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—Mientras ayudes a la familia Lu a dar a luz a un hijo, no volveré a interferir en sus vidas privadas —declaró. Los ojos de Madre Lu estaban extremadamente rojos. Era obvio que estas palabras tampoco la hacían sentir bien—. Realmente querida, te lo ruego.
—No mamá, un asunto como este... yo...
—Sé que te pones en una posición difícil, pero ¿no puedes hacerlo por el bien de Lu Che?
Antes de que Long Jie pudiera pedirle una explicación a Madre Lu, Lu Che abrió la puerta de la habitación. Viendo que los ojos de ambas mujeres estaban rojos, pudo adivinar lo que estaba pasando. Del mismo modo, antes de que pudiera pedirle una explicación a su madre, notó que ella le hizo una señal a Long Jie con una mirada. Long Jie era una persona sensible, por lo que comprendió que Madre Lu le estaba diciendo que no le contara a Lu Che lo que había sucedido.
—Ya que estás aquí, me voy a ir.
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