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Day One III

No podíamos creerlo.

Ya que, ¿Quién podría?

No tenía sentido.

¿Por qué esto se encontraría en su propia casa?

¿Qué tipo de enfermo escribiría esto?

"La sabiduría"

Esa es la persona que nos envía este correo, más que un correo parece una noticia, aún así, uno en todo caso se negaría a calificar esto como una noticia periodística.

¿Qué tipo de sentido tenía todo esto?

«Laplace»

Ese es el asunto que reúne a estas tres personas alrededor de estas videoconsolas.

«¡Les damos la bienvenida con unas cálidas noticias para el día de hoy!

¹ A las 8:00 AM, una familia será brutalmente asesinada en el distrito de Miyama. Tendrá heridas hechas por algo inhumano pero que luce en cierta forma mortal.

² En Shinto, un atentado se dará lugar en la estación de trenes, una explosión es la que consume la vida de todos los que estaban allí, esto sucederá a las 20:15.

La razón es desconocida.

³ De vuelta a Miyama, un estudiante es encontrado muerto con un agujero en su pecho en los pasillos de Homurahara. La razón se cree que se debió a un arma filosa. Esto sucederá a las 21:00.

Eso es todo por hoy, ¡Cuídense de la oscuridad, lectores!

—El Vigía»

Este era el contenido dentro del correo.

Sus ojos no lo creían.

Issei, fue el encargado de leerlo en una voz medianamente alta.

—¿Qué.. qué diablos es esto?

Preguntaba Sajyou-san entre horrorizada y sorprendida, siendo sinceros, yo estaba igual.

Y sólo una respuesta tenía sentido en mí cerebro..

Un magus.

Alguien con el suficiente poder para crear un caos como el que era anunciado.

Ya que no dudaba de la veracidad del correo, ¿Por qué? Simple, vio a través de su contenido al tenerlo en sus manos.

Sabía plenamente la realidad de esto.

Además..

—Archaman, entonces la familia de hoy. . .

Asentí a las palabras de Issei, ya que esto significaba que algo monstruoso había matado a esa familia.

—O-oigan, ¿No estarán tomándose esto en serio, Archaman-san, Ryudou-san?

Nos pregunta Sajyou arreglándose sus gafas en un intento de pasar desapercibidos sus temblores en sus delicadas manos.

—Archaman..—Me llama Issei, pero soy incapaz de alejar mis ojos de esta videoconsola.

¿Quién podía estar detrás de esto?

Un momento.

—Issei, hora.

En vez de una petición, esto se parecía más a una orden.

Pero Issei entendió, revisando el reloj en su muñeca, marcando las..

—Son las 19:25, Archaman. Dime que no irás a..

Me levanté sosteniendo mí videoconsola en mis manos.

—Gente morirá sí no hago nada al respecto.

Corrí en un instante hasta la puerta y fue ahí que la voz de Issei me detuvo.

—¿Y sí es falso? Archaman, podrían arrestarte por falsificar el aviso de un atentado de bomba.

Me quedé quieto por un momento.

¿Y sí Issei tiene razón? ¿Y si todo esto es una gran broma y nada peligra?

Aún así.. la propietaria no hará nada, la iglesia tampoco, las autoridades ni siquiera saben lo que ocurrirá.

¿No estaba Romani-Nii todavía en Shinto?

¿Y sí salía gravemente herido por que él no hacía nada?

Más importante, ¿Estaba dispuesto a dejar que más gente muriera por meras dudas?

Sí no era real, sería un gran alivio.

Ahora, él pudo sentir algo raro dentro de esta videoconsola.

Y por esto mismo, no puede dejar a niños suplicar por sus vidas mientras sus padres mueren consumidos por el fuego.

Esto no será así.

No esta vez.

—¡No me interesa! ¡Sí alguien corre peligro, es mí obligación ayudarlo!

Declaré dejando que Issei viera mis verdaderas emociones por primera vez en todo el tiempo que lo conocía, pude ver sus ojos abriéndose de gran forma.

Fue así que decidí empezar a correr hacia la estación dejando atrás mí mochila, no es algo que sea relevante ahora de todos modos.

Después de todo..

No le quedaba mucho tiempo.

Sólo tenía 50 minutos, y contando.

