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El Coleccionista.

El protagonista es muy OP desde el comienzo. Viaje por distintos mundos de películas, series, manga, libros, novelas ligeras, juegos, etc. Es reencarnación con cumplimiento de deseos y un gran inmenso harem. Escribo por placer y cuando tengo tiempo. Los capítulos antiguos, los voy a ir editando poco a poco, pero como me cuesta mucho hacerlo, le doy más prioridad a escribir nuevos capítulos. Se que a mucha gente no le gustará esta obra, no obligo a nadie a leerla y no pido piedras ni hago demandas de donación. Gracias por leer y espero que disfrutéis de lo que escribo.

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257 Chs

Capítulo 127

Han pasado 4 días desde que volví de viaje.

Bella Thorne, Kara, Cleopatra, las cortesanas y todas las mujeres egipcias, ya se están acostumbrando a vivir en Edén.

Ya he prolongado bastante las invocaciones y después del desayuno, cuando cada una de las mujeres van sus lugares de formación, entrenamiento y tareas, voy al lugar de invocación en el edificio rascacielos.

En primer lugar hago la invocación con el huevo misterioso y después del espectáculo de luces aparece una mujer japonesa, con rasgos típicos del anime.

Cuerpo muy seductor, con buenas proporciones, el pelo color azul oscuro casi negro, que le llega hasta la cintura por la espalda.

Lleva puesto un vestido rojo de cuello alto, sin mangas, el vestido está arrugado y descolocado, su estado parece bastante alterado, como si acabará de recibir un shock y tiene las muñecas rojas como si las hubiesen estado agarrando con fuerza.

"¿Quién eres y qué es este lugar?, ¿qué ha pasado con Leo?, el acaba de matar a mi abuelo y estaba apunto de violarme, justo hace unos instantes." (Mitsukado Youko)

"Cálmese señorita Youko, ahora está a salvo, ya no está en su mundo, pero no está muerta, ha sido invocada a mi mundo, que se llama Edén." (yo)

"¿Tu mundo?, ¿acaso eres un dios o algo así?" (Mitsukado Youko)

"Así es, soy un dios y mi nombre es Pedro, ahora voy a realizar otra invocación, si puedes permanecer unos momentos ahí al lado, después te explicaré todo más detalladamente." (yo)

Se arregla el vestido y se aparta hacia un lado para ver la invocación y comprobar si lo que le acabo de decir es verdad.

Activo la habilidad de invocación y aparece la habitual grieta, y de ella sale una hermosa mujer joven, de 1,75 metros de altura, pelo castaño largo y ojos verdes claros.

Es realmente una gran belleza.

Veo en sus datos que es de Israel, se llama Yael Shelbia y tiene 19 años.

Lleva puesta ropa militar del ejército israelí, de las fuerzas aéreas.

Cuando se ve un un lugar desconocido, me ve allí mirando en su dirección y que estoy bastante cerca de ella, me apunta con el arma y me pregunta.

"¿Donde estamos y como hemos llegado aquí?" (Yael)

Mitsukado Youko como aún no tiene mi anillo no entiende una palabra de lo que Yael esta diciendo, pero más o menos se hace una idea, al igual que cuando ella llegó y se encontraba perdida, debe estar preguntando por la situación en la que se encuentra, en su idioma.

Me acerco hacia Yael y me dispara al verse amenazada.

No me hace daño, pero es un poco molesto que me dispare.

Después de vaciar el cargador y ver que no me ha hecho nada, trata de huir.

"Yael Shelbia, es inútil que intentes escapar, no estás en tu antiguo mundo, ahora estás en Edén, mi mundo y nadie aquí va a hacerte daño, por lo que no necesitas huir." (yo)

Sin escuchar lo que digo sale corriendo por la puerta.

Le digo a Mitsukado Youko que se acerque y le pongo mi anillo en su dedo anular.

"Con este anillo eres mi mujer y además de otras características, te permite hablar y entender cualquier idioma." (yo)

"Gracias por salvarme antes, si no fuera por ti, no se que me hubiera hecho ese animal." (Mitsukado Youko)

"Vamos a buscar a la otra chica, se llama Yael y está bastante confundida en éste momento." (yo)

Mitsukado Youko asiente y me sigue.

Yael ha conseguido encontrar un camino y pronto llegará a la salida.

Podría alcanzarla de inmediato, pero quiero que vea que ya no está en la tierra, es más fácil creer en algo que puedes ver y confirmar con los sentidos.

Sale del edificio y lo que ve, la sorprende mucho, no reconoce nada.

Ve a lo lejos un coliseo como si estuviera en Roma, también ve otras estructuras a lo lejos, ve a mujeres entrenando y lo que más llama su atención son otras razas que también conviven y entrenan con esas mujeres.

Las hay más grandes, más pequeñas, con alas, con la mitad de cuerpos de animales, las hay que son grandes y de color azul y otras muchas diferencias.

No sabe a donde ir o que hacer.

En ese momento salimos del edificio Mitsukado Youko y yo y le vuelvo a decir.

"Señorita Yael Shelbia, no está loca, no está en la tierra y nadie quiere hacerle daño, si viene conmigo trataré de explicarle la situación lo mejor posible." (yo)

"¿Dónde estamos?, ¿esto es algún tipo de broma o estoy teniendo alguna pesadilla?, si es una broma, no tiene ninguna gracia." (Yael)

Le tiendo la mano sin decir nada y después de un par de minutos incómodos decide venir hacia mí.

Cuando esta junto a nosotros, le digo.

"Está es la señorita Mitsukado Youko, está en una situación similar a la tuya, pero ella llegó unos minutos antes que tu así que voy a informaros a las dos al mismo tiempo para no tener que responder a las mismas preguntas varias veces." (yo)

"Ella ya puede entenderte gracias al anillo que lleva en el dedo, que sirve como una herramienta de traducción automática, que le acabo de entregar cuando saliste corriendo de la habitación de invocación." (yo)

Le pido que me de la mano y cuando lo hace le pongo mi anillo en el dedo.

Las llevo a la habitación de antes y les cuento a las dos sobre Edén, sobre mi identidad y sobre su futuro.

Yael no termina de aceptar la situación, pero consigo que después que Mitsukado Youko haga el proceso de bienvenida, ella también lo haga.

Ahora después de la pequeña muestra de habilidades, cree un poco más sobre su nueva situación.

Las dos ya están limpias, con ropas nuevas y las llevo a dar un paseo por Edén, para que conozcan más o menos su nuevo hogar.

Hago alguna presentación de las chicas que nos encontramos, pero tendrán que ir socializando ellas mismas, ya que tienen muchas hermanas como para presentar a todas, una a una.

Las llevo con mis hijas y sus madres, las presento a Beki y a las demás.

A Yael le cuesta bastante asimilar que soy un dios y hay otras diosas, ya que es de una familia religiosa ortodoxa y ella misma es religiosa.

Me preguntan sobre mí intención para con ellas y les digo la verdad, que quiero que sean mis mujeres al igual que el resto y vivan conmigo para toda la eternidad.

Mitsukado Youko parece bastante dispuesta, pero Yael, no parece tener tan buena predisposición.

"¿Si no estoy de acuerdo, me obligaras y me tomaras por la fuerza?" (Yael)

"Ya te considero una de mis amadas mujeres, no te voy forzar, ni obligar a que hagas nada, solamente te voy a pedir que no hagas nada perjudicial para cualquier residente de Edén, entre las que estás incluida." (yo)

"¿Y si no lo hago?" (Yael)

"Aunque siempre puedo remediar cualquier accidente o suceso que ocurra, prefiero que haya un buen ambiente, no me gustaría tener que restringir la libertad de acción en Edén a nadie." (yo)

Pasamos todo el día juntos, viendo diferentes lugares y realizando distintas actividades.

Ver dinosaurios, a mujeres volando y otras cosas que piensan que son imposibles, hace que Yael sea un poco más creyente respecto a mí y todo lo que las he contado.

Se me ha olvidado esclavizar a las dos, pero lo hago después de la cena, antes de dejar a cada una en una habitación, ya que no quieren dormir conmigo en la habitación de los abrazos.

Las entrego un despertador para que vayan al desayuno y las digo que para cualquier tipo de duda, no duden en llamarme en cualquier momento, ya que puedo saber que me llaman por el anillo y por qué están en mi mundo y si lo prefieren pueden llamar a alguna de las elfas domésticas.

Pasamos la noche tranquilamente y en el desayuno veo a las dos con marcas debajo de los ojos, por no dormir en toda la noche.

Mitsukado Youko, se ha encontrado con viejas conocidas, las otras chicas invocadas de Killing Bites.

Es bueno ver que no se han peleado entre ellas y han superado sus diferencias, más o menos.

Yael, ha decidido venir a mi lado a desayunar.

Le pregunto si quiere seguir con sus viejas costumbres religiosas o prefiere una vida nueva, voy a respetar su decisión, aunque ahora esté en Edén y yo soy el dios gobernante de este mundo.

Si quiere mantener la dieta kosher, es libre de hacerlo, aunque después de conocer a las distintas diosas del panteón griego, a Beki y a las demás diosas, su antigua fe monoteísta, se ha derrumbado.

Decide no continuar con sus tradiciones religiosas, pero me dice algo que me hace reír en el desayuno.

Cuando le ofrezco de todo lo que hay preparado, me rechaza casi todo porqué necesita mantener la dieta, o sino engordará.

