces su sacrificio. En algunos casos puedes acostarte con esta, pero en lo posible no lo hagas, eso crea emociones inservibles.

"""— Yo sé que estoy bien pinche hermoso, pero que me beses todo el cuerpo es pasarse gringo.— Dijo avergonzado el mexicano al verse bañado en besos y caricias suaves. El polo aún se encontraba en su cuerpo pero este estaba arrugado y levantado hasta por encima de sus hombros siendo el mexicano quien lo sostenía para que no estorbaran en el accionar del de estrellas.

Los pequeños suspiros llenaban el silencio de aquel cuarto, México miraba embobado al americano, los besos de este ocasionaban pequeñas reacciones en su cuerpo. Estás aumentaban más que nada cuando le besaba su vientre bajo, era sentir la piel suave de los labios contra su piel y un pequeño cosquilleo cubríria a su cuerpo haciéndolo temblar."""

Rusia reía al ver los pequeños temblores en el tricolor. No comprendía las palabras que susurraba aquel hombre pero deseaba escucharlo decir su nombre.

— Я Россия. Россия , Вы можете сказать? Россия/ Soy Rusia, Rusia. ¿Puedes decirlo? Rusia. — Decía el ruso una y otra vez que lo besaba en el rostro.

"""— Ya sé que te llamas Estados Unidos wey. — Comentó riendo el joven al oír las palabras del americano."""

— Т�� будешь первым и последним ... Я заставлю тебя чувствовать себя так хорошо, это будет мой способ поблагодарить тебя. Я сделаю это. Обещаю / Tú serás el primero y el ultimo, te haré sentir tan bien, esa será mi forma de agradecerte. Lo haré. Lo prometo.

"""— ¿Me prometes? No entendí gringo, puedes (...) ¡Espérate wey creí que solo estábamos de manitas calientes! — Vociferó tratando de alejar las manos del mayor de su cuerpo. — USA, aún no hablamos y ya quieres metermela que pinche caliente eres.— Trato bromear el mexicano para bajar su nerviosismo.

El estadounidense no hizo caso a las palabras de este y siguió tocando los muslos del mexicano. México dejó de ver aquella situación como algo romántico y se forzó a sí mismo a juntar fuerza para defenderse.

Con una mano empezó a empujar al de estrellas para que se alejara de su cuerpo mientras que con la otra sostenía la mano derecha de este para que dejara de tocarlo. Allí fue cuando se dio cuenta que aquel hombre no era Estados Unidos. Su mano no tenía aquella marca.

La persona encima de él siguió insistiendo en querer tocarlo y el mexicano ponía toda la resistencia que su cuerpo le permitía. Sus piernas empezaron a moverse para patearlo y alejarlo de una vez al extraño. Tenía que escapar. Su cabeza empezó a dolerle al recordar escenas cortas y borrosas sobre una mujer. Sobre unos hombres que lo tenían sujeto. El cómo aquella mujer lo miraba con tristeza, vió el cuerpo de esta rebotar contra un sillón y no se movió más. Su pecho dolía, dolía mucho, quería calmar ese ardor que era ocasionado por aquellos recuerdos. Esto el hombre usó a favor para así sostenerlo de ambos brazos con solo una mano y abrir sus piernas sin ningún cuidado para posicionarse entre ellas.

México pataleaba y se retorcía para detener lo que estaba sucediendo. Sus ojos los tenía cerrados, no quería ver a ese hombre con la cara de la persona que alguna vez le gustó.

El hombre gruñó y empezó a gritar enfurecido, a México eso le valió madres, él siguió esforzándose para salir de aquella pesadilla. Pero aquel hombre tenía más fuerza de lo que el mexicano creyó, la pierna izquierda del tricolor terminó en manos del hombre y fue quebrada con solo un movimiento.

— ¡HIJO DE TU PUTA MADRE! — Vociferó adolorido el mexicano, las lágrimas caían de sus ojos ante el dolor, dejó de moverse al sentir el dolor punzante en su pierna y el hombre retomó su posición anterior para terminar con lo iniciado.

Aquel hombre tocaba sin cuidado el ano del joven, abriéndolo con sus dedos simulando embestidas y tijeras rasgando en el proceso la delicada piel de la zona.

— Duele, duele mucho. Detente ¡Detente! — Sollozaba el mexicano arañando los brazos del hombre con todas sus fuerzas para así distraer a su mente del dolor que su cuerpo sentía.

No tuvo la preparación correcta. Y con la pierna ya rota sumando el dolor de sentir aquel miembro enorme introducirse en él de una estocada, junto con los recuerdos de la muerte de aquella mujer y el dolor de que USA no había venido a salvarlo. Todo eso hizo entrar en un trance al mexicano. Su mirada estaba oscurecida, su mente ya no reaccionaba en forma de defensa, para protegerlo al menos un poco de aquel trauma.