Sí bien era temprano, debía llegar al tren de Miyama para poder arribar a la estación de trenes en Shinto lo más antes posible, así podría empezar a revisar todo a su alrededor ni bien llegase.

Quizás estando en el tren podría revisarlo usando su hechicería, Romani-Nii le ayudó a darle un nombre, esta es la Gradiation Air, quizás así podría saber cuántos iban a bordo como qué estrategia debería tomar.

Él mismo sabe que será complicado.

Una bomba, o algo más, no sabe qué exactamente, pero el fuego consumirá a mucha gente sí él no hace algo para evitarlo.

—Se los debo.

Es lo que pronuncio por lo bajo mientras corro hacia el portón de la escuela, utilizando mis habilidades en distintos clubes para trepar la reja y saltar al piso una vez más.

Mí corazón late, pero sé que es lo correcto.

Ya que les pido perdón a todos, porque de esta forma podré ver por primera vez de qué estoy hecho realmente.

—¡Tengo que darme prisa!

Ignoro mis propios pensamientos ante mis palabras tomando la ruta más corta para llegar al tren que parte en el distrito de Miyama y me llevaría a Shinto.

De camino allí veo a muchas personas cruzar con tranquilidad las calles, algunas me miran de reojo, pero no puedo prestar atención a algo equivocado y perder tiempo valioso.

Es así que empiezo a correr con fuerza y pronto puedo oír como algo corre detrás mío.

No sé de quién se trate, pero sólo espero que no se meta en mí camino.

Hay gente inocente involucrada, familias que no tienen nada que ver con lo que sea que esté pasando en esta ciudad.

Aún no comprendo de qué se trata todo esto.

¿Atentados? ¿Personas que mueren?

Reviso en mí mano izquierda la videoconsola y leo por arriba una vez más lo que profetizaba, que por supuesto no me agradaba en lo absoluto su contenido. En este dispositivo también pide revisar la hora, marcandome que eran las 19:46, maldecía al arquitecto que decidió hacer Homurahara tan lejos de la estación de trenes de Miyama.

—¡Aún me queda tiempo!

Empujo a mí cuerpo a sus límites con tal de alcanzar la estación de trenes y con ello, el tren que lleva a Shinto, no tengo otra alternativa que dejarme la vida en esto.

Por suerte he estado entrenando mí físico a un punto que se consideraría inhumano los últimos años con ayuda de Fuji-Nee, el viejo Raiga y Romani-Nii.

Todos estos entrenamientos de resistencia, limitaciones y demás me han llevado a lo que soy ahora.

No soy un héroe de la Justicia todavía, pero estoy en camino a serlo.

Para pagar por mí pecado y el de ese hombre.

Regresando al mundo real, doy una vuelta en una esquina y empiezo a subir por una colina que me llevará a un atajo más rápido a la estación de Miyama.

Siguiendo esto empiezo a reforzar mis piernas de manera que pueda soportar lo que haré.

Al ver que el proceso resulta exitoso de alguna forma, algo de lo que no quiero preguntarme por qué ha funcionado en este momento, ya que tengo cosas más importantes que hacer.

Cuando veo el final de la colina decido seguir hacia adelante y dejo caer mí espalda hacia atrás, usando mis pies para derrapar por el suelo, empezando a caer por colina abajo usando mis pies para asegurar mí camino.

Sí, estoy deslizandome colina abajo, y definitivamente es doloroso para la espalda.

Con mí mano izquierda arriba para evitar que la videoconsola salga herida, refuerzo mí mano derecha sabiendo que ya estoy poniéndome en mucho peligro en este preciso momento.

—¡Sólo un poco más!

Veo la hora y me quedan unos dos minutos para llegar, así que usando mí mano derecha reforzada por instantes logro estabilizar mí deslizamiento hasta que toco el suelo y golpeo con dicha mano la colina empujandome de regreso al piso.

—¡Ya no queda nada!

Me digo a mí mismo sintiendo como mí cuerpo arde debido a que no estoy acostumbrado a reforzar mí propio cuerpo y tantas veces al mismo tiempo o continuamente como he hecho recién.

Pronto puedo ver la estación y me acerco con velocidad, subiendo las escaleras mientras reviso mí videoconsola, esta misma marca que son las 19:50.

Lo había logrado, había llegado temprano para el tren acortando la gran distancia entre Homurahara y la estación, ya que se encuentran bastante lejos una de la otra.

