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Capitulo 113 Juego mental [ 2]

—Punto de vista de Encrid Frostblade.

Encrid lo sentía.

Desde que Asher terminó su combate con esa mujer llamada Oriana y se desmayó por el exceso de maná en sus músculos, Encrid sintió que su conexión con Asher fue cortada de repente.

Vagaba mientras flotaba en un vacío oscuro, lo mismo sucedía con Isabella. Después de todo, ambos estaban conectados con Asher, y solo él podía sacarlos de este lugar dentro de su mente.

Sin embargo, ahí estaban.

Flotando mientras esperaban alguna reconexión con Asher, pero esta nunca llegó.

El tiempo en este lugar era extraño y, además, era un espacio muy difícil de explicar.

Cuando Encrid entró a la mente de Asher por primera vez, no llegó a este lugar, sino a una parte de la conciencia de Asher, donde podía ver y oír sus pensamientos. Sin embargo, este vacío era extraño.

Ciertamente, la mente de las personas es un lugar misterioso para aquellos que entran en ella, y esto Encrid lo comprendió en el momento en que apareció en este espacio vacío junto con Isabella.

Aunque no tenía explicación ni sabía cómo salir de este espacio vacío, su única fuente de conversación era Isabella. Pero ella no le dirigía la palabra.

Era realmente extraño.

Asher e Isabella hablaban entre ellos dos.

A pesar de todo, Isabella, desde que llegaron al mundo de las hadas, no había tenido ni una sola conversación con Encrid. Él, que por supuesto era el más cercano a Isabella, lo encontraba raro.

Encrid, siendo amigo de Isabella desde que prácticamente crecieron juntos, podía considerarse su hermano desde el nacimiento, aunque no lo fueran realmente.

Y aunque ambos eran amigos desde muy pequeños, era la primera vez que Isabella no le dirigía una sola palabra.

Incluso el día que Isabella murió, Encrid siempre estuvo a su lado. Sin importar la situación por la que pasaran, ambos siempre estuvieron juntos, pero ahora... ahora era diferente.

Encrid suspiró pesadamente.

Recientemente, se había enterado de la nueva grieta dimensional. Estaba estresado, todos sus logros lentamente parecían desmoronarse.

Sobrevivió a la invasión de los siete dioses e incluso mató a dos de ellos, pero las muertes de los demás dioses también cobraron un precio a sus amigos. Isabella fue una de las que murió al mismo tiempo que uno de los dioses, lo mismo ocurrió con los demás.

Todos y cada uno de ellos murieron en el campo de batalla mientras él observaba sus muertes. Fue el último sobreviviente después de todo eso.

Fue entonces cuando decidió reiniciar el mundo, eliminando toda evidencia de los siete dioses y del poder del décimo círculo. Borró todos los registros que pudo sobre la era de la oscuridad y finalmente reinició todo el mundo. Destruyó cada forma de vida que tuviera información sobre esa era, y el reinicio fue un éxito.

Finalmente, decidió sellarse a sí mismo en una espada, con la esperanza de que, en algún momento, miles de años después, su sucesor llegaría y retomaría su poder.

Todos esos logros y la paz del mundo estaban por ser destruidos nuevamente por la nueva grieta dimensional.

"Haa... Mierda", murmuró.

Se sentía bastante frustrado.

Todo lo que quería era un mundo libre de peligros, y por eso se convirtió en el mago más poderoso del mundo. Sin embargo, nunca pensó que, con el tiempo, todo volvería a ser lo mismo.

Ahora, con la conexión cortada con Asher y él e Isabella vagando en un vacío oscuro sin nada más que la misma nada, Encrid simplemente esperó pacientemente.

Miró a su alrededor y luego a Isabella, quien estaba de espaldas a él, sin querer mirarlo.

Encrid intentó acercarse, pero no pudo.

El lugar era extraño y no le permitía moverse libremente. Solo podía observar a su alrededor o girar su cuerpo para ponerse en una mejor posición.

Era como una penalización: no podía moverse en ese vacío, y aunque lo intentó varias veces, no lo consiguió.

