Caminata en el bosque.

Con lentitud, Dante caminó por el frío camino de piedras a través del pantano en busca del puente para poder llegar al bosque.

El viejo no sabía donde estaba la salida del piso, pero no le parecía mala idea verificar a donde terminaba el extremo contrario del camino que lo llevaba a la cabaña,ya que podría ser la salida del piso 950.

Mientras caminaba por el camino, Dante trató de no pensar más en sus problemas actuales y considerar esto como una aventura como las que solía tener su hijo Carlos cada vez que decidía iniciar un viaje por el mundo. No obstante, a Dante le era bastante complicado ignorar el hecho de que estaba atrapado en este infierno.

Tras caminar por unos cuantos minutos, Dante finalmente pudo llegar al sitio donde había recuperado la conciencia o donde había aparecido en sus sueños. No le era muy claro cómo llegó a este lugar, pero supuso que había cruzado algún túnel sin darse cuenta y ahora no podía volver por ese túnel por alguna razón desconocida: que probablemente estuviera vinculada con morir en el manicomio.

—Podría ser que de verdad pertenezco a este sitio...—Comentó Dante hablando solo, mientras continuaba caminando por el camino—Tal vez cree un túnel desde el piso 950 al exterior, luego le robe la identidad a otra persona y perdí mis recuerdos convirtiéndome en esa persona.

Al pensar esa idea, Dante siguió reflexionando, mientras caminaba:

—Siguiendo las reglas de la puerta, una vez que morí en el otro lado, aparecí en el origen del túnel. Es decir, que cuando muriera en el exterior aparecería en el infierno. Entonces tengo que tener la habilidad para crear un túnel que me permita salir directamente al exterior y tal vez tengan la habilidad de crear un túnel que me dirija al cielo. El problema es que no recuerdo cómo hacerlo...

Dante había tratado de crear la puerta en el piso del pantano donde estaba la cabaña y parecía ser que no funcionaba; probó 100 veces sacar el pomo, pero lo único que logró el viejo fue ensuciarse la mano con barro.

—Si quiero recuperar mis recuerdos, tengo que caminar por estos pisos—Comentó Dante un poco menos deprimido por plantearse un nuevo objetivo.

El viejo esperaba encontrar algún piso que pueda reconocer o que inconscientemente sienta que le es familiar por estar conectado con su pasado; no obstante, por mucho que mirara el bosque no había nada que le provocara esa sensación.

Tras caminar por el sendero en el bosque unos cuantos minutos, Dante pudo apreciar que en el final del camino se encontraba otra cabaña idéntica a la que había visto en el pantano.

Las similitudes entre las dos cabañas eran tales que si no fuera porque la cabaña se encontraba en el medio de un bosque, Dante pensaría que estaba caminando en un círculo todo el tiempo y había regresado a la misma cabaña del juguetero.

Con algunas expectativas por descubrir la salida de este piso, Dante entró en la cabaña buscando alguien que pudiera darle más respuestas acerca de su situación actual.