A menos que Nefa se convirtiera en el nuevo Dragón de la Destrucción, Tutankamón aún representaría una amenaza para Nefa, haciéndole temer entrar en Anril. Aunque la fuerza de los dos hermanos estaba a la par, Lin Li podía adivinar más o menos que Tutankamón tenía algunos medios que intimidaban a Nefa. Al pensar en eso, Lin Li asintió y aceptó la solicitud de Nefa de limitar la restricción del Juramento del alma al reino en el que se encontraban.
Después de que los juramentos del alma de ambos surtieran efecto, Lin Li inmediatamente se dirigió al fondo del volcán porque no quería quedarse allí por más tiempo. Los minotauros y otras bestias mágicas prehistóricas que lo rodeaban inmediatamente se apartaron para Lin Li, y aunque el olor humano del cuerpo de Lin Li los hizo salivar, no tuvieron más remedio que dejar que Lin Li se alejara, ya que no se atrevieron a actuar de manera imprudente.
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