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Veraneo

Después de revisar exhaustivamente como paranoicos todo el edificio, estacionamiento, autos, la casa de Ishtar, también el departamento del que nadie sabe. Solo descubrió micrófonos en el edificio de ISHMAR y en el vehículo de la firma. Y otro totalmente diferente debajo de la mesa de centro de la sala en casa de Ishtar. El cual supone Ishtar, lo ha de haber puesto Rodríguez.

Estar en su casa, sin Sandro, con las mil y un ideas del porque se ha ido, el sí está bien, donde estará… todo eso no la deja tranquila y mucho menos le da paz, estando en su propio hogar. Por lo que definitivamente ha preferido cambiarse al pequeño departamento de lujo, del que nadie sabe su existencia. Ishtar se muda discretamente, dejando los muebles en su casa, cosas importantes en la Oficina, otras cosas grandes en la bodega de la casa, a la cual nadie tendrá acceso. Deja todo listo para que la casa sea rentada y habitada, en los próximos días. Pronto han llegado solicitudes, ya que esta en buena zona. Aunque ha decidido que solo la quiere rentar por temporadas, nada fijo, o nada de más de un año. Guarda la esperanza de poder volver a su casa.

Sus cosas están en la camioneta de ISHMAR, sus cachorros del baño, fueron recogidos por su madre, para que nadie sospeche ni la sigan; abandona por completo su casa, la cual será habitada en pocos días; cambia de auto, sale de su casa, asegurándose no ser seguida va a dejar su auto de enganche y llega a su apartamento, con la camioneta nueva, con un motor igual o más potente que el deportivo, blindada y con vidrios polarizados.

Corren los días y se pone a trabajar como loca. Sus amigos y socios, no vuelven a tocar el asunto espinoso de TECNO-IUS, Pablo y Sandro; ni su relación, no hablan nuevamente de las amenazas ni nada relacionado a ello.

Amargamente para Ishtar pasan los días, se somete más al trabajo exhaustivo para no pensar en Sandro; el gym la aligera. El extrañar a sus cachorros que tanto ama, empeora su estado de ánimo. Los extraña más de lo que quisiera; pero no quiere arriesgarse a andar con ellos en la calle, ni es tan cruel para tenerlos encerrados en un pequeño apartamento, todo el día.

Sin planearlo ha terminado rescatado una pequeña gatita, de menos de dos meses de vida, que estaba en una caja cerca del basurero del edificio donde está el apartamento. Una linda gatita que nombro Luna, quien es toda de color negro, solo tiene una mancha blanca en forma de luna en el pecho, de donde se le ocurrió el nombre y otra en la frente en forma de diamante.

Inician las cortas vacaciones de los Juzgados y Tribunales, e Ishtar planea pasarlas trabajando, como nunca lo había hecho. Hannah se va una semana de viaje, a recorrer parte de la República Mexicana, en compañía de sus primos. Erika regresa antes, de sus vacaciones en Canadá, con la terrible y pésima noticia, de que se ha regresado antes porque ha terminado con su prometido.

El viaje no salió como esperaban, el conocer a los padres de él tampoco fue lo que ella imaginaba y ahora han terminado definitivamente. Sus amigas intentan animarla, y sacarla del mar de llanto al que se ha arrojado.

Erika destrozada, por su ruptura; Adriana con las ganas de querer hacer ese magnífico viaje entre amigas, que siempre habían prometido y jamás realizado; Ishtar en su depresión y amargura, por no saber nada de Sandro; Hannah, regresa de su viaje, pero continua con las mil dudas en su conexión y rara relación con Andrés; Melanie concuerda con Adriana, que es el momento perfecto para que se vayan de viaje juntas y solas.

Después de las renuencias y debates, aceptan irse los últimos cuatro días que les quedan de vacaciones a la playa. Hannah consigue prestada una casa de algún amigo; se van en la camioneta nueva de Ishtar. Listas y decididas a pasar unos buenos días y olvidar todo; el pesar, sufrimiento, dolor, amores y todos sus pesares. Melanie ha dejado a Leo, en casa; quien también se iría por su lado con sus amigos, en vacaciones de solteros.

PLAYA

Como tienen todo una casa sola para ellas, ubicada a la orilla de la playa, pero sin nadie que las atienda, han pasado a un supermercado a comprar comida, alcohol, agua, y lo que puedan necesitar. Se instalan dividiéndose las tres habitaciones que hay.

Melanie – somos puras mujeres y ¿sí… no usamos ropa para broncearnos?

Adriana le lanza una mirada extraña y luego – pues no estaría mal… pero ¿y el pudor?

Hannah –pues, entre mujeres… ¿cómo playa nudista?

Ishtar – no sé… eso como que no… Pero sí tú quieres…

Erika – no diremos nada, ni nos quejaremos.

Hannah – oye Ish; tu prima y tu hermana ¿no te preguntaron nada?

Ish –no, no les comente nada. No cabíamos tantas y… pues este viaje era solo para nosotras cinco

Adriana – no es la misma confianza con ellas…

Erika – Melanie, no se podría desnudar bien así –todas ríen, mientras Melanie les hace una mueca inconforme y les enseña la lengua

Pasan los días, entre cervezas heladas, chismes, tips de belleza, sol, mar y arena.

Ish alivia un poco su malestar y se intenta relajar, olvidar toda la locura – ¡como quisiera un negro que me abanicara! Bueno mejor un alemán

Melanie riendo dice –yo lo quisiera pero para otra cosa

Adriana -¡ay! Tú nada más quieres leche

Hannah – sí se traen un alemán, que sean dos

Erika riendo dice – ¡tres!

Ishtar –y sí… ¿vamos a un antro a ligar?

Melanie – ¡pero yo estoy casada!

Ishtar – ¿eso qué? Se podría decir que yo también…

Adriana – no en verdad, tú no sabes ni siquiera donde esta Sandro – al decir esto es fulminada por la mirada de dolor y coraje de Ishtar y la de Erika

Hannah ríe – Casadas no capadas, el caso es divertirnos; vamos a bailar y cada quien, ya sabrá lo que busca

Adriana, como voz de la sensatez y prudencia dice – solo que por seguridad, debemos regresar todas juntas; no podemos irnos a otra parte.

Erika se levanta, para ir a cambiarse –ya pues, ¡vamos! Quiero alcoholizarme y no pensar

Ishtar – ¿conductor designado?

Melanie, sigue a Erika – yo, yo manejo

Adriana, que desconfía un poco en la buena coordinación y memoria de Melanie para devolverlas a la casa, dice –mejor un taxi

Hannah, con un poco de conciencia dice –mejor no nos perdemos

Ishtar, suspira y mira al cielo, gritando un poco y dando vueltas, antes de entrar a cambiarse – camioneta se queda. Me quiero alcoholizar; ¡vamos de cacería!