Mientras miraba a mis alrededores, noté una banca de madera vacía, así que tomé asiento descansando la cabeza guardando mí videonconsola en mí bolsillo y por suerte los bolsillos del uniforme son profundos, de otra forma, quizás ni entraría el objeto en los bolsillos, algo incómodo a decir verdad, porque quedaría todo por afuera.

—Ahí viene.

Dije para mí mismo anunciando la llegada del tren que me llevaría a mí destino, levantándome de la banca entonces me puse detrás de una larga línea amarilla pintada en el suelo, ahora esperando que las puertas del tren se abrieran ante mis ojos.

—Debemos ser rápidos.

Fue mí único pensamiento mientras me subía al tren y este empezaba a viajar sin tener que hacer paradas puesto que no había otra parada, este tren sólo viajaba por Miyama y Shinto, haciendo que cada 30 minutos hubiera uno.

Decidió quedarse parado listo para bajarse en cualquier momento, y en esta ocasión no había mucha gente en el vagón en el que estaba, ni mucho menos lo hubo en la estación según lo que él había visto, esto le tranquilizaba un poco de hecho.

Revisé la videoconsola y noté que la hora llegaba por cada segundo que pasaba, apreté mí puño derecho ante esta revelación tan obvia pero que no me dejaba descansar en ningún segundo.

Fue así que viendo que no había nadie en mí propio vagón tomé la opción más natural, analizar la estructura de este tren por sí había algún explosivo en este lugar.

—Trace.. On.

Mí disparador fue la raíz de mí análisis profundo en todo el tren, mostrándome las verdades de su funcionamiento, como también yo debía saber qué componentes tenía, por suerte, Romani-Nii me había dado una idea de qué estaban hechos los trenes, específicamente este tren, eso fue en una de las ocasiones que viajaban juntos al trabajo de su hermano mayor.

De repente, al analizar todo en el tren, noté que no había nada raro, ni explosivos ni algún tipo de artefacto de hechicería que pudiera causar un accidente, esto sólo me daba aún más peor mala espina, ya que esto significaba que lo que se encontraba causando ese mensaje estaba sola e únicamente en la estación.

Veo el paisaje por el cristal transparente que llevan las puertas del tren, pronto, veo la estación tan querida por la gente de Miyama y Shinto, ahora él debía encontrar la bomba, y en caso de encontrarla, avisar a las autoridades para evacuar.

O de última, causar una conmoción que le diera la oportunidad de revisar la estación por cuenta propia.

Un momento, sí era una estación reglamentaria, definitivamente debía existir algún tipo de alarma para incendios o semejantes, sólo debía encontrarla.

—Andando.

Es lo único que puedo decir al ver que las puertas se abren frente a mí y el tren se detiene, por lo que salgo de ahí y empiezo a caminar por la estación camuflandome entre las grandes masas de gente ansiosas por subirse y regresar a sus casas.

Me concentro, sé lo que tengo que hacer, y eso es alertar a las personas mientras paso mí mano por la pared tratando de analizarla lo más rápido posible, pero estoy muy cansado, y no sabría decir cuánto tardaría en escanear todo esto.

—Alarma, alarma.. ¡Ahí está!

En mis pensamientos exclamo mientras corro hacia el fondo de un pasillo, he allí lo que buscaba, cercano a los baños, hay una alarma despreocupadamente libre.

—No diré que no es preocupante que no haya nadie, pero.. no me queda más tiempo, debo apresurarme.

Digo para romper el cristal con un martillo que se encontraba abajo de dicho cristal, este deja ver una palanca y pongo mí mano en ella, sin dudarlo la bajo activando un sonido fuerte en el megáfono que alertó a todos de un posible incendio.

Fue así que la gente empezó a moverse rápidamente y en orden, en minutos la gente se marchó, y él se escondió en los baños en donde nadie fue a revisar.

Cuando ya no oía a nadie más que a los sonidos del megáfono, decidió salir del baño y cuando estaba por salir del pasillo del fondo algo pasó.

××××

Ante la mirada del joven Shirou, una mujer totalmente encapuchada y cubierta por un manto negro se bajó del tren ahora vacío, esta extendió su brazo izquierdo de donde en su mano portaba una videoconsola justo como la de Archaman.