"Mira a tu alrededor y dime que es lo que ves, ¿acaso ves a alguna de las demás hacer dieta?, o ¿ves a alguna que tenga sobrepeso?, la poción que bebiste ayer hace que tu cuerpo no envejezca cuando llega a su mejor momento y además te ayuda a mantener la mejor condición física y forma saludable." (yo)

"Ahora tienes 19 y puede ser que aún cambies ligeramente, pero cualquier cambio que se pueda producir será positivo y aquellas mujeres que conociste ayer con algo más de tripa, todas ellas han competido con todas las demás para conseguirla, y además están muy felices de la vida que se encuentra en su interior." (yo)

"¿Han competido por estar embarazadas?" (Yael)

"Así es, hay un torneo mensual, en el que las vencedoras en cada categoría, pueden pedir un deseo, que no implique un perjuicio para las otras y no conlleve la salida permanente de este mundo." (yo)

"¿No puedo regresar a casa y ver a mi familia?" (Yael)

"Es complicado, pero podría ser posible aunque sea solamente una visita." (yo)

Veo como se desanima y su expresión está algo deprimida.

"También existe la posibilidad de traer a tu familia, aunque aquí solamente admito mujeres, tengo un submundo asociado a este, en el que algunas de mis otras mujeres tienen a sus familiares y pueden mantenerse en contacto con ellos." (yo)

Parece ilusionada y la digo que tiene tiempo para pensarlo, que el tiempo en los distintos mundos transcurre de forma diferente y que siempre puedo viajar en la tiempo, que lo más complicado es encontrar el mundo correcto del que ha venido.

Ahora está pensando mientras come.

Desde que la digo que no va a engordar, ha empezado a comer sin descanso y de todo, sin importarle la grasa, las proteínas o las calorías que tienen.

Terminamos de desayunar y se frota la tripa muy satisfecha.

No puedo evitar reírme y ella se avergüenza un poco.

Las demás mujeres están dejando el comedor, para ir a sus respectivas ocupaciones, menos una de las Alice Cullen y una de las Jane Vulturis, que se han quedado a escasos metros de nosotros.

Es impresionante el poder de la predicción de las Alice's Cullen.

"Voy a irme de viaje a un mundo de fantasía y magia, y quiero saber si te apetece venir conmigo, yo voy a garantizar tu seguridad y además no debes estar preocupada por viajar sola contigo, han venido dos chicas más que quieren venir con nosotros." (yo)

Llamo a las dos para que se acerquen y las presento.

"No se si las conoces, ellas son Alice Cullen y Jane Vulturis, son vampiresas, aunque no van a morderte el cuello, para eso me tienen a mi, y esta hermosa joven es Yael Shelbia se ha unido a Edén justo ayer y su antiguo trabajo era modelo." (yo)

Yael mira de arriba a abajo a las dos vampiresas y me pregunta.

"¿Son quienes creo que son?" (Yael)

"Si, son ellas, visite su mundo y las invité a venir, también están aquí otras mujeres de sus familias, como pueden ser Bella, Rosalie, Esme, Renesmee." (yo)

Parece que Yael es una fan de Crepúsculo y acaba de descubrir que va a vivir con sus personajes favoritos.

Le brillan los ojos, se ha puesto nerviosa de repente y le tiemblan las piernas.

"Es un placer conoceros en persona." (Yael)

"Ya tendrás tiempo de conocerlas a todas en otra ocasión, ahora nos vamos de viaje." (yo)

Salimos de Edén y nos vamos al mundo de <Maléfica > de 2014.

Los cuatro aparecemos cerca de las ciénagas, el hogar de las hadas, que tiene una gran extensión.

Con mi percepción que cubre kilómetros, puedo ver toda su superficie y la de los reinos colindantes.

Descubro más allá del mar el nido de los feéricos oscuros, pero esa historia la voy a dejar para más adelante, eso forma parte de la segunda parte de la historia.

Me concentro y encuentro a Maléfica, que ya no es una niña, su cuerpo está totalmente desarrollado, aunque está enamorada de Stefan, no han pasado más allá de los besos.

Stefan hace tiempo que no viene a las ciénagas y para él, Maléfica no es más que un amorío juvenil y ahora que ha crecido y se ha convertido en adulto, no le da importancia a su relación con Maléfica y las hadas.

Está preocupado por la política y todas las inquietudes de los humanos y su sociedad.

Con las chicas me acerco a los lindes de las ciénagas y entramos.

Avanzamos por el bosque hacia el lugar donde se reúnen las hadas, lo que luego sería el trono de Maléfica.

Nuestra presencia no ha pasado inadvertida y varios tipos de elfos y criaturas mágicas nos están vigilando con temor.

Ellos creen que nos los vemos, pero la verdad es que la única que no los ve es Yael.

Me acerco a un pequeño duende con forma de seta, que está escondido y le digo.

"No tengáis miedo, no hemos venido para capturaros o destruir las ciénagas, somos viajeros." (yo)

Después acaricio al pequeño duende, dando a entender que lo he encontrado y no estaba hablando al aire.

"Vamos a ver a la guardiana de las ciénagas, si queréis podéis acompañarnos, no tenemos malas intenciones." (yo)

En ese momento, salen a la vista cientos de pequeños duendes y hadas que nos han estado observando y siguiendo ocultos.

La única sorprendida es Yael que me abraza el brazo.

Seguimos andando y llegamos al claro con el estanque, donde también vemos a las tres hadas principales de la historia.

Sus nombres en este mundo son Fronda o Thistlewit (hada verde), Clavelina o Knotgrass (hada rosa) y Violeta o Flittle (hada azul).

El hada rosa me recuerda a Dolores Umbridge del universo de Harry Potter, pero le daré el beneficio de la duda y aunque no vaya a hacerla mi mujer, puede que esta vez no la transforme en un cerdo.

"Es un placer conocerlas, somos viajeros de un mundo lejano, mi nombre es Pedro y ellas son Alice, Jane y Yael." (yo)

Las chicas dan un paso al frente y se presentan.

Las hadas también lo hacen y nos preguntan por nuestra intención en su hogar.

Les digo que planeamos vivir en paz en esta fantástica tierra, pero no deben preocuparse, ya que no voy a destruir nada.

Son bastante curiosas, también se han acercado otros seres fantásticos, hablamos durante un tiempo y de muchas cosas, hasta que llega Maléfica y nos saluda amablemente, ya que aún no ha sido traicionada.

También nos dice que este no es un lugar apropiado para los humanos y que debemos irnos.

"La única del grupo, que es humana es Yael, el resto hace tiempo que dejamos de ser humanos para ser algo diferente, Alice y Jane, son vampiresas un poco especiales y yo soy algo un poco más complicado y difícil de creer, pero no tenemos intención de causar problemas y si molestamos aquí, nos iremos a otro lugar." (yo)

Nos damos la vuelta y hago un poco de magia para empezar a volar y también hago que Alice, Jane y Yael empiecen a volar a mi lado.

"De todas formas haces bien en no confiar en los humanos, por regla general son ambiciosos y harán lo que sea necesario para obtener riqueza y poder, más aún a seres diferentes a ellos." (yo)

Después de mi ambigua advertencia nos alejamos hacia los límites de las ciénagas, donde están unas grandes rocas que marcan el linde del bosque y después una gran planicie.

Allí, pasadas las grandes rocas, que marcan el final del reino de las hadas, aterrizamos y saco del inventario un chalet y lo coloco a unos cuantos metros del límite del bosque.

Se que estamos siendo observados, pero no me importa.

Dejo que las chicas entren y se pongan cómodas.

Miro en dirección hacia donde está Maléfica, que nos está viendo ya que la hemos creado curiosidad y hago señales para que sepa que la estoy viendo y la invito a venir.

Ella se acerca volando y me pregunta por la procedencia del edificio que acabo de sacar de la nada.

"Magia" (yo)

Se ríe y ella también hace magia, aunque la suya es muy vistosa con colores dorados y verdes que parecen polvo de hadas.

Su magia tiene que ver con la naturaleza y su alteración.

La invito a pasar y me sigue al interior del chalet.

Vamos a un salón y la invito a tomar asiento en un sillón.

Las chicas llegan poco después y también se ponen cómodas en otros sillones.

Hablamos durante un buen rato y parece llevarse bien con las chicas, a mi me mira de vez en cuando atraída por mis estadísticas de encanto y veo cómo se queda mirándome, aunque su mente aún es bastante pura, se siente atraída por mí, su única relación más o menos afectiva ha sido con Stefan y es bastante escasa y muy deficiente.

Llega la tarde y decido invitar a Maléfica a comer con nosotros.

Hago que los platos, cubiertos y copas sean todos de cristal y porcelana para evitar momentos incómodos.

Le pregunto sobre los hábitos alimenticios en las ciénagas para no hacer algo que no le guste y me dice que no tiene ninguna restricción en los alimentos, pero que suele comer frutos y otros alimentos que crecen en las ciénagas.

Preparo entrantes variados, verduras a la parrilla y pasta rellena de queso azul muy suave, con salsa de tomate y albahaca, y de postre una tarta de chocolate.

Veo que aprecia el detalle de la cubertería y la vajilla, que no son de metal.

La veo dudar de los alimentos que ve y pruebo todos antes que ella para darle a entender que no están envenenados.

Las chicas también comen y ella decide confiar y también empieza a servirse y comer.

Una vez que empieza, no puede dejar de comer, todo lo que prueba le encanta y cuando descubre el sabor del chocolate y la ternura de la tarta, se le caen lágrimas de felicidad.

Después de comer, nos sentamos a seguir hablando, hasta que detecto que el rey del reino humano más cercano, ha reunido al ejército y se está acercando.

"Tenemos compañía, los humanos quieren invadir y destrozar las ciénaga, llegarán en 30 minutos." (yo)

Salimos de la casa y esperamos a que lleguen los soldados con el rey a caballo.

