¿Por qué no? (4)

Cristel ya estaba despierta, miro alrededor desconociendo todo, había llorado mucho en silencio por miedo como por angustia, tanto por lo que paso como el estar sola sin conocer donde estaba, lo hizo hasta que se calmó al limpiarse las lágrimas y los mocos de su nariz con sus mangas.

— Debo salir de aquí... mi pie... aún me duele

Estaba en una habitación iluminada, al mirar afuera noto un patio reluciente, flores, arbustos y una fuente, además de una barda perimetral de cinco metros de alto, ella estaba en un tercer piso, así que podía ver a lo lejos una cadena de montañas, pero todo eso no le llamo la atención, era el cielo, no era ni nublado como había escuchado que era siempre en Undyne, ni tampoco azul como todas las mañanas siempre lo había visto.

Era como si fuese una pintura bizarra de color violeta y negro, cada cierta distancia había un torbellino en el cielo, como si amenazara en bajar pero solo se mantuviera en el aire, y aun así de alguna manera se podía notar el alrededor como si fuera un día soleado cualquiera. Abrió la puerta como si nada, no estaba encerrada o con algún seguro, después miró alrededor para asegurarse que no estaba nadie.

— Demasiado silencioso como para que sea cierto...

Avanzó con cuidado, más por qué cada paso le dolía su pie resistiéndose a quejarse o hacer un ruido por el dolor, caminaba y seguía sin escuchar nada, ni siquiera a alguien hablar, bajó las escaleras con cuidado de no hacer ruido, estas estaban pegadas a la pared como las de un edificio, dejando ver los pasillos y puertas de más habitaciones además que todo estaba solitario, no había ruido alguno de nada, y eso la hizo ponerse más nerviosa que como si estuviera gente o alguien ahí.

— ¿O es despistado o un idiota?

Bajó hasta el primer piso, tenía que atravesar por en medio de todo, era parecido a la entrada de una mansión, muebles, un reloj de pared, una chimenea y un retrato de un adulto canoso con una armadura y una espada en una pose como si dirá la orden de ataque. Una oficina podía verse por el lado izquierdo y un cuarto de trofeo por el derecho ya que habían algunos animales disecados colgados o en piso con poses como si tuvieran una presa invisible, pero lo dejo de lado y avanzo corriendo hacia la entrada.

— Ya estoy cerca

— Sabes que si tocas la perilla de la puerta te electrocutara ¿cierto?

Eso la detuvo y miró a todos lados asustada por lo súbito de eso, pero había reconocido esa voz.

— ¿Azrael? ¿Estás aquí? — pregunto para saber dónde estaba

— Si pero no me puedo mover por obvias razones...

Ella camino a la sala de trofeos de dónde provenía su voz, por donde quiera que miraras habían más animales y un estante de armas.

— ¿En serio eres tú o un truco para detenerme?

— No has visto a nadie aquí, pero yo soy real, aunque igual me es misterioso que nadie te esté vigilando ni siquiera cuando llegamos note a alguien

— Vi que te cortaron la cabeza, ¿Cómo puedes hablar?

— Todo mundo sabe que es un Dullhalan... ¿Tú no?

Miró a todos lados aun buscándolo.

— Claro que lo sé... es... Es un no muerto... que...

— No lo sabes

— ¡No lo sé¡ ¡¿Algún problema?! — exclamó enojada

— Bien, bien, te mostraré lo que es uno, pero antes quiero que respires, des la vuelta lentamente y mires hacia arriba

— ¿Por qué debería?

— Puede que me lo agradezcas

Ella lo hizo y dio la vuelta, pero no vio nada, solo una especie de pantera verde.

— Ahora, arriba

La cabeza de Azrael estaba en un estante justo al lado de un trofeo, ambos se miraron, ella estaba tranquila y el la miraba a duras penas.

— Es incómodo no tener cuello y poder mirar abajo

Cristel hizo los ojos hacia atrás y se desmayó cayendo hacia atrás en un sonido seco.

— Creí que era fuerte, hay igual cabezas y cuerpos de animales disecados ¿y conmigo se asustó?