Bajo un clima tenso en donde las personas hacían ruido, sólo pocos podrían notar la presencia de esta mujer encapucuada.

Fue ahí que el chico pelirrojo observó como a diferencia de él y sus compañeros, la figura tenía una videoconsola de color dorado con un símbolo detrás bastante extraño que no recordaba haber visto nunca.

Y en el momento que la figura sacó su videconsola dijo las siguientes palabras..

—¡Solus Deus scit: Harmonize!

Con el recitar de dichas palabras, la pantalla de la videoconsola se puso en blanco dejando que al lado de la mujer apareciese una figura totalmente nueva.

Lo que la mujer invoca en un halo de luz es un caballero, pero en vez de ser como los cuentos de hadas, es una criatura algo encorvada, los brazos extendidos, sueltos, como sí de un salvaje se tratase, una atmadura negra con un tipo de gas negro que sale de la misma, aunque bien podría decirse que es un aura tangible al fin y al cabo.

Esta criatura no es la única, ya que el sonido de zapatos tocando la cerámica del suelo se hace oír, debido a que la alarma ha parado y sólo el silencio rellena la estación.

Es así, que del lado opuesto al caballero se encuentra una figura alta, un conjunto azul del cuello a los pies con un cabello del mismo color, porta unso zapatos negros, un abrigo de invierno sobre el cuerpo, y una larga lanza ubicada posando detrás de su cuello.

Shirou, quién no entendía qué era lo que estaba pasando aquí se quedó petrificado, ya que según él, esto no tenía sentido alguno.

¿Qué tipo de hechicería era esa?

¿Invocar demonios era lo que hacía realmente la videoconsola portatil?

—Escapaste tanto que por fin sacas a tú juguete a jugar.. Bien, es lo que ella quería desde un inicio.

De repente, el caballero de oscura aura se lanza a por el honbre de azul, siendo rápidamente esquivado por este último.

—¡QUE ASÍ SEA!

Exclama el hombre de azul antes de girar sobre su propio eje y maniobrar con la parte inferior de su lanza para golpear al de la armadura oscura con una fuerza que parece poca, pero que en realidad es sumamente absurda.

¿Por qué se dice esto? Simple, porque la figura oculta bajo ese casco de caballero negro rápidamente fue mandada a volar contra el interior del tren, rompiendo los asientos de dicho vehículo.

Cómo un cohete, el caballero sale disparado del asiento y se dirige volando hacia el hombre de azul una vez más, o eso era hasta qué..

—¿Hola?—Lamentablemente, un pobre diablo no entendió lo que sucedía, y fue un guardia el que tuvo la mala idea de regresar debido al estruendo, encontrando a las dos figuras extrañas—. ¡¿Q-QUIENES SON USTEDES?!

La criatura de armadura se detuvo en el aire clavando sus pies en el suelo, rompiendo la cerámica debajo de sus pies con suma facilidad, esto dejó un precedente claro para el guardia.

Y como toda persona normal, este último trataría de huir.

—Sin espectadores, Touki.

Fueron las palabras de la mujer que reposaba sobre el tren con suma tranquilidad, haciendo que el hombre tratara de correr, pero la orden fue dada, ya que el caballero negro de apodo "Berserker" fue sin dudarlo a matar, viajando a una impresionante velocidad incrustado sus dos manos en la espalda del pobre hombre, atravesandolo por completo.

—¡G--GHH!

El guardia, pobre de él, su vida no fue más que un daño colateral, esto se debe a que el aparente caballero de oscura aura movió sus brazos a las direcciones opuestas con algo de lentitud, dejando que se oyeran los gritos de dolor de un pobre hombre que pronto fue dividido a la mitad manchando de sangre el suelo y parte del tren.

—Muy bien, eso está resuelto, ahora, ¿Continuamos?—Dijo el hombre de azul antes de lanzarse directo al caballero negro quién sin dudarlo dos veces saltó para atrás cayendo en el techo del tren aún sin hacer ningún tipo de sonido coherente aparte de gruñidos casi animales.

—Vaya, no eres muy hablador por lo que parece, ¿Es acaso tú invocación la que ha causado esta incapacidad que tienes para hablar?—Estas fueron las palabras del hombre de azul mientras daba un bostezo pequeño.

El monstruo entonces arrancó un pedazo del techo del tren con sus manos siendo visto por los ojos de Shirou como dicho pedazo de metal se convertía en algo parecido a una espada, no, es un hecho decir que esa cosa ahora era una espada.

