webnovel

La Obsesión de la Corona

—Tu cama está fría —habló una voz en la habitación que hizo que abriera los ojos de par en par por el miedo. Nerviosa, se giró, tragando suavemente al ver una sombra en su cama como si alguien yaciera allí. El hombre que había estado tumbado se sentó, emergiendo de las sombras donde había estado esperándola. —¿Qué haces aquí? —preguntó ella cuando sus pies tocaron el suelo y él se impulsó hacia arriba para empezar a caminar hacia ella. Sus rasgos guapos se veían más oscuros de lo habitual por la falta de luz en la habitación. —Vine a encontrarte —inclinó la cabeza—, ¿a dónde fuiste? —Salí a caminar —fue la rápida respuesta que hizo que él sonriera, una sonrisa que a ella le daba más miedo. Ella dio un paso atrás cuando él se acercó a ella. Eso no lo detuvo de acorralarla, y su espalda golpeó la pared detrás de ella. Levantó la mano hacia su rostro, y ella cerró los ojos, asustada. Ella tembló cuando sus dedos trazaron un camino desde su sien pasando por su mandíbula y cuello. Su cabello rubio estaba suelto. —¿En medio de la noche? —ella no le respondió sabiendo que él podía descifrar sus mentiras a través de sus palabras. Él se acercó más, lo que hizo que ella girara su rostro lejos de él y sus palabras vibraron en la piel de su cuello—, ¿fuiste a verlo, mi dulce niña?

ash_knight17 · Fantasi
Peringkat tidak cukup
549 Chs

Oraciones de paz - Parte 2

—¿Dijo algo el diablo? —preguntó Beth.

Madeline negó con la cabeza. —No lo hemos visto desde aquel día en el bosque —Si tan solo Vladimir hubiera accedido a ayudarles sin ningún trato, pensó para sí misma. No eran solo los ángeles sino también el diablo el que estaba siendo difícil.

—Ya veo —murmuró Beth—. ¿Qué le pasó a Paschar? —Con su mente consumida por el asesinato que había cometido con sus propias manos, Beth no había encontrado el momento de preguntarle a Madeline qué había pasado.

—Por ahora parecen haber desaparecido como los demonios y los ángeles caídos —respondió Madeline—. Al menos eso es lo que ella creía.

—Maddie... Sé que dije que me quedaría aquí contigo por un tiempo, pero creo que es hora de que me vaya —le dijo Beth—. No al lugar donde están mamá y papá porque no quiero poner sus vidas en peligro por mi culpa.

Madeline frunció el ceño al oír esto. —¿Entonces a dónde irías?

Bab Terkunci

Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com