"Mientras tanto"

Dónde llegaron fue una base militar muy extensa, alrededor habían soldados marchando con armaduras, magos lanzando su magia a muñecos de nieve, grandes monstruos de hielo que destruían estructuras hechas con magia, para después desaparecer en una explosión, más carruajes y hangares de aviones, solo que dentro de estos habían más caballos como los que habían traído a los demás, gente volando en el cielo dejando una estela de luz celeste mientras hacían acrobacias, volaban recto y disparaban a blancos que flotaban en el aire, todo como si se prepararán o estuvieran entrenando para algún próximo enfrentamiento, todo alrededor era muy movido, igual donde estaban los dos hermanos.

— Eso es imposible, realmente es algo estúpido

— Sé que lo es, pero necesitamos hacer eso, mi esposo está ahí

El príncipe Seraya miró a su hermana de una manera cansada.

— ¿Entrar a ese terreno demoniaco en plena pre-crisis y pensar que es fácil sacar a dos personas... bueno, una persona, por qué es la cabeza y una niña, como si nada?

— Si de hecho si

Seraya suspiro más largo y pesado, volvió a lo suyo.

— Vuelvo a decirlo, es estúpido, no, decir eso sería un halago, agradece que no dije más porque estoy ocupado, no quiero discutir en momentos como este

Estaban en un hangar donde estaban tanques como en lo que se había transformado el carruaje de Louise, pero estos se acercaban a uno real ya que el cañón era muy largo y el tamaño de tres metros de alto por seis de largo, ellos estaban en una mesa de planeación junto con otros más que eran los generales que apoyaban a Seraya en la estrategia y logística, pero no sé metían en sus discusiones con su hermana.

Los demás estaban afuera, vistiendo abrigos angostos que les parecían ver cómo pingüinos gigantes y gordos, los soldados tenían sus armaduras así que sentían pena por ello, el ambiente no dejaba de ser muy frío, no había niebla alguna pero con solo el clima nublado y un viento frío era suficiente para congelarse poco a poco hasta no sentir la cara o las manos.

— Realmente es un país de hielo, ni siquiera así puedo sentir mucho calor — dijo Sheremy presionando sus brazos a sus costados con fuerza

— Es increíble que en estas condiciones nazcan plantas exóticas — dijo Tyara exhalando en sus manos— ya conseguí algunas para llevarlas a la escuela

— La princesa Louise está tan acostumbrada que sigue con la ropa que salió, pero creo que es magia, Miryam también está igual como si nada— dijo Herbert al mirarla a un lado como si nada a pesar de sus ropas — maldito favoritismo

Los más adultos estaban mirando la discusión, era lo único que todos podían hacer ya que todo mundo los vigilaba de lejos, habían aparecido de la nada y eran aún extraños para los demás. Pero Tarrasquel golpeaba el piso con la punta de su zapato demasiado rápido, Zagar miró eso y se acero un poco.

— Tarrasquel, sé que estás desesperado, pero no conocemos del todo el terreno — dijo Zagar que era quien no traía de esos abrigos — debería decir que fue buena idea que la princesa nos diera acceso a este lugar, pero no sé si el príncipe nos dé su apoyo, se ve que igual se prepara para defenderse

Tarrasquel suspiro, cruzo los brazos y la mirada no se despegó de la discusión de esos dos, a lado, Jasón también hacia lo mismo.

— Solo necesito un mapa, lo demás será pan comido — dijo Jasón

— Conociéndolos será difícil que nos den uno al menos, o que siquiera nos permitan entrar ahí, a menos que ella haga algo estúpido — alegó Tarrasquel cansado

— ¡LOUISE¡

Ella corrió hacia ellos mientras era perseguida por más soldados.

— ¿!Que hacen ahí de pie!? !Corran! ¡Corran!

— !Si no regresas eso te haré pasar un infierno!

— ¡Hice una maldita copia! ¡Esta en tu maldita mesa!

— ¡Te llevas la original, maldita estúpida!

Miryam llamo de nuevo al trineo y este paso de lado, todos a duras penas subieron ahí con ayuda de Zagar ya que los abrigos eran realmente incómodos, el caos se provocó de manera rápida además de romper el cerco que limitaba el área de aquel lugar y caer por una ladera mientras que los magos que volaban les perseguían, hasta que se detuvieron y regresaron unas horas después de empezada la persecución.

— Se han ido, hora de la junta estratégica, tenemos al menos un mapa, ¿Sirve? — pregunto Louise

Jasón lo tomó y vio junto a los otros dos, mirando lo que contenía, empezaron a discutir como entrarían ahí.

