Me uní a Roy frente a la guardia.
-¿Llegas tarde señorito Gran? - Dijo un muy molesto Roy.
-Tranquilo, vine lo más rápido que pude.
-Rápido mis huevos, sabes todo lo que he tenido que trabajar hoy, por tu culpa, todos los putos Sir que me la pueden mamar, me han pedido trabajos, y tengo que más encima hacer guarida nocturna contigo, pero el señorito va a divertirse, como si no hubiera hecho nada.
-Considera que yo solo sirvo a Willfest, y no pertenezco a la guardia no soy soldado como tu lo eres, así que no tengo que obedecer al resto Roy, esa es mi ventaja.
-Servir a mi padre, si hasta eso lo haces mal, si no fuera porque tienes talento con esa cuchilla, no servirías ni para lavar trastes idiota, además tenia que llover hoy por la puta madre.
Roy me había agarrado por el cuello de la armadura, honestamente decir que esta molesto seria poco.
-Vamos Roy, tranquilízate, te lo voy a compensar de acuerdo, primero que nada toma, para que llenes un poco el estomago.
Le entregue la comida que le había traído del bar envuelto en un paño, si algo se, es que después de comer un poco uno tiende a calmarse, cuando tenia trabajo de campo con otros compañeros que no congeniábamos mucho, solía darles caramelos como si fueran niños, o si no requeríamos de mucha precisión para lo que teníamos que hacer, les daba cerveza, con eso todos trabajaban mejor y había mejor comunicación en el equipo.
-Tsk... supongo que gracias... te apesta el gráznate a cerveza barata.
-La cerveza estaba bien buena la verdad, mejor que esa cosa que sabe a meados de gatos que tenemos en casa... y te lo digo yo que no me gusta la cerveza.
-Debe a ver sido por la prostituta, creo que te nublo el juicio.
Debería molestarme por como trataba a Helen, pero como no sabia muy bien en lo que trabajaba ella, decidí dejarlo pasar, además nunca había visto a Roy tan cabreado.
-Ven caminemos para que puedas comer.
Roy me soltó, caminamos un rato, para que el pudiera comer tranquilo sin que lo viera algún compañero.
-Dime que tenemos que hacer, es la primera vez que hago ronda de noche.
-Te diría lo de siempre, pero tenemos que averiguar de la asesina que te conté hace unos meses, ahora por culpa de alguien que tengo a mi lado, me cargaron el muerto a mi.
-Si te ayudo a resolver ese problemas ¿podrías de dejar de estar enojado conmigo hermanito Roy?
Roy me apretó fuertemente el hombro.
Di eso de nuevo y te emparejo la barbilla Gran.
-Tranquilo, es una broma, en tu familia enserio tiene problema para captarlas, aunque tu sueles ser más receptivas a ellas.
-Si, pero hoy no estoy para eso Gran.
Decidí no molestarlo más y dejar que comiera, era obvio que Roy estaba apunto de perder la paciencia, caminamos por dos horas hasta que me llevo a la zona costera, a lo lejos divisamos a alguien que estaba debajo del puente que daba al castillo, probablemente se refugiaba de la lluvia, pero Roy me dijo que era deber de nosotros sacar a los vagabundos de lugares que le pertenecían a la alta sociedad, no me gustaba la idea, también entendí que a Roy tampoco le agradaba, pero era su trabajo.
-Gracias Gran, no había comido nada desde el desayuno, supongo que me siento algo mejor.
-¿Más calmado ahora conmigo entonces?
-Aun deseo golpearte la cara, pero si, ya me siento un poco más tranquilo.
Por lo visto el truco de la comida funciona incluso en el pasado.
Tuvimos que bajar por un lugar complicado, cualquier paso en falso y terminarías en el mar, y caer con este frío podría ser peligroso, seria muy fácil que te de hipotermia.
-¿No me digas, por un demonio, tenia que ser ella? -Dijo Roy frustrado.
Debajo de uno de los pilares del puente estaba Amelia refugiándose de la lluvia, había prendido una pequeña hoguera para poder calentarse.
-Pelirroja que haces acá... sabes que no me importa, pero tienes que irte, nadie puede estar en este lugar.
Amelia estaba empapada, tampoco tenia muy buena cara.
-¿Qué, pero si aquí no le hago daño a nadie? - protesto ella.
Amelia, ¿Qué haces acá, por que no te vas a tú casa?
-Enserio Gran a veces no sé si eres muy inocente, o un imbécil, si esta acá, es porque no tiene donde dormir.
Amelia solo asintió lo que dijo Roy.
Me saque mi abrió y se lo puse sobre los hombros.
-Abrígate Amelia.
Las heridas aun no se le curan.
-¿Roy no podemos hacer algo?, no la podemos dejar en este estado.
Roy iba a hablar, pero Amelia nos interrumpió.
-Gran no te preocupes, ya ustedes dos hicieron mucho por mi, si es un problema estar en este lugar buscare otro lado para pasar la noche, solo déjenme calentarme un poco.
