Capítulo 78: El Susurro del Corazón - La Trampa del Destino
Ryeowook se movía como un fantasma entre las sombras, su cuerpo agitado por la adrenalina y el miedo. Su corazón latía con fuerza, cada latido resonando como un aullido de desesperación.
Había escapado.
La jaula de cristal de Cha Eunwoo se había roto.
Pero la libertad era efímera.
De repente, chocó con alguien en el corredor.
"¡Mierda!" murmuró Ryeowook, su voz temblaba un poco.
Instintivamente, se dio vuelta para escapar, como si no hubiera visto a la persona con la que había chocado.
Pero era demasiado tarde.
Sus ojos se encontraron con los de Jungkook, de Ryekook.
El mundo se detuvo.
El tiempo se congeló.
Ryeowook, con el corazón latiéndole en el pecho como un tambor de guerra, se quedó petrificada.
"Mamá?" La voz de Ryekook, dulce e inocente, cortó el silencio.
Jungkook, con una mezcla de sorpresa y esperanza en la mirada, dio un paso hacia ella. "Ryeowook?"
Ryeowook, atrapada en una red de emociones, no podía moverse. El miedo, la culpa, el amor y la desesperación se mezclaban en un torbellino dentro de ella.
"No lo conozco," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de desesperación. "Déjenme ir."
Pero era demasiado tarde.
Los demás estudiantes, guiados por la esperanza de encontrar a Ryeowook, habían bloqueado el corredor.
Namjoon, Jimin, Jin, Suga, Taehyung, J-Hope, Félix, y Somi se acercaron a Ryeowook, sus rostros llenos de incertidumbre y de esperanza.
"Ryeowook," dijo Namjoon, su voz era un susurro de preocupación. "Estamos tan contentos de verte."
"No los conozco," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de desesperación. "Déjenme ir."
"Ryeowook, somos tus amigos," dijo Jisoo, su voz era un susurro de esperanza. "No te vamos a hacer daño."
"No lo conozco," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de desesperación. "Déjenme ir."
Ryeowook, atrapada en una red de emociones, se sintió como un animal acorralado. No podía escapar.
De repente, vio un balcón a su lado. Sin pensarlo dos veces, saltó.
Se arrojó al vacío.
El aire la envolvió como una manta fría.
La ciudad se extendió a sus pies, un laberinto de luces y sombras.
Ryeowook cerró los ojos y se preparó para el impacto.
Pero el impacto nunca llegó.
Ryeowook desapareció.