— Louise, tu hermano es demasiado joven para que ya pueda manejar algo así — dijo Herbert lejos de lo que planeaba Jasón

— Escuché que la realeza de Undyne es demasiado perfeccionista en el ámbito militar, pero no tanto como Bareyle — dijo Marcus

— De hecho... yo iba a comandar esto, era un secreto, pero decidí ir con mi esposo y heme aquí — dijo ella — si lo hubiera hecho no estaríamos así, así que agradézcanme

— Lo siento — dijo Irona — te meterás en problemas por esto

Louise le sonrió como siempre, de manera divertida.

— No hay problema, solo lo hago por lo que quiero, si yo fuese una plebeya sería un problema, pero a la realeza se le perdona todo... creo, Myriam se quedó para explicar todo lo que pasa a mi hermano así que creo que nos hará ganar tiempo... luego la recompensare...

— Ya vimos el modo de entrar, señorita Gabriele, ¿tomo todo lo que podía? — dijo Jasón

Ella abrió su abrigo y de ahí salieron armas, suministros y partes de una armadura.

— También puse algunas en los demás abrigos

Todos abrieron sus abrigos y pasó lo mismo.

— Increíble

— Muy bien hecho

Obviamente se sonrojo por los halagos.

— C-cambiando el tema, señor consejero, según recuerdo la historia, la guerra maldita Este-Oeste fue por un territorio, ¿Ahora está tendrá el mismo fin? — pregunto ella para no recibir más halagos y sentirse avergonzada

Zagar se quedó callado un momento.

—Es información confidencial, pero ya estamos haciendo algo contra el reino de Undyne y posiblemente el nuestro, lo diré, así que... Los tiempos cambian, y ahora son las Saint Row, hace un año y por alguna razón las minas de ese material se acabaron, aún pelean y buscan más minas, pero las que habían se derrumbaron, el Saint Row que estaba en la entrada de cada una de las minas selló cada posibilidad de obtener más, se fundieron en un caparazón demasiado duro que rodeo todas las minas, hay rumores que fue provocado, pero al final todo se aclaró, fue un temblor natural y que por las máquinas de calor que estaban adentro lograron fundir todo el Saint Row»

»Ahora que Arcaida ha tomado casi todo el Saint Row, los lados Norte y Sur quieren lo que el otro lado tiene, sin importar pasar y arrasar por los demás lugares a su paso, o al menos mis contactos y fuentes dicen que es por eso

— Solo aparece esa cosa y todo mundo pierde la cabeza — dijo Tarrasquel

— Esa cosa aumenta el poder ya sea divino o maligno, cualquiera puede pelear por algo que valga la pena como eso, pero nunca me pasó por la cabeza que se apresuraran o al menos hicieran eso en época donde no hay héroes— continuo Zagar

— ¿Y si es por otra cosa? — pregunto Tyara que era igual una amateur en venenos como Sheremy — si la señorita Charlotte es necesitada aquí, debe ser por qué es algo más importante que una boda o el impedimento de la misma por parte de su familia

Zagar trato de recordar lo que sabía.

— La familia de ella y Morok son fuertes, vienen de la primera generación de demonios, pero su poder de pelea disminuyó conforme pasaban de generación en generación, como saben por Charlotte, optaron por una idea de paz, y es buena idea, pero los intereses de los más altos siempre se sobrepone a lo demás... hasta que reciban una golpiza, debe ser algo lo bastante grande como para arriesgar a tanta gente por ella y una guerra sin justificación... me alegro que al menos no puedan usar sus armas secretas

—Vaya, ¿Igual lo saben? — pregunto Louise al escuchar eso

— ¿Lo de esas cosas gigantes? Claro, hay muchos registros de ellos, pero nunca he visto alguno en movimiento

— ¿De qué hablan? —pregunto Gabriele

"Mientras tanto"

Cristel otra vez despertó, pero ahora el lugar era uno diferente, ya no era la misma habitación, estaba sobre una camilla y alrededor habían cortinas blancas, ella bajo abrió las cortinas y noto alrededor más camillas, todas separadas de cierta distancia cada una por más cortinas.

— ¿Una enfermería? Entonces la cabeza de Azrael...

— Sigue en mi casa — dijo una voz a un lado de ella

Cristel volteo rápido, Morok estaba sentado, con ropa casual y una mirada como si examinara a la niña.

— Tu... ¿Por qué me trajiste aquí?