Le pregunto a Maléfica si quiere que me encargue yo o si prefiere hacerlo ella.

Ella me dice que ella va a defender su hogar, pero que puedo ayudar si quiero.

Ella se para frente al ejército a una buena distancia y les dice que no se acerquen más.

El rey, que es muy orgulloso, le dice que no acepta órdenes de un elfo alado.

Así comienza la batalla, y Maléfica llama a los guardianes de las ciénagas, para que luchen a su lado.

Empiezan a salir de la tierra, grandes guerreros de ramas y raíces con formas humanas y también una especie de dragón serpiente de tierra y raíces.

Hago aparecer en mis manos un báculo de mago y hago una magia de gravedad que afecte solamente a la zona de los humanos y que triplique la gravedad.

Esto hace que con las armas y armaduras que pesan bastante, todos ellos se caigan y tengan que postrarse en el suelo.

Lo siento por los pobres caballos, que también están sufriendo los efectos de la gravedad alterada.

Maléfica ve que he sido yo el que ha hecho que todos los humanos se caigan al suelo y se postren en el suelo.

"Marcharos de aquí y no volváis nunca." (Maléfica)

Curo a los caballos que han resultado heridos y los capturo para llevarlos a mi mundo.

Sus caballos desaparecen y solamente quedan soldados tendidos en el suelo.

Como no ceden y aún hay resistencia a abandonar el campo de batalla, aumento la gravedad a cuatro veces la normal y ahora incluso les cuesta respirar.

Maléfica vuelve a gritarles que se marchen y yo hago que la gravedad vuelva a la normalidad.

Todos los soldados se levantan como pueden y algunos ayudan al rey, que siendo bastante mayor y un poco gordo lo ha pasado bastante mal y no puede levantarse por sí mismo.

Sus órganos también han sido un afectados por la gravedad y no creo que dure demasiado.

No se si me van a asociar con su derrota o van a culpar a Maléfica como en la película, ya que realmente he sido yo el que los ha derrotado, pero ella ha sido la voz y el rostro visible que los exigía marcharse.

Sigo con mi percepción como se marchan a duras penas de vuelta al castillo.

Maléfica después de hacer que los vigilantes vuelvan a sus anteriores ocupaciones, viene volando para preguntar que tipo de poder he usado para someter a los humanos.

"¿Conoces el concepto de la gravedad?" (yo)

La veo algo perdida y trato de explicar más o menos fácil.

"La gravedad, es la fuerza que hace que todos los cuerpos sean atraídos hacia el suelo, y si no existiera todo flotaría en el aire." (yo)

Cojo una piedra del suelo y la dejó caer para demostrar el efecto de la gravedad.

"La gravedad también tiene en cuenta, la masa y el volumen de los objetos para atraerlos hacia el suelo y a eso se le llama peso." (yo)

"Cuando algo es más grande y su composición es más fuerte, mayor es el peso y más se nota el efecto de la gravedad, por eso los soldados que llevaban las armaduras y armas, no podían soportar el peso cuando aumente la gravedad a su alrededor tres veces y al final cuando la aumente cuatro veces, apenas tenían fuerzas para respirar." (yo)

"Creo que lo entiendo, has hecho que sean cuatro veces más pesados de lo normal y por eso todos han caído al suelo." (Maléfica)

"También lo puedes decir así, pero todo era más pesado, no solo ellos, el aire a su alrededor también y por eso también les costaba respirar, sus órganos internos han sido ligeramente aplastados y sus cuerpos han tenido que trabajar mucho para resistir la presión y seguir funcionando adecuadamente, no me extrañaría que necesiten unas semanas o meses de descanso para recuperarse del esfuerzo." (yo)

Limpio el campo de batalla, recojo todos restos dejados por los soldados, cascos, escudos, armas y piezas de armadura que les han sobrado en su retirada precipitada.

Reciclo todo y guardo las materias primas en el inventario.

Libero a los caballos que capturé y después de quitarles los arneses y todos los accesorios, los mando a mi mundo.

Jane y Alice tenían ganas de pelear un poco, Yael ha visto todo como si estuviera viendo una película y aún está asombrada con los acontecimientos que se dan a su alrededor.

Vamos de vuelta al chalet y Maléfica decide irse a informar al resto de hadas de lo ocurrido.

Su opinión sobre los humanos ha empeorado mucho después del encuentro con el rey y los soldados, aunque piensa que algunos son diferentes y se puede confiar en ellos como Yael, a quien ha conocido y puede considerarse como amiga, y también está Stefan, de quien está enamorada desde hace años, cuando sólo eran niños.

Se pone a recordar a Stefan y hace mucho tiempo que no sabe nada de él, la última vez que vino a visitarla fue hace años y ya entonces rara vez venía.

Yael me pregunta en el chalet cuando Maléfica se ha marchado, si voy a advertirla sobre Estefan y su traición, ya que sabe la historia.

Le digo a Yael, que ya la he dicho a Maléfica que desconfíe de los humanos, si lo hago más evidente, la historia cambiará demasiado y la princesa Aurora no nacerá.

Yael asiente y no dice nada más.

"Aunque no voy a alterar la historia en ese punto, no la voy a dejar sufrir durante 16 años, después de los acontecimientos principales le ofreceré mi apoyo y mi ayuda para recuperar sus alas, además no es la única que tiene problemas con el trastornado rey." (yo)

Al día siguiente, suceden los acontecimientos del palacio y al igual que en la película, el rey se está muriendo y culpa de ello a Maléfica, a quien considera un demonio alado.

Stefan, que asiste al rey siendo un sirviente, escucha que quien consiga vengarlo y acabe con la criatura alada, heredará el reino y se casará con la princesa Flor, la hija del rey.

Stefan piensa que es el momento de utilizar su antigua relación, para acercarse a Maléfica y así poder lograr sus objetivos, traicionando la confianza que tiene en él.

Esa misma noche, se hace con una poderosa poción para dormir y se dirige hacia la frontera con las ciénagas, donde en el pasado se encontraban.

Llama a Maléfica y ella aparece.

Hablan y ella confía en él y como en la película, la traiciona y le corta las alas.

A la mañana siguiente, se puede escuchar el desgarrador lamento y gritos de dolor de Maléfica.

Con las chicas vamos inmediatamente al lugar de los hechos y rápidamente voy a ayudar a Maléfica.

La curo las heridas de la espalda, pero no hago que le vuelvan a creer las alas.

Ella en mi abrazo se pone a llorar y me abraza con todas sus fuerzas mientras llora.

No la pregunto nada, no es el momento y además se lo que ha pasado.

La cargo sobre mis brazos como a una princesa mientras llora en mi pecho.

Vamos hacia el chalet de vuelta, pero sin olvidar al pobre cuervo Diaval.

Mientras estamos de camino, deja de llorar, recupera un poco la compostura y endurece su corazón para no volver a fiarse de los humanos y vengarse en el futuro.

Cuando está más o menos recuperada emocionalmente, me pide que la deje en el suelo.

La bajo pero la sostengo del brazo ya que su equilibrio ha cambiado al no tener las alas y tiene que acostumbrarse a su situación.

Con la otra mano hace magia y transforma una rama caída en su bastón.

Llegamos hasta donde está Diaval en su forma original de pájaro y el granjero que va a matarlo a golpes.

Al igual que en la película, lo transforma en un hombre y pasa a ser el sirviente de Maléfica.

Llegamos al chalet y dejo que sean las chicas quienes hablen entre ellas.

Diaval ha ido a investigar el paradero y el destino de Stefan, que va a ser coronado rey.

Aunque su odio es grande y su resentimiento es enorme, hablar con las chicas durante unas cuantas horas, la ayuda mucho y cuando se hace tarde, preparo la cena y la invito a permanecer con nosotros el tiempo que quiera.

Acepta quedarse con nosotros a cenar y a pasar algunos días.

Diaval vuelve y le informa sobre la situación de Stefan y que ahora es el rey.

Las chicas y yo conseguimos calmar su enfado y la digo que puede pedirnos ayuda cuando quiera.

Pasan algunos días, en los que Maléfica vive con nosotros y dormimos todos juntos en mi habitación.

Decido no hacer nada durante estas noches, ya que Yael aún no está convencida y Maléfica esta pasando por unos días complicados.

Duermo con Maléfica abrazada y por las noches y en ocasiones la escucho llorar y soñar que vuelva por el cielo.

Después de casi dos semanas, Maléfica decide que es momento de volver a su hogar y nos invita a mudarnos al interior de las ciénagas con ella.

Las chicas están de acuerdo y después de recoger el chalet y entrar en el bosque, hace crecer el muro de espinos alrededor de la frontera, para que ningún humano pueda volver a entrar.

Vamos al lugar donde crea el trono y sigue siendo algo tenebrosa, pero menos que en la película y Diaval también nos acompaña, pero casi siempre en su forma de pájaro.

Yael aprecia mucho que no esté forzando el avance de la relación y que también de espacio y tiempo para que las cosas avancen a su propio ritmo, cuando podía obligarla a ella o a Maléfica a someterse a mí.

Esto hace que cada día que pasa me mire con más cariño y sus sentimientos por mi, crezcan poco a poco.

Maléfica también me ve como un compañero confiable y los sentimientos que ha perdido Stefan con su traición poco a poco van cambiando hacia mí, que estoy ahí para apoyarla en sus peores momentos.

El odio por Stefan y los humanos es grande, pero la presencia de Yael la dicen que también hay excepciones, aunque muy raras.

