Capítulo 6: Reencarnación

— Eh, ¿dónde estoy?

Mientras Adán despertaba con confusión se dio cuenta de que estaba rodeado de oscuridad. Era como si estuviera en el espacio, totalmente oscuro sin rastro de luz.

— Hijo mío, veo que al fin has despertado.

Entonces de la oscuridad salió una sombra indistinguible que miraba a Adán.

— Estás en los principios de los mundos, es la primera vez que el universo, no, que los universos vieron la luz. Las estrellas aparecen y los planetas se forman mientras que la vida empieza a crecer en ellos. Con la gracia del Dios creador, ¿No es hermoso?, Es la muestra de la grandiosidad del poder del Dios todo poderoso, de tan solo pensarlo me emociona como, ah …

Mientras el ser oscuro relataba su poema este empezó a balbucear cosas sin sentido.

[Cachetada]

Adán se había acercado al ser oscuro y le había brindado una cachetada.

— Ya cabron, hablé bien.

— Está bien perdón

De pronto todo a su alrededor dejo de ser oscuro y apareció la luz.

— ¿Que pedo?

— Bueno como decía antes de que me interrumpieras, este es el principio de la creación.

— Otra vez con tus mamadas, a ver ¿que te traes?

— solo mira a tu alrededor.

— ¿Alrededor?

Entonces Adán volteo la mirada hacia el exterior y pudo ver una vista maravillosa, eran estrellas de todos los colores, planetas 5 veces más grandes que la tierra con vegetación y vida dentro, unos colores que pintaban la oscuridad del espacio, una explosión estelar sucedió a una gran distancia de él, pero aún era visible y podría ver cómo después de esta aparecen estrellas y planetas.

— ¿Que es todo esto?

— Es la creación de nuevos mundos.

— ¿Nuevos mundos?… Espera ¿no estamos en el espacio, varados y solos?

En ese momento Adán se puso en posición fetal mientras mostraba una expresión llena de miedo.

— Me había olvidado de que una vista como está podría dejar un poco asustados a los seres pequeños sobre todo a los humanos.

— Espera, ¿por qué no nos morimos?

— Magia.

— ¿Magia? Eso no existe, la ciencia claramente niega la existencia de magia es imposible que algo tan tonto y ficticio como la magia exista. Me niego a creer lo que estás diciendo…

— Haber niño, si tu esposo la ciencia es tan fantástica, entonces que explique esto.

El ser levanto la mano y de la nada se crearon nuevos planetas y nuevas formas de vida.

Adán estaba pasmado, pudo ver con sus propios ojos como un planeta era creado desde cero y como nacía vida en este.

— Está bien, te creo.

— Así me gusta.

— ¿Y quién sos?

— Oye, puedes hablar normal, es que cambias de jerga a cada rato, primero parecías mexicano ahora español.

— Lo siento soy tercermundista y copiar lo que hacen los demás es algo normal para mí.

— Está bien no importa. Lo que importa ahora es que eres afortunado, pues acabas de ganar el premio de…

— Antes de que me digas el premio puedes agregar más iluminación al lugar, es que tengo miedo a la oscuridad.

— ¿Como que le tienes miedo a la oscuridad?

— Cállate, está bien. Yo duermo con la tele prendida.

— Jajajaja.

Adán miraba como el ser oscuro se reía de él.

— Oye ya párale y podrías iluminar el lugar.

— Está bien no te preocupes iremos a un lugar mejor con mucha luz y unas Barbies para que te entretengas, es que parece que te gusta mucho de eso.

— ¿Cómo sabe que me gusta coleccionar muñecos y figuras de acción? Espera los míos son mis waifus no juguetes, es diferente. —pensaba Adán en su mente— Okey vamos.

Entonces Adán y el ser aparecieron en un cuarto extraño con algunos muebles japoneses y chinos.

— ¿Y qué decías?

Entonces el ser extraño empezó a poder distinguirse y un viejo salió de la sombra.

— ¿Y tú eres?

— Yo soy Dios.

Adán rápidamente se levantó del asiento y se arrodilló.

— Oh yisus lamento mi agravio hace un rato, la verdad es que yo lo admiro mucho eso de crear es genial y como pudo crear muchas cosas como... la vaca esa wea da leche y carne, también los perros muy leales, yo también seguía sus mandamientos y leyes, no iba a misa los domingos, pero es por qué yo trabajaba de lunes a sábado y me es difícil en si levantarme así que pues de cuestiones de mi salud, usted me entiende verdad. También mi familia es tan religiosa que nuestros antepasados pertenecieron a la inquisición y en las cruzadas, decapitando a los pecadores en su nombre, pero es por qué le amamos. Usted es perfecto y sé que…

— Alto niño ya estoy cansado de escuchar tus delirios, además yo no soy el dios que conoces ni en el que crees.

