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El vinculo que nos une

Roja habia sido derrotada, dio todo lo que tenia, pero aun así, perdió, lo que me imaginaba que le habia herido el orgullo o eso creí hasta que vi su rostro donde estaba feliz, probablemente le hizo ilusión poder luchar con un ex caballero que admiraba, sobre todo que ese Sir la haya reconocido.

-Muy bien, Roja... nada mal, incluso te defendiste, pero hay que mejorar esa defensa, tu ataque esta bien afilado, pero le falta consistencia, así que ya se que hare contigo, a todo esto hay que conseguirle dos espadas a Roja, Gran, dos en buenas condiciones.

-¿Crees que podamos conseguir alguna antes de ir a la pradera Willfest?

-Con el tiempo que queda, lo dudo, habría que ir a Dublín.

-Tengo una idea que Roy escolte mañana a Helen y que el compre las espadas a Magnus.

-Estoy de acuerdo con ello, después también tendrás que mandar a hacerle una armadura, deberás también obtener tu escudo familiar, hay muchas cosas que faltan por hacer Gran, pero ahora a lo que venimos, ustedes dos aqui.

Antes de que Lay y yo nos enfrentáramos le estire el puño a Lay, a lo que ella me miro confundido.

-Adelante chócalo con el tuyo.

Ella lo hizo aun sin entender el porque, ambos ya estábamos listo, como sabia que Lay era mejor en todo que yo decidí empezar enserio, agarre mi espada con la izquierda, y mi daga con la derecha, luego me agache lo más posible, en cambio Lay saco la espada bastarda esperándome a que la atacara, su mirada cambio a la de la fría mujer que conocí por primera vez, lo que significaba que ella vendría enserio contra mi.

Sin perder más tiempo la ataque directamente, aun así ella no vacilo, me esperaba sabiendo lo que iba a ser una finta para luego ir a la derecha, Lay ya me conocía, por eso esta vez decidí ocupar la espada en la mano izquierda, apuñale el suelo con ella y le lance la tierra en la cara con ella cegándola, quedo totalmente descubierta así que para terminar rapido fui a ponerle la daga en el cuello.

Todo iba bien o eso pense, ella contorsiono su cuerpo hacia atrás para esquivarme pese que no me estaba viendo, y desde esa misma posición me lanzo una patada, no podía dejar de pensar lo genial que fue la reacción de Lay... con mi pie de apoyo di un pequeño brinco saltando sobre la patada que Lay me lanzaba y le mande una patada en la cadera que la hizo retroceder.

-Nada mal muchacho, excelente reacción. - dijo Willfest.

Lay no me dejo ni respirar, con total ferocidad me ataco sin descanso, no me daba ninguna oportunidad para poder atacar, solo me dejaba estar a la defensiva. No iba a durar mucho así además Lay estaba enojada, lo que significaba que la motivaba el odio, en este momento no me veía como su amigo, si no como una de los seres que odia.

Para mi suerte Lay aun no estaba acostumbrada a la espada bastarda, porque si no ya estaría muerto, mientras retrocedía comencé a ver el patrón en los ataque de Lay. Siempre que hacia un corte horizontal hacia abajo adelantaba más la pierna de apoyo de lo normal, entonces me espere a eso, cuando lo hizo, yo le pise el pie para trancárselo, me moví todo lo que pude a un lado para esquivar su ataque, llego a cortar algo de mi cabello, pero por suerte solo fue eso.

-Cálmate un poco Lay, si me das con un ataque así me vas a...

Por haber hablado perdí mi oportunidad tuve que soltar el pie de Lay para evitar que no me cortara la cabeza.

Carajo ella esta yendo demasiado enserio, si no hago algo rápido esto terminara muy mal para mi... además me esta leyendo como un libro abierto... eso es, conoce mis movimientos, pero no conoce los de Hero, solo espero que con la armadura puesta pueda hacerlos.

Me aleje un poco de Lay, ella vino a mi encuentro sin intenciones de dejar que respirara, pero me habia alejado lo suficiente, esquive su ataque saltando con una pirueta como lo hacia Hero, gracias a eso quede a las espaldas de Lay, esta era mi oportunidad con mi daga en mano me lance para herirla, pero como si supiera en que pensaba, ella llevo la espada a su espalda sin girarse bloqueando el corte.

Lay manteniendo el bloque se giro, y con eso rompió mi defensa dejándome desprotegido.

Lay soltó un grito, me ataco sin dudar, sus ojos eran los de una sanguinaria que quería sangre, di un pequeño brinco hacia atrás, si no fuera por eso en este momento tendría el pecho abierto, la espada de Lay abrió la armadura de placa, pero por suerte la cota de malla que estaba por debajo me protegió de hacerme un corte.

-Pero mira que vasalla tan rebelde, cuervito mío.

