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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente) Vol. 7 : NieR:Automata (Próximamente)

NotPolarArtic · Komik
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246 Chs

Capítulo 167: Mudanza

Ahora esto tenía más sentido para Konan. Nagato y Madara desconocían cómo es que Toru tenía tanto chakra siendo del clan Asahi, conocidos como los shinobis más mediocres en cuanto a ninjutsu se refiere.

Al final, ella también decidió no darle tantas vueltas al asunto. Sin más información, no podían confirmar ni negar lo que Toru había dicho.

"Es difícil de creer, pero es lo que tenemos hasta ahora" dijo ella. "Así que, desde el inicio, no había forma de que Nagato fuera el dueño del Rinnegan. Sin embargo, siento que fue bueno que se haya ido sin saber esto. Nagato creía fielmente en que era el dios que traería la paz al mundo"

Toru puso una leve cara de dolor e intentó responder, después de todo, sentía mucho dolor en todo el cuerpo. "La paz mundial, en mi opinión, es uno de los objetivos más difíciles de lograr, por no decir imposible. Tú crees fielmente en las lindas y soñadoras palabras de Naruto, pero yo no. Aun así, aunque no creo en Naruto, creeré en ti, creeré en tu criterio. Esto es lo único que voy a decir sobre eso, ya que es un tema muy complicado para debatir."

Para Konan, las palabras de Toru fueron un poco agresivas, pero tenía razón. Lo que Naruto proclama suenan a sueños de un niño que ha vivido una vida de dolor. Sin embargo, si no hay nadie en qué creer, ¿qué se supone que hagan los demás? Lo último que se pierde es la esperanza, si, pero, ¿y si no hay nadie que les de esperanza? La vida en este mundo sería triste y sombría.

"Entiendo lo que quieres decir y lo respeto. Gracias por ser tan comprensivo. Has crecido desde la primera vez que estuviste en Akatsuki" Ella se acercó a la mesa junto a la cama y tomó un par de vendas. "Estira el brazo"

"No es necesario que hagas esto, puedo hacerlo solo"

"Esta bien, quiero hacerlo"

Toru la miró hacía arriba por unos segundos y finalmente se rindió. Estiró el brazo y se miró la mano mientras ella se acercaba.

"Siempre haces cosas que terminan lastimando tu cuerpo. Al menos debes tener en cuenta de que esto algún día puede matarte"

"Hm…" Él no respondió a esa pregunta y simplemente suspiro.

Konan vendó el brazo de Toru, pero aún faltaba el torso y el otro brazo, por lo que la camisa estorbaba. Así que le ordenó a Toru quitarse la camisa, cosa que el chico hizo sin decir una palabra.

Después de eso, ella tomó las vendas y pasó sus manos por los costados del torso de Toru. Sus rostros quedaron muy cerca por esto, pero ninguno de los dos le tomó importancia. Ella continuó colocando las vendas alrededor de Toru, para que así las heridas no se infecten. No hacía falta limpiar las heridas, ya que Toru mismo dijo "No soy capaz de enfermar, mis heridas no se infectarán tampoco. Así que no es necesario nada de eso. Me curaré con el pasar del tiempo" Ella sólo respondió con un: "Si tu lo dices"

Al final él torso de Toru quedó cubierto de vendas y solo faltaba el brazo izquierdo. Konan tomó las últimas vendas y comenzó a vendar el brazo de Toru, sin embargo, había algo diferente está vez. Antes ella estaba tan concentrada en tratar las heridas de Toru que no se dio cuenta que tenía a un chico menor semidesnudo frente a ella. Intentó no pensar en ello, pero cada vez que apartaba la mirada de los músculos de Toru, sus ojos tímidamente regresaban a mirarlo.

Esta no era la primera vez que esto pasaba y de algún modo esto llegó a molestarla.

"Siempre… siempre haces tanto por mi…" dijo Toru. 

Algo que hizo que Konan se detuviera en seco. Toru no era así antes, no, él no era así. Ella se dio cuenta de eso. Toru, cuando se unió a Akatsuki, era agresivo y extremadamente frío con todos, pero con el pasar del tiempo, mientras ella lo vigilaba, vio como este niño iba creciendo mental y físicamente. Antes… tan frío y herido… ahora…

'Tan cálido…' Tomó la mano de Toru y sintió su calor. Era una mano áspera y llena de esfuerzo, pero también era cálida y reconfortante. "Toru…" Bajo la mirada y cerró los ojos.

Toru también sintió las cálidas manos de Konan. El no entendía bien qué estaba pasando, era un sentimiento extraño. Esto era un poco inquietante, pero no dijo nada al respecto, simplemente aceptó a Konan sin refutar.

