Capítulo 117: Encuentro (17)

Una mujer[1] de cabello rubio y ojos dorados.

La mujer parecía ordinaria, vestida como un viajero que pasa por casualidad. Era una vista indescriptiblemente extraña.

Miré a la mujer, sintiendo una Santidad inexplicable que emanaba de ella.

[Nivel 99]

Incluso sin el murmullo de Kargos, inmediatamente me di cuenta de su identidad cuando vi el nivel flotando sobre su cabeza.

Por supuesto, era inevitable.

Solo había una existencia en un nivel como ese, excluyendo al Rey Demonio.

El Héroe que derrotó al Rey Demonio y la persona oficialmente más fuerte del universo RaSa: Eindel.

"Es increíble…"

La dueña de la voz temblorosa y precaria que escuché era Akasha.

Su tez, que se había relajado momentos antes, se volvió pálida al punto que su piel grisácea ni siquiera podía cubrirla.

Mephiros también fijó su mirada en la figura del Héroe con una expresión de sorpresa.

…No solo ellos, yo también era igual.

Este fue un desarrollo que no podría haber esperado en absoluto[2].

¿Cómo apareció el Héroe aquí?

Los ojos dorados del Héroe me atravesaron, los tres Archidemonios y el resto de nosotros a su vez.

Por un momento, hubo una tensión sofocante en el bosque.

Retiré la fuerza que estaba tratando de usar para levantarme y colapsé en el suelo.

Fue vergonzoso, pero al mismo tiempo, hubo una sensación de alivio de que no moriría.

Aunque no sabía cómo la heroína encontró su camino hasta aquí, estaba claro lo que iba a hacer a partir de ahora.

"Mephiros, Akasha, Kargos".

El Héroe que finalmente rompió el silencio enumeró los nombres de los Archidemonios uno por uno.

Akasha tembló de terror cuando su nombre fue llamado.

"Te las has arreglado para mantener esas vidas sin valor".

Kargos miró al Héroe con ira y emociones encontradas.

"¡Asquerosa humana!"

La guerra donde el Héroe selló al Rey demonio.

Muchos demonios murieron a manos del Héroe, y lo mismo sucedió con los demonios, incluidos los que estaban frente a ella, que apenas sobrevivieron a la guerra o simplemente surgieron después de la guerra.

Por eso deben haberlo sabido muy bien.

La situación se había invertido por completo, y no había forma de que sobrevivieran y escaparan de aquí.

"¿Cómo has llegado hasta aquí? Hace un rato, estabas en la Ciudad Santa[3]".

El Héroe no respondió la pregunta de Mephiros.

Miró a Erica a su lado con una expresión ansiosa antes de intercambiar miradas con Kargos.

El espacio vacío alrededor de Mephiros se partió como olas.

Era la capacidad de Mephiros para Tele-Transportarse a través del espacio, que había demostrado varias veces.

En ese momento, una línea dorada dividió el espacio que se había abierto verticalmente como una fortaleza. El espacio abierto desapareció sin dejar rastro.

La mano del Héroe, que hace un momento no tenía nada, ahora sostenía una brillante espada dorada que emitía una luz deslumbrante.

"¡Excálibur!" Exclamé con un suspiro.

Fue la Espada Sagrada la que selló al Rey Demonio, Balrotia.

El poder divino que emanaba de la espada abrumó y enterró toda la energía ominosa que los demonios habían estado emitiendo.

Luego, cuando el Héroe extendió su mano, una barrera hemisférica se expandió rápidamente a su alrededor.

Además, un aura dorada envolvió a Erica, que estaba en los brazos de Mephiros.

Aunque Mephiros trató apresuradamente de bloquearlo, fue inútil. Erica, rodeada por la barrera, fue atraída hacia el lado del Héroe como un imán en un abrir y cerrar de ojos. Incluso su ubicación estaba asegurada.

¿Es este el poder de Excalibur?

La energía que ejercía el Héroe no era un simple poder mágico o incluso un poder místico. Era un poder trascendente de un nivel mucho más alto que esos. Era el poder de Excalibur otorgado al Héroe por el dios de la luz.

El Héroe colocó suavemente a Erica, que había perdido el conocimiento, en el suelo y examinó su estado.

A pesar de que a los demonios les habían robado abiertamente la Semilla del Demonio, no se atrevieron a atacar al Héroe.

"De hecho, debe haber sido la Semilla del Demonio", murmuró la heroína mientras extendía la mano hacia Erica.