-Morrigan... como es que estas hablándome.

-Tranquilo cuervo mío, solo tú me escuchas en tú cabeza, quería verte, pero me topo que luchas contra tú querida Lay, que divertido, ten cuidado con eso.

Al desconcentrarme por oír a Morrigan en mi cabeza, Lay casi me inserta la espada bastarda en el abdomen, menos mal que por reflejo golpe la espada de Lay con la mía desviando el apuñalamiento.

-Ya sabes como ocuparlo, utilízalo sin el mayus no tienes como ganarle a tu querida sirvienta.

-No es una sirvienta Morrigan, es mi amiga.

-Como sea cuervo mío, pero sabes muy bien que no puede derrotarla, además lo sientes no, ella no esta peleando como desea, siéntelo, el vinculo, lucha fuertemente por controlarse aunque no puede, porque no quiere herir a su amo, que romántico.

-Si ocupara el mayus Morrigan podría incluso matarla, no se ni como controlarlo.

-Respíralo, siéntelo, pero en todo tu cuerpo, no lo explotes, si lo liberas podrías morir, aprende a que este en tu cuerpo moviéndose, te volverá más fuerte, más ágil, no como esos largovivientes, pero será de mucha utilidad, mantenlo así por uno o dos años, y podrás controlarlo, cuervito mío.

Intente concentrarme como lo hice en el bosque, pero Lay no me dejaba cada vez que lo intentaba, ella me arremetía, así no podía poner mi mente en orden, además cada vez que miraba a los ojos a Lay veía su odio, casi clamando sangre.

Ahora escuchaba la risa de Morrigan en mi cabeza.

-¿De que te Ries?, apenas se controla, si sigue así podría matarme.

-Si la mente de esa pequeña cría esta muy destrozada, hasta su corazón se cae a pedazos, y eso que el vinculo que te ata a ti la libero de ciertas cosas, pero puedes ocupar también el vinculo para liberarla, recuerda que esta ligada a ti, puedes hacer que el camino de ella sea más fácil, cuervito mío.

-¿Como Morrigan?, dímelo.

Ella parecía divertirse con cada ataque que realizaba Lay hacia mi, yo solo me podía limitar a bloquear o esquivar, no me daba ningun respiro.

-Si te doy todas las respuesta no seria divertido Granet.

-Genial, gracias por tu utilidad, ahora podrías salir de mi cabeza, no puedo ni concentrarme en el combate ni en mi mayus.

-Pero que maleducado y yo que quería pasar algo de tiempo con mi favorito, me tenias sola, yo pensaba que me irías a ver.

-Si quieres charlar ningun problema, tengo muchas preguntas que hacerte, pero podría ser en otro momento, la persona que quiero esta por matarme.

-Eres tan divertido cuervito mío, como quieras, la próxima vez, tendrás que venir tú a mi, a un ultimo consejo, vertarius (Búscala)

-¿Vertarius?, que diantres significa eso...Morrigan, ¿estas ahí?...Diosa de porquería.

Le di la espalda a Lay, corrí lo que más pude de ella, para alejarme, eso la descolo, no solo a ella sino que a Roja y Willfest también, incluso este ultimo me insultaba para que peleara como correspondía.

Me concentre antes de que Lay llegara a mi encuentro, trate de forzar todo lo que podía mi mente para despejarla, cuando lo logre nuevamente sentí como mis pulmones se llenaban más de aire, el viento golpeaba delicadamente en mi cara, podía escuchar incluso como el viento chocaba con el pasto, y obviamente escuchaba como Lay ya estaba casi encima mío apunto de partirme en dos.

Escuche a Willfest ordenar a Lay que se detuviera, pero ella no lo hacia, o más bien no podía, por primera vez podía ver el vinculo que nos unía como si fuera algo casi material, ira, enojo, miedo eran las emociones que tenían dominada a Lay, a lo que me llevo a una cosa, siempre me equivoque, no era odio lo que ella sentía al pelear, era desesperación, como si peleara con las personas que le hicieron daño.

En el ultimo instante antes de que la espada tocara mi frente me moví hacia el lado, con mi espada enganche la de Lay, hice un simple gire con ella y desarme a Lay, haciendo que la espada volara por los aires cayendo a metros de distancia enterrándose en la tierra, abrí mis ojos por algún motivo me llevaron a ver la espada de Lay, en su reflejo nos veía a los dos, ella tenia un rostro lleno de miedo que era atormentado por unas sombras que le murmuraban a su espalda.

Vote el aire que habia acumulado en mis pulmones, tome impulso para atacar a la desarmada Lay con mis dos armas, al ultimo segundo me detuve y la abrace.

-Ya todo termino Lay.

Todo volvio a la normalidad, mi cuerpo se sentía agotado, pero habia logrado controlar el mayus por lo menos durante unos segundos.