Me rompió el alma verla, hablar con ella era como si hablara con Rury, ella siempre me cayo bien, aunque me daba celos que saliera con Hero, era una buena persona, incluso se preocupaba por mi.
-Roy ven acá un segundo.
Nos alejamos de Amelia para que no pudiera escucharnos.
-¿Con qué locuras me vas a salir ahora Gran?
-Crees que Willfest se enoje si permitimos que pase esta noche en su casa.
-Haber, te volviste loco, o la prostituta te dejo algo más que la cabeza de abajo seca.
-Con un no me bastaba... y para que lo sepas no fui a un prostíbulo ni tuve sexo con ella, solo fuimos a un bar juntos, nada más, además a Helen le debo mi vida, podrías al menos no decirle prostituta frente a mi.
-¿Espera como que te salvo la vida?
-Luego te cuento eso, dejémosla que duerma al menos esta noche, te prometo que voy a cargar con todo la furia de Willfest, además mírala Roy no creo que te agrade dejar a una linda señorita sola de noche en ese estado.
-Dime donde esta la señorita, yo solo veo una zorra (animal) roja muy salvaje.
-Roy por favor, ¿si fuera Lay no querrías ayudarla?, se que te he pedido mucho esta semana, pero buscare la manera de compensarte todo esto... ya lo sé tu disfrutas de la carne, pero estoy seguro que nunca as comido una hamburguesa, te prepara las que tu quieras.
-¿Una que?... no creas que me convencerás con eso.
-Esta bien, te ayudare con tus encargos para alivianar tú trabajo, cuando no este con mi deberes con tú padre.
Roy se quedo pensando un rato...
-Súmale una cosa más, quiero ver a alguien, el viernes me toca ronda nocturna a mi solo, cúbreme, y tenemos un traro, pero tu te las arreglas solo con mi padre ahora.
Le tendí la mano, cosa qué el a media regañadientes acepto.
-Trato entonces. -Le dije.
Nos volvimos acercar a Amelia.
-Pelirroja, dormirás en nuestra casa esta noche, pero tendrás que acompañarnos un rato, no podemos llevarte directamente ahí, si nos sorprende, se interpretaría como abandono al deber. - Dijo Roy.
-Vamos Amelia.
-Enserio dormiré en la misma casa que Sir Willfest el matalobos y de Lay la sangrienta.
Amelia hablaba muy emocionada, pero aun me molestaba que llamaran a Lay de esa forma.
-¿Sir Willfest el matalobos?
-Gran si te aprecias un poco,, nunca le digas así, el detesta ese titulo.
-Un momento, alguien m explica lo del apodo - Dije con muchas incógnitas en mi cabeza.
Roy iba a hablar, pero una hiperventilada Amelia lo interrumpió.
-Le dieron ese titulo por haberse enfrentado al Duke Crayback, a sido el único escudero que salió con vida en un enfrentamiento bélico contra el Duke, además que al Duke siempre lo han llamado el Lobo de Morrigu.
-Así que sir Willfest derroto cuando joven a uno de los estrategas más grande... siento que mi respeto hacia él acaba de crecer.
-En que momento le as tenido respeto a mi padre, Gran... pero te equivocas no lo derroto, el que perdió fue el capitán Willfest, lo elogiaron porque su pelea duro horas contra él y salió vivo además, el tiempo que estuvo entreteniendo al Duke sirvió para que llegaran las tropas, fue gracias a mi padre que Inglaterra no recibió daños de la invasión del Duke, por eso le dieron ese titulo, pero lo odia ya que para el fue una derrota.
-Comprendo... Amelia también evita decirle sangrienta a Lay, a ella no le va a gustar tampoco... oigan movámonos, aprovechemos que paro de llover.
Continuamos con una feliz Amelia, debía admitir que me gustaba como se veía con mi abrigo puesto, nuestra pelirroja amiga hablo durante todo el camino, cosa que agradecí ya que hacia que el tiempo pasara más rápido, pero se notaba que Roy quería que se callara un rato.
Nos encontrábamos en la plaza central, había mucho silencio, demasiado para ser normal.
-Roy no deberíamos habernos topado con la otra ronda de los guaridas.
-Tienes razón Gran, que extraño, tal vez se atrasaron, o pasaron antes que nosotros, considera que perdimos tiempo con esta señorita de acá.
Amelia simplemente sonrió lavándose las manos de cualquier culpa.
Luego el silencio fue interrumpido por un fuerte sonido metálico, algo me daba mal espina así que corri al lugar de donde provenía el ruido.
-Gran a donde vas... sígueme pelirroja.
Me metí por un callejón cuando llegue ahí me encontré al mercader de ropas elegantes muerto con el cuello abierto.
En la sombra apenas veía la silueta de alguien, era bajo, pero apenas vio mi presencia huyo.
-Mierda... es Bonsant, carajo. -Dijo un cansado Roy.
Corrí detrás del asesino que acababa de matar al mercader.
-Roy sigue el aquí, sígueme.