— Tu pierna, vi que estaba en mal estado así que te traje aquí, me sorprendió que aparecieras en un lugar diferente donde te deje

Ella se miró la pierna y vio que estaba vendada, ya no le dolía ya que la movió.

— Obviamente quería huir de ese lugar, pero veo que ahora es imposible — dijo ella al resignarse un poco

Morok enderezó el cuerpo.

— Debería elogiarte por ello, pero añadiré el hecho que ahora estás en la base militar de esta ciudad, sigue siendo Undyne, pero el clima frío no afecta, aquí puedes ir y venir sin que se te congelé el cuerpo, aunque con lo que está pasando no hay tiempo para ello, así que puedes ir a dónde quieras, pero si intentas escapar nuevamente o te alejas de la ciudad, lo sabré y no me arrepentiré de entregarte a alguien más poderoso que yo que te encerraría enseguida

Se levantó y estaba por salir.

— Oye, ¿Por qué me das esta libertad? Se supone que soy una rehén, hacer esto solo aumentará mis ganas de querer escapar a como dé lugar sin importar el costo

Morok volvió a mirarla.

— Tengo mis propios motivos, además, estoy muy ocupado

Salió de ahí dejando a Cristel aún con dudas al respecto.

«Si dice eso significa que me hechizo o coloco en mi algo que le hace saber dónde estoy... y la única persona que me puede ayudar se encuentra en esa casa... bueno, parte de ella»

Salió rápido de ahí y corrió hacia Morok que seguía pensando en lo que haría.

— Oye, ¿puedo ir a tu casa?

Morok solo se le quedó mirando.

— ¿Que con esa cara? ¿Dije algo raro?

— No, solo me sorprende que me pidas eso

— Dices que sabes dónde iré, así que dame las llaves de tu casa, ¿O no acaso no puedes?

Cristel extendió la mano.

— La puerta está sin seguro, desactive el hechizo de seguridad que tenía

Ahora Cristel se le quedó mirando raro y suspiró de manera cansada con una mano en la cara.

— No eres despreocupado, solo eres un idiota

— ¿Disculpa?

— Nada, estaré ahí y volveré, dioses, no puedo creer que un idiota me secuestrase tan fácil —la voz cansada decía todo

Corrió hacia donde creía que era la salida maldiciendo y profiriendo groserías pequeñas. Morok la observo hasta que desapareció de su vista.

"Momentos después"

— ¿Ya superaste tu miedo a las cabezas cercenadas? — pregunto Azrael estando en el mismo lugar

Cristel temblaba y ni siquiera podía mirarlo bien, su tez pálida decía que tenía miedo, pero que quería hablar con él.

— No me mires a los ojos, así no me volveré a desmayar

Ella subió a la pantera disecada y tomo la cabeza de Azrael con cuidado y mucho miedo.

—Tienes las manos tibias

— ¡Cállate!

— Vi cuando ese sujeto te cargo y llevo de aquí, pero me sorprende que decidas no irte y dejarme aquí

— Tengo algo así como un hechizo de rastreo que me coloco, quería ver si podías quitármelo

— Ese sujeto es un completo idiota

— Lo sé, ¿puedes?

Azrael parpadeo dos veces.

— Ya está, fue demasiado fácil, pero se la puse a una rata que pasaba por aquí

Sostuvo la cabeza como si fuera una sandía, con las dos manos al frente.

— Es mejor ya salir de aquí, podríamos incluso no llamar la atención

— Espera, quiero volver a la base militar —dijo Cristel

—¡¿Eh?! ¿Por qué? — pregunto Azrael suspendido

— No sé, puede que haya algo que me ayude a huir de aquí

— ¿No te contagio su estupidez? Yo puedo hacerlo

— ¡Si quieres que te lleve deja de decirme así!

Ella salió de la casa con la cabeza de Azrael, aunque podía notar lo tembloroso de sus manos.

— ¿Nadie sospechara que llevo una cabeza cercenada en plena calle?

— ¿Quien?

— Pues la gente... o demonios, en este caso

— Yo no veo a nadie y eso que tiemblas bastante como para fijarme bien en algo

Las calles estaban vacías, no había ningún alma alrededor, era como si estuvieran en los inicios de un pueblo fantasma, las casas de dos pisos, las calles empedradas, inclusive las tiendas estaban abiertas pero nadie estaba ahí, el único ruido eran los pasos de Cristel al regresar a la base.