Pero, era verdad. Isabella podía girar su cuerpo, y entonces ambos podrían verse de frente, pero ella seguía de espaldas. Aunque esto molestaba a Encrid, sabía que Isabella tenía algún problema.

Pero la situación actual no era la más adecuada, la conexión con Asher se había roto y, aunque no lo mostraba del todo, Encrid se dio cuenta de que Isabella estaba muy preocupada.

Algo le había sucedido a Asher.

Pero él estaba en la academia, donde había magos lo suficientemente decentes como para evitar un conflicto.

Fue entonces cuando Encrid recordó.

"Su agotamiento mental."

Exacto, debía de ser eso. Todo esto era simplemente por el agotamiento mental de Asher.

Al principio, Encrid encontró esto extraño: alguien sin emociones y sin miedo a nada tenía una mentalidad increíblemente baja, incluso más baja que aquellos que se consideraban mentes débiles.

Era increíblemente débil en ese aspecto.

No lo culpaba, pero era difícil entender por qué era tan débil mentalmente.

Ni siquiera Encrid, cuando aún tenía emociones fuertes, tenía una mentalidad tan baja. De hecho, nadie en el mundo tenía una mentalidad tan baja como la de Asher.

Pero, como siempre, Encrid no lo culpaba. Todos tienen algún aspecto débil de sí mismos.

Fue entonces cuando decidió intentar hablar con Isabella.

Aunque probablemente no le respondería, no importaba. Simplemente quería, al menos, estar con ella. Eso era más que suficiente.

"Isabella".

Primero pronunció su nombre, luego continuó.

Aunque ella permanecía en silencio, Encrid decidió seguir hablando.

"Realmente no sé qué decirte...".

"Estás incluso más preocupada de lo normal. Parece que ese mocoso te agrada más de lo que pensabas".

"…".

A pesar del silencio, Encrid continuó. No importaba lo que ella pensara, él seguía hablando.

"¿Recuerdas cuando estábamos vivos? Te agradaba aquella niña".

Era una niña encantadora, capaz de hechizar a cualquiera con su ternura y gran amabilidad.

Sin embargo, esa niña también desapareció en la guerra contra los dioses. Pocos sobrevivieron, y a aquellos que lo hicieron, Encrid les borró por completo la memoria.

"…".

Como era de esperar, Isabella seguía en silencio.

Quizás no fue la mejor idea mencionar a la niña que ella tanto amaba en este momento.

"No te preocupes demasiado, sabes que ese mocoso…".

"Lo sé".

Encrid quedó en silencio tras escuchar esas dos palabras de Isabella. Sin pensarlo dos veces, habló de nuevo.

"Está bien, entonces".

Y así terminó su breve conversación, la primera que habían tenido en días.

***

—punto de vista de Asher Frostblade.

¿Qué era lo que tenía frente a sus ojos?

Cadáveres de personas y monstruos gigantescos, seres que Asher jamás había visto, de los grados más altos, tal vez del grado 2 o incluso del grado 1, los más poderosos.

Eran montañas de cadáveres, y la sangre se esparcía por todas partes. Dondequiera que mirara, cuerpos de humanos y monstruos estaban a la vista.

Era un mar rojo de sangre; la muerte lo impregnaba todo.

Incluso en su vida pasada, Asher nunca había presenciado algo de esta magnitud. Quizás había visto cientos de cadáveres en un solo lugar, pero eso no se comparaba con lo que tenía ahora a su alrededor.

La magnitud de la muerte en este sitio era increíblemente vasta. A simple vista, todo estaba teñido de rojo. De hecho, una intensa luz provenía del horizonte. Al observar, notó una línea de luz que se expandía a lo largo del cielo oscuro, con tonos rojizos.

Todo el lugar estaba cubierto de humo y fuego. Espadas, escudos, lanzas y todo tipo de armas, incluso artefactos mágicos, yacían tirados por todas partes.

Restos de monstruos estaban esparcidos por el suelo, y cada paso que daba Asher tropezaba con algún fragmento.

Sin embargo, su mirada no abandonaba el cielo oscuro, con su tono rojizo y la raya de luz amarilla que se extendía en línea recta por todo el cielo.