En las ciénagas, hago una puerta en un árbol, igual que hice en el cobertizo de la aldea gala, solamente está la puerta, detrás hay un portal que conecta a mi castillo en lugar de afectar al árbol.

La primera noche en las ciénagas, Maléfica decide volver a dormir en su propia cama aunque le digo que aún puede dormir con nosotros.

Le hemos enseñado donde vamos a dormir y se sorprendió al entrar en el castillo desde la puerta en el árbol.

No pongo cerradura o doble puerta como hice en la aldea gala, no temo que las hadas o los duendes entren.

Durante la primera noche en mi habitación sin la presencia de Maléfica, Yael esta muy nerviosa, confía en mí y sabe que si no quiere tener relaciones, no la voy a forzar, pero está nerviosa por que no sabe si realmente quiere o no avanzar en su relación conmigo y cuanto tiempo estoy dispuesto a esperar por ella.

Se los niveles de afecto que tienen las chicas por mi, pero no leo sus pensamientos a no ser que suceda algo extraño y no sé lo que pasa por la cabeza de las chicas todo el tiempo, prefiero darlas algo de intimidad.

Por la noche, como no necesito dormir aunque me relaja hacerlo, me entero de todo lo que sucede a mi alrededor.

Me doy cuenta que Yael está despierta y que lleva su mano hasta mi pene.

Lo agarra y aunque sea sorprende del tamaño, empieza a frotarlo, al tiempo que también juega con su vagina con su otra mano.

Finjo estar dormido a ver a donde llega esta situación.

Sé que las dos vampiresas también están despiertas y disfrutando del espectáculo.

Después de que mi pene esta duro como una roca, Yael se incorpora un poco y me baja los pantalones que ocultan mi pene duro en su interior.

Ella se sube el camisón y se sube a horcajadas sobre mí.

Retira hacia un lado la fina tela de sus bragas que cubre su vagina y coloca la punta de mi polla entre sus firmes y apretados labios inferiores.

Con toda la fuerza de voluntad que puede reunir desciende poco a poco, haciendo que mi polla entre en su interior, invadiendo sus entrañas calientes y húmedas.

Es una sensación celestial que siento como sus paredes me envíen lentamente y lucho contra el impulso de agarrarla por su tierno trasero y meter de golpe toda la longitud de mi polla.

Noto como se detiene cuando nota que mi pene toca su himen intacto.

Apretando los dientes se prepara para el dolor que se supone que da la pérdida de la virginidad, pero se queda sorprendida ya que solamente es un dolor leve y que se apaga rápidamente.

Lo que no sabe es que la acabó de curar.

Sigue avanzando hasta que termina de introducir toda la longitud de mi pene en su interior.

Solamente ha sido capaz de lograrlo ya que la he curado constantemente, incluso cuando invado parte de su útero.

Pero solamente ha sentido placer, ya que esta continuamente curándose y suprimiendo el dolor causado.

Una vez que estoy totalmente dentro de ella abro los ojos y sonrío.

Ella me ve y sabe que llevo despierto desde el comienzo y aunque quiere golpearme por jugar con ella, no tiene fuerzas para nada.

Ahora si la abrazo y la doy un beso en los labios con pasión.

Follamos durante más de una hora hasta que cansadas de esperar, las dos vampiresas que se estaban haciendo las dormidas reclaman su turno.

Pasamos

Tengo sexo con las tres hasta casi el amanecer y el ano de Yael aunque trata de escapar arrastras de la cama para evitarlo y me dice que eso es impuro y que dios no lo aprueba, le digo que yo soy un dios y es uno de mis mandamientos mientras se la meto.

La escucho clamar a dios mientras le invado el orificio trasero.

"Oh dios mío, oh dios mío, mi trasero, no voy a poder volver a sentarme normal." (Yael)

Termina por gustarle y disfrutar de la sensación y a clamando a dios por el placer que siente.

Las tres terminan con todos sus orificios llenos y rebosantes de semen.

Fuera del castillo, Maléfica en su cama, no puede dormir y da vueltas en su cama.

Se ha acostumbrado estos días a dormir abrazada y rodeada, se sentía cómoda y segura y ahora que está sola lo echa de menos y no puede dormir.

Una gran sensación de soledad como nunca había tenido la invade y crece en ella un gran miedo a quedarse sola, anhela tener una familia, aunque las hadas la tratan con cariño y son como una familia, siente que se queda corto y quiere algo más.

Por la mañana, al no ser tan siniestra como en la película, el resto de las hadas y duendes se atreven a preguntarle y hablar con ella para saber ¿qué es lo que ha pasado con sus alas?

Al enterarse de la situación y de la tradición de Stefan, rompiendo el corazón de Maléfica, las hadas sienten temor y aversión por los humanos, incluso más que antes y más aún por Stefan el rey.

Las tres hadas principales no son una excepción y están muy dolidas por el sufrimiento de Maléfica, a quien conocen de toda la vida y guardan un gran resentimiento hacia aquel que ha roto su corazón y le ha robado sus alas.

La historia recorre las ciénagas y pronto todas las hadas, duendes y otros seres mágicos, la han escuchado y sienten temor y resentimiento hacia los humanos.

Por la mañana, ya bastante avanzada, cuando Yael se despierta, preparo un desayuno tardío.

Desayunamos en la cama y después de hacer un área de limpieza y vestirnos vamos a buscar a Maléfica para pasar el día.

Se alegra bastante de vernos y no tarda en agarrarme del brazo con el brazo que no sostiene su bastón.

Mira a Yael y siente que es diferente de alguna manera, más alegre, con un brillo distinto, como si estuviera más llena de vida que ayer.

Aunque siente algo de curiosidad, no dice nada.

Maléfica es menos sombría cuando está con nosotros y los otros seres mágicos que la conocen lo sienten.

Nos lleva a conocer su hogar, dónde ha vivido siempre y todos los lugares de su reino

Durante todo el día, quiere decirnos qué quiere dormir a nuestro lado, pero su orgullo la impide decirlo abiertamente.

Después de todo el día con ella, cada vez se está haciendo más tarde y más oscuro, y siente que si no hace algo, volverá a estar sola toda la noche y no podrá dormir.

Cenamos al ligero y nos despedimos para pasar la noche y en ese momento se nos acerca y me dice.

"Anoche cuando estaba en mi cama, me sentí bastante sola, en estos últimos días me he acostumbrado a dormir con vosotros y ahora en mi cama no consigo dormir." (Maléfica)

Yael va a decir algo sobre la noche, pero Jane la interrumpe y no la deja decir nada.

"Estaremos encantados de poder disfrutar de tu compañía por la noche, y las chicas seguro que también estarán contentas." (yo)

Vamos todos juntos hasta la puerta en el árbol y entramos en el castillo.

Es bastante más grande que el chalet y la habitación también es más grande.

Yael y las chicas no saben qué va a ocurrir esta noche, pero por el momento, se ponen el camisón para dormir.

Pero una vez que todos nos tumbamos, con Maléfica abrazada a mí, al otro lado Yael y Alice y Jane en los extremos, Maléfica hace una pregunta qué ha estado pensando durante todo el día.

"Yael, hoy cuando te vi por la mañana, eras un poco diferente, no sé exactamente qué, pero te has vuelto más hermosa que ayer, ¿Has tomado algo la noche anterior?" (Maléfica)

Yael sorprendida por la pregunta, no sabe qué responder.

Salgo en su ayuda y respondo por ella.

"Las tres han pasado por un tratamiento de belleza y purificación, pero no fue hasta ayer por la noche que Yael terminó el proceso." (yo)

Maléfica me mira a los ojos, los cuales tengo muy cerca ya que esta abrazada a mi y no hace falta que diga nada para saber que ella también quiere el tratamiento.

Todas las mujeres quieren ser más hermosas, independientemente de su raza.

"No te lo he ofrecido antes, por que algunos de los pasos de este tratamiento de belleza, son muy desagradable, vergonzosos y el último de ellos, es algo muy íntimo, que debe realizarse entre un hombre y una mujer para que se produzca el efecto deseado." (yo)

"Oh, vale, ahora comprendo, tu y ellas." (Maléfica)

"Así es, ellas son mis mujeres." (yo)

Inmediatamente intenta levantarse, mientras se disculpa diciendo que no es su intención interrumpir y pide perdón por las molestias.

No la dejo salir de mi abrazo y no consigue escapar.

La aprieto más cercana de mí, hasta que sus tetas se aprietan y aplastan un poco contra mi pecho.

Estamos a escasos centímetros su rostro del mío.

"No he dicho que no quiera hacerlo, solamente me parece que aún es algo pronto y además acabas de sufrir una traición muy dolorosa y tu corazón tiene que recuperarse del dolor." (yo)

Empieza a llorar desconsolada y su fachada de mujer fuerte se ha ido con sus lágrimas.

Mientras llora, la abrazo fuerte y la doy un beso en la frente.

"Suéltalo todo, y no temas por quedarte sola, ahora que estás en mis brazos no te dejaré escapar, ese humano es idiota por no apreciar a una mujer tan maravillosa." (yo)

Alice detrás de ella también la abraza, lo que la reconforta.

Durante unos minutos continúa llorando, pero se consigue calmar y me dice que no quiere esperar y que quiere ser mi mujer igual que las demás.

Esclavizar.

La doy un besito en lo labios rojos.

Hago que su ropa entre en mi inventario y se queda desnuda.

Mis manos empiezan a recorrer su cuerpo, bajando desde su espalda hasta sus nalgas y por su costado hasta agarrar y acariciar la circunferencia de sus tetas.

Mi ropa de dormir también desaparece y para que las otras tres no tengan que esperar mucho y se impacienten, me hago tres cuerpos para estar con las cuatro al mismo tiempo.