— Eh.

— Él es otro Dios.

— Ah ¿entonces todo bien?

— Supongo, pero por qué tanto miedo a ese Dios, en tus ojos pude ver un enorme terror a Dios.

— Bueno es normal ya que desde niño me enseñaban que si no me portaba bien y amaba a Dios me iría al infierno, dónde sufriría un eterno tormento, dónde me torturarían, descuartizarían y demás.

— Creo que las creencias están algo retorcionadas.

— Ni que lo digas, no hace mucho dejaron de matar a los herejes y a los que no donaron a la iglesia.

— ¿Y cuál era tu pregunta?

— ¿Cual pregunta?

— Se que me quieres preguntar algo vamos dilo.

— ¿El cielo existe?

— Bueno podríamos decir que sí. Es como una especie de jardín del Edén dónde van las almas y viven ahí.

— ¿Y ya?

— Si

— Ósea no hay paraíso, nubes o esas weas.

— No sé qué esperaban ustedes del cielo.

— Bueno eso ya no importa ¿qué querías decir antes?

— Bueno como decía antes eres afortunado lograste reencarnar.

— Eh ¿por qué?

— Bueno, tu moriste salvando a alguien a consta de tu vida.

— Oh, entonces por morir como héroe tengo acceso vid a la reencarnación.

— No te equivoques, aunque hicieras algo heroico al salvar a alguien esa no solo es la única razón de que vallas a reencarnar.

— Eh

— Cuando alguien muere siendo un héroe tiene ciertos privilegios en el paraíso.

— Como siempre el favoritismo.

— Como decía, la razón es por qué fuiste elegido al azar.

—¿Que?

— Entre mil millones de personas, tú fuiste elegido a reencarnar, esa posibilidad es menor que sacarse la lotería de la tinca.

— Ósea no fui elegido por mi heroísmo, ni por qué viví ejemplarmente, si no por qué salí al azar de miles de millones.

— Así es.

Adán se levantó y.

— Jajaja, supere a esos Miles de millones de pendejos, ellos solo se quedarán en ese mundo aburrido mientras yo viviré una aventura como los isekais jajaja.

— Ya niño no te emociones tanto, toma.

— ¿Qué es eso?

Al frente de Adán el Dios le extendía una caja con un agujero.

— Aquí hay unas cuantas habilidades, elige una al azar para que te acompañe en tu camino.

— Oye zi, entonces a ver que me toca.

Adán metió su mano y después de un rato saco y miro el papel.

— Precisión futura (5 minutos) el usuario puede portar en uno de sus ojos el predecir el futuro que va a pasar en un máximo de 5 minutos, tiempo de enfriamiento 30 minutos. (Se puede activar al punto máximo y se puede predecir hasta 48 horas, pero el enfriamiento aumenta a 120 horas y da una ceguera al ojo portador de la habilidad) ... Genial esta descripción es como la descripción de las habilidades del free fire, una mierda.

— ¿Y qué te parece?

— Oye no tenías una mejor habilidad.

— Que dices el poder ver el futuro es un poder potente.

— Si, pero yo esperaba algo más como los Protas de los isekais, no se vale por qué no me tocó esos.

Entonces Adán agarro la caja de las manos del Dios y empezó a sacar las hojas dentro.

— ¿Que hay aquí haber? parar el tiempo, leer la mente, poder hacerte más fuerte durmiendo, poder lanzar cualquier hechizo mágico que se haya visto, comer sin engordar, belleza +100, carisma +50, un guía anciano, espada legendaria, un alma de un guerrero antiguo, predecir el futuro hasta 2 días enteros, está es la misma habilidad solo que mejor, no es justo me tocó una habilidad muy inferior.

Adán empezó a llorar mientras se tiraba al suelo y empezó a hacer rabietas como un niño chiquito.

— Oye, ya por favor esto es incómodo.

— Es que no es justo.

— Oye por favor…

— No es justo, no se vale.

Después de un rato el Dios al parecer se cansó y decidió ceder.

— Ya niño tu ganas te permitiré aceptar tus caprichos, además de tu habilidad podrás sacar una habilidad más.

— ¿En serio?

— Si.

— Haber entonces quiero este.

Adán ya había elegido su habilidad desde hace tiempo y levanto la hoja donde estaba su habilidad.

