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La pequeña fisgona

Logramos traer con bastante retrasos a Magnus a la casa de Felia, tuvimos que esquivar a muchos guardias, lo que era muy molesto, además ahora en todo momento prefería que Hero ocultara su rostro debido al asunto de la gripe, no quería que ahora la comenzaran a llamar demonio por eso, no deseaba verla sufrir, pero ir tapada era algo que le molestaba a ella.

-Ahora Magnus, dime que sabes sobre lo que acontece en Dublín, tengo la esperanza que sepas algo.

Magnus se sentó cómodamente en el sillón de Felia, y le dio las gracias por el baso de leche que le dio.

-Así que realmente para esto me querías, y no por la forja. Gran.

-No, si te quiero por tu habilidad, pero si algo aprendí de ti, es que sabes como manejar la información, así que creo que puedes decirme lo que necesito.

Magnus se termino de beber su leche, en cambio Hero se acerco a mi, tomada de la mano de Gwyn, que habia despertado. Me alegraba que en nuestra ausencia no haya intentado escaparse.

Le acaricie el cabello, y pese a su tamaño, la tome en brazos. Cosa curiosa, se dejo sin problemas, se acurruco un poco mientras me abrazaba por el cuello.

Hero me sonreía felizmente, y se apego a nosotros.

-Bien, antes de contestarte Gran, ¿Cómo es que domaste a la asesina?

-Espera supiste todo este tiempo que ella era la que estaba matando los mercaderes Magnus. - protesto Will.

El se encogió de hombros lo que puso furioso a Willfest, incluso Felia tuvo que intervenir para que no le hiciera algo a Magnus.

-Conocí a su madre, ella falleció, así que me pidió que me encargara de ella, eso hago, y Gwyn es más dulce de lo que crees. - Dije mirando a mi pequeña.

-En poco tiempo se han compenetrado muy bien ustedes tres, me alegro que puedan darle felicidad a esa niña, espero mucho de ustedes dos. - Dijo Felia.

Con Hero nos miramos y simplemente dimos las gracias. 

Le di una pequeña patada a Magnus, para que contara todo de una vez.

-Haci están las cosas, La corona quiere iniciar un ataque al corazón de Irlanda, quieren acabar con esta guerra de una vez por todas, entonces planea atacar el norte, el sur y el oeste, cualquiera que no someta a la corana morirá, la ciudad la están fortificando porque si atacaran tantos puntos al mismo tiempo, podría quedar desprotegida, este plan lo armo Irish con el Ogro a pedido de Eduardo, Los Lancaster, ayudaran con el ataque al sur, y tengo entendido que están furiosos porque te dieron las tierras que les pertenecían.

Todo tenia lógica, no me gustaba, pero entendía el plan, era malo para nosotros, porque significaría años de guerra. El problema era lo que no sabia Magnus, lo más probable es que los Lancaster traicionarían a la corona en la guerra contra el lado sur.

-¿Qué no me cuentas Magnus?

Magnus me miro seriamente.

-Te conté todo lo que se, muchacho.

Claramente era una mentira, mire de reojo a Will que se puso algo nervioso, lo que verifico mi sospecha.

-Aqui todos soben sobres los largovivientes, y antes de que mires a Will o Felia, yo me tope con ellos, por eso se de su existencia, ¿Qué pasa con ellos?, donde entran en este juego de la corona, Magnus.

Magnus se levanto de su asiento.

-Gran, no sabes donde te estas metiendo, créeme, es mejor que no sepas nada.

Hero se puso frente al herrero, estaba enojada, lo que demostraba que ya iba asimilando que él no era nuestro padre.

-Una de ellos es nuestra amiga, aso que cualquier cosa que tenga que ver con ella, nos compete a mi y a Gran.

-Lo que dice Hero, Magnus, es cierto, así que habla de una puta vez.

Magnus se refregó la cara, sin duda estaba estresado, y no quería hablar por algún motivo, pero finalmente largo todo.

-El ataque al norte es una fachada, esto lo planeo Argus Creyback, ellos están ocupando este ataque para erradicar a los pocos que quedan, saben que su escondite esta en algún lugar del norte, un lugar al que llaman Elfein, pero no saben exactamente donde se esta, así que este ataque que orquesto Argus, les vino de perlas, aparte mi sobrino, otro Venture, esta a cargo de esa misión.

Todo esto era malo, no pésimo, pero lo que más me intrigaba era ese otro Venture.

Hero se dio media vuelta hacia mi, su rostro era el de una persona que habia recordado algo importante.