Con mucho cariño, muchas caricias y muchos besos, me enredo con Maléfica y las demás en la cama.

Sin prisas, disfrutando de las sensaciones del contacto entre nuestros cuerpos y las amorosas caricias.

Durante nuestra sesión de caricias y besos, Maléfica ha visto cómo mi pene ha crecido y se ha puesto firme y ahora está preocupada por el tamaño y el grosor.

Ha visto en ocasiones a los animales reproducirse, pero es la primera vez que ve a un hombre humano desnudo y mis más de 12 pulgadas la están confundiendo.

Con Alice, Jane y Yael ya he avanzado más en la sesión amorosa y ya estoy sacudiendo sus entrañas rítmicamente, por lo que entiende que realmente puede entrar y por lo satisfechas que las ve, es debe ser bastante agradable.

Pero al ser su primera vez, tiene algunas dudas.

Para facilitar la situación, decido hacer una visita a su entrepierna con mi boca y con mi lengua y labios abro y exploro sus delicados labios y pliegues.

Juego con su escondida y pequeña perla, y me deleito con los dulces jugos que manan de su cálido interior.

Consigo que tenga siete orgasmos consecutivos, usando solamente mi lengua y mis labios.

Me vuelvo a poner a la misma altura y me coloco entre sus piernas y le digo al oído.

"Eso era solamente el aperitivo, ahora viene el plato principal." (yo)

Coloco la punta de mi polla frente a la entrada de su coño y me deslizo lentamente.

Entro lentamente pero sin detenerme hasta que estoy totalmente dentro.

La he curado un poco pero no totalmente.

Ahora hay una mezcla de dolor y placer que la hace sentir bien.

Nos besamos y esperamos sin movernos durante un buen rato.

El dolor desaparece lentamente dejando solo la sensación de plenitud y placer.

Me muevo muy poquito, haciendo que mi polla entre y salga apenas unos centímetros, pero eso hace que se corra otra vez más al golpear y rozar zonas muy sensibles de su vagina y de su útero.

Poco a poco mientras nos seguimos besando ambos nos movemos más para poder sentir más sensaciones y cada vez tenemos más sincronía, ganamos velocidad y casi entro y salgo totalmente de su coño con cada sacudida.

Estoy follando como conejos con las cuatro en la cama y ha quedado olvidado cualquier pensamiento triste o sufrimiento por la traición de Stefan, pero le haré pagar por lo que hizo y se lo quitaré todo.

Mientras tenemos sexo, aprovecho para jugar con mis dedos en sus anos y aunque las tres saben que va a suceder con sus culos, Maléfica tiene serias dudas sobre mis intenciones, ya que no ve el ano como algo sexual y solamente lo ve como el orificio por el que salen los desechos del cuerpo.

Se da cuenta de mis intenciones cuando ve que se la clavo por ese orificio a la pequeña Jane y que al mismo tiempo me muerde con sus afiliados colmillos en el cuello y parece entrar en frenesí sexual.

Me corro dentro de su coño una vez más y aprovecho la distracción para sacar de su coño mi polla y entrar en su culo, que ya estaba un poco dilatado.

Aunque no lo suficiente y da unos cuantos gritos y quejas cuando se la empiezo a meter.

Sin escuchar sus protestas y sus intentos de alejarse, se la empujo más fuerte hasta mis cojones se aprietan contra su cuerpo.

Que gran sensación además su cara algo ofendida no tiene desperdicio.

La primera en agotarse vuelve a ser Yael, como humana tiene menos aguante que el resto, aunque después de la poción de bienvenida, es algo mejor.

La siguiente en caer desmayada es Maléfica y las dos vampiresas, Alice y Jane, que han bebido mi sangre durante el sexo pueden tener sexo de forma indefinida, pero lo dejamos cuando esta llegando el amanecer.

No disipo mis cuerpos y duermo abrazado a cada una de ellas el tiempo que queda hasta que Yael y Maléfica se despierten.

Se despiertan casi al medio día y después de ver que no ha sido un sueño, Maléfica me da un beso y me pide que la haga el tratamiento de belleza.

La llevo en mis brazos como una princesa hasta el cuarto de baño y le doy la poción de bienvenida.

Cuando el proceso termina, la limpio y le entrego ropas nuevas.

Sus cuernos son más brillantes y su cuerpo ha ganado algo de músculo y redondez donde los huesos eran un poco evidentes, dando a su figura un toque más saludable y menos anguloso en el rostro, los omóplatos y algunos otros lugares.

Ya es por la tarde, cuando salimos a dar una vuelta por las ciénagas y Maléfica saluda amablemente a cada hada y duende con el que nos encontramos.

Los cinco disfrutamos de la tarde con el resto de los seres mágicos.

Aunque hay algunos que tienen cierta forma de sapo con trompas que tienen una obsesión compulsiva de tirar fango a los demás.

Tenemos una guerra de bolas de fango en el que todos acabamos cubiertos de barro y suciedad.

Pasamos felices los días y las semanas en las ciénagas, sin importarnos el paso del tiempo.

Todos los residentes de las ciénagas, están contentos de nuestra presencia y Maléfica ha dejado atrás casi totalmente el recuerdo de Stefan, solamente lamenta no tener sus alas, el recuerdo de volar y sentir el viento en sus alas al volar libremente.

Las tres hadas son bastante graciosas, la única que me gusta es Fronda, el hada verde, pero las tres son muy simpáticas, aunque tienen la cabeza hueca.

Diaval también esta normalmente a nuestro alrededor, pero de vez en cuando, Maléfica lo manda al palacio de Stefan como espía.

Pasan algunas semanas más y se produce el nacimiento de la princesa Aurora.

Los reyes van a celebrar una gran fiesta, para celebrar el nacimiento.

Las hadas después de este tiempo feliz parecen haber olvidado lo que hizo Stefan y las tres cabezas huecas van a la celebración a dar regalos a la pequeña.

La pequeña Aurora no tiene ninguna culpa de que su padre sea así de idiota, por lo que tampoco me parece mal que vayan allí.

Les entrego vestidos preciosos a las cuatro y vamos juntos hacia el castillo.

Las tres hadas hacen sus respectivos regalos a Aurora igual que en la historia original, pero cuando entramos nosotros cinco, es aún más terrible que cuando hace Maléfica su entrada en solitario, aunque no tan lúgubre.

Es más terrible porque yo dejo salir una minúscula parte de mi aura y mi poder, que hacen que todos se aparten y tengan impulsos de arrodillarse ante mí, lo que asusta a la mayoría.

Las chicas no se inmutan, porque las protejo.

Dejo que maléfica haga toda su introducción pero solamente hace la primera parte, en la que bendice a Aurora para que crezca llena de gracia y todo el mundo la ame.

Cuando el rey la pide que no haga nada más, Maléfica, que ya ha superado el trauma, no maldice a Aurora.

Las tres Hadas ahora recuerdan la historia entre Stefan y Maléfica, y como éste le corto las alas después de traicionar su amor y confianza.

Yo doy un paso adelante al tiempo que Maléfica retrocede detrás de mí junto a las demás.

"No nos conocemos rey Stefan, soy Pedro y Maléfica es mi mujer, vengo en este día de celebración por dos motivos y será mejor que los escuches, no soy tan comprensivo como Maléfica y soy mucho más poderoso." (yo)

"Habla." (Stefan)

"En primer lugar, quiero que le devuelvas a mi mujer, aquello que le pertenece de nacimiento y la pidas perdón por todo el dolor que la has causado." (yo)

Cuando se va a levantar y gritarme sobre su estatus y que como me atrevo a exigir nada, suelto mi aura pero protejo a la reina y a la princesa adema de a mis mujeres.

Todos se arrodillan en el suelo y se postran ante mí, con dolor en las rodillas y apenas pueden levantar la cabeza.

"No lo repetiré una segunda vez." (yo)

Retiro mi aura y todos lo afectados pueden levantarse.

Stefan manda a varios guardias, que vayan a por las alas de Maléfica y las traigan aquí.

Tras unos largos e incómodos minutos de silencio en la sala del trono, traen una gran vitrina de hierro y cristal con las alas de Maléfica dentro.

Chasqueo los dedos y hago que la vitrina entera se haga cenizas, quedando libres las alas, que van volando a toda velocidad hacia su propietaria.

Hago aparecer una pantalla frente a la reina, que solamente ella puede ver y en ella proyecto las escenas de la película en las que Stefan pasa con Maléfica, desde el momento en que se conocen el estanque de las gemas hasta su traición y como llega a ser rey.

Con los diálogos incluidos, ahora sabe que tipo de esposo tiene.

"Este es mi regalo para ti reina Flor, la verdad sobre el rey, tu esposo y el padre de tu hija." (yo)

Esclavizar.

Esclavizar.

Esclavizadas la reina Flor y la princesa Aurora.

Me acerco a la reina que ahora mira a su marido y el padre de su hija con horror.

"Puedo garantizar tu seguridad, tu felicidad y la de tu hija para siempre, solamente tienes que tomar mi mano." (yo)

Le tiendo la mano a la hermosa reina Flor, que está dudando si realmente conoce al que ahora es su rey, ya que todo lo que sabe hasta ahora de él, son mentiras.

La reina Flor toma mi mano ofrecida, haciendo que los intentos por evitarlo del rey Stefan sean inútiles.

Saco a las tres Hadas del cofre y les digo.

"Es hora de volver, aquí ya no hay nada que ver." (yo)

Hago que Aurora levite y llegue a los brazos de su madre, que la recoge con cariño y ante la mirada de todos en el salón del trono, abandonamos el palacio.