El hombre siguió embistiendo sin detenerse en ningún momento ni bajar a la velocidad. Empezó a lamer y morder lo que su boca pudiera tocar, las mordidas empezaron a cobrar fuerza, la sangre empezó a salir de aquella heridas manchando la boca de ese ser, se volvió más tosco y brusco al sentir la sangre en su paladar, las embestidas ahora eran irregulares dando a conocer que aquel hombre se correría pronto. El miembro del mexicano yacía bañado en semen desde hace algunos minutos. México siguió en su trance tratando de no perder la poca cordura que le quedaba. Recuerdos pequeños de un perro, fiestas con personas conocidas, la misma mujer a la que vio morir y de un hombre lo llenaban, le daban las razones de solo querer rendirse e ir con ellos, a dónde se encontraba la seguridad, el cariño y la calidez de ser amado. Quería que lo ayudaran a salir de aquel lugar, se los rogaba, pero ellos no podían escucharlo.

Cuando el hombre se corrió dentro de aquel cuerpo muerto en vida, mordió la parte del pecho empezando a arrancar la carne de la zona, comiéndose la. Necesitaba llegar al corazón, mordió y arrancó la carne que se interponía, algunos pedazos se los comió mientras a otros los escupió, rompió las costillas con un puñetazo cuando logró divisar las y metiendo su puño extrajo el corazón del tricolor."""

— Это сделано/ Está hecho.

Rusia salió de aquel cuarto sin mirar una segunda vez al cuerpo muerto de aquel joven.

La maldición estaba rota. Ahora era momento de limpiar y matar a los ratones entrometidos.

♪ ♪

— Señor, la droga no duró el tiempo necesario. Y tampoco surgió el efecto deseado. Habrá que hacer más pruebas.

Georgia escuchaba a su asistente. El joven daba el reporte de lo que había visualizado por la pequeña cámara en la habitación.

— Yo no inyecte la droga en sí, utilice la fase beta que desechamos.

— ¡Pero señor la fase beta es el doble de riesgosa para una persona!

— Exacto, por eso lo hice.— Respondió Georgia complacido con los resultados.

Era solo cuestión de tiempo para que sus planes empezarán a tomar marcha. Solo necesitaba esperar.

Eran las 6 de la mañana cuando Estados Unidos llegó a la ubicación.

El lugar había sido desmantelado con anticipación. Al ser la última persona, solo necesitaban usar el cuarto rojo para terminar con el ritual. Así que no hubo cosas por mover, esconder o quemar.

USA tomó su arma e ingresó al lugar muy concentrado por si llegaba a notar algo raro. No había nada allí, revisó cuarto por cuarto buscando al mexicano y alguna información que pudiera ayudarlo con la misión.

Le tomó una hora poder encontrar el cuarto rojo. Cuando entró al lugar lo primero que sus ojos divisaron fue aquel cuerpo tricolor que él conocía.

— ¡México! — Se acercó corriendo al ver la sangre adherida a la cama donde se hallaba recostado el mexicano. Estando de frente a este, no logró aguantar las ganas de vomitar al ver con horror el pecho destrozado y carcomido del latino.

El americano se quedó allí, por fin soltando las lágrimas de dolor que había guardado desde la muerte de Sussy. Los había perdidos a ambos. Había perdido a los seres que le abrieron los brazos y lo llenaron de calidez y cariño.

Su ropa se manchó con la poca sangre que aún yacía fresca al abrazar al mexicano. Trató de buscar el calor que recibió muchas veces de los abrazos sorpresas del tricolor. Pero no encontró nada.

Ya no había nada para él. Todo se lo habían arrebatado. Y era culpa suya.

— ¿El mismo tatuaje señor? — cuestionó la mujer mientras limpiaba el tobillo del cliente para hacer el tatuaje pedido.

— Sí. Dos plumas en lugar de una.

La mujer asintió en respuesta empezando a tatuar el mismo grabado del tobillo izquierdo.

Estados Unidos cerró los ojos tratando de descansar. Tratando de soñar aquellos recuerdos.

Días después de lo sucedido, si no hubiera sido por Canadá, hubiera cometido la locura de ir en busca de quienes le habían arrebatado todo para acabar con ellos.

Fue ahí cuando empezó a tener aquellas hermosas pesadillas. Eran escenarios sencillos, donde él se encontraba acompañado de Sussy y México, ambos hablándole de cosas que él no lograba escuchar, sonriéndole, abrazándolo, viendo televisión o besándolo. Llegado un momento del sueño, ellos se levantarían y empezarían a caminar hacia la oscuridad, Estados Unidos trató de detenerlos, les gritó que no fueran, que no lo dejarán solo, que se quedarán, pero no le obedecieron. Solo se despedían de él sonriendo cruelmente.