Ella levantó la mirada y se encontró con los brillantes ojos plateados de Toru.

"Konan…" El sentía que había algo mal, pero siguió la corriente como si fuera lo más normal del mundo. Levantó su mano y acarició la mejilla de Konan. 

Sus rostros lentamente comenzaron a acercarse más y más. Ya ninguno podía decir ni pensar en nada. Simplemente estaban viviendo el momento, dejándose llevar sin más.

A dos centímetros de que sus labios se toquen, Toru sintió algo extraño en el aire, sintió una mirada desconocida. Su Rinnegan se activó y tomó a Konan de los hombros, la arrojó a la cama y levantó el puño en alto apuntando al suelo.

¡Boom! Clavó la mano en el suelo y sacó algo de allí. Konan inmediatamente levantó la guardia al ver a Zetsu salir del suelo, pero este era un tipo diferente de Zetsu, muy diferente al que Konan y Toru conocían.

"Jejeje. Lamento interrumpir tu momento, niño"

Toru apretó el cuello del Zetsu de color blanco y lo miró con intensiones asesinas. 

"Konan"

"Si"

Con tan solo una simple palabra, Konan actuó y envolvió a Zetsu con una gran cantidad de papel. Después de eso, Toru tomó un pergamino de la mesa. Lo abrió en el aire y, con un poco de sangre, dibujó los símbolos de un jutsu de sellado en el papel.

"Sellar…"

¡Puff! Zetsu desapareció, siendo capturado dentro del pergamino. Ambos se miraron en silencio después de esto. Se dieron cuenta de que Madara al fin los encontró. Toru frunció el ceño y apretó los puños con fuerza. 

"Tenemos que irnos"

Konan entendió esto y asintió con la cabeza. 

"Tenemos que decirles a todos"

Toru se acercó a la puerta y luego se dio la vuelta para mirar a Konan. En sus ojos, se mostró el inconfundible patrón de ondas acompañado de aquel extraño color morado. 

"No hace falta. Ya lo hice"

Ella se sorprendió por esto. Toru sabía usar muchos de los jutsus que Nagato usaba. Esto solo demostraba que el chico había observado cada movimiento de Nagato y aprendido de ello. Bueno, desde un inicio Toru es un prodigio que aprende extremadamente rápido y su capacidad para memorizar es bastante buena y por encima del promedio.

Saliendo de la casa, Toru y Konan se encontraron con los lobos yendo de un lado a otro. Llevaban pergaminos y todo tipo de pertenencias. En el centro de la aldea, colocaron una gran tronco cortado, colocaron todos los pergaminos que recolectaron y sellaron todo lo que pudieron. Sin embargo, Toru se dio cuenta de que esto estaba tardando mucho. Así que, rápido, tomó algunos pergaminos del tronco y corrió a toda velocidad por la aldea, sellando dentro de los pergaminos todo lo que veía. Al final, en menos de dos minutos, todas las pertenencias de los lobos se encuentran selladas en el interior de los pergaminos.

Se paró encima del tronco y miró a los lobos.

Se tomó un tiempo para poder hablar, ya que él quería encontrar las palabras adecuadas para explicar esto.

"Primero que nada" Su Rinnegan se activó. "Les debo una disculpa por haber traído a alguien peligroso a sus hogares. Yo soy el culpable y nadie más. Así que debo hacerme responsable de mis errores, espero que puedan entenderlo. Los guiaré a un nuevo lugar y los protegeré con mi vida"

Entre la multitud, salió Okamikase con una sonrisa en la cara.

"Muchacho has crecido mucho en tan sólo tres días. La culpa no es tuya, no cargues con todo tu solo. Desde el inicio yo tenía planeado traerte aquí. Y estoy seguro de que nadie en este lugar te ha culpado de nada"

Okamitsuki asintió con la cabeza. "No soy de decir cosas cursis ni nada por el estilo, pero… Toru, eres parte de nuestra familia. No te vamos a culpar de nada, todos cometemos errores" Acercándose al chico, miró a todos los lobos presentes, en especial a su hija, Okaminaru. "Además, el hombre que quiere asesinar a Toru es el mismo que asesinó a nuestro anterior líder, es decir, el Hombre de la Máscara es el culpable. Sabiendo esto, no hay nada más que discutir"

"¡Si, señora!" Todos los lobos dijeron al unísono. Todos respetaban profundamente a Okamitsuki, pues ella era una líder capaz y la más fuerte entre todos los lobos. Sin embargo, ella sabía que algún día sería superada por su hija. Las generaciones venideras siempre serán más fuertes que las anteriores.

Al escuchar esto, Toru estaba un poco confundido, pero entendió a lo que todos se referían. Miró a Konan en la multitud y ella asintió con la cabeza, como si dijera "Está bien. Ellos te han aceptado" esto hizo que Toru sintiera algo cálido en su pecho. Se miró las manos y luego suspiró.

