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El asesino de la rosa

Albafica ha sido asesinado cruelmente. Lugonis necesita saber ¿Por qué? Porque aquel tipo mató a su hijo. En busca de la verdad deberá decidir si hacer lo correcto o dejarse llevar por su impulso de venganza.

Junini
Peringkat tidak cukup
13 Chs

Capitulo VII

Advertencias el capítulo es apto solo para +21; este puede contener alto contenido explícito erotico, llegando a lo Prngrafic, temas sensibles como la manipulación, toxicidad.

Leer bajo su propio riesgo, no intente repetirlo

Lo que haría no era correcto, pero era la mejor forma de poder salir de alli, así que tomé a Lune y le fui quitando la ropa.

Ya no podia dar marcha atrás, ya no habia vuelta atrás. —Detente, esto esta mal. —pero la que me lleva... yo ya tenia el botón de su camisa entre mis dientes. —No esta bien, no esta bien me van a sancionar y yo no puedo permitir eso. Esto es inmoral, inadmisible, es un pecado.

—Nadie lo sabrá, Lune. Será nuestro secreto solo nuestro.

—Esta mal, Dios lo sabra, no sere un pecador por tu culpa, no pecare por culpa de un demente, esto no puede ni debe avanzar. No voy a hacerlo.

—¿Por qué no quieres o no puedes?

Si se pudiera ¿lo harias?.

—Deja de manipularme, no soy idiota, soy psiquiátra no lo olvides, crees que no me doy cuenta de tu intención, seguro me estas manipulando para obtener algo, lo sé, y pagaras muy caro por eso, pedire que te juzguen por apología, y comportamiento pecaminoso, te mandare a una corte marcial donde no solo te reeducaran te mandaran a una prisión militar.

Resultó ser más inteligente de lo que pensé, y pues debía mostrarle que estaba errado aunque estaba en lo cierto. —Tan bajo estima te tienes que no puedes notar tu belleza, que piensas que cualquier halago es una adulación, es en serio eres muy bello y quiero hacerte mio. Aparte ¿qué diras? ¿Qué intente seducirte? Recuerda que hace un rato, me pediste que te hiciera mio, te perjudicarás tú también, perderas todo lo que tienes hasta ahora, perderas todo el poder que tienes, todo.

Porque asi como tu me acusas sin pruebas, no les importara tu historial impecable no te dejaran demostrar la verdad, simplemente no te crearan, aceptalo simplemente no es lo que piensas simplemente me gustas—Termino cediendo antes mis palabras. Cerrando los ojos para luego llorar. —Confiaré en ti y si es mentira haré que me lo pagues con intereses. Te hundire aunque me hunda contigo

—Creeme no estoy mintiendo —solo me miro un segundo, y lo volví a besar debia asegurarme que en verdad creía en mi, desabroche su camisa, para luego sentarlo sobre su escritorio. El tiempo estaba a nuestro favor debido a la fama de sacar la verdad a como de lugar las sesiones podían durar dos o más horas, debido que estaba en un hospital psiquiátrico.

Su oficina estaba alejada, la persona más cercana estaba al menos 100 metros nadie oiría nada de lo que ahi pasaría, nadie.

Su zona de trabajo consistia en su oficina donde atendía pacientes y una pequeña casa donde el residía, al ser el psiquiátra titular de aquel manicomio.

Tome su cintura y lo atraje hacia a mi, por lo que quite su cinturon, estaba por quitarle el pantalon, para comenzar a hacerselo, sus garras estaban en mi espalda, clavadas mientras yo estaba encima de él, reclamando su cuerpo como mio, su pierna derecha sobre mi hombro y la izquierda en mi cintura, la ropa estaba alli tirada en el medio de la sala y mientras lo hacíamos podía oír su corazón tu cu tu cu, mientras respiraba agitado y le costaba gesticular palabras debido al placer de la situación.

El escuchar aquel "¡Te Amo!" me hizo sentir un sentimiento de culpa terrible, pero debia continuar con tal de mantener a salvo a Albafica, por lo que para conseguir terminar de tenerlo a la palma de mi mano, le respondí "¡Yo también!" de repente algo cambio, escuche un ¡Silencio, no te pregunte! un mal movimiento, todo se deformo y se volvio oscuro, y desperté en el diván.

—Lugonis, lugonis te estoy hablando, llevas callado media hora. Vas a decir la verdad o no, no tengo todo el día. —¿Qué había sido eso? Acaso lo alucine todo, y si lo alucine entonces, lo más probable es que si estoy loco. Dios mio entonces soy un pervertido, tengo fantasías con el psiquiátra.

—Empezaremos con la medicación psiquiátrica, avisaré a enfermería. —Pero no importa que podía variar de una alucinación de la realidad.

—Seguro que eres un Lune, Alfa. —Listo ya perdí, espero que la vecina allá podido huir con Albafica porque mi plan ni empezó y fracaso. No podía pensar bien, se me mezclaban las palabras, se me movía todo.

Es que una cosa era planearlo otra hacerlo.

—Ni idea lo que me estas preguntando, ni idea.

Entonces cobre valor, me puse serio.

—Digo que seguro que eres un Alfa, es que eres muy bello.

—Ah pues gracias Lugonis, estoy consiente de eso, me halagas, pero preferiría que evitarás tales comentarios, y mantener una relación doctor-paciente.

La realidad era distinta a la que pensé, tenía el ego por las nubes, era casi imposible de manipular, entonces el guardia apararecio para llevarme a mi habitación más que habitación era un celda, y pude ver un objeto típo premio abollado en el piso, el cual escondía con su pie bajo el escritorio y a lo lejos el cinturon que este tenia. ¡Desgraciado! con razón me dolía la cabeza, no lo alucine.

Continuara...