—Yo estoy... yo... —sintió un nudo formarse en su garganta. ¡No estaba siendo justo! Sus emociones estaban en conflicto entre sí y no sabía qué hacer. No, no era eso. Sabía lo que quería, pero estaba asustada.
El señor suspiró antes de darse la vuelta para estar frente a ella. Cuando la miró, decidió no presionarla más. La pobre parecía perdida.
Levantando su mano, esperó a que ella la sostuviera, lo cual hizo, colocando su pequeña mano sobre la de él. La tiró con cuidado, como si cualquier movimiento brusco la hiciera escabullirse lejos de él, cosa que no quería. La abrazó, manteniéndola así durante mucho tiempo, sintiendo sus manos agarrarse dócilmente a la capa que llevaba puesta. Eso era una mejora, notó él.
Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com