— Nadie en esa casa y nadie en las calles... demasiado silencioso

— ¿Y la base? ¿Hay gente?

— No... no me fijé — dijo con vergüenza

— No diré nada

Llegaron ahí, e increíblemente también estaba vacío, no habían soldados o algún ruido de gente marchando o algo así, solo el aire frío y el silbido del viento en cada casa de campaña y hangar, camino hacia la enfermería y escucho ruido, notando que era Morok colocando suministros médicos en una gran bolsa.

— En serio has vuelto... ¿Por qué traes eso contigo? — pregunto señalando la cabeza de Azrael que estaba con los ojos cerrados

— No te interesa, tú responde, ¿Por qué no hay absolutamente nada ni nadie aquí? Todo esto está tan macabro y frío, en el sentido que no quisiera vivir sola aquí ni un día

Morok volvió a lo suyo.

— Guerra, o bueno, el inicio de una, ahora prepárate, saldremos en 2 horas a otro lado

Ella le miró un poco más y presiono a Azrael.

— ¿Sabes lo que es un Dullhalan?

— ¿Esos seres míticos? Solo son leyendas, mitos que ya dejaron de existir desde hace mucho tiempo, ¿Por qué?

Cristel salió de ahí sin responder dejando con la pregunta en la boca a Morok, el aire seguía tranquilo, pero ella se sentía mal, como si tuviera un mal presentimiento de algo.

— ¿Irás con él? — pregunto Azrael

— Dice que es por una guerra, pero no sabe el motivo, ni siquiera sabe que tú eres un Dullhalan, además está el asunto de Charlotte y Tarrasquel, si me alejo puedo empeorar la situación, y eso no quiero, no quiero que eso pasé

Azrael presentía que algo le pasa aún más que pensar en ello, miró alrededor.

— ¿Te parece si exploramos un poco? Para matar el tiempo ya que nos vamos a otro lado

Ella asintió y avanzaron, no había casi maquinaria de guerra alguna como armas, animales o transporte, salvo unos cuantos carruajes a medio construir y los soportes donde les daban mantenimiento en algunos hangares, pero lo que llamaba la atención era otro, construido casi como un rascacielos, obviamente era extraño para los carruajes que habían sido abandonados en algunos lados de ahí, un gran portón era la entrada y había una puerta pequeña a un lado.

Al entrar se podían ver grandes máquinas con taladros gigantes, ganzúas y garras metálicas, barandillas de varios pisos que pasaban alrededor de un gran espacio en el centro, como si algo estuviera ahí pero no podía verse, solo había un gran cubo de varias líneas extrañas, medios aproximadamente veintitrés metros de cada lado.

— ¿Tanto para un cubo? — pregunto Cristel al acercarse más para observarlo mejor

— No se tomarían muchas molestias si solo fuese algo así... creo que es lo que es

— ¿En serio?

— Solo es una suposición... y si es lo que pienso, me gustaría tenerlo — dijo mientras babeaba

Cristel tuvo que sacudirse las manos por su saliva.

— ¿Y qué es?

— Acércate, ya lo verás

Ella lo hizo, aunque con cuidado, más cerca se podían distinguir las líneas, era una imagen de una constelación de estrellas, una muy rara, había un tenue brillo rojo en algunas líneas, al darle la vuelta lograron apreciar la extensión de la imagen frontal.

— Woa... es una imagen muy hermosa... ya me imagino los lados expandidos

Cristel no pudo evitar tocar el cubo, al contacto este vibro.

— ¡Yo no lo hice! — Grito Azrael por el susto

Después se detuvo, unas líneas se formaron para hacer un panel muy grande.

— Esto es...

Encima el panel decía lo siguiente en inglés.

{Enter the Code of *God*}

— ¿Qué dice? — Pregunto Cristel sin entender nada de lo escrito — ¿Qué clase de lenguaje es este?

— ¿Sabes lo que es el código de dios?

— No, y siento que tú tampoco

— Ni preguntándole a Misteltyn podríamos saberlo... aunque lo de abajo me es muy familiar... un amigo me contó de un truco en cosas como estás

Era un rectángulo con forma de mando de video juego antiguo de diez botones.

— ¿Tuviste un amigo?

— Larga historia para otro momento... pero ahora, si es correcto lo que pienso...

Se acercaron más a ese cubo, ella tocó un poco ese panel.