Las tres hadas revoloteando, Maléfica con sus alas en su espalda, sonriendo junto a Alice, Jane y Yael y en último lugar la reina Flor, con Aurora en sus brazos y yo rodeando su cintura.

Maléfica no puede contenerse y en cuanto salimos del palacio empieza a volar.

Hago una barrera alrededor de las demás y llevo a todos volando hacia la casa del bosque, donde habrían criado las tres hadas a Aurora, si yo no hubiera intervenido.

Restauro la casa totalmente y hago unas cuantas modificaciones para hacerla adecuada para vivir todos en ella.

Las hadas deciden quedarse con nosotros después de decirles que vamos a vivir aquí, para darle una vida más o menos normal a Aurora y deciden adoptar cuerpos humanos para no levantar sospechas.

Esclavizar.

Solamente he esclavizado a Fronda, el hada rubia con el vestido verde, las otras aunque son graciosas y te ríes de sus estupidez, no llaman mi atención.

Le explicamos más o menos la situación y nos presentamos adecuadamente a Flor, que ya no es reina, pero no está triste por perder el trono.

Está sorprendida y algo asustada de Jane y Alice que son vampiresas.

La tranquilizo diciéndola que no beben otra sangre que no sea la mía y solamente en ocasiones especiales, que habitualmente comen alimentos normales como cualquier otra persona.

Flor se disculpa con Maléfica por el comportamiento de su ex esposo, y lo que la hizo para llegar al trono.

Maléfica le dice que ella no tiene la culpa y que además ya está todo solucionado.

Cuando nos acomodamos en la casita de madera, las chicas y Maléfica me preguntan por qué no vamos al castillo, y las respondo qué este es un sitio muy bonito y agradable para criar a una niña y que vivir siempre en un palacio puede afectar al carácter.

Flor está contenta y mis mujeres son felices independientemente del lugar en el nos quedemos.

Las más afectadas son las tres hadas, que por algún motivo creen que estamos ocultándonos y que no pueden usar la magia.

Flor, Maléfica, Yael, Jane y Alice se turnan para cuidar de la pequeña Aurora, pero al estar la madre entre ellas, siempre que tiene hambre o llora, ella siempre es la mejor opción y termina acabando en sus brazos aunque ella no lo pida y está feliz de tener a tantas mujeres disfrutando de cuidar a su pequeña Aurora.

La casa tiene solamente 2 habitaciones en el piso de arriba y la planta de abajo es un salón con la cocina.

En la habitación más pequeña van a dormir las tres hadas y en la más grande vamos a dormir el resto.

A Flor no le preocupa especialmente compartir la cama con todas las chicas y conmigo, ya que no cree que quiera hacer nada con ella.

Todos vamos a la cama en la habitación y Flor decide ponerse en el extremo por si tiene que ir a ver a Aurora.

Me pongo justo a su lado y la abrazo, haciendo que se estremezca, solamente ha tenido unas pocas noches en contacto con Stefan y eso fue al principio de estar casada, después se quedó embarazada y no se han vuelto a juntar en la cama.

Cada uno dormía en camas diferentes.

Se siente incómoda, pero cuando se da cuenta que no hago nada más que abrazarla, sin hacer nada impropio ni aprovecharme de ella, se relaja y se acomoda en el abrazo.

Por primera vez en mucho tiempo se siente más protegida y querida en esta pequeña casa de madera, que en el castillo.

No recuerda estar tan a gusto desde que era niña y alguna vez dormía con sus padres en su cama.

Con esta cálida sensación se duerme rápidamente y ni siquiera escucha a Aurora cuando duerme por la noche.

Pero gracias a la magia me encargo yo de alimentar, cambiar los pañales y calmar hasta dormir a la pequeña Aurora.

Al amanecer Flor se despierta con los primeros rayos de sol, preocupada por no haber escuchado a Aurora en toda la noche, y se siente culpable por haber dormido tan bien.

Antes de que se levante, le digo al oído, que no tiene que preocuparse, que está bien y que está dormida, que ya la hemos cambiado los pañales y ha comido.

Me da las gracias y se tranquiliza, pero aun así, se levanta y va hasta la cuna, para ver dormir a su pequeña.

Yael no tarda mucho más en despertar y Maléfica, Alice y Jane ya llevan rato despiertas, aunque permanecen acostadas.

Desayunamos todos juntos en el salón de la planta baja, cuando se despierta Aurora y hoy voy a realizar un pequeño experimento con Maléfica.

Quiero comprobar si al haber purificado su cuerpo y haber tomado la poción de bienvenida, que tiene en su composición, además de la píldora purificadora, los elixires de fortalecimiento, y el de juventud y vida eterna, si aún conserva su debilidad innata de las hadas al hierro.

Durante el desayuno se lo propongo abiertamente.

"Maléfica, esto puede resultar algo molesto, pero me gustaría comprobar si después del tratamiento de belleza y purificación, aún mantienes la debilidad hacia el hierro o ha dejado de ser un problema." (yo)

"Estoy de acuerdo, si ha desaparecido estaré bastante feliz, ya que es bastante molesto." (Maléfica)

Hago aparecer una esfera del tamaño de una canica y se la acerco.

La atrapa entre sus manos sin ninguna reacción, lo cual implica que ya no existe ese problema.

Todas en la mesa la felicitan y tiene una gran sonrisa en la cara.

Puedo ver a tres hadas bastante ansiosas al enterarse que su debilidad mortal, tiene un tratamiento y que además también te hace más hermosa.

La reina Flor también está interesada en esta última parte y pone bastante atención.

A todas las mujeres, cuando se trata de ser más hermosa, siempre ponen gran cantidad de atención a la conversación.

Es decir tratamiento de belleza y todas ponen su máxima atención, incluso las que ya lo han tenido.

Flor y las tres hadas me miran y les digo.

"El tratamiento de belleza es sencillo, pero tiene algunas partes algo desagradables." (yo)

"Más adelante no habrá problemas para realizarlo, pero ahora mismo creo que es algo pronto para realizar el tratamiento completo, pero es posible que podáis hacer la primera fase." (yo)

Hago aparecer 4 pociones de bienvenida y las dejo en la mesa.

Las tres hadas me miran pidiendo permiso y las dejo que cojan una poción cada una.

Les voy a decir que las beban en el cuarto de baño para que no tengan problemas pero a Clavelina y Violeta no consigo avisarlas a tiempo y las veo correr a toda prisa hacia el cuarto de baño que está en el exterior de la casa.

Fronda no ha tenido tiempo de beberla ya que no ha conseguido abrir el tapón de la botella, y está muy feliz de su torpeza.

Se pueden escuchar los gritos de asco y de peleas entre las dos por entrar pero dudo mucho que les sea útil una vez que que pongan de acuerdo.

A Flor y a Fronda, las digo.

"Es más sencillo, más rápido y menos desagradable, aunque un poco más vergonzoso si os acompaño y os ayudo a realizar el tratamiento, ya que aunque seguramente vea vuestro cuerpo desnudo, el proceso de limpieza, que es bastante molesto termina en un segundo." (yo)

Mis palabras sobre que las vea desnudas no las preocupa demasiado en comparación con los gritos de asco de las dos de afuera, que incluso han empezado a pelearse y a vomitar.

Se las puede ver por la ventana cubiertas de mierda, suciedad y sus vómitos.

Alice me dice que no sea cruel y que las vaya a ayudar.

Voy hasta la ventana, chasqueo los dedos y todo el rastro que han dejado y toda la suciedad que las rodea desaparece, pero también lo hacen sus ropas.

Hago aparecer a su lado flotando una túnica rosa y una azul, con ropa interior del mismo color para que cada una se vista con sus respectivos colores favoritos.

También las hago aparecer calzado de ese color y de su medida.

Las dos no saben de donde ha aparecido eso, pero tampoco les importa, son hadas cabezas huecas y están agradecidas y se les olvida lo que acaban de pasar al alegrarse por los vestidos nuevos que han encontrado.

Se los ponen y entran felices a la casa luciendo sus vestidos nuevos.

He de reconocer, que han sufrido un cambio muy significativo y ahora parecen tener 20 años y no hay rastro de sus apariencias anteriores desagradables.

Si no fuesen las mismas cabeza huecas y no las haya perdido de vista, pensaría qué son otras hadas distintas.

Fronda me agarra del brazo y me arrastra hacia la puerta para que vaya con ella y la ayude después de tomarse la poción.

Las dos que acaban de entrar se asoman a la ventana para ver cómo se las arregla Fronda qué acaba de salir conmigo y vamos hacia el servicio.

La digo que entre, se beba la poción, que le abro el tapón y que cuando haya terminado de expulsar todo, de tres golpes a la puerta del servicio para que la limpie.

Ella se sonroja un poco y me dice al oído.

"¿Puedes entrar conmigo?, no me importa que me veas desnuda." (Fronda)

Entro con ella en el servicio y después de entrar y cerrar la puerta, detengo el tiempo en el exterior.

Se bebe la poción y tras los efectos desagradables esperados, la limpio y se queda desnuda.

No hace ningún intento de cubrirse y únicamente se coloca el pelo rubio rizado tras las orejas.

Parece querer que la mire y está poniendo atención a ver mi reacción.

"No hace falta que hagas esto, ya se que eres muy hermosa y tienes un cuerpo muy bonito y atractivo." (yo)

"Yo, yo, yo, desde que te vi llegar a las ciénagas, me he sentido rara, cada vez que te veo siento ganas de volar para abrazarte y quiero estar a tu lado." (Fronda)

Me acerco a ella y la acaricio la mejilla y el cuello.

