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El Renacimiento de Omega

``` —¿Qué podía ser peor que la muerte misma? —Pues morir sabiendo que nadie te echaría de menos, sabiendo que tu muerte era un favor para todos los que alguna vez conociste. —Así fue exactamente como me sentí el día que morí. —Era el hijo amoroso del Rey Alfa de Eclipse, en una época donde el vínculo de pareja se consideraba sagrado, un hijo nacido fuera del matrimonio no era nada menos que sacrílego... —Fue su culpa, él amó a alguien más que a su compañera... —Fue su culpa, tuvo conocimiento carnal de una mujer humana. —Todo fue su culpa, mi único crimen fue nacer de su lujuria. —Pero, ¿por qué ese Rey Alfa que era mi padre estaba perfectamente seguro, mientras que yo era odiado, despreciado y culpado por todo en su lugar? —¿Por qué tenía que ser la ficha de cambio de mi padre, utilizada para lograr sus objetivos? —¿Por qué no pude obtener un rechazo como todos los demás, sino que en cambio fui asesinado por mi propio compañero? —¿Por qué fui asesinado antes de tener siquiera la oportunidad de vivir? —Tenía mil preguntas y sin embargo no había nadie para responder y así fue exactamente como morí... —Entonces, ¿por qué mis ojos se abrieron de repente a ese día, un mes antes de mi muerte? —¿Fue a causa de mi pequeño secreto? —Un secreto que no le contaré a nadie más que a ti... —Por el título de mi relato, debes pensar que soy un lobo Omega... —No, te equivocas... No soy un lobo Omega, soy un lobo Alfa y mi nombre es Omega. —Segundo libro en la serie Renacimiento de los Hombres Lobo. —No es una precuela o secuela de 'El Némesis del Rey Alfa', ambos libros no están relacionados salvo por el escenario del mundo y el concepto de Renacimiento de los Hombres Lobo. —El arte de la portada obtenido de internet, todos los créditos al artista original. ```

JHeart · Fantasi
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671 Chs

El hombre que es (Cap.406)

—Sé que debes estar realmente enojada y decepcionada —comenzó a hablar la Dama Kaliana un momento después de que Menarx se retirara.

—No, no creo que lo sepas —respondió Neveah con indiferencia.

—Te debo una explicación y una disculpa por haberlo mantenido en secreto, pero primero quiero que sepas que nunca fue idea de Su Gracia, fue mi petición —explicó honestamente la Dama Kaliana.

Neveah frunció el ceño ligeramente ante eso, pero no dijo nada, dejando que Kaliana dijera todo lo que necesitaba primero.

—Keila vino a mí con las escamas mudadas, poco tiempo después del nacimiento. Para cuando lo hizo, ya estaban arruinadas.

—Me dijo que ella lo había hecho, que fue quien las tomó y pidió castigo por ponerme a mí y al niño en peligro... No podía creerlo, pero su confesión no tenía errores —continuó la Dama Kaliana.

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