-Gran, creo que conosco a ese otro Venture, de hecho se parece un poco a ti, por un segundo lo confundí, pero despues de la primera impresión es fácil distinguirlos, además es un hijo de perra. Disculpa no te dije antes, porque realmente lo habia olvidado, si no te lo hubiera dicho de inmediato

-Concuerdo con eso. -Dijo Magnus.

-Descuida Hero, no importa, y sin ofender no me interesa mucho los otros Venture, las personas que me importan se encuentran en este lugar, algunos acá y los otros durmiendo, y a ti solo tengo aprecio por el parecido a nuestro padre.

-Gracias... creo, a todo esto, ustedes que andan muy acaramelados, no son hermanos.

-Solo de apellido, de sangre no, mi padre, el señor Ackerman me adopto cuando era niña, nada más.

Magnus se rasco la barbilla que tenia una barba mal hecha.

-No le quita lo raro, pero no me meteré en ello, ahora si dije todo, si no le molestas, quiero pasarla bien, Felia, podría pedirte ese favor.

-Claro querido le diré a Laura que te atienda.

Magnus se fue feliz junto con Felia, sin duda ese hombre hacia que me molestara, desde que supe que puso en peligro a Helen, yo comencé a odiarlo.

-Ese idiota nunca aprende.

-Siento que es una ofensa que tenga el rostro de nuestro padre, Gran. - menciono Hero molesta.

No quise perder tiempo, además ya eran altas horas de la noche.

-Ven, Gwyn, papá y mamá, deben volver a salir, ve a tu cuarto.

Ella obviamente se quejaba, en lenguaje de señas, nos dijo que quería acompañarnos, pero preferimos, no meterla en lugares peligroso, así que pese a que Gwyn se quejaba, la obligamos a quedarse.

Le pedí a Will que nos acompañara, total, esto le iba a interesar.

Caminamos directo a la zona más aparta del barrio Irlandés, varias veces nos detuvieron, para ver quienes caminabas a altas horas de la noche y varios quisieron quietarle la capucha a Hero, pero aprovechándome de mi estatus, no se lo permití a ninguno, sobre todo a varios que no sabia quien era. 

Al final con un grupo de idiotas que no conocía ni a Willfest que era uno de los caballeros más respetados en todo este lugar con Arthur, se pusieron molestos intentando abusar de su poder, así que simplemente los noquee a los tres, con ayuda de Will.

-Creo que esto podría causar problemas, Gran. - dijo Will, arrastrando a uno de los idiotas, para que no encontraran su cuerpo tirado en la calle.

-Nos vamos mañana, así que me importa un bledo Will, estoy asqueado y cansado, solo quiero terminar con esto luego. - proteste.

Seguimos hasta encontrarnos una casa destartalada por un antiguo incendio previo a mi llegada, entre directamente, sin más para sorpresa de Will, ahí habia tres hombres que hacían de guardias.

-La noche es corta y la tristeza infinita. - dije.

-Que la oscuridad cierne en tus hombros. - dijo uno de los guardias.

-El, te espera tras la puerta, pero no queremos problemas Sir Gran. - menciono otro guardia.

-Ya déjenlo pasar, no es necesario las amenazas con él, además queridos amigos, esta todo en orden, el invoco la reunión. - se escucho una voz tras la puerta.

Sin más dilación nos dejaron entrar, Will no tenia idea de lo que sucedía, en cambio Hero si estaba informado de esto, porque le conté sobre ello, además si no le decía, estaría enojada conmigo.

Pase por el lado de unos de los guardias, el evito hacer contacto visual conmigo, pero no preste mucho atencion, abrí a puerta y entre.

El más sorprendido fue Will.

-¡¡Sir Ivan!!, ¿que demonios pasa acá?

-En resumen, siempre que nos llevábamos mal, era para que pensaran que nos odiábamos, pero realmente la primera vez que Irish me sito, el se acerco a mi, me pidió ayuda cuando vio que pude enfrentarme a Fregan, y terminamos trabajando juntos.

-Trabajando juntos, ¿para qué?

Sir Ivan se levanto para darme la mano, el seguía con su cojera de siempre.

-Para darle información de lo que esta sucediendo en el castillo del soquete del Justicar, lo que si nunca me explico mi amado, es que pidió el a cambio.

Yo no me habia dado cuenta, de hecho nadie logro percatar que alguien nos siguió por todo el camino, viajando de sombra en sombras, sin meter apenas un ruido, como si siempre lo hubiera hecho.

Nuestra pequeña Gwyn logro escabullirse y nos siguió durante todo el camino.