"¿Estas segura de esto?, si vienes conmigo, es posible que tengas que dejar atrás a Clavelina y a Violeta, ya que no voy a obligarlas a venir conmigo si no quieren." (yo)

La veo pensar seriamente en esta situación y después de varios minutos me dice que va a hablarlo con ellas y que me dará una respuesta más adelante.

Puedo ver que tiene bastante resolución y que independientemente de lo que decidan sus amigas de toda la vida ella está decidida.

Se viste con una túnica verde que hago aparecer, ropa interior verde y calzado del mismo color.

Devuelvo el tiempo a la normalidad y vuelve feliz y dando saltos a la casa.

Una vez que ella ha vuelto a la casa, todas la miran para ver los cambios en la apariencia, aunque son evidentes, son menos que los que han sufrido las otras dos.

Flor, sale de la casa y se dirige hacia donde estoy y entra en el servicio conmigo.

Antes de tomar la poción me pregunta.

"¿El último paso del tratamiento de belleza es hacer el amor contigo?" (Flor)

"Así es." (yo)

"¿Qué pasa si me niego?, ¿tengo alguna alternativa?, ¿me obligarás o me tomarás por la fuerza?" (Flor)

"Eres libre de negarte, aunque me resultas muy hermosa y quiero que seas mi mujer, no te voy a obligar, ni te voy a forzar, la poción ya te da casi toda la belleza y también te da juventud y mejora tu cuerpo, el último paso solamente es la guinda del pastel." (yo)

"¿Qué pasa con Aurora?" (Flor)

"¿A qué te refieres?" (yo)

"¿Puede ella tomar la poción?" (Flor)

"Si que puede, pero es mejor que la tome cuando sea capaz de controlar su cuerpo y su mente, ya que ganar fuerza física a esta edad puede no ser necesariamente bueno para ella y para las cosas a su alrededor, más aún si quieres que tenga una infancia más o menos normal." (yo)

Lo piensa durante unos minutos y está de acuerdo.

"¿Si decido entregarme a ti, cuidarás a Aurora?" (Flor)

"Voy a cuidaros a las dos aunque me rechaces y si tu o Aurora decidís volver con su padre y no queréis saber nada de mí, aún así os cuidaré, aunque estaré muy decepcionado." (yo)

Le doy un beso en la frente y dejo que se beba la poción.

La limpio cuando termina, restauro su cuerpo totalmente y hago aparecer un vestido de seda blanco, la ropa interior y el calzado del mismo color.

Pero en lugar de ponérselo, me abraza y me dice.

"Quiero que me ames aquí mismo, no quiero esperar y no se si tendré suficiente valor para poder hacerlo si no es ahora." (Flor)

La empujo contra la pared, hago desaparecer mi ropa y alzándola y elevando sus piernas a mi alrededor entró de golpe en sus entrañas.

Da un fuerte grito que se mezcla con un gemido que se escucha por toda la casa.

Aurora se asusta un poco, pero Yael la toma en brazos y la calma.

Todas menos dos hadas saben lo que acaba de suceder y no dejan que las dos hadas curiosas vayan a cotillear.

Se empieza a escuchar el golpeteo rítmico en la pared, que parece que la casa se va a derrumbar, con gemidos que acompañan al golpeteo y ahora las hadas se dan cuenta de lo que está pasando.

Fronda aprovecha la oportunidad para contarle a Violeta y a Clavelina su intención de unirse a mi de forma definitiva, diciéndolas que junto con ellas o sin ellas va a hacerlo y que también va a hacer lo que está haciendo ahora mismo la reina Flor cuando tenga la oportunidad.

Las tres hadas empiezan una discusión entre las tres.

El golpeteo dura más de una hora y aunque el golpeteo contra la pared se detiene, los gemidos continúan por dos horas más, dando a entender a las demás de la casa, que hemos cambiado de posición.

También se escucha un fuerte grito y a la reina decir.

"Te has equivocado de lugar, esa no es la entrada correcta." (Flor)

Con toda mi polla metida por completo en su ano, ya no le salen las palabras y solamente puede abrir y cerrar la boca como un pez.

Inhalar y exhalar pesadamente mientras siente que sus tripas se mueven.

Al comparar mi polla con la de Stefan, que apenas era más grande que un dedo y del grosor del pulgar, Flor se pregunta como puede haber tanta diferencia incluso en este aspecto.

Cuando terminamos esta tan cansada que tengo que llevarla a la cama.

Las hadas han tomado sus decisiones y salvo Fronda que lo tiene claro, van a esperar.

Cuando dejo a Flor en la cama, prácticamente salta sobre mí mientras se desnuda a toda prisa.

Ante semejante ofrecimiento, no puedo rechazar este sabroso manjar que se ofrece tan enérgicamente.

Sin siquiera juegos previos, me tumba sobre la cama, me baja los pantalones, se sienta sobre mi polla y se la mete en su coño de golpe.

Da un fuerte quejido, y se derrumba sobre mí con un par de lágrimas en los ojos.

La abrazo y la beso.

"Eres un hada muy impaciente, deja que te guíe y disfrutarás mucho de la experiencia, no es bueno apresurar las cosas." (yo)

Curo el destrozo que se ha hecho en sus partes privadas y masajeo su cuerpo mientras me llevo uno de sus pezones a mi boca y juego con él con mi lengua.

Cuando esta curada y se está relajando por mis caricias, empiezo a moverme lentamente, sin dejar de lamer sus pezones y acariciar su cuerpo.

El dolor inicial se ha olvidado y ya sólo queda el placer.

Sus amigas hadas están mirando desde la ventana, han vuelto a su forma de hada y están volando en el exterior.

Ven a su amiga Fronda perdida en el placer y la felicidad rebotando y moviendo las caderas sobre mi polla con entusiasmo.

Ahora que la ven disfrutar, sienten un poco de envidia, pero cuando ven que se la meto por el culo y después que se queda con las piernas temblando y desmayada sobre la cama, con sus dos orificios chorreando semen, piensan para si mismas, que ha sido una buena idea esperar.

Dejo todo limpio y a las dos las dejo dormir tranquilamente en la cama.

Antes de salir de la habitación, me acerco a Flor y sustituyo sus anillos en sus dedos por el mío.

También le pongo mi anillo en el dedo a Fronda.

Voy a la planta baja y me miran como si fuera un pervertido.

"Me lo han pedido ellas y ante semejantes ofrecimientos, me ha sido imposible negarme." (yo)

Me acerco a Maléfica y le digo.

"Préstame tu mano, tengo un regalo para ti." (yo)

Cuando me acerca su mano la sostengo con delicadeza y le deslizo mi anillo en su dedo.

Mientras tanto, en el castillo del rey Stefan, se ha mandado a todos los soldados del reino a buscarnos y se ha puesto precio a nuestras cabezas.

Se nos acusa del secuestro de la reina y de la princesa.

Pasamos días muy tranquilos y felices en la pequeña casa de madera en el bosque, pero de vez en cuando tengo que ir a encargarme de los soldados y busca fortunas que tratan de entrar en las ciénagas.

Todos ellos desaparecen dejando solo pequeñas montañas de abono en su lugar y sus armas y armaduras son recicladas y guardados los materiales en el inventario.

No tengo intención de quedarme en este mundo hasta que Aurora crezca, pero voy a permanecer bastante y no voy a quedarme en esta casa todo el tiempo.

Nos quedamos en esta casa hasta que tiene un año y después vamos a viajar por este mundo.

Durante este año, Stefan se ha obsesionado y cada vez manda más soldados y crea más armas para atacarnos.

El reino cada vez tiene más viudas, niños y viejos, ya que los hombres que el rey recluta cada vez son más jóvenes y los veteranos no se libran.

Durante este año aprovecho para conseguir al menos una especie de cada tipo de hada y duende de las ciénagas.

También aprovecho para buscar, esclavizar y capturar a las mujeres y niñas feéricas oscuras, y llevarlas a mi mundo.

Cuando salimos de la casa de madera del bosque, la llevo a mi mundo, junto con todo el entorno, dejando un gran hueco en la tierra.

Con un poco de magia, creo un estanque y después nos vamos a recorrer diferentes ciudades y reinos.

Aunque pasamos bastante tiempo de viaje entre pueblos ciudades y reinos, viajamos con calma y sin problemas para buscar alojamiento, siempre está disponible sacar el chalet y disfrutar de los lugares que recorremos.

Entre viaje de unos pueblos a otros, pasan días o semanas entre medias.

Salvo que en algún lugar no seamos bien recibidos ya que no ocultamos quienes somos.

En ese caso, simplemente seguimos sin detenernos y si tratan de hacer algo más, o tenemos perseguidores, entonces sirven como abono.

Durante este tiempo, se han fortalecido los lazos entre las chicas y se consideran como hermanas pese a las diferencias.

Aurora puede considerar que tiene a una madre y muchas tías.

Flor, que es su propia madre, Maléfica, Yael, Alice, Jane y Fronda la cuidan, casi como si también lo fueran y también un poco Clavelina y Violeta, que están pendientes de la pequeña pero algo menos implicadas.

La pequeña Aurora va creciendo poco a poco y pasan las estaciones y algunos años.

Creo que vamos a visitar Ulstead como último lugar antes de volver a las ciénagas y a Edén.

En Ulstead, reinan el rey John y la reina Ingrith, que tiene un niño pequeño, que es el príncipe Phillip.

Su reino se separa por un rio de las ciénagas. es uno de los varios reinos que hacen frontera con las ciénagas y uno de los más conflictivos hacia las hadas.

Aunque el rey es un amante de la paz, la reina odia a las hadas y la mayoría de la población tiene miedo.