Luego, la energía dorada que fluía de la mano del Héroe fue absorbida por Erica y sus ojos se abrieron de inmediato.

"¡Um…!"

Erica, que había recuperado la conciencia, parpadeó y de repente se puso de pie.

Descubrió al Héroe parado justo a su lado y la miró con una expresión desconcertada.

El Héroe le acarició el cabello y dijo: "No te preocupes, niña. Sólo da un paso atrás por un momento".

El Héroe se volvió hacia donde estaban Jerel y Heron.

Jerel, que había estado mirando al Héroe aturdido, se estremeció cuando recibió su mirada.

"Oye, Héroe..."

Erica dio un paso atrás como le indicó el Héroe, y el Héroe volvió su mirada hacia mí.

Sentí una sensación indescriptible mientras miraba al Héroe por un momento.

Luego, cuando la heroína agitó su mano, un velo dorado apareció alrededor de Erica, de mí y de los otros dos. ¿Era un escudo?

Volvió a mirar a los tres Archidemonios y dijo: "Tu juego se detiene aquí".

Ante el veredicto del Héroe, Kargos gruñó y explotó con energía.

Dejó de intentar huir y parecía no tener más remedio que luchar.

Del cuerpo de Kargos comenzaron a brotar zarcillos como venas de lava, similares a vasos sanguíneos.

Feroces llamas brotaron de su cuerpo y de la gran espada que sostenía, como si estuviera siendo procesada.

Era como si estuviera mirando un volcán justo antes de que entrara en erupción.

Sabía que este era Kargos, el estado de máxima potencia del monstruo jefe, porque había intentado atacarlo antes en el juego.

"¿Este Kargos intentará huir? ¡Héroe, también sé que tu condición física no es tan buena como en tu mejor momento!"

Incluso los arbustos circundantes comenzaron a incendiarse por el calor que emitía.

Al momento siguiente, Kargos cargó contra el Héroe a una velocidad increíble y agitó su espada.

Cuando las espadas de Kargos y el Héroe chocaron, la onda expansiva se extendió en todas direcciones, haciendo que los arbustos se fueran volando.

Sin embargo, el Héroe bloqueó el golpe sin esfuerzo en su lugar.

"¡Kraaaa!"

Kargos volvió a rugir y blandió su espada.

Las llamas, como lava, que rodeaban la hoja de la espada, estallaron y envolvieron el bosque en una luz deslumbrante.

Fue un ataque imparable que era difícil de seguir con los ojos.

Los intensos destellos de energía roja y dorada se entrelazaron y cegaron, explotando continuamente.

Parecía como si todo el bosque estuviera envuelto en llamas, y la colisión de las dos fuerzas masivas coloreaba el cielo, haciendo que pareciera el fin del mundo.

La habilidad de Kargos era fuego.

Una llama que podía incinerar instantáneamente cualquier cosa, sin dejar rastro y era como un infierno furioso.

Su habilidad era invencible, ya que ningún equipo defensivo en el juego podía resistirlo.

El Velo Flotante apenas bloqueó el corte espacial de Ditrodemian. No estaba claro si podría bloquear su llama.

Sin embargo, su habilidad parecía no tener efecto en el Héroe.

El Héroe balanceó su espada con el mismo rostro inexpresivo que antes.

Incluso en medio de los feroces ataques de Kargos, el Poder Sagrado del Héroe no se vio perturbado en lo más mínimo.

A medida que continuaba la batalla, el impulso de Kargos disminuyó gradualmente.

Como quemar la última llama en un maremoto masivo, los ataques de Kargos parecían una lucha desesperada.

Las espinas brotaron, dividieron el espacio circundante y cubrieron al Héroe que presionaba a Kargos. Era la habilidad de Mephiros.

Sin embargo, tan pronto como tocó la barrera dorada que rodeaba el cuerpo del Héroe, desapareció sin dejar rastro.

Akasha no se quedó quieto tampoco. Si Kargos caía, ellos serían los siguientes.

En cambio, se acercó lentamente a los tres, incluida Erica, como si estuviera apuntando a los niños en lugar del Héroe.

Pero antes de que pudiera dar un paso adelante, un rayo de espada salió disparado del Héroe como un destello de luz.

Ignorando las ilusiones de Akasha, el rayo de la espada atravesó con precisión el cuerpo que se acercaba sigilosamente a los niños.

"¡Kiaaah!"

El ataque del Héroe cortó el cuerpo de Akasha por la mitad.

Con un grito terrible, la llama dorada envolvió a Akasha y ella desapareció.

