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Vishous apretó los dientes de rabia —¿Qué estás tratando de hacer?

—Exactamente lo mismo que me hiciste, querida —Ava sonrió diabólicamente, mientras sus caderas se movían un poco más fuerte, saltando apenas un poco sobre su endurecida polla—. Hiciste lo que querías conmigo, ¿no es cierto? ¡Ahora es mi turno, pareja!

—Tú... —Vishous gruñó a través de dientes apretados, casi listo para abrirle una nueva, pero se contuvo. No iba a dejar que ella ganara perdiendo su control—. Veamos quién gana —él sonrió socarronamente.

—Ava levantó sus cejas, mirándolo desafiante —No muevas tu cuerpo hasta que te diga —ella ordenó.

Vishous gimió un poco, ya había estado tan atormentado, deteniendo su propia liberación solo porque quería venirse después dentro de ella. Era la única manera en que quería venirse. Su boca lo había succionado tan deliciosamente, había estado al borde, pero ahora ella quería más de él.