4 - Disputa

Cuando llegue a donde esta Silphy empecé a hablar 

— Lo siento puedes irte sin mi parece que tengo unas cosas que arreglar.

— ¿Quién fue?

— Zeanosu, del consejo estudiantil, en la sala de entrenamiento de ayer.

— Voy contigo.

— No es necesario, no me molesta que quieras venir conmigo, pero parece que a él si — regreso en un rato a casa, puedes decirles que seguramente me voy a batir en un duelo, pero para cuando estén aquí ya habrá terminado.

— Trataré de regresar para detenerlo, nos vemos. — después de terminar de hablar me roba mi primer beso, como venganza, en el momento en el que nos separamos la retengo y la pego a mi mientras la beso de vuelta, después de eso me doy la vuelta, con la cara roja a más no poder, mientras tanto ella se toca los labios y el rubor empieza a envolver su cara. Ahora toca es duelo por... Sara.

— Has tardado más de lo que esperaba, ¿Tanto piensas en la princesa?

— ¿Es por eso que quieres tener este duelo?

— En parte, pero la razón principal es Sara ¿Es que eres estúpido? Tu escuchaste la confesión de la presidenta y al día siguiente le propones matrimonio a otra que apenas conociste de igual manera también mencionaste que no te podrías enamorar de alguien a quien apenas conociste — mientras me grita lanza un puñetazo el cual recibo sin reprochar puesto que todo lo que dice es verdad. Me levanto me limpio la mejilla y empiezo el contra ataque.

— Todo lo que has dicho es verdad — primer puñetazo acertado — pero te olvidas de algo, siempre hay más de lo que aparenta, por eso, en este caso solo conoces la "superficie" — segundo puñetazo acertado — Silphy es lo único que tengo desde que mi clan me expulso y me prohibió usar ese apellido que ahora tanto detesto, ellos me estuvieron buscando desde hace más de 6 largos año — tercer puñetazo acertado — nos conocemos desde niño — y el cuarto puñetazo... nunca apareció.

— Entonces ¿por qué no hablaste con ellos si sabías quienes eran y que son de la realeza?

— Porque, cuando estaba todavía en el clan Yamato ellos nunca se presentaron como Rey, Reina y Princesa siempre pensé que eran una familia como cualquier otra y desde hace más de 9 años que estoy enamorado de Silphy. — para cuando me di cuenta Silphy y Asuka estaban escuchando, estaban escondidas, pero hace poco escuche un ruido los que utilice mi habilidad de detección doble usando el viento para sentir donde chocaba este y la tierra para asegurarme de que fueran o no entidades con vida. — pero admito que la presidenta también es muy importante para mí y que nunca la dejare de puesto que fue de las pocas personas que me apoyaron cuando apenas llegué a ésta escuela así que... ¡muchas gracias presidenta Asuka! — grito esto mientras hago una reverencia hacia donde están Silphy y Sara.

— ¿Desde cuándo están ahí? — pregunta Zeneasu.

— Casi desde que empezamos — respondo.

— ¿Por qué no has dicho nada?

— Porque las dos merecen saber lo que a pasado hasta ahora; más importante, lamento mucho no poder corresponder sus sentimientos presidenta... no, Sara lo lamento

— No te preocupes, después de escuchar todo esto — empezó a sonreír de una forma que provoca repelús — no creo que sea imposible hacer que caigas ante mis pies — vuelve a sonreír de esa forma.

— Chicos no me olviden — dice Zeneasu, pero al estar tratando de calmar a Sara y a Silphy no pongo atención. — chicos sigo aquí no me ignoren.

— No creas que voy a perder solo porque eres la princesa.

— ¿Eso que? También soy su prometida.

— Chicas por favor paren, ya solo con la presión mágica que liberan es posible derribar el edificio.

— Tu cállate. — gritan las dos al mismo tiempo, son tan intimidantes que hasta me siento por temor a que terminen por matarme.

— ¿Cómo te atreves a callarlo? — menciona Silphy.

— ¿No acabas de hacer lo mismo? — contraataque por parte de Sara.

— Si pero el me pertenece.

— Silphy por favor, NO SOY UN OBJETO. — sonrió de igual forma en que lo hizo Sara, el problema en que yo en realidad si doy un poco de miedo.

— Chi, tengo hasta la boda para cumplir ese objetivo; si no tendré que recurrir a la infidelidad.

— Como se te ocurra caer ante ella.

— Vamos ya cálmense. — dice Zeneasu

— O ¿sigues aquí? — respondemos los tres al unisono.

— ¿Enserio son capaces de olvidarme así?

— Tú presencia es muy poca si no te veo me olvido de ti. — respondo fríamente. — un momento, ¿Dónde quedo todo ese odio de hace unos momentos?

— Podemos dejarlo para luego. — responden

— Gracias.

Al día siguiente todo empezó como normalmente o eso creo, porque cuando regrese de mi rutina Silphy me esperaba con una comida bastante grande, me dijo que ella lo había preparado, antes de darme cuenta la abrace al ver sus dedos todos cortados. Hace unos días empecé a levantarme más temprano, por lo que ahora termino mi rutina a las 6:30.

— No es necesario que hagas todo eso ya sabes que eres la única chica a la que amo, nunca dudes de eso — después de eso le quite el plato que tenía en la mano y lo puse en la mesa después y besé su frente, ella se ha estado esforzando por mi, no quiero que esto termine nunca; al parecer una sirvienta, quien vio toda la escena soltó un pequeño grito por lo que tenemos que separarnos rápidamente, al final, nos avergonzamos solo por eso, no es que tengamos de que hablar en este momento por lo que nos retiramos después de la comida luego, en el camino a la academia no fuimos en carruaje tomados de la mano, sin embargo el resto del día fue extraño, después ese mismo día tuve tiempo para hablar con Sergei, no lo he visto desde el dia en que me comprometí con Silphy.