— Bueno mmm...

Y así Adán que se quejaba por no poder tener una habilidad rota como los Protas de los isekais eligió la habilidad de: Belleza +100.

— ¿Es en serio?

— Si

— Okey.

El dios decidió solo ceder y entregarle la habilidad.

— Una cosa más, ¿podrías mandar conmigo a alguien que ya está en el cielo?

— No, este pase a reencarnación es solo para ti, no puedo traer a otro ser.

— Entiendo.

Adán se miró un poco decepcionado, pero rápidamente saco una sonrisa como si su mirada decepcionada nunca hubiera existido y empezó a reír.

— Jajaja. Otro mundo aquí voy.

— Ahora sí queda mandarte a tu reencarnación.

— Por fin cumpliré el sueño de todo Otaku, ir a un isekai.

— ¿Otaku? ¿Qué es eso?

— Es una persona que le gusta el anime y lo ve con pasión y ama sus personajes favoritos, aun sabiendo que no existen y los que más los distingue es que les falta interacción femenina.

— Anime, creo haber visto algunos de esos.

— ¿Los dioses ven anime?

— Bueno a veces los Dioses nos aburrimos y decidimos bajar a algunos de nuestros mundos a pasar el rato y en una de esos ví animes y puede ver algo interesante.

— ¿Que animes viste?

— Uno de una chica de cabello roza y muy loca por un chico muy cobarde, uno de extraterrestres con cola de mono y que se transforman en orangutanes enormes en la noche o algo así, una de un chico rubio que quedó huérfano y tiene en su interior un zorro de nueve colas y unos cuantos más.

— ¿Oye podrías mandarme a algunos de esos mundos?

— Bueno el mundo al que te iba a mandar ya estaba decidido, pero creo que está bien. Dime a qué mundo quieres que te mandé.

— Quiero ir aún mundo de un anime y quiero el cuerpo del prota de ese mundo.

— ¿Cuál es la descripción del mundo?

— No quieres el nombre del anime.

— El mundo al que está tiene un nombre diferente a la del anime por eso necesito sus características.

— okey, el prota es un pervertido, está en una escuela, el prota murió, hay un harem, el anime es muy conocido, ...

— Creo que ya tengo el mundo al que quieres ir.

— ¿En serio?

— Si, en su nombre está el school ¿no?

— Si, si, si ese.

— Okey entonces ve.

Delante de ellos pareció una grieta totalmente blanca que aparentaba ser un portal, dentro no se podía ver nada, pero Adán no dudaba de que si entraba podría ir a otro mundo.

— Aquí voy mundo de high school dxd. — Dijo Adán en su mente—

— Es pero que disfrutes ese mundo.

Entonces Adán entro al portal y fue transportado.

— Bueno no pensé que elegiría ir al mundo de school days, pero bueno es su decisión ir ahí.

.

— Ahhhhh…

El chico se levantaba de un salto de su cama mientras miraba a su alrededor con la mirada confundida.

— ¿Dónde estoy?

El chico se calmó en un instante y empezó a recordar.

— Ah, sí, reencarnación y eso. Estoy muy cansado y me duele la cabeza.

El chico que al parecer era Adán se levantó de su cama y prendió las luces.

—Uh, que raro. Este lugar no parece ser la casa de Issei, pero si no es la casa de Issei, entonces ¿dónde estoy?

Adán no entendía lo que pasa, pero no le parecía importar y solo lo ignoro.

— Bueno puede que sea diferente pero no importa, solo iré al baño.

Adán estuvo un rato abriendo puertas para localizar el baño. Al entrar Adán estaba muy somnoliento y fue de frente a lavarse la cara.

— Esto es raro es diferente a lo que recuerdo. Ya no importa, solo seguiré con la historia, pero no seré como ese princeso de Issei y le daré con todo a Rías.

Mientras Adán seguía fantaseando levanto la cabeza para verse en el espejo y la vista que vio lo dejo confundido.

— ¿Qué diablos?

En el espejo no podía ver a ese inútil de Issei al que quería suplantar, si no a alguien de admirar, pero poco envidiable.

— Este no es Issei, es... Makoto.

Adán al siguiente instante empezó a recordar la historia y vida de Makoto.

— No me jodas, no me jodas, ¿qué está pasando?, yo quería tener la vida envidiable de Issei no de este fracasado... carajo yo quería vivir rodeado de chicas no morir y perder la cabeza por una chica.

Así es, a la persona que Adán suplantaba era Makoto, el idiota que por pensar con la cabeza de abajo perdió la de arriba.

Fin del capítulo 6