Cuando llegamos, los habitantes de la ciudad nos reconocen, huyen y gritan como si estuvieran viendo demonios que comen niños.

Las hadas y las demás juegan con Aurora para que no se asuste por los gritos de la gente.

Rápidamente la guardia de la ciudad nos rodea y nos apunta con sus armas.

Dejo el gran carruaje en el que vamos y me adelanto para hablar con el líder de los guardias.

"Podemos hacer esto de forma fácil y pacífica, sin necesidad de que pierdas a todos tus hombres, quiero hablar con tu rey y tu reina para llegar a un acuerdo." (yo)

"No puedo llevaros ante los reyes sin avisar de ello primero, tendréis que esperar una respuesta." (capitán de la guardia)

"Aquí esperaremos, pero no tengo mucha paciencia con aquellos que tratan de agredir y molestar a mis mujeres, por lo que recomiendo que controle a sus hombres, por su propio bienestar." (yo)

Algunos de los soldados están mirando a mis mujeres de forma lasciva y tienen algunas ideas inapropiadas.

"Acompañadme a un lugar más apropiado donde podéis esperar, estoy seguro que la respuesta no se hará esperar demasiado." (capitán de la guardia)

Vuelvo con las chicas y vamos hasta las puestas del palacio, escoltados por dos docenas de guardias y seguidos por cientos de ciudadanos curiosos.

Aurora que ve otros niños, quiere ir a jugar, pero no creo que sea una buena idea, no tengo miedo de que le pase algo, pero los niños pueden ser muy crueles y herir su sensibilidad si la llaman alguna cosa rara por ser de nuestra familia.

Cojo a la pequeña Aurora en brazos y sabe que no la voy a dejar y hace un pequeño puchero.

La tranquilizo, la digo que esos niños no quieren jugar y la doy un helado de chocolate, que es su favorito y vuelve a estar feliz.

Se llena toda la cara de chocolate y termina teniendo que dar otro helado a cada una de las mujeres y otro a Aurora, porque el que tenía se le ha caído mientras estaba jugando.

En aproximadamente 15 minutos, viene corriendo hacia nosotros un mensajero y poco después se acercan 40 hombres con armaduras.

El mensajero nos invita a entrar y que nos van a escoltar hasta una audiencia con los reyes.

Bajamos del carruaje, lo guardo y vamos a pie hacia el palacio, a través de unos hermosos y grandes jardines.

Los guardias con armadura no sueltan las empuñaduras de sus armas y sus miradas a mis mujeres son bastante molestas.

Hay bastantes de ellos cerca de Flor y Aurora, lo que me molesta bastante.

Tienen idea de usarlas como rehenes si decido volverme loco o las cosas no resultan ser tan pacíficas.

El rey John es encantador y amante de la paz que nos saluda efusivamente.

Su esposa aunque atractiva es todo lo contrario, es intrigante y manipuladora.

También está presente aunque es bastante joven, la mano derecha de la reina, Gerda.

El rey me pregunta por los motivos de nuestra visita.

"Vengo por dos motivos, el primero es un acuerdo de paz entre Ulstead y las ciénagas, en el que nos comprometemos a garantizar intercambios comerciales justos entre ambos reinos." (yo)

"Esa es una gran noticia." (John)

"Pero aquí entra la segunda razón de nuestra visita, para que dicho acuerdo pueda darse, deben liberar a las hadas capturadas y dejar de perseguir a las hadas para buscar la manera de acabar con ellas." (yo)

La reina no se mantiene en silencio y nos acusa a nosotros de asesinos de hombres en su lugar y de mentirosos.

Miro a la reina, que ya ha comenzado con sus planes en las zonas ocultas del castillo y a crear armas en secreto durante años.

"Perdón, pero mi tono y el control de mi aura ha creado un malentendido, esto no es una petición entre iguales, es una orden o de lo contrario actuaré para que sea así y si yo actúo, no quedarán de Ulstead ni las cenizas.

"Si no fuera imposible, pensaría que nos estas amenazando." (Ingrith)

"No hay nada imposible para mí y si, es una amenaza directa." (yo)

Suelto un poco de mi aura y protejo a mis chicas.

El resto siente una gran presión.

"Tu esposa la reina Ingrith, tiene en las zonas ocultas del castillo, una fábrica de armas para acabar con las hadas y tiene un laboratorio secreto donde investiga a las hadas capturadas." (yo)

Hago levitar a John, Ingrith y A Gerda. Los hago venir hasta la entrada a las cámaras secretas de la reina donde esta el duende traidor que sirve de investigador para la reina y toda su fábrica de armas.

El rey, que no sabía nada de esto, mira a la mujer a su lado como si no la conociera.

Después de calmarse y asimilar la situación, el rey John me mira y me dice mientras se inclina para suplicar.

"Por favor no tengas en cuenta estas ofensas de mi esposa y perdónala, prometo que no se volverá a perseguir a ningún hada en mi reino mientras viva." (John)

"No tengo duda sobre eso, pero no es suficiente, me voy a llevar a las dos para castigarlas personalmente, y tampoco puedo confiar en el futuro de las ciénagas una vez que me marche de este mundo." (yo)

El rey, la reina, Gerda y las chicas me miran con diferentes expresiones en sus rostros.

"Eres un buen hombre y un buen rey, lamentablemente no siempre eso es suficiente, pero para compensar un poco tu pérdida, te voy a entregar algo que garantizará que tu reino nunca pase hambre." (yo)

Busco en la tienda un objeto llamado Cornucopia, hay una gran variedad de objetos, pero busco uno que produzca frutas, verduras y hortalizas infinitamente cada vez que se recogen.

Lo adquiero de la tienda y se lo entrego al rey John, que no sabe lo que es.

"Esto se llama cornucopia y produce diferentes tipos de vegetales comestibles cada vez que se retiran los del interior sin agotarse nunca." (yo)

"Eso es increíble, pero sobre mí esposa y su criada, ¿hay alguna alternativa?, estoy seguro que aquí en Ulstead podemos hacer algo para castigarlas adecuadamente." (John)

"Ya he tomado mi decisión y las dos serán mis esclavas y solamente dependerá de su comportamiento, el tiempo que se mantengan en esa posición." (yo)

Después de decir eso las esclavizo y las capturo a las dos, haciendo que las dos desaparezcan en una bola de luz.

Activo la cornucopia con magia y de su interior empieza a salir manzanas, peras, naranjas, calabazas, tomates, cebollas y todo tipo de frutas, verduras y hortalizas comestibles.

"Espero que encuentres a alguien que te ame y que tu reinado sea largo y pacífico." (yo)

Antes de salir de allí acompañado de mis mujeres y dejando allí al rey apesadumbrado por perder a la reina.

"Como consejo, te sugiero que guardes en secreto la existencia de la cornucopia, este objeto es uno por el que muchos reinos irían a la guerra para conseguirlo, que solamente las personas de mayor confianza puedan acceder a su conocimiento." (yo)

Salimos del palacio sin problemas y llevo a todas volando con mi magia hasta el río que limita con las ciénagas.

"Creo que es hora de irnos, ya hemos pasado bastante tiempo en este mundo." (yo)

Saco varias decenas de mis cuerpos y establezco una barrera alrededor de las ciénagas y hago que pasen a través de un portal, al igual que hice en el pasado con el planeta Pandora a mi mundo, pero al mismo tiempo, como si fueran una isla flotante.

Ahora Edén tiene otra maravilla, que es una gran isla flotante en el horizonte.

Recibo cientos de notificaciones de especies nuevas y adaptaciones de Edén a las nuevas incorporaciones.

Donde estaban las ciénagas, con sus paisajes maravillosos y sus montañas, ahora solamente hay un gran cráter que cubre hasta donde alcanza la vista, que rápidamente se está llenando de agua del mar.

Maléfica y las a hadas están asustadas por sus amigos y todos los habitantes de las ciénagas.

Miro a las preocupadas hadas que ven con asombro desaparecer su hogar.

"Ahora están a salvo para siempre, los he llevado a un sitio donde nunca nadie amenazará su existencia." (yo)

Me giro para mirar a Aurora que lo ve todo con gran asombro.

La cargo en brazos y le digo.

Ahora vamos a ir a mi hogar, allí hay miles de niñas, animales y todo tipo de criaturas para que puedas jugar.

Chasqueo los dedos y nos vamos todos a Edén, pero no sin antes ir a distintos mundos paralelos y traer a las diferentes Auroras y Maléficas de diferentes edades.

Maléfica joven (Ella Purnell).

Aurora joven (Eleanor Worthington Cox)

Aurora niña (Vivienne Marcheline)

Aurora mayor (Elle Fanning)

Las traigo a todas, las esclavizo y antes de que tengan tiempo para preguntar nada, estamos todos en Edén.

Una vez allí, hago las respectivas explicaciones y escucho la gran cantidad de protestas.

Una vez que las mujeres y hadas enfadadas se han calmado, libero a las feéricas oscuras y les explico su nueva situación y su nuevo mundo.

Durante casi cuatro días en Edén, realizo procesos de bienvenida y ayudo a cada una de las recién llegadas a acostumbrarse a vivir aquí.

Las dos cautivas de Ulstead tardan un poco más y después de hacerlas los procesos de bienvenida forzosamente y casi 48 horas seguidas de 'tratamiento completo' de sus cuerpos restaurados, sus mentes y cuerpos se han convertido en dóciles han decidido vivir en armonía.

Aunque para mayor seguridad les he ordenado como su señor que tienen prohibido hacer daño a cualquier habitante de Edén entre las que se incluyen.