—Ahora, ¡Que emp--! ¿Qué?—El de lanza se detuvo apunto de realizar lo que en teoría era su deber, mirando a un lado, justo en donde estaba Shirou, este último se escondió y oyó al de azul decir lo siguiente—. Otro lugar.. ¿Por qué? ¿Llamar la atención?

Parecía como un demente, pero a ojos de Shirou, la situación era demasiada pesada, al punto de que trataba de aguantar la respiración o respiraba muy por debajo para que lo notaran, aunque para su suerte, el hombre de azul gritaba en vez de murmurar, por esta misma razón era cubierto por dicha voz.

—Ugh. Bien, bien, lo haré porque hoy estoy de buen humor—Dijo el hombre de azul mientras suspiraba profundamente y levantaba su vista contra el caballero de armadura negra que seguía esperando, algo verdaderamente caballeroso de hecho, fue así que el hombre de azul puso una sonrisita y propuso lo siguiente—. ¿Podrá ser que nos movamos de este lugar? Mí Tamer dice que la cantidad de gente que podría llegar sería un escándalo, así que debemos re-posicionarse. A menos de que tú Tamer quiera huir como una Magus sin honor.

Rápidamente la mujer bufó y Shirou oyó fuerte y claro la palabra "Magus", entendiendo que esto era a causa de un Magus de forma definitiva.

Por que, sí bien Shirou creía que esto era obra de unos Magus, aún mantenía sus dudas, el tema ahora cae en por qué estarían realizando esto, ¿Y qué relación tiene con dichos objetos que consiguieron?

Para Archaman Shirou, una muerte era mucho, él falló, pero a su vez entendía ligeramente que el precio sí bien fue alto, mucho menor a lo absurdo que habría sido dejar a toda esa gente morir, de alguna forma, Archaman se sintió agradecido de que sólo fuera uno, aunque sientese que dichas palabras reducían dicha vida a algo casi irrelevante y despectivo.

—Hmp. Bien, hagamos esto, pero primero borremos este tren del mapa, Touki, mueve el cuerpo del guardia adentro. Creo que tú podrás tranquilamente hacer volar por los cielos esto, ¿No?

Pregunta la mujer mientras el caballero salta del techo del tren y toma de los pies al cuerpo dividido del hombre arrastrandolo directo hasta estar dentro del tren.

—Sí sí, sólo dame unos segundos, ¿Quieres?

Fue entonces que luego Shirou vio como se iban, aprovechando el momento para huir con velocidad antes de que el tren explotara, alejándose de la escena del crimen con sumo cuidado de no llamar la atención de dichos monstruos.

Ya afuera, y sin gente a su alrededor, Shirou empezó a caminar por las calles de Shinto, dirigiéndose hacia el puente de Shinto a Miyama.

—¿Tamers? ¿Touki? ¿Qué significa todo esto? Realmente necesito saberlo.

Cansado de todo, Shirou caminó por las calles de Shinto por un rato hasta que decidió dejar de caminar y observar el cielo oscuro por un momento.

—Fuji-nee ya debe estar en casa. . . Qué lástima, no creo regresar temprano, yo.. debería buscar una cabina telefónica.

Fueron las palabras del pelirrojo antes de detener su mirada en la terraza de un edificio en donde observó claramente como había una persona arriba de todo.

Por un momento, Shirou creyó que se trataba de alguien conocido, pero, decidió ignorarlo ya que de un parpadeo a otro la figura desapareció de su vista, aunque dicha imagen permaneció en su cabeza, ya que después de todo, Shirou había pasado por mucho.

En un punto, el chico tuvo que detenerse en un callejón a vómitar ya que su cuerpo había perdido toda la adrenalina y estaba pasandole factura por todo en general.

—Sólo.. sólo quiero ir a casa.

Estas fueron las palabras de Shirou mientras se balanceaba algo mareado y sin muchas esperanzas de poder entender de qué se trataba todo esto.

Shirou entonces regresó para Miyama, específicamente a su escuela en búsqueda de su mochila (por ende, de sus cosas), también para tratar de analizar todos las videoconsolas una vez más.

Quizás, sólo quizás, Shirou de esta forma podría descubrir qué demonios sucedía a su alrededor.