— ¿Y cómo es ese código? Puedo introducirlo por ti ya que no tienes manos para hacerlo

— Bien, pero si algo pasa es tu culpa... es ↓,→,↓,←,↑,B,A

—Mejor no... Pero...

Cristel lo hizo, aunque no quería presionar el último botón.

— Aquí vamos... ! Toma¡

Al hacerlo dio un salto hacia atrás muy rápido alejándose y con el corazón a mil por hora, no había pasado nada.

— ¿Segura que lo presionaste?

— ¡Solo lo roce por qué tengo miedo! Tú me hiciste sentir así

— Tranquila, no te pasará nada

— ¿Me vas a cuidar? ¿Aún si no tienes lo demás del cuerpo? — pregunto ella con suma desconfianza

— Si, lo haré lo prometo, la palabra de un Rey es absoluta

— Aunque lo digas con confianza yo no siento lo mismo... Pero aquí voy...

Se volvió a acercar, su mano no dejaba de temblar y sobrepuso el dedo en el botón "A" lo presionó hasta que hizo un sonido, pero después sintió un pinchazo fuerte en el mismo dedo que la hizo retirarlo rápido y chupárselo por el dolor que hasta presiono con el otro brazo la cabeza de Azrael.

— !Haah! !duele¡

— ¿Qué pasó?

— Cuando presione el botón sentí una aguja atravesar mi dedo hasta el centro de mi palma, duele como la picadura de insecto... hahg

Mientras se quejaba sintió como si el aire entrar al hangar.

— Cristel, aléjate un poco — dijo Azrael al notarlo

Ella lo hizo hasta una distancia segura, el aire seguía entrando, el polvo alrededor entraba por las líneas del cubo, este empezó a tornarse verde, una línea roja salió de dónde estaba la imagen del mando y salió hacia arriba, para recorrer todo el cubo en una pequeña línea que invadía a las demás.

El aire se detuvo, el cubo aumento de tamaño hasta parecer un rectángulo, se había estirado como si inhalara el aire, todo en silencio quedó, hasta que bajo súbitamente y volvió a su forma original arrojando aún más polvo que el que había "respirado"

"Mientras tanto''

— Hay demasiadas leyendas alrededor de lo que pasó en aquella gran confrontación (más porque yo viví en esa época) — contó Zagar a todos ahí mientras se acercaban al objetivo — la mayoría son ciertas, otras son exageraciones urbanas y otras ni siquiera se saben que pasaron, y para un mejor contexto, todos aquí sabemos sobre las armas que los dioses otorgan a los héroes, espadas, lanzas y las llamadas pistolas o armas de fuego, pero hubo unas en especial, eran únicas y según decía el héroe de aquella arma se la habían dado por la voluntad de los dioses, aunque por otra parte, sentían que querían experimentar lo que su mundo tenía para ellos, en total eran ocho de esas

— Armas gigantes, como golems hechos de metal tanto por dentro como por fuera — continuo Louise emocionada de contarlo — según las leyendas, esas cosas conducían electricidad por dentro que los hacia moverse a libertad, llegaban casi hasta el cielo, eran devastadores monstruos que arrasaban con todo lo que tenían enfrente, los informes de mi reino indican que habían ocho de esas cosas hace mucho tiempo

— Cinco se perdieron en la pelea contra el dragón antiguo, las partes tanto siguen en el campo de batalla cubiertos de tierra y maleza, como repartidos y aún investigados en otros reinos, de los restantes, esos combatieron y defendieron muchos pueblos en la gran guerra, al terminar está y tiempo después, los demonios habían conseguido los demás al morir sus pilotos, en especial los de Undyne, ellos tienen uno en aparente buena condición, los otros se desconoce si funcionan o igual fueron desmembrados, pero lo que sí, es que dos se lograron confrontar en aquella pelea, de alguna forma habían descubierto como hacerlos funcionar, pero después que termino, por alguna razón se apagaron, desde ese día solo han estado guardados en lugares donde la seguridad es máxima, y justo vamos a encontrarnos con uno de esos

— Esa es la razón por la que mi hermano se veía demasiado preocupado, puede encargarse de una legión de demonios, pero de algo del tamaño del castillo no

— Yo honestamente por otra parte estoy preocupado por algo más aterrador — dijo Zagar

— Creo que igual pienso lo mismo— dijo Marcus

— Que el profesor Azrael haga algo estúpido con eso... lo bueno que no sabe sobre esas cosas... ¿Cierto?... ¿Cierto? — pregunto Sheremy

Pero a pesar de esa negativa, los demás se veían más preocupados.

