"Fuu..."
Alexander exclamó, acostado en la hierba con los brazos abiertos.
"Fiuu..."
La pequeña Kunou también exclamó recostada completamente sobre Alexander, ambos mirando el cielo.
"Eso fue..."
"No esperaba eso para nada, tou-san..."
"Es así, ¿eh?"
La Mansión Nothing se erguía a lo alto de la vista en el jardín, y la mirada de Alexander era sorprendida, y la mirada de Kunou era un poco extraña, con su pequeña boca todavía abierta, su pelo rubio algo alborotado, y su ropa toda estrujada.
¿A qué se debía algo así?
Pues eso era naturalmente, a aquellos seres conocidos como mujeres.
Las mujeres de Alexander, para ser más precisos.
"Pero, ¿estás bien, Kunou?"
"Ah, hai, estoy bien tou-san, también fue bueno conocer a las demás mamás, pero... no me esperaba eso."
Alexander suspiró mentalmente, porque Kunou no se había asustado de ese tratamiento o algo así, sino que incluso ahora, él mismo podía sentir como las Nueve Colas de Kunou estaban algo inquietas, emocionadas, y expectantes.
Toda una vida Alexander pensó que algo así era ridículo, pero resulta que era cierto de una forma inmensamente certera.
Las colas de Kunou dictaban exactamente su estado de ánimo.
Era tan raro para Alexander, como lo eran los mechones de pelos que se movían solos en algunas personas, como su Prim.
De hecho, Alexander recordaba que en la televisión había visto que existían documentales sobre el comportamiento de los animales, e incluso a él mismo le gustaba ver ese en especial de "César Milán, el encantador de perros", ya que por muy preparado que fuera el programa, las respuestas del hombre sobre los animales, cómo se sentían, cómo estaban físicamente, y qué necesitaban, eran muy lógicas y transparentes, al punto de que Alexander incluso se enganchó viendo ese show...
Pero, nunca había imaginado que en realidad existirían personas que eran medio animales, justo como solía ver en los videojuegos de antaño, o en los animes a lo largo de toda su vida, y que estas personas tendrían algunos de los instintos primordiales de los animales que representaban en ellos...
Si bien era algo chocante, y aunque no se dejaba de sorprender, Alexander ya sabía lidiar perfectamente con ello.
En especial, porque tenía una adorable hija en ley, que era una Zorra Nueve Colas, o una Kyuubi, y porque la madre de esa hija en ley había sido tan mundana con él como el mismo acto de "sacudir-sacudir" podría ser...
Por eso, Alexander silenciosamente le pasó la mano en la cabeza a Kunou, que estaba sobre él de cuerpo completo.
(Kuku~ Hace cosquillas... pero se siente rico~)
Alexander sonrió al escuchar el murmullo de Kunou, y siguió en lo que estaba, sintiendo a Kunou toda inquieta y risueña por las caricias que le daba en la cabeza, con sus adorables orejas también en acción.
Y de esa forma, la mente de Alexander divagó hasta el momento en que llevó a Kunou y Yasaka, a conocer a sus otras esposas y familia del mundo derivado de Kuroinu.
...
Como ambas partes ya sabían de sí, la sorpresa de verse entre ellas, las Esposas de Alexander, así como su chica Slime, también como su Imouto Luu Luu, no fue nada disparatada o desagradable.
Olga sonrió en ese momento y le dió a la bienvenida a Yasaka que también la miraba. Ella siempre era la que abría la conversación en estos temas y momentos.
"Hola, gusto en conocerte, Yasa-chan~"
Yasaka también estaba emocionada, y su respeto por Olga, por ser la primera mujer que capturó a Alexander, estaban a flote cuando resolvió el saludo.
Luego Yasaka saludó a todas las demás, una por una de las 12 integrantes de la familia de Alexander aquí en Asora, de buena fe.
Las chicas también saludaron a Yasaka de forma divertida y novedosa, pero Yasaka suspiró por el hecho de que no sentía o no podía sentir, la mala voluntad de alguien de este grupo tan importante y distinguido de personas, hacia ella.