Fue una acción inútil correr hacia su muerte, incluso si al final era su destino.

¡Clang!

Mephiros, que apuntaba a la debilidad del Héroe, siguió los pasos de Akasha en un instante. Una línea delgada fue tallada en su cuello.

Como si no se diera cuenta de que se avecinaba el ataque, la cabeza de Mephiros voló por el aire con la misma expresión rígida.

Los dos demonios murieron simple y anti climáticamente, dejando solo a Kargos.

"¡Kraaaaa!"

Kargos ejerció su última fuerza, explotando con energía.

Aun así, al estar clasificado en el Rango 3 entre los demonios, parecía haber resistido durante bastante tiempo.

Sin embargo, si el Héroe hubiera decidido acabar con él, Kargos habría perdido la cabeza hace mucho tiempo.

Aunque solo había una diferencia de 2 niveles entre el nivel 97 y el 99, era una diferencia tan grande como el cielo y la tierra.

Un rayo de espada de fuego se disparó como un enorme pilar de la gran espada que Kargos balanceaba.

El Héroe también balanceó su espada, enfrentándose a la fuerza que parecía dividir todo el bosque de un solo golpe. Fue un golpe que no parecía muy diferente al anterior.

No hubo explosión causada por la colisión. La espada de Kargos quedó enterrada por el golpe del Héroe y se hizo añicos como polvo y, al mismo tiempo, su armadura también se abrió y brotó sangre.

"Puaj…"

Kargos cayó del cielo y se retorció cuando golpeó el suelo.

Luego, la Espada Sagrada se dispersó en una luz dorada y desapareció de la mano del Héroe cuando aterrizó en el suelo.

El Héroe se paró frente a Kargos sin siquiera respirar con dificultad.

Luchando por levantar la cabeza, Kargos la miró y dejó escapar una risa amarga.

"Al final… no podrás detenerlo. El milagro de ese día nunca volverá a suceder…"

Fueron sus últimas palabras.

Las repentinas llamas se elevaron de su cuerpo, pero la voz que habló con calma sin ningún temor a la muerte o la ira hacia el Héroe.

Me pregunté si estaba tratando de suicidarse, pero las llamas solo envolvieron el cuerpo de Kargos.

Se quemó hasta convertirse en cenizas y desapareció en un instante, sin dejar rastro de su cuerpo.

"…"

El silencio descendió sobre los alrededores.

Sin siquiera darme cuenta, contuve la respiración y miré al Héroe que estaba allí.

El poder del Héroe que se enfrentó fácilmente a tres demonios de alto rango fue realmente abrumador.

La mujer, que había estado mirando el lugar donde Kargos se había quemado y desaparecido, dirigió su mirada hacia el grupo de Erica.

Las siguientes palabras que salieron de la boca del Héroe fueron inesperadas.

"Sabía que tu cara me resultaba familiar. Eres Sir Jerel".

Al escuchar las palabras del Héroe, Jerel se quedó sin palabras, pero pronto asintió con una expresión conmovida en su rostro.

"¡Sí Sí! Héroe, señor… Es realmente un honor que me recuerde", respondió Jerel.

Ahora que lo pienso, Jerel era un Caballero Radiante que había luchado junto al Héroe en la guerra.

Dejé escapar un suspiro de alivio cuando la tensión se alivió de mi cuerpo.

Pensé que realmente iba a morir esta vez, pero no esperaba ser salvado por el Héroe.

"¿Quién eres?"

Bajé la cabeza por un momento, luego me animé con la voz del Héroe.

Ella me estaba mirando.

No pude encontrar las palabras correctas para responder por un momento y tropecé con mis palabras, pero no tenía sentido ocultar mi identidad ya que ya había sido revelada.

De buena gana respondí la pregunta del Héroe.

"Soy el Séptimo Señor de Calderic".

***

[1] N/T: Si es mujer, pero se seguirá dejando el termino Héroe porque el de Heroína no me convence

[2] N/T: Deux Ex Machina para ti XD

[3] N/E: 'Seongdong [성(castillo) 동(este)]' fue la palabra que se usó aquí y que anteriormente se estaba utilizando para referirse al lugar de recuperación del Héroe. La traducción directa es 'Castillo del Este'. Lo cual, muy probablemente, no fue la traducción real. Pero como no pude encontrar la(s) palabra(s) adecuada(s) vamos con a utilizar 'Ciudad Santa' que tiene más consonancia con la historia que ése término. Me disculpan el atrevimiento.