Ese sueño se repitió tantas veces, que cada que podía cerrar los ojos esperaba con ansias la llegada de este. Aprovechaba cada momento que tenía con ellos hasta aquella despedida.

Hubo solo un funeral, para ambos, él no asistió. Más bien no volvió a ir a la vecindad. Mando a Canadá a recoger sus cosas, los vecinos interrogaron a este muy preocupados por USA, exigiendo que les diera su dirección ya que él los necesitaba.

Canadá agradeció aquellas muestras de cariño y sin decirles nada se retiró.

USA ahora estaba solo centrado en la misión, buscando cada pista que podía encontrar, cada información que podría serles útil. No se detuvo, no tenía permitido detenerse, ellos no lo dejaban. Le susurraban cada que podían que debía de vengarlos. Qué debía cobrar justicia.

Y él lo haría.

⟩⟩ Como dijo Chile, a ellos los mantienen con la mentira de la "deuda" que apenas terminen de pagarla podrán ser libres. También les habían dicho que el "elegido" recibe una paga grande. Todo esto son solo mentiras. Además de que si recibieran dinero no tendrían en que gastarlo ya que todo lo que necesitan se les es dado. Y aún si recibieran, no tendrían dónde guardar el dinero o mandarlo a las personas que ellos quisieran.

⟩⟩ Chile es el "espía" de Alemania. Él avisa de todas las cosas que ocurren en las habitaciones o las ideas que a algunos se les ocurren. Pero nunca delató a Perú o Argentina, a ellos siempre los cuido. Esa es la razón del porque la huida de Perú fue tan sencilla. Chile lo ayudó.

⟩⟩ México estudio traducción e interpretación con los idiomas inglés y ruso, cuando salió de su carrera no encontró trabajo al inicio y empezó a trabajar en el restaurante mientras iba viendo trabajos para dedicarse a su carrera. Al final México se encariño con su trabajo. El inglés lo práctico con USA, pero el ruso lo dejo de lado, recuerda lo básico no más.

⟩⟩ No hay ninguna maldición. Solo una mentira que trascendió con el tiempo haciendo creer a los descendientes que el heredero al tener la maldición será más fuerte y el elegido.

⟩⟩ Rusia a comido en total a 48 personas, partes diferentes del cuerpo de cada uno. Al inicio serían 100, pero... meh xd

⟩⟩ ¿Recuerdan el nombre de la mafia? ¿Хякуки / Khyakuki? Eso es en honor a Hyakkimaru, personaje de la película Dororo del 2007.

⟩⟩ También el "nombre" Die anregung significa sugerencia, propuesta, estímulo, excitación, incentivo, incitación.

⟩⟩ La codicia es la perdición de uno. Georgia lo sabrá muy pronto. Y sobre la droga que está haciendo, supuestamente está tenía que crear una ilusión duradera para el mexicano, hace que el dolor sea un placer y aquella ilusión se vuelve tan real que uno se vuelve adicto a eso. La ilusión vendría a ser lo que tú más deseas o quieres. En este caso México necesito de la intervención de Rusia para sentirla real.

• La fase beta de aquella droga afecta con más rapidez al cuerpo siendo uno de los órganos vitales más afectados : El corazón.

⟩⟩ Este es un dato extra: USA tiene una PlayList en su celular con todas las canciones que alguna vez el mexicano le recomendó o él escuchó. Aprendió a dormir con música ya que cree que cuando lo hace, el mexicano está con él acompañándolo.

⟩⟩ USA nunca supo sobre cuál era el regalo de Sussy. Más bien, este fue enterrado con ella y el mexicano.

Sé que no es el mejor final, en realidad esto tenía una continuación pero lo deseche ya que este final me pareció mejor que el de la secuela.

Escribiendo este capítulo yo tuve 3 canciones que repetir una y otra vez x'D

•Need You Now de Lady A

•In this shirt de The irrepressibles

• Affections touching across time del OST de Inuyasha version piano.

Más que nada esta última me metía turbo para escribir 🤣👌

Este es el capítulo para mí, más difícil de escribir y leer, porque me dolía mucho ponerme en el lugar de USA y vivir a través de los sueños los últimos momentos felices que podía tener con Sussy y México.

Y bueno... Cualquier duda, queja, reclamo, si les dio hambre o algo, haganmelo saber por favor uwu.

Por último, muchas gracias por llegar hasta aquí, espero que la lectura haya sido placentera para ustedes 💕✨💕✨💕✨💕✨💕✨💕✨💕✨💕✨💕