—Iré a acelerar aún más mis caballos, después los soltaré — dijo Louise

"Volviendo con Cristel y Azrael"

Ellos quedaron cubiertos de polvo, como si fueran pechugas empanizadas listas para freírse, Cristel dejo abajo a Azrael y se limpió la ropa lo más que pudo, además de escupir el polvo que había entrado por su boca.

— ¿Eso es todo? ¿Quedarnos sucios, con miedo a que está cosa explotar o que se yo y no pasara nada más? — pregunto Cristel quitándose la tierra de la ropa y cabello

— Eso creo, o está muy dañada o no respondió a tu sangre

— Dijiste que sería interesante, pero en vez de eso resultó ser una estafa, ¿Puedes decirme ya que es o se supone que era?

— Un robot gigante o al menos es lo que se ve

—... ¿Y eso que es?

— Olvídalo, se ve que fue dañado seriamente en alguna batalla

Salieron de ahí abandonando el lugar, lo que no habían notado era otro panel, pero este si tenía una pantalla negra, solo mostrando un porcentaje en color rojo de 0% para cambiar a 1%.

— Cierto, tengo que avisar que cambiaremos de lugar — dijo Azrael — estaba tan inmerso en el cubo que no me acordaba

— ¿Tu cabeza aún sigue conectada al cuello?

— Si, pero el inconveniente es que quiero avisar en clave morse, pero no les he enseñado eso o el lenguaje de señas

— Oye, ¿puedes saber que están haciendo solo por el movimiento?

— Pues en el inicio me quedé quieto, después que me arrojaban, después que alguien se sentaba en mi regazo... Creo que fue Louise, y ahora hace mucho frío y todo está en paz

Cristel se acercó a Morok que ya estaba listo para partir.

— ¿A dónde nos dirigimos?

Morok abrió un portal mágico, el frío inundó su espacio de manera apresurada, una ráfaga le golpeó el cuerpo a Cristel y sintió después que una tela le caía encima, era un abrigo grande.

— La capital de la "Facción del Vacío"...

"Volviendo al carruaje"

—Solo faltan unos kilómetros más — dijo Tarrasquel preparándose

— Según el mapa, hay un río por el lado norte de ese lugar, podríamos usarlo si dejamos el carruaje unos metros antes de llegar — dijo Jasón haciendo lo mismo

— Podría acelerar mi carruaje, así entraríamos con un ataque sorpresa, la conmoción sería lo bastante grande como para tanto atacar como rescatar a la niña y mi esposo

La discusión estratégica se veía muy animada, hasta que.

— Chicos, tenemos un problema —dijo Tyara

Todos voltearon a verla, el cuerpo de Azrael que no se había movido en un buen rato lo hizo, pero movía los brazos demasiado rápido.

— Al fin se comunica, pero no entiendo lo que dice — dijo Irona

Azrael movía los brazos y hacia una equis con ellos para apuntar hacia enfrente.

— Creo que quiere decir que no vayamos ahí... — dijo Herbert

Después las movió demasiado rápido y nadie le comprendía nada.

— Diga lo que diga yo iré por mi hermana, nada me detendrá — dijo Tarrasquel

«Eh, ¿Puedo probar algo?» Pregunto Ritsumary al escribir en el aire

— Si funciona para entenderle mejor — dijo Jasón

Ella detuvo los brazos de Azrael con los suyos y después tomo su mano, y es escribió en la palma, con la otra escribía en el aire lo que decía.

— «Nos acercamos a dónde están, ¿por qué no deberíamos? »

— «No hay ni un alma, todo está vacío»

—Eso es perfecto, así ser más fácil — dijo Sheremy

—No, algo está mal, pregúntale por Cristel —dijo Tarrasquel

— «¿Cristel está bien? »

— «Si, aquí está conmigo, pero eso no es lo importante, parece que el idiota que nos atacó nos llevará a otro lugar»

— «¿Donde? »

— «Nightcore el mundo demoniaco, más específicamente a la capital de su facción, así que dile al imbécil de Zagar que ni se le ocurra llevarlos a ustedes, los matarían apenas den tres pasos ¿de acuerdo?»