"Entendido. Entonces, tenemos que irnos antes de que llegue esa persona" Bajo del tronco de madera, tomó los pergaminos en sus manos y los guardó en una bolsa gigante que Kaminari tuvo que llevar.

Con todo listo y aclarado, el clan Ōkami comenzó a movilizarse. 

Aunque pasó algo raro. Antes de salir de la aldea, Toru miró el lugar y se quedó parado sin hacer nada. Konan lo miró y se dio cuenta de que Toru era muy sensible a los recuerdos que tiene. Ahora ella sabía algo nuevo de este chico, algo que, a la vez que la hacía sentirse feliz, también la hacía sentir triste y culpable.

"Yo…" Toru se miró las manos y el Rinnegan en sus ojos brilló tenuemente. Él quería intentarlo, sintió que con estos ojos era posible. Al ver todo lo que causó por su presencia en esta aldea. Se sintió culpable, había algo en su mente que se lo repetía una y otra vez. 'Esto es… mi culpa… mi culpa…' Cerró los ojos y trato de guardar esas emociones que quieran salir de su corazón. Exhaló relajado y abrió los ojos.

En aquel momento, recordando que su maestro lo había mencionado en algún momento. "Suiton en una mano…" Todos los lobos se detuvieron al ver que Toru se quedó atrás. "Doton en la otra mano…" Y Okamitsuki sonrió al verlo.

Al ver esto, ella solo tenía una cosa en mente. 'Nunca dejas de sorprenderme, mocoso' Siendo la maestra de Toru, a quien le enseñó el Senjutsu, a quien le enseñó el valor del sufrimiento para aumentar el poder. Sonrió y negó con la cabeza. 'Supongo que ya no hay nada que pueda enseñarte'

"...Mokuton" Sintió el chakra fluir por cada parte de su cuerpo. Aquel chakra que, desde sus pies, comenzó a fluir y a cubrir toda la aldea del clan Ōkami. Cerró los ojos y sintió el chakra en cada árbol, en el suelo, en el aire y entonces… "¡Jukai Kōtan! [Estilo Madera: Nacimiento de un Mar de Árboles]" juntó las manos con fuerza y canalizó todo el chakra que pudo. A pesar de que había gastado tanto chakra la noche anterior, aún tenía bastante para dar. 

¡Boom! El suelo retumbó y desde el mismo, comenzaron a salir decenas de árboles que comenzaron a cubrir toda la aldea, llenando cada espacio, convirtiendo así está aldea de árboles huecos, en un bosque como cualquier otro.

Toru abrió los ojos y vio lo que había creado. El no podía evitar ocultar su sorpresa al ver cómo en pocos segundos lleno todo con un mar de árboles. Separó las manos lentamente y se cuestionó lo que estaba viendo.

'Lo hice…' El Rinnegan en sus ojos se desactivo. Las ramas de los árboles se movían, acomodándose y terminando así el bosque que debía formarse. Con esto, todo el rastro que dejaron atrás se desvaneció por estos mismos árboles. 'Al fin puedo usarlo…' Toru ya se había percatado en el momento que comenzó a practicar con el Rinnegan, pero estos ojos parecían aumentar la capacidad de aprendizaje del usuario. Es decir, en este momento Toru podría usar todos los elementos a su antojo. Eso es bastante útil…

Intentó dejar de estar sorprendido por su propio jutsu y se dio la vuelta. 

"¿Qué pasó?" dijo al percatarse de que todos lo miraban fijamente.

Okaminaru parecía tener la mandíbula contra el suelo por lo repentino que fue eso. "Ese jutsu fue demasiado poderoso. No sabía que podías hacer ese tipo de cosas"

"Yo tampoco lo sabía, pero pensé que podía intentarlo"

Konan caminó hacia Toru y lo miró a los ojos. "Bien hecho" puso su mano sobre la cabeza de Toru y le acarició el cabello. Le sonrió suavemente porque de alguna manera se sentía feliz por él.

"Gracias. Tenemos que irnos ahora. Con esto nuestro rastro se borrará casi por completo"

"Ya veo. Entonces eso hará que Madara no nos encuentre"

"Si. Necesito tiempo para volverme más fuerte, así podré derrotarlo esta vez"

Konan ya no pudo responder a esto. Se supone que Madara no es el problema de Toru, sino de ella, por lo que pensó que este chico solo está siguiéndola por la misma razón que Okamitsuki mencionó antes. Con todo esto en mente, caminó delante de Toru y lo miró.

"Vamos…"

Toru comenzó a caminar relajado.

"Vamos…"

Continuará…