Parecía provenir de algún lugar, a cientos o miles de kilómetros de distancia.

De repente, el suelo tembló.

¡¡Boom!!

Una explosión inmensa, más alta que las nubes y de un radio de miles de kilómetros, envolvió el cielo. Rayos púrpuras y fuego morado rodearon la enorme explosión.

La onda expansiva llegó hasta Asher, pero...

"Eh, no me afecta en nada".

Quizás era porque todo esto era una ilusión. De alguna manera, podía ver lo que estaba ocurriendo, pero era como si él no existiera en este lugar y nada pudiera tocarlo.

"Que todo lo que está sucediendo..."

"Es una ilusión, pero... parece más un recuerdo."

De hecho, todo se asemejaba a un recuerdo de alguien que había vivido toda esta tragedia.

Rápidamente, miró sus manos. Eran sus propias manos, lo que significaba que estaba vagando por el recuerdo de alguien, pero sin estar dentro del cuerpo de esa persona, como un espectador en un juego.

Aunque ahora todo estaba más claro, esto no era más que el recuerdo de alguien.

Sin importar de quién fuera, Asher decidió caminar hacia donde había ocurrido la explosión. Tenía curiosidad por saber qué ser podría haber causado una explosión de semejante magnitud.

Era tan grande que resultaba difícil calcular su tamaño exacto. Sin embargo, Asher supuso que posiblemente era más grande que un país entero de su antiguo mundo.

Por supuesto, solo era una idea, ya que la explosión era demasiado inmensa como para medir su radio y altura.

***

—Cambio de escena.

Asher caminó y caminó hasta que finalmente llegó a un cráter increíblemente colosal.

Sin dudarlo, saltó hacia el cráter, descendiendo lo más rápido posible hacia el centro.

Desde allí, podía ver dos colores de luces: una de un púrpura intenso y oscuro, y otra de un verde oscuro.

Estaba demasiado lejos para identificar con exactitud qué eran esas dos luces en el centro del cráter. Asher seguía descendiendo a toda velocidad, deslizándose hacia abajo. El cráter era increíblemente profundo y mucho más ancho que cualquier ciudad que hubiera visto antes.

Finalmente, llegó al fondo, aunque todavía estaba bastante lejos de las dos luces.

Quizás esas luces eran lo que había causado la explosión, o tal vez eran el maná de dos seres vivos que habían estado luchando entre sí y acababan de terminar su combate.

Cualquiera de las dos opciones era posible, y Asher tenía una gran curiosidad. De todos modos, no le afectaba estar allí.

Siguió caminando lo más rápido que pudo, y lentamente, dos figuras comenzaron a distinguirse en la distancia. Aunque al principio estaban borrosas, poco a poco se hicieron más visibles.

Fue en ese momento, cuando Asher se acercó lo suficiente, que pudo verlo...

"¿Qué...? Ese es Encrid".

Encrid sostenía a alguien por el cuello, aplastando su cuerpo en el suelo. Lo único que quedaba de la persona era el torso y la cabeza.

Asher se acercó aún más, hasta quedar a unos pasos de Encrid.

"Qué humano más..."

"Deberías dejar de hablar".

"Humano, eres muy fuerte, incluso más que los demás".

"Los humanos no tenemos límites. Aunque ustedes se creían el pináculo de toda la existencia, has sido derrotado por mí."

las palabras de la persona que Encrid sostenía del cuello hablo con Encrid.

sin embargo...

Asher intentó ver el rostro de la persona que Encrid tenía en el suelo.

Sin embargo...

"¡Harg...!"

Sintió como si su cabeza fuera a explotar. Cerró los ojos mientras la sangre comenzaba a salir de todos los orificios de su cabeza. El dolor era insoportable, más fuerte que cualquier otra cosa que hubiera experimentado.

Era un dolor extremo, demasiado intenso.

Todo esto solo por tratar de ver el rostro de la persona que Encrid tenía sujetada.

Intentó moverse, apartando la mirada rápidamente, y el dolor desapareció.

Asher nunca había experimentado algo así. Era la primera vez que sentía un dolor tan fuerte, incluso más intenso que la misma muerte...