Finalmente, un mechón se alzó en el aire, casi formando un símbolo de pregunta cuando Prim preguntó, "Hmm, Yasaka-sama, ¿Kunou-chan dónde está?"
Las demás también se concentraron en esto, y se dieron cuenta del pequeño detalle importante que se les había pasado.
En ese momento, Alexander sonrió y fue hacia detrás de Yasaka, para cargar a la pequeña Kunou que había allí como si fuera una bebé que no podía caminar.
De hecho, se sorprendió vagamente cuando sintió que las colas de Kunou estaban muy enérgicas y su corazón estaba corriendo, al parecer, tanto nerviosa como dudosa y tímida de conocer finalmente a sus demás madres.
Alexander acercó su cara a la de Kunou que estaba metida en su pecho, y le habló gentilmente.
"Kunou, ellas están esperando por ti en este momento, y tienen muuchas ganas de conocerte, ¿por qué no saludas a tu nueva familia a partir de ahora?"
Kunou movió su cabecita y asintió, luego miró hacia las chicas desconocidas que la miraban aturdidas con algo de timidez.
"H-hola... mamás...~"
Después de eso...
La ternura de Kunou disparó algún tipo de fusible en las cabezas de las que veían a Kunou en vida real por primera vez, y prácticamente...
Kunou estuvo un tiempo pasando de manos y manos para abrazar.
Cuando ella se sentía muy tímida y su carita se sonrojaba, las chicas sólo iban "¡Kawai!" antes de volver abrazarla.
Hmm.
Aunque de hecho, por muy emocionadas que estaban, todas y cada una de ellas, inclusive Luu Luu y Sui, que no participaban tan pegajosamente como las demás, al parecer al no tener instintos maternales tan fuertes... fueron bastante suaves, o cómo decirlo...
Blandas, se podía decir, para no espantar a Kunou.
Tal vez fue este detalle, o algo más, pero la pequeña que pasaba de manos en manos como si fuese una muñeca de tamaño real... no estaba asustada, era mejor decir, aturdida.
E incluso Alexander se tuvo que reír cuando Kaguya cargó a Kunou en sus brazos, sobre su Kimono, y se sonrojó casi tanto como su nueva, encantadora y abrazable hija.
Otras escenas divertida también ocurrieron en el turno de Alicia, de Maya, y en el de Claudia... aunque para esta última fue algo diferente...
Puesto que incluso a su edad no tenía niños, sus sentimientos maternales desbordaron por un momento cuando sintió a Kunou en sus brazos.
'Estoy segura de que protegeré a esta chica con mi propia vida.'
Ella pensó, cosa que ya pasaba por exactamente 14 mentes al igual que ella.
En el turno de Chloe, ella intentó abrazar a Kunou, pero cuando estuvo completamente roja de la timidez, sólo se resignó a abrazarla en sus pechos, y pasando su mano en su cabeza muy tiernamente.
Cuando Kunou apareció delante de Luu Luu, la última, que era apenas unos centímetros más altos que la primera, sacó su (inexistente) pecho y le dió algunas palmaditas en la cabeza a Kunou.
No te preocupes, Luu Luu-oneechan está aquí.
Parecía decir su expresión.
También fue algo raro en el caso de Sui, que se hizo una pequeña bola rosada en la cabeza de Kunou y sacó un tentáculo para saludar a Kunou.
Y para Aki, una chica japonesa y conservadora como ella era, fue algo que le dió más vergüenza que a Kaguya, la cual todavía estaba toda sonrojada en un lado.
Alexander disfrutó ver esto, porque aunque sintió que la azúcar en su cuerpo se movía irremediablemente, y sus piernas se ponían débiles, era algo que tenía que ver intrínsecamente con él.
Era la propia familia que Alexander había formado con sus manos, y era la familia que Alexander protegería con su vida por delante.
Tal vez fue por todo lo movido de todo este tiempo tan dulce que bien podría llamarse así, pero necesario, que Alexander no comprobó su energía...
Después de unos minutos de aquello, Olga, como siempre ocurría, tomó las manos de Yasaka y junto a las demás la llevó a algún lado, dejándolo a él solo en este lugar con su hija en ley sobre él.
...